Introducción

La desigualdad, entendida como la diferencia existente entre las personas que tienen y las que no, viene presentando un crecimiento a nivel mundial desde la década de 1980 incluso en aquellas economías de rápida expansión como la de la India (ONU,2019). En concordancia con esto, el Informe Mundial sobre Ciencias Sociales (UNESCO, 2016) comenta que “diversas evaluaciones han llegado a la conclusión de que, en 2015, el 1% de la población mundial concentraba en sus manos casi la mitad de la riqueza poseída por el conjunto de las familias del planeta”.

La desigual o inequidad, normalmente se trata en términos de riqueza, patrimonio o ingresos; sin embargo, esta relaciona más que solo aspectos económicos, también tiene en cuenta la calidad en cuanto educación, salud y otros elementos relacionados. El detrimento de estos aspectos nubla el alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que se espera lograr para el año 2030 (ONU,2019) en especial con el ODS 10 que busca “reducir la desigualdad en y entre los países” (UNESCO, 2016).

Es importante considerar que “la creación de sociedades más equitativas exige un mejor conocimiento de la desigualdad en general, así como de los vínculos existentes entre la desigualdad económica y otras formas de desigualdad” (UNESCO, 2016)

Teniendo en cuenta lo anterior, la medición y evaluación del índice de inequidad o desigualdad resulta indispensable puesto que “primero y ante todo, la equidad y la justicia social son una cuestión de los derechos humanos,” y resulta siendo “clave para la erradicación de la pobreza extrema, fomentando transformaciones hacia la sostenibilidad, reduciendo el conflicto, la violencia, y promoviendo el progreso civil y el desarrollo de gobiernos incluyentes” (UNESCO, 2016).

Adicionalmente, puesto que, en términos generales, la desigualdad “aumenta la tensión política y con demasiada frecuencia alimenta el conflicto y la inestabilidad, […] tienen consecuencias psicológicas e inmateriales en el bienestar general […] y erosiona los esfuerzos colectivos para alcanzar el crecimiento económico, reducir la pobreza y aumentar la movilidad social.” (UNESCO, 2016).

“Trabajos de investigación recientes tienden a llegar a la conclusión de que la desigualdad puede obstaculizar el crecimiento económico y que, en cambio, una redistribución orientada hacia una mayor igualdad no constituye un obstáculo para dicho crecimiento. Cuanto más elevado es el nivel de desigualdad, más difícil resulta reducir la pobreza. Y a la inversa, cuando el crecimiento económico va acompañado por una reducción de la desigualdad, su impacto en la reducción de la pobreza es mucho mayor” (UNESCO, 2016).

En este sentido “la reducción de las desigualdades es un imperativo en el campo de los derechos humanos y la justicia social. Además, es un factor esencial para conseguir éxitos en otros ámbitos prioritarios globales como la sostenibilidad ambiental y la solución de conflictos” (UNESCO, 2016).

Siendo conscientes de la importancia de reducir y hacer frente a las desigualdades, entidades tales como la UNESCO, THE WORLD BANK, UNITED NATIONS DEVELOPMENT PROGRAMME, la CEPAL, constantemente están realizando reportes y estudios referentes a la desigualdad o inequidad que sirvan como referente para tomar decisiones relacionas con políticas que coadyuven a su mitigación.

Tomando al UNITED NATIONS DEVELOPMENT PROGRAMME y su reporte HUMAN DEVELOPMENT REPORTS, y más específicamente el IHDI entendido como el índice de desarrollo humano ajustado a la inequidad, en este trabajo se busca evidenciar el comportamiento que ha tenido el Índice de desarrollo humano ajustado por desigualdad a través de los años 2010 al 2017 a nivel mundial, cuál es la correlación que existe entre las diferentes dimensiones que constituyen el índice y hacer una análisis más profundo para la región de América Latina.

Considerando lo anterior, surge la pregunta de investigacón relacionada con: ¿Cómo ha sido el comportamiento del índice de desarrollo humano ajustado por desigualdad (IHDI) entre los años 2010 y 2017 a nivel mundial y cómo se correlacionan sus dimensiones en cada continente? Análisis particular de América Latina.

Análisis de comportamiento a nivel global

Con el objetivo de evidenciar el comportamiento que tuvo el IHDI para el año 2017 a nivel mundial, se realiza un mapa de coropletas relacionando el índice para cada país. La Figura 1. muestra dicho comportamiento"

Sin embargo, para ver como se agrupaban los países de acuerdo al IHDI y a sus diferentes dimensiones, es decir, Educación, Ingreso y Salud; se realizaron 4 mapas de coropletas más, utilizando el método de agrupamiento o clustering K-means. Esto se muestra de la Figura 2. a la Figura 5.

Agrupamientos por K-means de IHDI:

Agrupamientos por K-means de indices de educación:

Agrupamientos por K-means de indices de ingreso:

Agrupamientos por K-means de indices de Salud:

Correlacion de los componentes del IHDI por continente:

Mapas de calor del IHDI por continente:

Análisis para Latinoamerica

Tendencia del IHDI

Tendencia en cuanto a la dimensión educacion

Tendencia en cuanto a la dimensión salud

Tendencia en cuanto a la dimensión ingreso

Diagramas de arañas del IHDI y sus dimenciones para latinoamerica

Conclusiones