“Cuando puedes medir lo que estás hablando y expresarlo en números, sabes algo al respecto; pero cuando no puedes expresarlo en números, tu conocimiento es de un tipo exiguo -(insignificante)- e insatisfactorio”
— Científico británico que desarrolló el la escala de temperatura
Principio 1: La salud pública debe abordar principalmente las causas fundamentales de las distintas enfermedades y no sólo de una enfermedad como Covid-19. Es importante considerar los daños de las intervenciones y medidas de salud pública que se toman para prevenir resultados adversos y consecuencias negativas no deseadas a la salud.
Principio 2: La salud pública debe lograr la salud de la comunidad de una manera que respete los derechos de los individuos de la comunidad. Los resultados de las intervenciones de salud pública es una misión y visión a largo, y no a corto plazo como lo proponen. Los encierros “lockdowns” de Covid de primavera simplemente retrasan y posponen la pandemia hasta el otoño de la siguiente temporada.
Principio 3: Las políticas, los programas y las prioridades de salud pública deben desarrollarse y evaluarse a través de procesos que aseguren la oportunidad de recibir el aporte de los individuos miembros de la comunidad. La salud pública se trata de TODOS. No debe usarse para cambiar la carga de una enfermedad de un grupo a otro (de los ricos a los menos ricos), como lo han hecho los cierres “lockdowns”.
Principio 4: La salud pública debe trabajar y promover el empoderamiento de los miembros de la comunidad que se encuentran marginados, con el objetivo de asegurar que los recursos básicos y las condiciones necesarias para la salud sean accesibles para todos. La salud pública no es únicamente para los más afluentes. La salud pública es global. Los científicos de salud pública deben considerar el impacto global de sus recomendaciones.
Principio 5: La salud pública debe buscar la información necesaria para implementar políticas seguras y programas efectivos que protejan y promuevan la salud. Los riesgos y daños no se pueden eliminar por completo, pero se pueden reducir. Las estrategias de eliminación y políticas de cero Covid son contraproducentes, empeorando aún más las cosas.
Principio 6: Las instituciones de salud pública deben proporcionar a las comunidades toda la información necesaria para tomar decisiones sobre políticas o programas y deben obtener el consentimiento de la comunidad para su implementación. La salud pública debe centrarse en las poblaciones de alto riesgo y comunidades vulnerables. Para Covid-19, muchos estándares y medidas adoptadas que nunca se han utilizado antes para proteger a las personas mayores y de alto riesgo, ha sido los que han provocado los excesos de muertes y muertes innecesarias.
Principio 7: Las instituciones de salud pública deben actuar de manera oportuna sobre la información que tienen dentro de los recursos y el mandato que les otorga el público. Si bien el rastreo y el aislamiento de los contactos son de vital importancia para algunas enfermedades, ha sido inútil y contraproducente hacer afirmaciones basadas en evidencias relativas sobre las restricciones y la eficacia de los bloqueos. Han sido completamente insatisfactorios en construir soluciones reales coherentes y exiguos en brindar una explicación cónsona y plausible basada en la práctica de la investigación científica de manera que, las mitigaciones diseñadas para frenar la pandemia verdaderamente hallan sido basadas en el conocimiento real obtenido -(evidencia)- de los métodos científicos sobre la transmisión de la enfermedad.
Principio 8: Los programas y políticas de salud pública deben incorporar una variedad de enfoques que anticipen y respeten los diversos valores, creencias y culturas de la comunidad. Un caso es solo un caso si una persona está enferma. Hacer pruebas de PCR a personas no enfermas y asintomáticas en enfermedades de corto período de latencia es inproductivo, ya que con un retraso que tenemos en brindar los resultados de las pruebas, que van de 3 días o más y que tampoco muestran el valor cuantitativo de la misma a los Médicos, nunca se podrá alcanzar valores del número efectivo de reproducción del virus \((Ro)\) por debajo de 1 (\(Ro < 1\)).Implementar el sistema de alarma ya diseñado en Puerto Rico para la detección temprana de altas cargas virales en los pacientes de alto riesgo en tiempo real a nivel de laboratorio, es un imperativo salubrista como la mejor solución al sistema de rastreo. Detectar rápidamente a los pacientes con alta carga viral evitará el posible contagio a otros individuos de la comunidad.
Principio 9: Los programas y políticas de salud pública deben implementarse de la manera que más mejore el entorno físico y social. La salud pública se trata de confianza. Ganar la confianza del público, los funcionarios de salud pública y los medios de comunicación deben ser honestos y confiar en el público y su gente. La vergüenza y el miedo nunca deberían ser utilizados en una pandemia para proteger la salud espiritual y la integridad mental del individuo en su comunidad.
Principio 10: Las instituciones de salud pública deben proteger la confidencialidad de la información que puede dañar a un individuo o una comunidad si se hace pública. Las excepciones deben estar justificadas sobre la base de la alta probabilidad de un daño significativo para el individuo o para otros. Los científicos y funcionarios de salud pública deben ser honestos con lo que NO se conoce. Por ejemplo, los modelos epidémicos y matemáticos deben ejecutarse con toda la gama de insumos y parámetros plausibles (el oriente no es igual que el occidente como el hemisferio sur no es similar al del norte).
Principio 11: Las instituciones de salud pública deben garantizar la competencia profesional de sus empleados. En salud pública, el debate abierto y civilizado es esencialmente crítico. Censurar, silenciar y manchar lleva al miedo a hablar y a actuar; creando un rebaño de pensamientos oscuros, de confusión y de desconfianza.
Principio 12: Las instituciones de salud pública y sus empleados deben participar en colaboraciones y afiliaciones de manera que generen la confianza del público y la eficacia de la institución.
Es importante que los científicos y funcionarios de salud pública escuchen al público, que somos los que estamos viviendo las consecuencias de esta crisis de salud pública. Esta pandemia ha demostrado que muchos profesionales de otros campos y no epidemiólogos comprendan la salud pública mejor que algunos epidemiólogos. Escuchen, por favor…