Es importante aclarar que el estudio de los fenómenos naturales solo determina el peligro que existe en un lugar determinado, lo que en términos generales se establece por medio de la intensidad y la magnitud del fenómeno (estudio de peligros). Por otro lado, el estudio de los riesgos implica la determinación de probables consecuencias de los fenómenos sobre los sistemas sociales expuestos, lo cual depende de la densidad de población e infraestructura presente en un área de peligro, pero también del nivel de desarrollo humano que permita enfrentar el desastre (CENAPRED, 2001).
En este sentido, los estudios de riesgo son mucho más complejos que los estudios de peligros, ya que estos últimos son más objetivos al estudiar los fenómenos naturales como tales a través de las disciplinas científicas correspondientes. Los de reisgo, por otra parte, son más complejos ya que relacionan los sistemas sociales tangibles e intangibles con el entorno natural y la interacción de éste, a su vez, con los fenómenos naturales extremos.
Otra diferencia es la escala de estudio, ya que el estudio de peligros abarca la totalidad de las regiones que son afectadas por un fenómeno natural, mientras que el de riesgos es necesariamente local al considerar las condiciones de un sitio (CENAPRED, 2001). A lo anterior debe agregarse que un mismo fenómeno natural o agente perturbador, que tiene una magnitud definida, puede manifestarse con diferentes intensidades en cada sitio afectado debido a las condiciones del entorno, lo que condiciona las circunstancias locales de probabilidad de peligro y, por ende, los escenarios locales de riesgo.
Dichos escenarios toman en cuenta el grado de exposición de los sistemas afectables (es decir, la cantidad o valor de las posibles pérdidas de personas e infraestructura) y su vulnerabilidad (la propensión a ser afectados por un agente perturbador). En suma, el riesgo es una construcción social que es función de las tres variables arriba mencionadas, la cual se expresa en forma cuantitativa de acuerdo con la siguiente figura, que está entre las definiciones más aceptadas (CENAPRED, 2006), y sus características y conceptos se analizan brevemente.
\[ Riesgo= f(Peligrosidad,Vulnerabilidad, Exposición)\]
\[ Peligrosidad = f(Frecuencia, Intensidad) \]
Izquierda: representación conceptual de la vulnerabilidad.
Derecha: gráfica de los daños de una construcción expuesta al viento
Fuente: Rodríguez, 2004.
A continuación se presenta el mapa de fallas geológicas que el IPN y Protección Civil han mapeado en la ciudad de México. Como se puede ver, las fallas solo representan la peligrosidad, pero por sí solas no expresan ningún riesgo (nótese además que el mapa carece del nivel de peligrosidad de cada falla, es decir, su frecuencia e intensidad, y todas parecen igualmente peligrosas).
Fuente: Atlas Público de Riesgos de la CDMX
Sin embargo, cuando se sobreponen los fenómenos de peligro a una representación de la vulnerabilidad el mapa cobra una dimensión totalmente distinta y entonces revela ya un riesgo. En este caso para evaluar la vulnerabilidad se usa el índice de marginación urbana 2010 de CONAPO, pero podría ser el nivel socioeconómico, el nivel socioespacial o el grado de segregación socioespacial, entre otros. Si además se evalúa la exposición a través del número de personas que viven en el área de una falla geológica (Población 2010 por AGEB), se tienen todos los elementos para evaluar el riesgo. Nótese que una misma falla tiene diferentes niveles de riesgo a lo largo de su trayectoria.