El año pasado para el curso de fundamentos de biología se nos pedía hacer una revisión bibliográfica de algún tema, yo lo hice de los microplásticos (plásticos que se han degradado a milímetros, son casi imposibles de ver a simple vista) en los océanos.
Tristemente los estudios daban resultados muy alarmantes, la cantidad de contaminación que se encuentra en la mayor parte de los océanos, incluyendo los mares de Costa Rica es muy alta. Uno de los principales problemas (además de la muerte de miles de animales marinos) es que los que nos alimentamos de carnes de estos animales contaminados nos afecta, incluyendo a otras especies marinas, por lo que no solo se mueren los peces (y otros) por culpa de los plásticos, sino que también nos estamos contaminando al consumir pescado y otros alimentos marinos poniéndonos en riesgo de morir por culpa de los químicos que tienen los plásticos.
Aun así, con el panorama tan triste muchas personas están comprometidas a eliminar los plásticos que ya se encuentran en los océanos, hay varios proyectos en algunas de las zonas más problemáticas para recolectar por medio de redes y filtros los que se pueda, pero lo más importante de todo es nuestro esfuerzo para evitar que esas cantidades sigan aumentando, es decir reducir el consumo de plásticos de un solo uso, aún falta que muchas personas se unan y sean conscientes del gran impacto que pueda tener una botella plástica, por ejemplo, en cientos de animales, pero ya se cuenta muchas empresas que están intentando cambiar esto, por ejemplo: varios supermercados más grandes solo venden bolsas de tela reutilizables, esto obliga a los compradores a llevar sus propias bolas o comprar estas, también en muchos restaurantes de comida rápida están reduciendo los plásticos al no vender las bebidas con pajilla y tapa, están regresando a usar bolsas de papel en las panaderías, muchas bebidas se están vendiendo en vidrio únicamente, y los centros de reciclaje ahora son mucho más accesibles. Estos pequeños cambios podrían salvar la vida de muchos animales y de nosotros mismos, aún falta mucho que cambiar, pero todavía hay esperanza.