Con un importante protagonismo en el desarollo social y productivo de la región y del país, la UTP se ha consolidado como una universidad de alto nivel en la creación de nuevos conocimientos y articulación académica. Se hace necesario que la universidad sea abierta a los diferentes actores sociales, dialogante y deliberativa, constructora y transformadora de las realidades sociales de las poblaciones vulnerables a través del acceso a la educación superior pública, pero también con aportes en la transformación cultural y pedagógica que requiere el país para lograr una paz estable y duradera.
La universidad ha ajustado su plan de desarrollo institucional para materializar parte de sus desarrollos misionales como aportes a los objetivos de desarrollo sostenible (ODS). Es importante que desde nuestro claustro, podamos desarrollar insumos para aportar de manera más decidida en la generación de trabajo digno y crecimiento económico, pues una inmensa mayoría de egresadas y egresados deben acceder a trabajos sumamente precarizados para poder tener una primera experiencia laboral. Así mismo y en articulación con otros actores sociales, podemos profundizar nuestra participación en el desarrollo de ciudades inteligentes y sostenibles, fortaleciento la integración comunitaria para garantizar el acceso al agua potable requerida en tantas comunidades, en el fortalecimiento del sistema público de salud, en el acceso a energías no contaminantes, en la promoción de la articulación de capacidades interdisciplinares para la creación de nuevas empresas regionales a partir de la asociatividad y en el planteamiento de mecanismos para tomar acciones más contundentes de planificación regional de las medidas de adaptación al inminente cambio climático.
Dado el panorama anterior, plantearemos algunas propuestas puntuales a desarrollar en este aspecto:
Participación de la comunidad egresada en grupos de investigación, semilleros y programas de fomento a la innovación y el desarrollo tecnológico.
Creación del CENTRO DE PENSAMIENTO UTP PARA EL DESARROLLO REGIONAL, que se nutrirá a partir del foro permanente para el desarrollo regional con participación comunitaria, industrial y académica en la formulación de estrategias para el desarrollo del departamento.
Impulsar la conformación de procesos asociativos de la comunidad egresada a nivel empresarial, de emprendimientos sociales y culturales mediante la articulación de los recursos institucionales y estatales.
Promover canales de información y comunicación que articulen temas de interés para la comunidad egresada.
Creación de un programa que visibilice los proyectos, propuestas y proyecciones de la comunidad egresada.
Promover institucionalmente la participación y liderazgo de la comunidad egresada para la conducción de las diversas dinámicas políticas, económicas, culturales y productivas de la región.
La sociedad colombiana del siglo XXI exige que la universidad pública sea democrática, que sea participativa y dispuesta a promover el diálogo para construir las grandes soluciones que requieren las comunidades. En palabras de Boaventura de Sousa “se ha generado un cambio de paradigma, pasando del conocimiento universitario al conocimiento pluriuniversitario. En este nuevo paradigma la vieja ciencia moderna y sus presupuestos se han vuelto obsoletos. Ahora, sociedad y conocimiento están mucho más entrelazados. La sociedad ha dejado de ser una interpelación de la ciencia para pasar a ser sujeto de interpelación a la ciencia. El saber se hace cada vez más contextual, aplicado, heterogéneo, flexible”. Y es entonces esa heterogeneidad de saberes la que nos obliga a que como institución participemos de una manera más protagónica en los procesos sociales, campesinos, barriales, industriales, etc.
La universidad tiene grandes retos en materia de inclusión, de apertura a la diversidad, de consolidación y articulación de las rutas de atención a las Violencias Básadas en Género (VBG), en la reducción de las desigualdades sociales y en garantizar acceso a educación de alta calidad. Es por eso que se hace necesario analizar el contexto universitario y fijar la atención en que no es la academia la que debe estar al servicio de la administración, sino, la administración al servicio de la academia. Pero también, es este el momento propicio para generar una expansión de la UTP hacia la Periferia, que sus aulas puedan llegar a los barrios y veredas de Pereira, a la periferia del Departamento. ¿Será posible avanzar en la consolidación de una sede UTP en el valle del Risaralda, una propuesta pensada para potenciar el acceso a educación superior de la juventud del norte del departamento de risaralda y del occidente del departamento de caldas?
Lo anterior, debe ser una decisión apoyada completamente por el gobierno nacional en integración con el sector productivo. Pues para esto, se requiere una ampliación importante de su personal docente y administrativo con plazas de trabajo dignas sumado al cierre de brechas vigente. Es posible pensar en el desarrollo agroindustrial y energético de la región, generando desarrollo económico y bienestar colectivo. Sin embargo, para que esto sea posible, se requiere de la universidad pública actuando de manera armónica y articulada con todos sus grupos de interés.
Dado el panorama anterior, plantearemos algunas propuestas puntuales a desarrollar en este aspecto:
Plantear propuestas para el fortalecimiento de la comunicación entre la universidad y sus programas con su comunidad egresada.
Defender ante el Consejo Superior la necesidad de profundizar la democracia universitaria y la formulación de un mecanismo democrático para la elección de Rector(a), otros órganos de gobierno y cogobierno como consejos de facultad y comités curriculares.
Promover en el Consejo Superior el desarrollo de aplicaciones y programas que permitan mejorar el rastreo de ofertas de empleo a partir de IA.
Gestionar la integración de la comunidad egresada en actividades culturales, deportivas, sociales y de formación continua, de manera que se fortalezca el bienestar de la comunidad.
UTP abierta al diálogo deliberante con los diferentes sectores sociales y económicos, participativa y con proyección social hacia las comunidades de interés.
Las universidades públicas colombianas han acumulado una deuda histórica debido al bajo incremento del presupuesto anual ajustado por el IPC, establecido en los articulos 86 y 87 de la ley 30 de 1992. Lo anterior, ha conllevado a que la crisis estructural de la educación superior se profundice año tras año, haciendo que las universidades se “privaticen” poco a poco para poder autogestionar los recursos financieros que medianamente garanticen su sostenibilidad financiera. Para el año 2018, este déficit en el sistema universitario estatal ascendía a más de 15 billones de pesos mientras que para la UTP ya rondaba el medio (1/2) billón de pesos.
Déficit UTP - Fuente: Informe sostenibilidad financiera UTP-2017
Esta situación ha generado graves consecuencias en la concepción financiera de las universidades públicas. En la UTP se han creado programas académicos de operación comercial, pensados en parte porque aportan financieramente a la solución de ese déficit. Por otra parte, a causa también de razones financieras, se está sacrificando la excelencia académica, pues desde el año 2000 la cobertura estudiantil ha crecido en más de un 300% mientras que la planta docente por el contrario ha disminuido de manera vertiginosa.
Lo anterior, genera una crisis académica, que aunque a veces imperceptible, avanza y se profundiza con el paso del tiempo. Se pierde independencia académica, se desmejora la estabilidad laboral y genera un fenómeno indeseable. Y es que ante la pérdida de un docente de planta, este se reemplaza por docentes transitorios y catedráticos.
Pero también, esta crisis se extiende al estamento administrativo. Al incrementar la cobertura estudiantil, la cantidad de docentes, la cantidad de programas académicos y de proyectos de extensión, se ha generado que no se cuente con el personal suficiente principalmente en las unidades académicas (facultades y programas), para atender la inmensa cantidad de necesidades que devienen las actividades de formación. En la siguiente imagen se muestran algunas de las necesidades que se tienen en personal docente y administrativo, lo que exige que de nuestra parte se genere el compromiso de continuar en la búsqueda de soluciones que den salida a esta necesidad y exigencia histórica del movimiento universitario.
Déficit UTP - Fuente: Informe sostenibilidad financiera UTP-2017
Dado el panorama anterior, plantearemos algunas propuestas puntuales a desarrollar en este aspecto:
Generar espacios de la comunidad egresada para fortalecer la universidad y la educación superior.
Buscar formas de financiación que permitan el acceso y la permanencia de la comunidad egresada en los programas de posgrado.
Buscar la financiación estatal para los programas de pregrado de operación comercial de la universidad.
Profundizar la visión sobre la necesidad de garantizar una adecuada contratación del personal docente y administrativo para suplir las necesidades académicas actuales. Este debate involucra directamente al gobierno nacional y manifestamos nuestro irrestricto compromiso en plantear esta situación en todas las esferas del gobierno.
Se han presentado 3 líneas de trabajo y las propuestas específicas en cada línea, de manera que se pueda pensar en la UTP como el cerebro de Risaralda y como una de las universidades más sólidas del país. Para ello, hemos planteado trabajar por la universalidad y la gratuidad plena de la educación superior pública, así mismo, defender la democracia y la autonomía universitaria como elemento fundamental para que la universidad cumpla con su función social. Estas 3 líneas de trabajo procuran integrar la mayoría de los ODS y su contribución en el contexto territorial, de manera que nuestra investigación y proyección social estén en función de las necesidades sociales, industriales, económicas y científicas de la región.