“Evolución del PIB en los principales países (1929 = 100)”

1 Estrategias de las democracias europeas

  1.1   Francia

    1.1.1       Una crisis importada
  

La depreciación de los años 20 en Francia permitió un sector exportador boyante, que entraría en dificultados a inicios de los años 1930, porque otras monedas se devaluaron.

La renta cayó 12% entre 1932 y 1935, y el paro no cayó de forma remarcada, aunque se debe a la composición no-industrial y jubilada de la población francesa.

    1.1.2       La gestión de la crisis
  

Dos errores de política: insistencia en el equilibrio presupuestario y en la paridad cambiaria. Aumento de impuestos, reducción de sueldos a funcionarios, reducción del costo de la deuda, sustitución de importaciones, incremento de aranceles. Buscaban escapar de la presión deflacionaria. Incluso se promovió la cartelización para asegurar precios, aunque esto fue en detrimento del empleo.

En 1936 gana el Front Populaire y cambian la estrategia: no se trata de abaratar la oferta, sino de estimular la demanda. Usaron al Banque de France para controlar el crédito, promovieron la semana laboral de 40 horas y 15 días de vacaciones anuales. Se abandonó el patrón oro (Francia y Suiza los siguieron). La devaluación del franco y mayor tiempo disponible de los trabajadores incrementaron la demanda por productos franceses y esto continuó hasta la guerra. Sin embargo, en 1937 se volvió a la ortodoxia: presupuesto balanceado, jornadas más largas que 40 horas, devaluación del franco. Esto generó resentimientos en la población que habrían de jugar un papel en la guerra.

  1.2   Gran Bretaña

Al igual que Francia, la crisis afecta vía exportaciones. Sin embargo, Gran Bretaña tenía problemas desde 1925 cuando regresó al patrón oro. El sector financiero tuvo una serie de golpes: fondos en Austria, Hungría y Alemania que quedaron congelados, deudas incobrables en Latinoamérica, menores servicios financieros en todo el mundo, y menores ingresos por dividendos e intereses.

Estas dificultades resultaron en la retirada de los fondos de reserva que algunos países tenían en Inglaterra (Bélgica, Holanda y Suiza), así como retiros de entes privados que tenían con la banca inglesa. Tales salidas obligaron a una devaluación del 30%, misma que se consiguió abandonando el patrón oro en 1931. La imposición de aranceles y la ‘preferencia imperial’ significó el fin del laissez-faire británico del s. XIX.

Abandonar el patrón oro ayudó a salir de la crisis, al impulsar al sector exportador (derivó en aumento del salario real de 6%), y al reducir la tasa de interés (del 6% al 2%) propiciando la construcción y el crédito.

Sin embargo, esta salida se debe a un cambio estructural: de una economía exportadora (EXP/PIB fueron 33% en 1907; 15% en 1938), hacia una economía de automóvil, industria química, eléctrica y construcción. Aquí ayudó la innovación técnica, el crédito barato y las materias primas baratas.

La poca acción del Estado ayudó a empresas obsoletas que no ofrecían más solución que evitar el paro. En el gobierno inglés no se creía en la inversión pública, y tuvo que ser la inversión militar la que los obligara a cambiar su dinámica, en 1938.

Se dio también un auge en las viviendas: abaratamiento de salarios y materiales de construcción se combinaron con obsolescencia de la vivienda existente (no tenían gas ni luz).

2 Las soluciones fascistas

  2.1   Italia

    2.1.1   El primer Estado fascista
  

En 1922 ganan la elección el Partido Fascista de Mussolini. Italia fue vencedora en la Gran Guerra. Un país pobre que entró a la guerra para pagar un alto costo y no conseguir grandes conquistas, con un sector del ejército resentido y menospreciado.

Las escuadras fascistas de Mussolini se alinearon con los intereses de la clase empresarial y los propietarios. Con apoyo de la policía, combatieron a campesinos y obreros en conflicto. El fascismo fue una respuesta de las clases dominantes a quienes deseaban impugnar sus privilegios. 1933 es el año del parteaguas, por la validación que se recibiría de los fascistas alemanes.

    2.1.2   Crecimiento y depresión (1922-1932)
  

El primer objetivo del régimen fue calmar las revueltas obreras y otorgar subvenciones a empresas y bancos en problemas.

Hasta 1925, expansión monetaria y apertura económica. La expansión monetaria se dio a través de apoyar a los bancos con dinero público, lo que tuvo una consecuencia doble: mayor inflación y mayor déficit presupuestario. La apertura económica llevó, además, a un déficit en balanza de pagos. Todo esto junto obligó a un cambio radical en 1925.

Deflación y retorno al patrón oro hasta 1929. En 1925 se contrae la oferta monetaria y se imponen restricciones comerciales, además de una política de impulso a la producción de cereales con fines de autosuficiencia alimenticia y de propaganda (querían que la libra y la lira se cambiaran a la tasa ‘quota novanta’ de 1922). Además, US condonó 80% de los compromisos por la deuda, Banco Morgan concedió importantes créditos, y el Gobierno itlaiano impuso algunos aranceles.

La quota novanta jugó un papel importante en el contagio de la economía italiana, porque profundizó el impacto en su sector importador. El PIB cayó 6% (poco), debido a la baja industrialización del país.

Depresión hasta 1933-36 (dependiendo los sectores). Eso se estudia a continuación, pues ocurre en la segunda etapa: con Hitler en el poder, en Alemania.

    2.1.3   La salida lastrada de la depresión
  

En 1933 se abandona el patrón oro y se imponen medidas de control de cambios, de autarquía, y de preparación para la guerra. El partido pasó al control de las empresas al hacerlas partícipes de cárteles, donde las empresas dominantes eran controladas por el Ministerio de Corporaciones.

Sin embargo, había una doble contracción: al interior, una población con menor renta disponible; al exterior, una lira sobrevalorada. A través de l’Istituto per la Reconstruzione Industriale, el Estado adquirió importantes porciones de las empresas italianas, de modo que solo la URSS le superaba como accionista en empresas domésticas. Para salvar a la banca (y al sistema financiero), se adquirió la cartera industrial que estos poseían.

Por un lado, expansión fiscal: mayor gasto militar, carreteras, desecamiento de humedales (para cultivo), red ferroviaria. Por el otro, aumento de impuestos y fijación de precios (para maquillar la inflación). La falta de reservas de oro obligó a restringir el comercio. De hecho, en 1936 se devaluó el franco y a Italia no le quedó opción sino a devaluar la lira en 40%. En 1939 tuvieron que vender armamento a los enemigos de Alemania por los problemas de presupuesto que tenían.

  2.2   El nacionalsocialismo en Alemania

    2.2.1   El impacto de la crisis en la Alemania de Weimar

Alemania es la segunda economía más golpeada, aunque los datos de PIB no la sitúen en una posición alejada de los países europeos. Sin embargo, el impacto financiero del costo de la guerra (impuesto por los vencedores) recayó sobre el país. Aunque se dio una recuperación entre 1924 y 1928, la industria nacional era débil (poca inversión, debido a los pagos de la deuda) y altos déficits presupuestarios y de balanza de pagos.

Una importante expansión fondeada con crédito estadounidense cesó en 1928, y se combinó con salida de capitales tras la quiebra de Creditanstalt (Viena). El Reichsbank perdió un tercio de sus reservas en apenas 2 meses. Los pasivos de corto plazo eran de 10 mil millones de marcos, y el Reichsbank solo tenía 5 mil millones, por lo que se condujeron algunas políticas deflacionistas: restricción del crédito, disminución del gasto y aranceles a las importaciones. La intención era abaratar los productos alemanes para competir con el mundo, pero esta reducción ocurrió más lento que en otras partes.

    2.2.2   El ascenso del nacionalsocialismo

El nazismo nació para suprimir la democracia, sujetar la economía al Estado y rechazar los acuerdos internacionales. Establecen sus doctrinas y venden la idea de una crisis impuesta por las otras naciones. En la visión nazi, la superioridad se tenía que demostrar con la autarquía y el corporativismo. Un único partido y una sola empresa.

“Evolución del PIB de algunos países latinoamericanos” El empresariado alemán (incluidos Bosch, Thyssen, Krupp y Siemens) financió la campaña de Hitler a pesar de los elementos anticapitalistas del movimiento nazi, por miedo a los avances del partido comunista.

    2.2.3   La recuperación de la Depresión

El régimen tenía dos objetivos: superar la crisis (principalmente, abatir el desempleo) y preparar al país para la guerra. El programa del gobierno se centró en la inversión pública (armamento, vivienda, carreteras), procurando una inflación baja, por el recuerdo de la hiperinflación.

Para 1936, el gasto militar ya era 60% del gasto del gobierno. La reducción del desempleo se debió no tanto a la expansión económica sino a los empleos otorgados por el aparato represor (ejército, policía) y la pérdida de derechos de la población reprimida.

El programa del gobierno se financió por la fuerza: requisa de activos a la población reprimida; emisión de deuda que los bancos y cajas de ahorro tenían que comprar, sin opción; créditos del Reichsbank; obligación de reinvertir las utilidades. En las relaciones con el exterior, Alemania se limitó a comerciar con Europa del Este y América del Sur. Pasaron convenios de ‘clearing’ con algunos países, y aquellos con los que no hubo acuerdo se cancelaron los créditos comerciales a su favor.

    2.2.4   De la superación de la Depresión a la derrota

El régimen instauró un capitalismo de cuates, a pesar de que prometieron una economía para los pequeños empresarios. Además, basaron su crecimiento en la industria militar, y eso no deja infraestructura explotable posteriormente. Alemania perdería la guerra y esa sería su ruina.

  2.3   Japón

    2.3.1   Un crecimiento fuerte pero desequilibrado

Libre de los estragos de la Gran Guerra, Japón se dispone a retornar al patrón oro en los años 1920. Sin embargo, es azotado por un terremoto en 1923 y esto obliga a un redireccionamiento para reconstruir al país, postergando el retorno para 1930. Hasta entonces, el crecimiento se dio al ocupar Japón la demanda por bienes que los países industrializados dejaron sin satisfacer en América del Sur y el Sureste de Asia.

Posteriormente, hubo un impulso desde el mercado interior: inversión pública en infraestructura, innovación tecnológica; electrificación. El campo es el sector que más sufrió. En primer lugar, la tierra de cultivo era escaza así que este era un costo alto. Encima, debían competir con Taiwán y Corea. Por otro lado, los criadores de gusano de seda batallaron tras la guerra, pues cayó la demanda por seda.

    2.3.2   El impacto de la Depresión

A pesar del impacto deflacionario del retorno al patrón oro, y aún después del crash bursátil de 1929, Japón retornó al patrón oro. La depresión tuvo un impacto fuerte, pero no detuvo el crecimiento industrial, que se retroalimentó con el crecimiento de la población urbana que demandaba más vivienda. Por otro lado, los campesinos vieron sus medios reducidos y se convirtieron en una fuerza política violenta que el ejército aprovechó.

    2.3.3   Expansionismo monetario y militar
    

Los militares intentaron un golpe de Estado en 1931 e invadieron Manchuria por cuenta propia. Japón abandonó el patrón oro en septiembre de ese año. La militarización que siguió ayudó a crear, de la nada, sectores como el automóvil, la aviación, radio, herramientas y tejidos sintéticos. El principal cambio se dio en la industrias pesada, química y eléctrica. Estas transformaciones no se consideran desarrollo económico por 2 razones: no hay mejoras de bienestar y todo iba dirigido a las necesidades imperiales del ejército.

La inversión pública se centró en el campo y sacó de la depresión al Japón rural. Este crecimiento no tuvo efectos inflacionarios debido a la subutilización de recursos que imperaba antes de su inicio.

    2.3.4   La militarización de la economía

A partir de 1936, se da una militarización del país. Una serie de decretos en 1937 convirtieron a todos los recursos productivos de la economía en propiedad del Estado. Para entonces, la guerra ya había comenzado en Asia, con la invasión japonesa de China, que no avanzó más rápido debido a su escasez de petróleo. En 1940 se aliaron con Alemania e Italia tras atacar Vietnam y avanzaron a Filipinas e Indonesia, donde podían hacerse de petróleo. En 1941 atacaron Pearl Harbor, obligando a US a una confrontación directa.

3 La crisis en los países no industrializados

  3.1   La situación en Latinoamérica

“Evolución del PIB de algunos países latinoamericanos”

En sincronía con el resto del mundo, la reacción fue la devaluación, la sustitución de importaciones y el control de cambios. Ante la salida de capitales (por el crash de 1929), se respondió con cese de pagos por la deuda externa. En 1932 comienza la recuperación y para 1937 ya se había superado la crisis. Por suerte, la situación en Europa y US no daba para sancionar a los países latinos por su impago y, al contrario, se recibieron créditos en aras de promover el consumo de sus productos.

En Argentina, país más rico que México y Brasil, no se pudo suspender el pago de la deuda por su dependencia comercial de Gran Bretaña. Entonces se recurrió a la política monetaria expansiva y a la sustitución de importaciones.

En Chile, su dependencia fuerte eran las ventas de cobre a US, por lo que resultaron más afectados que Argentina cuando US impuso aranceles. Ellos sí suspendieron el pago de la deuda.

En Brasil, la dependencia con el exterior no era tan grande. El café, principal producto de exportación, fue intervenido por el gobierno, adquiriendo una fracción importante de la producción para después destruirla, a fin de evitar que se desplomara su precio. Colombia fue el único país que creció en la depresión: ingresos por la venta de terrenos para el canal de Panamá, aumento del precio del oro, reemplazo de Brasil en la venta de café.

México no tenía tantos pasivos con el exterior, pero sufrió por su estrecha vinculación con US. Al inicio se impusieron políticas deflacionistas, lo que empeoró la crisis, pero en 1932 se da una expansión monetaria, suspensión de pagos de la deuda y, para 1934, se comienza a vender plata en US (por su monetización). Debido a disputas con los inversionistas extranjeros, se nacionalizan ferrocarriles y petrolíferas, lo que llevó a tensiones diplomáticas con Gran Bretaña y US.

Cuba fue el país más afectado. Su principal producto, la caña, siempre estuvo en conflicto por dos motivos: la protección europea (ellos producen su azúcar con remolacha) y la competencia de Indonesia. Aunado a esto, las políticas proteccionistas en US, de quien dependía fuertemente, y la influencia americana en su toma de decisiones, impidieron que tomara medidas monetarias expansionistas.

  3.2   Los países asiáticos rezagados

Debido a su menor integración, producción para autoconsumo y menor exposición al mundo, en Asia no hubo mayores problemas, aunque sí un estancamiento. China usaba el patrón plata y ganó en sus relaciones comerciales debido a su depreciación frente al oro, en tanto India se vio afectada en su sector exportador, pero este tenía poca integración con el resto de la economía. En Indonesia, el problema fue para los colonos holandeses, dueños de las propiedades de productos de exportación.