Desde hace varios años, en Junín de los Andes (Neuquén, Argentina) existe un sistema de recolección y manejo de residuos reciclables que funciona en paralelo al de recolección municipal de basura. El reciclado de residuos crece año a año en la localidad, facilitando el manejo de la basura y extendiendo la vida útil del relleno sanitario que reemplazó al viejo basurero a cielo abierto a mediados de 2018. Para que ese sistema funcione, los vecinos deben separar sus residuos en origen (en sus casas) y disponerlos de manera diferenciada. Los sistemas de recolección de reciclables (desde cestos comunitarios en la vía pública o “Puntos Verdes”, coordinado por el Taller Amulen) y de basura (por cada domicilio, a cargo de la Municipalidad) funcionan en paralelo.
“Junín No Tira, Recicla” (JNTR) es una iniciativa del Taller Amulen, el Municipio y la comunidad de Junín de los Andes que desde 2017 promueve la conciencia cívica y ambiental y la separación en origen de los residuos en la localidad. Durante marzo de 2020 hicimos una encuesta libre y anónima entre los vecinos de Junín de los Andes para que con sus datos y opiniones podamos entender mejor cómo ajustar nuestro programa de reciclado y qué propuestas realizar para mejorar el manejo futuro de los residuos en la localidad. Nos interesaban, en especial, sus actitudes, conocimiento y percepciones acerca del funcionamiento actual de separación en el hogar y recolección diferenciada de los materiales reciclables, incluyendo sus problemas, limitaciones y potenciales soluciones.
A partir de un único evento de difusión por medios digitales (listas de contactos y redes sociales), obtuvimos 603 respuestas entre el 06/03/2020 y el 25/03/2020. La mayor parte de los participantes completaron sus encuestas muy rápido, en los primeros dos días. Algunas respuestas fueron individuales (a título personal), pero la mayoría (77%) fueron completadas por personas que se consideraron representantes de su familia. Más de la mitad de las respuestas (59%) proviene de personas que participan por primera vez de nuestras encuestas periódicas. La mayor parte de las encuestas (68%) fueron completadas por mujeres. Las personas de entre 36 y 60 años fueron responsables de proveer la mayoría de las respuestas (63%).
Casi todos los encuestados (96%) ya conocían la existencia del programa JNTR, aun cuando más de la mitad (51%) no participó activamente de los eventos que JNTR organizó en los últimos años.
La gran mayoría (91%) de las personas que decidieron participar de la encuesta declaró separar en origen sus residuos domésticos. Entre las motivaciones para hacerlo predominan las respuestas que mencionan la sensación de estar contribuyendo a la limpieza del entorno (calidad de vida), reduciendo el impacto o cuidando el medio ambiente / el planeta / la naturaleza, en muchos casos proyectando las consecuencias hacia el futuro. También aparecen la satisfacción de estar contribuyendo a un proyecto común y la obligación o responsabilidad como acto de civilidad y como una forma de respeto con el prójimo. En varios casos se mencionan explícitamente a los hijos, tanto como beneficiarios futuros de la tarea actual como por ser los que influyeron para que la familia comience a separar sus residuos.
Casi todas las encuestas (98%) fueron completadas por vecinos de la localidad de Junín de los Andes y sus alrededores (comunidades, lagos). Si asumimos que hubo una sola respuesta por familia, los resultados de esta encuesta representan las actitudes y opiniones de unos 1676 vecinos (aproximadamente el 9.5% de la población actual estimada del Departamento Huiliches) dispersos por todos los barrios. A partir de aquí, el análisis de las respuestas recibidas se restringirá a los vecinos de Junín de los Andes y sus alrededores que se enteraron de la encuesta y decidieron participar.
De las 603 encuestas recibidas, 534 son de habitantes de Junín de los Andes que separan sus residuos domésticos, representando los criterios y actitudes de unos 1503 vecinos.
Casi todos (90%) los que separan residuos los disponen en los Puntos Verdes cercanos a sus domicilios, y unos pocos (16%) aún utilizan el cesto disponible frente a Amulen. Aún hay algunos vecinos (4% de los que reciclan) que confunden los sistemas de recolección municipal de basura y el circuito diferencial de los reciclables: dejan los reciclables en el cesto de la vereda frente a sus casas. Esos residuos, recogidos por el camión recolector, terminarán disponiéndose en el relleno sanitario junto con la basura común.
Casi todos (>89%) los encuestados en este grupo separan y disponen de manera diferenciada todos los residuos secos reciclables que son distinguibles por su formato: botellas plásticas, botellas de vidrio, papeles/cartones y latas (lo que en JNTR llamamos residuos de categoría 1). Una parte igualmente numerosa (>77%) afirma identificar y separar los residuos secos según el tipo de material que los constituye, como tetrapacks, sachets y plásticos reciclables (PET, PEAD, PEBD) (lo que en JNTR denominamos residuos de categoría 3). Algo más de la mitad (56%) separa sus residuos orgánicos (residuo de categoría 2) para hacer compost.
Finalmente, una alta proporción de encuestados (al menos el 41%) separa residuos que no se pueden reciclar en Junín de los Andes, como plásticos de un solo uso, pilas, telas y telgopor. Esto hace más difícil, laborioso y lento el procesado posterior de los residuos si esos vecinos no reutilizan o disponen de manera correcta esos elementos (por ejemplo, solo el 45% de los que separan plásticos no reciclables declara hacer ecoladrillos de manera adecuada para su reuso). La disposición conjunta de residuos secos reciclables y no reciclables mezclados obliga al personal de Amulen (quien se encarga de esta tarea en nuestra localidad) a identificarlos, separarlos y hacerlos llegar al relleno sanitario para su disposición final, donde terminan con la basura con la que deberían haber estado desde un principio.
El 74% de los que separan sus residuos domésticos no disponen los residuos orgánicos junto con la basura. La mayoría de ellos los recicla como compost en aboneras domiciliarias. Solo teniendo en cuenta los residuos compostables (~200 g/día×persona) de las familias que contestaron esta encuesta, su separación de orgánicos en domicilio implica unas 82 toneladas al año de residuos húmedos que no deben ser recolectados, transportados, compactados y dispuestos en el Relleno Sanitario.
El 38% de los encuestados dispone una parte de sus residuos no reciclables en ecoladrillos construidos correctamente (esto es, solo con materiales inertes muy bien compactados). Otros tantos lo hacen de manera esporádica, dubitativa o incorrecta. Esto último puede ser peor que no hacerlos: las botellas llenas de residuos mal compactados deben ser transportadas a Amulen, luego desarmadas manualmente para poder recuperar el envase y finalmente su contenido termina transportándose al relleno sanitario.
Solo 55 de las 603 encuestas corresponden a vecinos de Junín de los Andes y alrededores que no separan sus residuos domésticos, representando a unas 141 personas.
El 11% no recicla sus residuos porque considera que tiene limitaciones (tiempo, espacio, voluntad) para hacerlo, pero la mayoría afirma que no separa por falta de información o de hábito. Al mismo tiempo, casi todos (98%) se declaran dispuestos a comenzar a separar su residuos reciclables si tuviesen más información y, en especial, si pudiesen depositarlos en las veredas de sus casas para que sean retirados de allí, como hacen con la basura.
Una de las percepciones más rotundas de una familia cuando empieza a separar los residuos en origen es cuánto se reduce el volumen de basura y cuánto disminuye la frecuencia con que es necesario “sacar la basura” para que la retire el recolector municipal. Esto es particularmente notorio cuando también se separan los orgánicos. La gran mayoría (84%) de los encuestados que separan sus residuos reciclables y orgánicos no utiliza más de dos veces por semana el sistema municipal de recolección de basura. Una proporción similar de los que separan residuos secos pero no los orgánicos usa el sistema municipal tres veces por semana o menos. En contraste, casi la mitad (48%) de las familias que no separan residuos en origen necesitan sacar su bolsa de basura tres veces por semana o más.
El 16% de los encuestados considera que conoce bastante bien el manejo para transportar, tratar y disponer la basura una vez que se recolecta desde sus domicilios. Del resto, la gran mayoría 78% considera que debería saber más o está bien dispuesto para aprender acerca del manejo de residuos en Junín de los Andes.
El sistema de recolección de residuos reciclables, que en Junín de los Andes funciona en paralelo al de recolección de basura domiciliaria, se ha expandido notoriamente desde la conformación de JNTR para promover el reciclado. La cantidad de residuos domésticos que se separan y se envían para su reciclado en lugar de depositarse en el Relleno Sanitario aumentó muchísimo en los últimos tres años (¡cada año se recicla más del doble que el año anterior!).
El número de cestos comunitarios para los residuos separados también se multiplicó (unos ~150 Puntos Verdes al inicio de 2020) así como su dispersión para llegar a todos los barrios de la ciudad. De hecho, casi todas las familias que respondieron la encuesta tienen clara la presencia de al menos un Punto Verde cercano a sus domicilios.
Pero el crecimiento exponencial de la cantidad de residuos separados por los vecinos, junto a algunas prácticas poco convenientes, empiezan a saturar la capacidad de este sistema paralelo de recolección y transporte. Y esto es cada vez más perceptible. De hecho, muy pocos encuestados (7.6%) consideraron que los Puntos Verdes están funcionando como deberían (o como funcionaron hasta hace un tiempo). La mayoría reportó problemas en los cestos que utiliza, en especial que los encuentran frecuentemente llenos 65%. También notan la presencia de basura mezclada en los cestos (42%) que, en especial cuando incluye orgánicos, favorece su vandalización por animales domésticos y silvestres (14%).
El transporte y posterior procesamiento de los residuos dispuestos en los Puntos Verdes es más lento y trabajoso cuando se incluyen materiales poco procesados para adaptarlos a su reciclado: botellas plásticas o latas sin aplastar, cajas de cartón no desarmadas, apiladas o con cintas plásticas pegadas, materiales no reciclables como el telgopor, el vidrio plano o los textiles que deberían ir a la basura… Este problema fue detectado también por una gran parte de los encuestados (45%) en los Puntos Verdes que utilizan. La mayoría de los participantes (79%) están dispuestos a informarse mejor para mejorar los procedimientos que se siguen en su familia y hacer más eficiente el reciclado, aunque una parte no despreciable (20%) considera, en cambio, que lo que hace ya es suficiente.
Además de tratar de multiplicar en los vecinos las buenas prácticas de separación y preparación de los residuos reciclables en sus domicilios, una alternativa para poder superar las limitaciones del método de reciclado actual sería instaurar un sistema municipal de recolección diferenciada por los domicilios, como existe en otras ciudades. Por ejemplo, en ciertos días de la semana el camión recolector municipal solo recolectaría los residuos reciclables, y en los otros días haría la recolección de basura indiferenciada como hasta ahora.
Casi todos los encuestados (96%), representando a unas 1585 personas de Junín de los Andes, fueron favorables a la implementación de un sistema municipal de recolección domiciliaria de residuos reciclables, la mayoría (65%) de manera entusiasta.
Una proporción similar (62%) cree que ese sistema podría funcionar mejor que el sistema actual para adaptarse al aumento esperado de los residuos reciclables en los próximos años y superar sus limitaciones. Solo el 4.2% de los representados por la encuesta considera que este sistema podría ser peor que el actual; el resto 33.3% tiene dudas o no arriesga un pronóstico binario.
Los encuestados que predicen que la recolección municipal domiciliaria de reciclables será mejor resaltan que sería más organizado y eficiente tener un solo sistema de recolección, que la disposición domiciliaria sería más cómoda para todos y sumaría a familias que aún no separan sus residuos, que evitaría los problemas crecientes asociados a los Puntos Verdes, y que funciona bien en otras ciudades. La mayor parte de las dudas expresadas por los encuestados sobre el éxito de un potencial sistema de recolección domiciliaria de los reciclables se pueden separar en dos grandes grupos: los que perciben la falta de información, compromiso/conciencia o educación en muchos vecinos que deberían involucrarse para que el sistema funcione bien, y los que tienen poca confianza en que la Municipalidad sea capaz de manejar o abarcar el sistema de recolección doble. De todos modos, los conceptos que utilizan ambos grupos de encuestados para justificar su predicción no difieren notoriamente.
Muchas gracias a todos los que participaron. Y gracias especialmente a todos los que se tomaron algún minuto extra para contarnos qué los motiva a separar sus residuos; es emocionante y muy estimulante leer el conjunto de sus respuestas. ¡Sigamos aprendiendo y haciendo, e invitemos a participar a los que aún faltan!