En conclusión, con estos datos, mediante las herramientas que utilizamos y las inferencias a las que llegamos por los mismos, creemos que es necesario implementar medidas que regulen de una manera más digna el aire que respiramos, puesto que la forma en la que la emisión de contaminantes aumentó con la reactivación económica es claro que la misma no se está realizando de una manera ecológicamente conciente. Implementar programas como el hoy no circula o similares podría ser una manera de empezar. Pero primero debemos apreciar el panorama social y cultural de la región para verificar que estas sean soluciones viables, puesto que la gran mayoría de ciudades de la región son ciudades diseñadas no para personas si no para vehículos y el transitar por la misma sin uno sería un gran reto para la mayoría de ciudadanos.
Así como, el hecho de que la situación que creó la pandemia nos permitió ver con más claridad el impacto que tiene la movilidad cotidiana de la persona promedio en la ciudad. Con esta información podríamos llegar a resolver problemáticas que quizás antes de ésto no estaban del todo clara su relación inmediata.