Uno de los puntos fuertes de la selección alauita es la de contar con una plantilla joven, con buena técnica y consolidada a lo largo del Mundial. Sin duda, Amrabat y Ounahi han sido la revelación y se encuetran entre los jugadores con más minutos de la competición.
La principal baza de Marruecos en el Mundial ha sido su juego defensivo. Hasta las semifinales del torneo, los leones del Atlas tan sólo recibieron 1 gol y fue en propia. Esto se puede observar en la gran cantidad de pases largos realizados por los equipos rivales para encontrar huecos en la defensa y poder generar ocasiones de gol. Además, la selección marroquí destaca por ser el equipo con más jugadas intervenidas entre los que alcanzaron los cuartos de final.