Después de realizar el análisis, fue posible identificar una serie de factores que inciden en la desaparición de las abejas y otros polinizadores. Su origen se da en la vida cotidiana de las personas porque derivan de la necesidad de consumir alimentos, de reproducirse y en la vida a la que llevan la mayoría de ellos.
Factores como el uso excesivo de pesticidas, la deforestación y el crecimiento de la población son los principales contribuyentes a la desaparición de esta especie de abeja. Y no solo se perderá la calidad de vida si la colonia de abejas desaparece, sino que se perderá gran parte de la diversidad. Como dijo Albert Einstein: “El hombre tendría sólo cuatro años para vivir sin abejas, sin polinizadores, sin hierba, sin animales, sin hombre”.
Pero, ¿por qué enfatizar la importancia de las abejas? Porque realmente lo son, según la FAO, hay 100 especies de cultivos que proporcionan el 90% de los alimentos del mundo, y la mayoría son polinizados por abejas. Por tanto, la desaparición de las abejas supondrá un desequilibrio medioambiental global.