Con los avances de nuestra sociedad, ha evolucionado la forma en la que nos relacionamos y en la que comunicamos nuestros pensamientos y sentimientos. Dentro del contexto educativo, debemos analizar el rol de docente como intermediador natural en los procesos académicos, cognitivos y afectivos de los estudiantes. También es necesario poder identificar las necesidades que tienen los estudiantes, que no son sólo necesidades económicas, sino también académicas, médicas, psicológicas, afectivas, socio-culturales, entre otras; con el fin de generar entornos que les permitan tramitar estas necesidades y hacer de su proceso educativo algo más constructivo en esta diversidad de dimensiones. En este escrito, trataremos de abordar algunas ideas para desarrollar apuestas que puedan transformar el ambiente universitario de nuestros estudiantes basados principalmente en las ideas desarrolladas por el profesor Geert Hofstede dentro de su iniciativa HOFSTEDE INSIGHTS que busca mejorar el desempeño organizacional a través del análisis continuo de datos culturales de los paises y su influencia con las organizaciones e instituciones.
Articular instancias institucionales alrededor del ambiente universitario para la coordinación y promoción efectiva de las iniciativas que se gesten con el propósito de avanzar en la consolidación del mismo.
Promover actividades encaminadas al fortalecimiento en los estudiantes del desarrollo de pensamiento crítico, el respeto a la diferencia, la solidaridad como principio fundamental de vida, la disminución del machismo en los diversos espacios académicos y sociales, los valores promovidos por Hofstede y otros valores culturales con los que buscamos entregarle a la sociedad colombiana profesionales íntegros y con una formación holística sobre las problemáticas sociales de nuestro país.
El profesor Geert Hofstede realizó uno de los estudios más completos sobre cómo los valores en el lugar de trabajo están influenciados por la cultura. Él define la cultura como “la programación colectiva de la mente que distingue a los miembros de un grupo o categoría de personas de otros”. [1]
El modelo de cultura nacional de Hofstede consta de seis dimensiones. Las dimensiones culturales representan preferencias independientes de un estado de cosas sobre otro que distingue a los países (más que a los individuos) entre sí.
Las puntuaciones de los países en las dimensiones son relativas, en el sentido de que todos somos humanos y al mismo tiempo todos somos únicos. En otras palabras, la cultura solo se puede usar de manera significativa en comparación. El modelo consta de las siguientes dimensiones:
Esta dimensión expresa el grado en que los miembros menos poderosos de una sociedad aceptan y esperan que el poder se distribuya de manera desigual. El problema fundamental aquí es cómo una sociedad maneja las desigualdades entre las personas.
Las personas en sociedades que exhiben un alto grado de distancia de poder aceptan un orden jerárquico en el que todos tienen un lugar y que no necesita más justificación. En sociedades con baja distancia de poder, las personas se esfuerzan por igualar la distribución del poder y exigen una justificación para las desigualdades de poder.
El lado alto de esta dimensión, llamada individualismo, puede definirse como una preferencia por un marco social débil en el que se espera que los individuos se ocupen de sí mismos y de sus familias inmediatas.
Su opuesto, el colectivismo, representa una preferencia por un marco social muy unido en el que los individuos pueden esperar que sus familiares o miembros de un grupo en particular los cuiden a cambio de una lealtad incondicional. La posición de una sociedad en esta dimensión se refleja en si la autoimagen de las personas se define en términos de “yo” o “nosotros”.
El lado de la masculinidad de esta dimensión representa una preferencia en la sociedad por el logro, el heroísmo, la asertividad y las recompensas materiales por el éxito. La sociedad en general es más competitiva. Su opuesto, la feminidad, representa la preferencia por la cooperación, el pudor, el cuidado de los débiles y la calidad de vida. La sociedad en general está más orientada al consenso.
En el contexto empresarial, la masculinidad versus la feminidad a veces también se relaciona con culturas “duras versus tiernas”.
La dimensión de Evitación de la Incertidumbre expresa el grado en que los miembros de una sociedad se sienten incómodos con la incertidumbre y la ambigüedad. La cuestión fundamental aquí es cómo afronta una sociedad el hecho de que el futuro nunca se puede conocer: ¿deberíamos intentar controlar el futuro o simplemente dejar que suceda?
Los países que exhiben una UAI fuerte mantienen códigos rígidos de creencias y comportamiento, y son intolerantes con el comportamiento y las ideas poco ortodoxas. Las sociedades débiles de la AUI mantienen una actitud más relajada en la que la práctica cuenta más que los principios.
Cada sociedad debe mantener algunos vínculos con su propio pasado mientras se enfrenta a los desafíos del presente y del futuro. Las sociedades priorizan estos dos objetivos existenciales de manera diferente.
Las sociedades que obtienen una puntuación baja en esta dimensión, por ejemplo, prefieren mantener tradiciones y normas consagradas por el tiempo mientras ven el cambio social con sospecha.
Aquellos con una cultura que puntúa alto, por otro lado, adoptan un enfoque más pragmático: fomentan el ahorro y los esfuerzos en la educación moderna como una forma de prepararse para el futuro.
En el contexto empresarial, esta dimensión se denomina “normativa (a corto plazo) versus pragmática (a largo plazo)” (PRA). En el ámbito académico, a veces también se utiliza la terminología Monumentalismo versus Flexhumilidad.
La indulgencia representa una sociedad que permite la gratificación relativamente gratuita de los impulsos humanos básicos y naturales relacionados con el disfrute de la vida y la diversión. La moderación representa una sociedad que suprime la satisfacción de las necesidades y la regula mediante estrictas normas sociales.
Modelo 6-D aplicado a Colombia
Esta dimensión se ocupa del hecho de que todos los individuos en las sociedades no son iguales; expresa la actitud de la cultura hacia estas desigualdades entre nosotros. La distancia de poder se define como la medida en que los miembros menos poderosos de las instituciones y organizaciones dentro de un país esperan y aceptan que el poder se distribuya de manera desigual.
Con 67 puntos, Colombia tiene un puntaje alto en la escala del PDI, por lo que es una sociedad que cree que las desigualdades entre las personas son simplemente un hecho de la vida. Esta desigualdad es aceptada en todos los estratos de la sociedad, por lo que un líder sindical tendrá mucho poder concentrado en comparación con su equipo de dirección sindical, y ellos a su vez tendrán más poder que otros miembros del sindicato. Un fenómeno similar se observará entre los líderes empresariales y entre los cargos más altos del gobierno.
El tema fundamental que aborda esta dimensión es el grado de interdependencia que mantiene una sociedad entre sus miembros. Tiene que ver con si la autoimagen de las personas se define en términos de “yo” o “nosotros”. En las sociedades individualistas se supone que las personas deben cuidar de sí mismas y de su familia directa únicamente. En las sociedades colectivistas las personas pertenecen a ‘grupos’ que los cuidan a cambio de lealtad.
Con una puntuación de 13, Colombia se encuentra entre las puntuaciones individualistas más bajas; es decir, se encuentra entre las culturas más colectivistas del mundo, solo superada por Ecuador, Panamá y Guatemala. Dado que los colombianos somos un pueblo altamente colectivista, es muy importante pertenecer a un grupo y alinearse con la opinión de ese grupo. Combinado con los puntajes altos en PDI, esto significa que los grupos a menudo tienen sus fuertes identidades ligadas a distinciones de clase. La lealtad a estos grupos es primordial y, a menudo, es a través de grupos “corporativos” que la gente obtiene privilegios y beneficios que no se encuentran en otras culturas. Al mismo tiempo, se evita el conflicto para mantener la armonía del grupo y salvar las apariencias.
Las relaciones son más importantes que atender la tarea en cuestión, y cuando un grupo de personas tiene una opinión sobre un tema, todos los que se sienten parte de ese grupo se unirán a ellos. Los colombianos a menudo harán todo lo posible para ayudarlo si sienten que se presta suficiente atención al desarrollo de una relación, o si perciben una conexión “dentro del grupo” de algún tipo, por débil que sea. Sin embargo, aquellos percibidos como “forasteros” pueden fácilmente ser excluidos o considerados como “enemigos”. El estilo de comunicación preferido es rico en contexto, por lo que los discursos públicos y los documentos escritos suelen ser extensos y elaborados.
Un puntaje alto (Masculino) en esta dimensión indica que la sociedad será impulsada por la competencia, el logro y el éxito, y el éxito será definido por el ganador / mejor en el campo, un sistema de valores que comienza en la escuela y continúa a lo largo de la vida organizacional.
Una puntuación baja (Femenina) en la dimensión significa que los valores dominantes en la sociedad son el cuidado de los demás y la calidad de vida. Una sociedad femenina es aquella en la que la calidad de vida es el signo del éxito y destacar entre la multitud no es admirable. La cuestión fundamental aquí es qué motiva a las personas, querer ser el mejor (Masculino) o gustarle lo que haces (Femenino).
Con 64 puntos, Colombia es una sociedad masculina, muy orientada e impulsada por el éxito. Los colombianos son competitivos y están orientados al estatus, pero colectivistas más que individualistas. Esto significa que la competencia está dirigida hacia miembros de otros grupos (o clases sociales), no hacia aquellos que son percibidos como miembros de su propio grupo. La gente busca pertenecer a grupos que les otorguen estatus y recompensas vinculadas al desempeño, pero a menudo sacrifican el tiempo libre en contra del trabajo, siempre que esto sea apoyado por la pertenencia al grupo y por quienes detentan el poder.
La dimensión Evitación de la Incertidumbre tiene que ver con la forma en que una sociedad lidia con el hecho de que el futuro nunca puede ser conocido: ¿deberíamos intentar controlar el futuro o simplemente dejar que suceda? Esta ambigüedad trae consigo ansiedad y diferentes culturas han aprendido a lidiar con esta ansiedad de diferentes maneras. La medida en que los miembros de una cultura se sienten amenazados por situaciones ambiguas o desconocidas y han creado creencias e instituciones que intentan evitarlas, se refleja en la partitura de Evitación de la incertidumbre.
Con 80 puntos, Colombia tiene un puntaje alto en Evitación de la incertidumbre, lo que significa que como nación están buscando mecanismos para evitar la ambigüedad. Las emociones se expresan abiertamente; hay reglas (extensas) para todo y el conservadurismo social goza de muchos seguidores. Esto también se refleja en la religión, que es respetada, seguida por muchos y conservadora. Sin embargo, las reglas no se siguen necesariamente: esto depende de la opinión del grupo, de si el grupo siente que las reglas son aplicables a sus miembros y depende, en última instancia, de la decisión de los que detentan el poder, que crean sus propias reglas. En términos de trabajo, esto da como resultado una planificación detallada que no necesariamente se seguirá en la práctica.
La combinación de una AUI alta con las puntuaciones de las dimensiones anteriores hace que sea difícil cambiar el status quo, a menos que una figura de autoridad sea capaz de acumular un gran grupo de personas y conducirlas hacia el cambio.
Esta dimensión describe cómo toda sociedad tiene que mantener algunos vínculos con su propio pasado en el trato con los retos del presente y futuro, y las sociedades priorizan estos dos objetivos existenciales de manera diferente. Sociedades normativas, que puntúan bajo en esta dimensión, por ejemplo, prefieren mantener tradiciones y normas consagradas mientras ven el cambio social con sospecha. Aquellos con una cultura que puntúa alto, por otro lado, adoptan un enfoque más pragmático: fomentan el ahorro y los esfuerzos en la educación moderna como una forma de prepararse para el futuro.
Con un puntaje bajo de 13, la cultura colombiana se clasifica como normativa. Las personas en tales sociedades tienen una gran preocupación por establecer la Verdad absoluta; son normativos en su pensamiento. Muestran un gran respeto por las tradiciones, una propensión relativamente pequeña a ahorrar para el futuro y un enfoque en lograr resultados rápidos.
Un desafío al que se enfrenta la humanidad, ahora y en el pasado, es el grado de socialización de los niños pequeños. Sin socialización no nos volvemos “humanos”. Esta dimensión se define como la medida en que las personas intentan controlar sus deseos e impulsos , en función de la forma en que fueron criados. El control relativamente débil se llama “indulgencia” y el control relativamente fuerte se llama “restricción”. Por lo tanto, las culturas pueden describirse como indulgentes o restringidas.
Con una puntuación muy alta de 83 en esta dimensión, Colombia se muestra como un país indulgente. Las personas en sociedades clasificadas con un puntaje alto en Indulgencia generalmente muestran una disposición a realizar sus impulsos y deseos con respecto a disfrutar de la vida y divertirse. Poseen una actitud positiva y tienen tendencia al optimismo. Además, conceden un mayor grado de importancia al tiempo libre, actúan como les place y gastan el dinero como quieren.
Las anteriores son las 6 dimensiones que define Hofstede para tratar de evaluar la cultura en los países y a través de ello analizar cómo influyen en las organizaciones. Una de las herramientas importantes de este trabajo, es que permite ver y comparar una inmensa cantidad de países de los que se tiene información. En este caso, nos preocupa mostrar el análisis que se ha realizado para Colombia y a partir de ello poder definir ideas que nos ayuden a entender y promover estrategias de ambiente universitario para fortalecer los valores culturales y formar a nuestros estudiantes integralmente.
Como se muestra en el análisis, nuestra cultura, nuestros hábitos, nuestras creencias, han generado que la sociedad colombiana en general muestre algunos aspectos negativos como también otros aspectos que son sumanente positivos. Con la generación de las apuestas del ambiente universitario, tratamos de fortalecer e impulsar las cualidades y de dar un cambio en las debilidades.
Según las dimensiones de Hofstede, podemos resumir a grandes rasgos los siguientes 6 aspectos:
Se cree que la desigualdad es un suceso natural, por ende se tiene un alto distanciamiento con el poder.
Las personas Colombianas tienden a ser poco individualistas con las personas de su grupo. Somos una sociedad altamente colectivista pero dividida.
Colombia es una sociedad altamente masculina, se cree que la sociedad es impulsada por el éxito, la competencia y el logro propio.
Colombia posee un alto puntaje en evitación de la incertidumbre, lo que genera que sea una sociedad poco inclinada a los cambios sociales y altamente conservadora.
Con un puntaje muy bajo en la dimensión de orientación a largo plazo, se muestra un gran respeto y sujeción a las tradiciones, poco interés por ahorrar a largo plazo y un enfoque en lograr resultados rápidos.
Con un puntaje bastante alto en la dimensión de Indulgencia, se muestra que la sociedad Colombiana tiende a ser optimista, a valorar el tiempo libre, a actuar de acuerdo a su personalidad y gastar el dinero sin control.
Con las 6 características principales que tratan de interpretar la cultura Colombiana, buscamos generar espacios de entendimiento, análisis y construcción colectiva buscando mejorar en esas dimensiones y valores culturales. Para desarrollar esta apuesta, es necesaria la conformación de un órgano “comité de ambiente universitario”, que nos permita discutir, analizar y planificar las acciones pertinentes.
La facultad de ingenierías de la universidad tecnológica de pereira se compone por 10 programas académicos en pregrado y posgrado, con aproximadamente 3100 estudiantes se convierte en la facultad más grande de la universidad en número de estudiantes.
Programas Facultad de Ingenierías
En la siguiente gráfica se mostrará el número total de estudiantes para cada semestre desde el 2017 hasta el 2020.
En la siguiente gráfica se observa el número de estudiantes de primera vez en el programa para cada semestre desde el 2017 hasta el 2020.
En la siguiente gráfica se observa una tendencia histórica del número de estudiantes en cada semestre discriminado por género binario. Claramente se puede observar que Ingeniería Eléctrica ha sido un programa principalmente de estudiantes hombres pero que la tendencia de estudiantes mujeres ha aumentado en los últimos años.
Como se puede observar en la siguiente gráfica, la inmensa mayoría de los estudiantes de Ingeniería Eléctrica pertenecen a estratos 1,2 y 3. Son estudiantes más vulnerables a dificultades de diversas índoles que pueden generar problemáticas que conlleven a la deserción.
Los datos anteriores, hacen parte de un análisis exploratorio de la facultad de ingenierías. Este análisis se realiza con la intención de entender cómo se compone cada programa que pertenece a la facultad y cómo ha evolucionado con el tiempo. Dentro de las ideas de ambiente universitario es necesario diseñar estrategias acordes para atender a esta población, que debido a sus condiciones sociales y económicas tendrán unas necesidades específicas. Se replicará el mismo análisis para los otros programas académicos.