Desde que era pequeño siempre me han gustado mucho los animales, pero de todos, los que más me gustan son los peces. Sin embargo no pude comprarme una pecera hasta que estuve en el último año del colegio.
Para mi primera pecera tuve que ahorrar durante mucho tiempo, pero al final logré reunir el dinero suficiente y por fin pude comprarme una pequeña pecera de 10 galones, equipada con el sustrato, un filtro, un par de plantas de plástico y unos acondicionadores para el agua.
Yo estaba muy emocionado, por lo que me puse a investigar mucho sobre los distintos tipos de peces de acuario, y lo que debía hacer para preparar la pecera antes de introducir peces en ella. Descubrí que debía llenar la pecera con agua, colocar todo y encender el filtro para iniciar el proceso de ciclado. Este proceso dura aproximadamente 30 días, por lo que estaba un poco molesto ya que deseaba introducir los peces de una vez, pero como no quería que les pasara algo decidí esperar los 30 días antes de comprarlos.
Cuando por fin llegó el día de comprarlos estaba bastante emocionado y un poco preocupado ya que aún no había decidido qué peces comprar. Al llegar al acuario ví varias veces todos los peces que tenían, hasta que al final me decidí por unos pequeños peces goldfish que estaban en oferta. Compré tres, y me fui muy feliz para mi casa con mis nuevos pequeños amigos.
Al llegar, los dejé un rato flotando en la pecera sin sacarlos de la bolsa para que se aclimataran. Luego, los introduje en la pecera y me quedé viendolos nadar durante horas. Dos de ellos eran de color naranja, mientras que el otro era de color blanco.
Lamentablemente, luego de un tiempo uno de mis peces murió. Era uno de los de color naranja, y creo que debió haber tenido alguna enfermedad, ya que mientras los otros dos crecieron bastante él se quedó pequeño, igual a cuando lo compré.
Un tiempo después decidí que debía ponerle nombre a los dos que me quedaban, el problema era que no sabía como nombrarlos, así que simplemente los llamé “blanco” y “naranja”.
Ambos peces crecieron mucho, tanto que la pecera se quedó un poco pequeña para los dos. Además, al tener aletas grandes y largas sufrieron algunas enfermedades, que por dicha logré curar con ayuda de varios foros de internet. A pesar de todo esto, los dos lograron sobrevivir por varios años, hasta que un día me desperté y descubrí que ambos habían muerto. Fallecieron el mismo día, y los enterré en una finca que tiene mi abuelo.
Ahora tengo dos peceras más, una de las cuales es cinco veces más grande que la primer pecera que compré. También he tenido muchos peces, pero jamás voy a olvidar a mis primeros amigos acuáticos, los cuales me ayudaron a aprender muchas de las cosas que sé hoy sobre la acuariofilia.