El territorio indígena Kèköldi corresponde a un punto clave en la observación del fenómeno de migración de rapaces, como lo menciona el trabajo de Ramírez et al (2014), desde la torre de observación disponible en este lugar es posible observar un embudo donde las rapaces migratorias se concentran en una línea de 5 km de ancho, en la cual convergen los grupos que viene de la playa y los que transitan del lado del Valle Sixaola. Lo anterior, permite realizar monitoreos completos de las aves migratorias que transitan por el Caribe de Costa Rica.
Además, es importante destacar que el territorio indígena Kèköldi está compuesto por aproximadamente un 76% de cobertura boscosa, lo que provee un hábitat idóneo para gran cantidad de flora y fauna. Tomando en cuenta que la zona del Caribe es altamente explotada por la extensión bananera, se puede resaltar la importancia de esta área de bosque como sitio de refugio y alimento de las aves migratorias, de ser necesario detenerse Ramírez et al (2014).
Figura 1. Vista desde la torre de observación de Kèköldi del Valle Sixaola.
Nace como una necesidad en Costa Rica de monitorear la avifauna tanto residente como migratoria, en definición un programa de monitoreo consiste en la realización de una serie de muestreos enfocados algún ser vivo, en este caso nos enfocaremos en aves. El objetivo principal es determinar la variación de sus poblaciones a lo largo del tiempo. Por lo que es recomendable, que los muestreos se realicen en periodos largos mínimo por 5 años, para así tener una idea más precisa de la variación de las poblaciones a lo largo del tiempo.
Los programas de monitoreo son muy eficaces, nos ayudan a detectar posibles factores que amenazan la conservación de las especies y nos aportan información para la compresión de la relación y tendencias que existen entre los seres vivos y el medio en que se rodean.
El observatorio Kèköldi, se encuentra una torre de observación de 11m de altura, utilizada principalmente para la observación y monitoreo de aves rapaces. En este corredor se puede observar, al menos 32 de las 104 especies de rapaces del neotrópico, por lo que lo convierte en la vía de migración más importante de América, esto ocurre debido a que las aves evitan volar sobre el océano, por que en su recorrido, seleccionan ciertos puntos por sus características geográficas, en este caso la reserva Kèköldi (Ramírez et al. 2014).
Se pudo comprender la importancia de los protocolos de conteo debido a que al aplicarlo es fácil denotar las dificultades logísticas y la confusión que podrían causar el no tenerlo. Si entre grupos de diferentes contadores / observadores de aves no se sigue un mismo protocolo, es probable que los datos obtenidos cada vez no sean comparables, por ende se perderían muchos datos y todo el esfuerzo de muestreo de cada grupo. El mayor problema de esto sería que al perder información o no poder unificarla, se perdería la capacidad de aprender acerca de las migraciones de cada especie; al ser este un fenómeno anual reduciría la capacidad de los científicos de estudiarlo y de los conservacionistas de aplicar medidas efectivas para proteger las aves y los ecosistemas de los cuales depende su viaje.
El protocolo fue fácil de seguir y se considera de gran utilidad como se mencionó en el párrafo anterior, sin embargo se encontraron algunos problemas durante la puesta en práctica. El principal problema fue que al haber varios contadores juntos y al ser el límite de conteo de cada uno una línea imaginaria se llegó a dudar si no se realizaron reconteos entre contadores. El hecho de que se promedien los conteos individuales al final de cada ciclo de conteo, puede reducir el efecto, pero el mismo no deja de existir.
Otro problema encontrado con la metodología, fue que a pesar de ser uno de sus grandes beneficios, puede llegar a ser dificultoso el tomar medidas subjetivas sobre el tiempo atmosférico cuando, de hecho, hay alguna, ya que por ejemplo, es fácil identificar un 100% de visibilidad, pero al haber nubosidad o parches de nubes, se vuelve más dificultoso es generar un valor. Parece que en esto el nivel de experiencia del contador no es un factor legítimo para dar un valor acertado como el algunos casos se puede creer, ya que la experiencia de varios contadores les pudo llevar a dar valores distintos. Esta situación puede causar errores de tipo I y tipo II al utilizarse pruebas estadísticas.
Los problemas encontrados tienen solución o al menos formas de reducir su efecto. Para el traslape del conteo entre el campo de visión de dos o más contadores se podrían usar marcas de pintura, cinta u otro material en las barandas de la torre para ayudar al contador y disminuir el traslape debido a desubicación de su punto de referencia. Con respecto al problema por la subjetividad de la toma de los datos de visibilidad y otras variables de tiempo atmosférico, se podrían generar pictogramas simples que ayuden a clasificar los mismos en una serie de valores discretos. Está claro que un valor continuo puede dar más información, sin embargo al no poderse tener certeza de la replicabilidad del mismo, un valor discreto parece ser una solución aceptable.
Ramírez et al. 2014. Actualización del protocolo para el monitoreo de rapaces migratorias: Observatorio Kekoldi, Costa Rica. SPIZAETUS (18).