El Valle de México se caracteriza por estar en un suelo arcilloso y limosos de muy alta compresibilidad saturado de agua y rico en alófanos e imogolitas, lo cual, sumado al abatimiento de los niveles de agua del acuífero, resulta en la subsidencia o hundimiento (Solano, 2015). Desde principios del s. XX se reconoce a la subsidencia como un grave peligro que amenaza edificaciones e infraestructura y cuyos costos pueden compararse con los de un gran terremoto (Cabral, 2008), pero que debido a ser un proceso de largo plazo no se ha contabilizado como un desastre natural y los montos son absorbidos por los presupuestos anuales para infraestructura y mantenimiento.
Sin embargo, los principales peligros no están en la magnitud de la subsidencia como tal sino en el riesgo de fracturamiento que existe en las zonas con un alto gradiente horizontal de subsidencia1, las cuales tienen en común estar en zonas de estructura volcánica próximas a sedimentos arcillosos lacustres, lo que rompe la continuidad de la subsidencia del suelo y genera fallas (Cabral, 2008). La información disponible sobre subsidencias y hundimientos está compilada en el Atlas Público de Riesgos de la Ciudad de México, en donde se reúne la información de los hundimientos medios anuales por zonas (principalmente en suelo lacustre), así como los deslaves de tierras subterráneas (socavones).
Se muestra en un segundo mapa la caracterización de los suelos en función de la peligrosidad que representan por su posible hundimiento en el cuadrante de las demarcaciones centrales de la ciudad de México, y que solo caracteriza el peligro en mayor o menor. Se incluyen las antiguas minas que representan un riesgo de colpaso para las edificaciones que están ahora sobre ellas (primer mapa), en donde solo el estado de México ha caracterizado su nivel de peligro.
Fuente: elaboración propia con datos del Atlas Público de Riesgos de la Ciudad de México, 2018 y de CENAPRED, 2018.
Atlas Público de Riesgos de la Ciudad de México (2018). Secretaría de Protección Civil. Gobierno de la Ciudad de México.
Cabral Cano, E., Dixon, T. H., Miralles-Wilhelm, F., Díaz-Molina, O., Sánchez-Zamora, O., Carande, R.E. (2008). Space geodetic imaging of rapid ground subsidence in Mexico City: Geological Society of America Bulletin, 120, 1556–1566.}
Cabral Cano, E., Díaz Molina O., Delgado Granados H. (2011). Subsidencia y sus mapas de peligro: Un ejemplo en el área nororiental de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. Boletín de la Sociedad Geológica Mexicana, 63(1), pp. 53-60.
CENAPRED (2018). Atlas Nacional de Riesgos. Centro Nacional de Prevención de Desastres. UNAM, México.
Rudolph, D.L., Cherry, J.A., and Farvolden, R.N. (1991). Groundwater flow and solute transport in fractured lacustrine clay near Mexico City: Water Resources Research, (27), pp. 2187–2201.
Solano Rojas, Darío, et. al. (2015). La relación de subsidencia del terreno InSAR-GPS y el abatimiento del nivel estático en pozos de la zona Metropolitana de la Ciudad de México. Boletín de la Sociedad Geológica Mexicana, 67(2), pp. 273-283.
▄
Es decir, en donde existe un alto contraste de subsidencias entre dos áreas adyacentes (Cabral, 2011)↩