Un cuarto de las especies no se ha observado desde 1990. Un análisis amplio muestra una tendencia general a la baja en la diversidad de las abejas en todo el mundo, lo que genera preocupación sobre estas polinizadoras cruciales. (National Geographic, 2021). El descenso en el número de abejas está sucediendo en gran medida por las actividades de los humanos como la agricultura intensiva, el uso excesivo de químicos, destrucción de ecosistemas por urbanización los cuales desencadenan una gran cantidad de eventos en contra de las abejas y el medio ambiente como por ejemplo el cambio climático, donde todo esto no solo es un factor determinante en la muerte de las abejas sino también en su nutrición.