Sería bueno si, de vez en cuando, tratasen de resumir mentalmente lo que oyeron hasta ahora; porque luego de un tiempo de asistir a conferencias y talleres, uno empieza a olvidar la cronología de las ideas, y es importante recordar el orden en que éstas se recibieron.
Debemos partir de la idea de que sin esfuerzo el desarrollo es imposible pero también es imposible sin ayuda. Ayuda de aquellos que comenzaron un trabajo similar antes y ya han alcanzado cierto grado de desarrollo.
El hombre, realmente, es una máquina. Esto significa que no tiene movimientos independientes, ni dentro ni fuera de sí mismo. Es una máquina que se pone en movimiento debido a influencias e impactos externos. Todos sus movimientos, acciones, palabras, ideas, emociones, estados de ánimo y pensamientos son producidos por influencias externas.
Por ello, el hombre no puede "hacer" nada. Todo lo que el hombre piensa que "hace", realmente sucede. Pero él no se da cuenta de ello y se atribuye a sí mismo la capacidad de "hacer".
El hombre no es uno, sino muchos. No tiene un Yo permanente e inmutable. Un momento es uno, al siguiente momento es otro, más tarde es otro distinto, y así sucesivamente, casi sin fin.
El recuerdo de sí o Consciencia de uno mismo es una clase particular de capacidad de "darse cuenta": la capacidad de darse cuenta de sí mismo, darse cuenta de la existencia de uno mismo, de que uno está ahí. Es independiente de la actividad mental.
El recuerdo de sí tiene grados observables en uno mismo. En primer lugar, tenemos su duración: cuanto tiempo uno estuvo consciente. Segundo, la frecuencia de su aparición: con qué frecuencia uno está consciente. Tercero, su extensión y penetración: de qué cosas uno es consciente.
El estudio de uno mismo debe comenzar con el estudio de las cuatro funciones: intelectual, emocional, instintiva y motriz. Deben ser comprendidas en todas sus manifestaciones y luego deben ser observadas en uno mismo.
Pregunta: No puedo entender el enlace entre la observación de sí y el recuerdo de sí.
Ouspensky: El recuerdo de sí es un intento de estar consciente de usted mismo. La observación de sí está siempre dirigida hacia alguna función definida: usted observa sus pensamientos, o sus movimientos, o sus emociones, o sus sensaciones.
Usted empieza con la observación de sí y, a través de ella, comprende que no se recuerda.
La gente vive en el sueño, lo hace todo en el sueño, y no sabe que está dormida. Sólo cuando un hombre se da cuenta de que está dormido, es posible decir que está en el camino del despertar. Nunca puede despertar sin darse cuenta primero de que está dormido.
Los hombres que quieren cambiar su estado de consciencia necesitan una escuela. Pero primero deben darse cuenta de su necesidad. Mientras piensen que pueden hacer algo por sí mismos, no podrán hacer uso de una escuela, aunque la encuentren.
Una conferencia, un libro, no son una escuela, ni siquiera el comienzo de una escuela.
La esencia es innata, se tiene desde el nacimiento. La personalidad se adquiere, se aprende de una u otra manera.
Un hombre es, por tendencia innata, un buen cocinero; otro es un mal cocinero. Uno tiene oído musical, otro no. Uno tiene capacidad para los idiomas, otro no. Esto es la esencia.
Si la personalidad domina la esencia, se producen resultados erróneos. Pero la personalidad también es necesaria, no se puede vivir sin personalidad y sólo con la esencia. Deben crecer paralelamente.
De la misma manera que las funciones intelectuales son controladas o producidas por cierto centro, "mente" o "cerebro", cada una de las otras funciones también son controladas por su propio centro.
Tenemos, entonces, cuatro centros: intelectual, emocional, instintivo y motriz.
Los centros, es decir, su estructura, sus capacidades, sus lados fuertes y sus defectos le pertenecen a la esencia. Su contenido, es decir, todo lo que cada centro adquiere, le pertenece a la personalidad.
Por "mentir" se entiende hablar de cosas que no se conocen, y que ni siquiera se pueden conocer, como si se conocieran y se pudieran conocer.
Por "imaginar" se entiende fantasear, soñar despiertos.
Por "emoción negativa" se entiende todas las emociones de violencia o depresión: autocompasión, ira, sospecha, miedo, molestia, aburrimiento, desconfianza, celos y otras del mismo tipo.
Las dificultades que el hombre tiene para observar estas cuatro manifestaciones: la mentira, la imaginación, la expresión de las emociones negativas y la charla innecesaria, le mostrarán su total mecanicidad.
Cuando un hombre queda absorbido y no puede separarse de una idea, un sentimiento o un objeto, decimos que se ha "identificado" con ello.
El hombre se "identifica" con todo: con lo que dice, con lo que siente, con lo que cree, con lo que no cree, con lo que desea, con lo que no desea, con lo que le atrae, con lo que le repele.
“Considerar internamente” es identificarse con la gente. Es un estado en el cual el hombre se preocupa constantemente por lo que los demás piensan de él: si le dan lo que le corresponde, si le admiran lo suficiente, etc.
Esta enseñanza divide al hombre en siete categorías. Se nace en alguna de las categorías número 1, 2 o 3.
Estas tres primeras categorías están prácticamente en el mismo nivel y se diferencian por una predominancia de lo intelectual, emocional o físico, respectivamente.
El hombre N.º 4 no nace como tal. Es producto de la cultura de una escuela hacia la que se ha sentido atraído y a la que ha decidido seguir.
Se diferencia del hombre 1/2/3 por haber adquirido un “centro de gravedad” permanente. Esto último significa que la idea de adquirir Unidad, Yo permanente, Voluntad y Consciencia de sí mismo, es decir, la idea de su desarrollo, ya se ha vuelto para él más importante que sus otros intereses.
El hombre número 5 es un hombre que ha adquirido Unidad y Consciencia de sí mismo.
El hombre número 6 es un hombre que ha adquirido la conciencia objetiva.
El hombre número 7 es un hombre que ha logrado todo lo que un hombre puede alcanzar.
Los centros están hechos para que, con la lógica disminución del rendimiento, puedan sustituirse unos a otros. Esta capacidad nos protege de posibles interrupciones en el funcionamiento pero es excesiva hasta que alcanzamos un mayor nivel de desarrollo.
Casi cada minuto, uno u otro centro deja su propio trabajo y trata de hacer el trabajo de otro centro que, a su vez, trata de hacer el trabajo de un tercero, provocando un gasto innecesario de energía.
El hombre puede desarrollarse si lo desea y si tiene suerte. Sus posibilidades son tan pequeñas que no se puede excluir el elemento suerte.
Es imposible enumerar todas las condiciones iniciales necesarias para el desarrollo: cierta preparación, tener suficiente tiempo libre para estudiar, poder vivir en circunstancias que hagan posible el estudio...
También hace falta una escuela. Y una escuela implica ciertas condiciones sociales y políticas en el país determinado.
La vida genera lo que la enseñanza llama influencias A, que producen intereses como: salud, seguridad, riqueza, placer, diversión, fama, etc.
Las escuelas lanzan a la vidad influencias que se mezclan con las anteriores; la enseñanza las llama influencias B. Vienen en formatos muy variados: literatura, pintura, música, geometría, filosofía, arquitectura...
Si las influencias B atraen a un hombre y le hacen sentir y pensar, si atraen otras influencias B y se acumulan los efectos, pueden llegar a producir intereses de un orden diferente. Si estos intereses se vuelven suficientemente fuertes, la enseñanza dice que han formado un "centro magnético".
El centro magnético puede ayudar a darse cuenta de la necesidad de una escuela y a reconocer una escuela.
A partir de ese momento, el centro magnético ya cumplió con su papel. Llevó al hombre a una escuela y le ayudó en sus primeros pasos allí.
Las ideas y las enseñanzas recibidas directamente de una escuela se llaman influencias C.
El trabajo en las escuelas debe proceder por tres líneas simultáneamente.
La primera línea es el estudio de uno mismo y el estudio del sistema. En esta línea, uno trabaja para sí mismo.
La segunda línea es el trabajo con otras personas en la escuela y, trabajando con ellas, uno trabaja también para ellas.
En la tercera línea uno trabaja para la escuela. Para ello, uno debe entender primero los objetivos y necesidades de la escuela.
El "conocimiento" de un hombre es una medida de la información que ha procesado, del saber que ha adquirido.
El "ser" de un hombre es una medida de la habilidad para el recuerdo de sí que ya ha desarrollado.
El conocimiento y el ser deben desarrollarse simultáneamente; si uno supera al otro, se producen resultados incorrectos. En la práctica, sólo uno de los dos desequilibrios ocurre, que el conocimiento supera al ser.
Si utilizamos el criterio de la atención, entenderemos por qué esta enseñanza dice que cada centro tiene tres partes y sabremos en cada momento en qué parte de los centros nos encontramos.
* Sin atención o con la atención vagando, estamos en la parte mecánica.
* Con la atención atraída por el sujeto de observación, estamos en la parte emocional.
* Con la atención llevada al sujeto de observación por la voluntad, estamos en la parte intelectual.
En el centro intelectual, la parte mecánica incluye el almacenamiento de recuerdos e impresiones. La parte emocional incluye el deseo de saber y la insatisfacción por no saber. La parte intelectual incluye la capacidad de invención y descubrimiento.
Existen las mismas partes en los otros centros, aunque no nos sea tan fácil distinguirlas, como por ejemplo la parte intelectual del centro instintivo.