El Valle de México es una de las urbes que más residuos sólidos urbanos (RSU) genera en el mundo, lo cual representa un peligro sanitario enorme para la población que se materializa en los rellenos sanitarios tanto dentro del área metropolitana como fuera de ella. En 2012 fue cerrado el relleno sanitario más grande de América Latina, el Bordo Poniente con 70 millones de toneladas de RSU enterrados en 375 hectáreas, debido a su saturación y mal manejo, el cual, junto con los 12 rellenos sanitarios de la zona metropolitana que siguen operando, representa uno de los pasivos ambientales más grandes de esta ciudad ya que generan gas metano y lagunas de lixiviados que son potenciales contaminantes, entre otros. El principal peligro que representan los lixiviados son la contaminación del suelo y del subsuelo hacia los mantos acuíferos, que son la principal fuente de agua potable de la ciudad. EL gas metano, por su parte, también representa un peligro de explosión si no es tratado adecuadamente, además de que es un gas precursor del calentamiento global.
Solo la Ciudad de México genera 13 mil toneladas de RSU al día, esto es, 500 kg per cápita al año, y si se considera a toda la zona metropolitana, la generación anual llega a más de 27 mil toneladas al día (472 kg. per cápita al año). La Ciudad de México publica periódicamente un inventario de residuos sólidos (SEDEMA, 2018) en donde establece los volúmenes de generación, aprovechamientos, reciclaje, entre otros, así como la infraestructura y el capital humano destinado a la gestión de los residuos. Asimismo, en 2017 entró en vigor la norma ambiental NADF-024-AMBT-2013 de la ciudad de México que establece nuevos criterios para la separación selectiva y la valorización de los residuos en la fuente, es decir, desde el punto donde se originan los residuos (casas, comercios, industrias, etc.).
Con dicha norma, de acuerdo con el gobierno de la ciudad, se incrementó la eficiencia de la separación de los residuos orgánicos en 13%. Separar los residuos orgánicos del resto es fundamental para mejorar la gestión de los RSU y aumentar el reaprovechamiento disminuyendo así la generación de lixiviados y gas metano. La Ciudad de México tiene una eficiencia de separación de residuos orgánicos del 46%, es decir, solo se separa el 46% de los orgánicos que se generan, el resto se recolecta mezclado. Coyoacán llega incluso al 75% de eficiencia mientras que Gustavo A. Madero apenas logra el 21%. En toda la Zona Metropolitana, apenas el 64% de las viviendas entrega sus residuos orgánicos separados (INEGI, 2015). La infraestructura principal con la que cuenta la Ciudad de México para el manejo de los RSU es la siguiente:
Estaciones de transferencia: Actualmente existen 12 estaciones que sirven fundamentalmente como receptores de los camiones recolectores para transferir su carga a vehículos de mayor tonelaje, lo que reduce el número de viajes y eficienta el proceso de recolección. Los residuos orgánicos e inorgánicos se envían respectivamente a plantas de composta o de selección.
Plantas de selección; existen dos plantas en la ciudad en la cuales inicia el proceso de tratamiento que consiste en separan los residuos en forma tanto manual como automática para recuperar y revalorizar los materiales recuperables. En promedio se recupera el 4% de los RSU.
Plantas compactadoras: La ciudad cuenta con dos plantas de este tipo cuya función es formar placas compactas con los residuos no recuperados en las fases anteriores para su aprovechamiento energético.
Plantas de composta: las ocho plantas de la ciudad sirven para la adecuada transformación de los residuos orgánicos en composta nutritiva aprovechable en suelos de áreas verdes o agrícolas de la ciudad.
Sitios de disposición final: Los residuos que no pudieron ser aprovechados en las plantas de selección o compactación se envían a rellenos sanitarios para que su confinamiento tenga los menores impactos ambientales posibles, ello de acuerdo con la norma oficial mexicana NOM-083-SEMARNAT-2003. Actualmente, la ciudad dispone sus residuos en cinco rellenos sanitarios, cuatro en el estado de México y uno en Morelos.
Por su parte, en el estado de México es la Dirección General de Manejo Integral de Residuos la encargada de la gestión de los RSU a través de las normas ambientales tales como la NTEA-013-SMA-RS-2011, que establece los criterios de separación y recolección de los residuos en la fuente. Sin embargo, a diferencia de la Ciudad de México que tiene una gestión centralizada, los municipios tienen la atribución de la recolección y separación, por lo que cuentan con su propia infraestructura y personal.
Además, como ya se mencionó, los principales destinos de los residuos de la Ciudad de México se encuentran en cuatro rellenos sanitarios ubicados en cuatro municipios mexiquenses dentro de la Zona Metropolitana del Valle de México, además de al menos otros 6 rellenos que reciben los residuos municipales del resto de la zona metropolitana, todos ellos ubicados en la zona oriente y norte. Los cinco rellenos sanitarios que reciben los RSU generados en la Ciudad de México, confinan en promedio 7,862 toneladas diarias de RSU distribuidos de la siguiente manera:
En el estado de México:
Peña de Gatos, Chicoloapan: 491 ton/día
Tersa del Golfo, Cuautitlán: 602 ton/día
La Cañada, Ixtapaluca: 2,894 ton/día
El Milagro, Ixtapaluca: 3,767 ton/día
En Morelos:
En el mapa se muestran los rellenos sanitarios con un radio de 2 km a la redonda, lo cual es meramente ilustrativo dado que no se conoce el radio de influencia de posibles afectaciones o externalidades. Por ejemplo, reportes periodísticos revelan que los malos olores son la principal afectación que incluso se perciben desde 4 km de distancia al relleno sanitario Bordo Poniente.1 Más estudios son necesarios para determinar el radio de afectación y los riesgos a la salud pública que pudieran derivarse.
Fuente: elaboración propia con datos de SEDEMA, 2018 y CONABIO, 2011.
Uno de los mayores peligros en la gestión de los RSU son los tiraderos clandestinos dado que no están controlados por los más mínimos lineamientos ambientales ni sanitarios. Se trata de acumulación de residuos en la vía pública que sobrepasa la capacidad del servicio de recolección. La Ciudad de México es la entidad que tiene los mayores registros (aunque incompletos) de los tiros clandestinos tanto de residuos sólidos como de cascajo con base en denuncias y en reportes ciudadanos. La autoridad municipal debe atender estos tiros en forma extraordinaria pero muchas veces no son atendidos porque sobrepasan su capacidad.
La Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial tiene el registro de 203 tiros clandestinos de cascajo hasta 2013, un tipo de residuos que las normas catalogan como de manejo especial dado su peso y volumen, y que no es recibido normalmente por los servicios de recolección sino que debe ser dispuesto a través de empresas especializadas con el permiso correspondiente. En el mapa anterior se observa que una gran cantidad de estos tiros clandestinos (puntos en color gris) se ubican en la zona sur y poniente de la ciudad, en barrancas y suelos de conservación que tienen un alto valor ambiental, y que pueden representar un riesgo para los habitantes de la ciudad que debe ser evaluado.
Por otro lado, en la ciudad de México se han identificado 1,229 tiraderos de residuos sólidos, tanto recurrentes como eventuales, principalmente en las demarcaciones Benito Juárez, Iztapalapa y Cuauhtémoc. Dichos tiros pueden ser focos de propagación de fauna nociva que pueden tener implicaciones sanitarias. La SEDEMA tiene el registro georreferenciado de los 1,229 tiraderos clandestinos en una plataforma electrónica.2 Por su parte, es necesario que el estado de México haga públicos los registros de los tiraderos clandestinos en su territorio ya que actualmente no están disponibles.
Fuente: elaboración propia con datos de PAOT, 2019
PAOT (2011). Sistema de Información del Patrimonio Ambiental. Produraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial. Ciudad de México.
SEDEMA (2018). Inventario de Residuos Sólidos CDMX 2017. Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México.
CONABIO (2019). Sistema Nacional sobre Información de Biodiversidad. México.
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Méndez, Ernesto. (5 de marzo de 2013). Bordo Poniente: el hedor domina el oriente del DF. Excélsior.↩
Consultada en: https://visores.plataforma.cdmx.gob.mx/visorsedemat/ que no está disponible públicamente.↩