La remoción de masas, también conocida como movimiento de terreno o masa1, es un proceso geomorfológico por el cual el suelo se mueven hacia abajo principalmente por efecto de la gravedad. Existen diferentes tipos de remoción de masas de acuerdo con dos elementos: el tipo de movimiento y el tipo de material removido: (Alcántara, 2000). Los movimientos de terreno se originan por factores externos tales como un aumento en los esfuerzos o que soporta el terreno, tensiones transitorias como sismos, o cambios del régimen hidrológico como lluvias atípicas.
Pero también por factores internos que tienen que ver con una pérdida de la resistencia de los materiales causada por movimientos progresivos como fallas geológicas, procesos de erosión o intemperismo. Ambos tipos de factores y causas se combinan y contribuyen en diferentes grados con la inestabilidad de una ladera, en donde la fuerza de la gravedad es la causa última del proceso. Sin embargo, normalmente existen otros factores desencadenantes decisivos (Alcántara, 2000) cuyos principales procesos fueron categorizados por Cruden y Varnes (1996).
La inestabilidad de laderas de la ciudad de México ha sido registrada por la Secretaría de Protección Civil en conjunto con la UNAM en el marco de la actualización de los planes de riesgo delegacionales en 2014, y ésta se encuentra disponible en el Atlas Público de Riesgos de la CDMX para todas las demarcaciones (excepto Magdalena Contreras) Por su parte, el estado de México hizo un levantamiento, con nivel de detalle menor al de la ciudad de México, en todo su territorio (excepto en la zona norponiente del Valle de México) en el Atlas de Riesgo del Estado de México, y la información georreferenciada está disponible en el Atlas Nacional de Riesgos.
En el siguiente mapa se muestra el tipo de suelo por relieve, distinguiendo tres zonas; planicie lacustre, pie de montaña y montaña, y que es la primer referencia que describe el tipo de terreno en el Valle de México. En el segundo mapa se muestra la información compilada de la peligrosidad por deslizamiento o remoción de tierra, en donde se muestra el grado de peligro en tres niveles para la ciudad de México y en 5 para el estado de México, y cuya zona de mayor afectación son, justamente, las zonas de montañas y piedemontes.
Fuente: elaboración propia con datos del CENAPRED, 2018.