Introducción

Sinaloa se ha distinguido por ser cuna de atletas de alto rendimiento en diferentes disciplinas, tales como el béisbol, el boxeo y el atletismo, lo cual refleja el nivel de importancia que se le da ha dado al deporte en ese estado. Sin embargo, el deporte no se ha limitado únicamente a la práctica en búsqueda de desarrollo profesional, sino que en la misma dimensión social podemos ver a la actividad física como un vínculo que une a la comunidad y que conduce a las juventudes a desarrollarse de manera sana, evitando esas conductas de riesgo que han estigmatizado a Sinaloa en las últimas décadas, además de promover valores y cuidado de la salud. La información recabada en la ENUT (2024) nos brindó información sobre el tiempo que le dedican los sinaloenses al deporte y de ahí es posible deducir algunas cuestiones, como que, si bien existe un reconocimiento de los beneficios del ejercicio y el deporte, también hay una participación que a veces puede verse limitada por razones que podrían abarcar desde factores socioeconómicos hasta la infraestructura o el acceso.
Pero si algo es cierto y destacable, son los beneficios que obtienen las personas que le han dedicado parte de su tiempo a esta práctica. Como: a) Beneficios de salud pública: Que promueve a la actividad física como parte de una estrategia para detener la problemática relacionada con enfermedades crónicas como la obesidad y la diabetes. b) Beneficios económicos y culturales: Como forma de fortalecen la imagen del estado a través de eventos deportivos y creación de infraestructura que apoye a los atletas. Tan solo en noviembre de 2025 el Gobernador Rubén Rocha Moya declaró que “Está demostrado que Sinaloa somos una potencia en el deporte”. Después de que fuera entregado el premio estatal de deporte 2025 tanto a deportistas convencionales y paralímpicos como a sus entrenadores, Rocha Moya felicitó a los galardonados por sus logros deportivos que ayudaron a posicionar a Sinaloa como lo que él menciona: Una potencia deportiva en el país. (Gobierno del Estado de Sinaloa). c) Beneficios de unión en la comunidad: Donde los habitantes pueden compartir e intercambiar ideas, opiniones, consejos y críticas a través de interacción y rivalidad deportiva sana. Reuniéndose en zonas dedicadas al desarrollo del deporte como puede ser el reconocido Centro de Alto Rendimiento “María del Rosario Espinoza”, así como el Polideportivo Juan S. Millán o el Valle Alto y sus distintos estadios (Tomateros, Teodoro Mariscal, El Encanto, etc). La práctica deportiva en Sinaloa abarca muchas facetas que vale la pena explorar para comprender el fenómenos que rodea a todos sus habitantes.

Aspectos metodológicos

El propósito de esta práctica es analizar las diferentes formas en las que varía el tiempo que la población de Sinaloa destina a la práctica deportiva o actividad física mediante el uso de la información sociodemográfica recuperada de la base de datos de la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT 2024).

El análisis se estructura en dos ejes que se interconectan con la intención de lograr una comprensión completa del fenómeno que rodea a Sinaloa y al deporte: En primer lugar la Participación, que permite busca encontrar patrones de relevancia para ver si la cantidad de individuos que realizan alguna actividad física o deportiva difiere significativamente según las variables ocupadas que recuperan características de la población sinaloense. Y en segundo lugar, el Tiempo en sí mismo, pues se medirá la cantidad de tiempo en promedio que los habitantes inviertieron en estas actividades.

Las variables utilizadas incluyeron: Sexo, situación conyugal, nivel escolar, autoadscripción indígena, autoadscripción afromexicana, grupo de edad, condición de trabajo y condición de actividad económica.

Procedimiento análitico

Dividido en dos etapas:

Análisis de participación

Esta primera parte del análisis estadístico tomó en cuenta los datos de las personas que realizaron prácticas deportivas de acuerdo con las variables, comparando los resultados mediante pruebas chi–cuadrada y porcentajes comparativos de participación

Comparación de medias del tiempo dedicado (tdeporte)

Para poder analizar las diferencias entre variables en cuanto al tiempo dedicado por grupo categórico, realizamos pruebas t (para muestras independientes) si la variable presentaba 2 categorías y ANOVA cuando ésta tenía tres o más categorías, excluyendo valores no encontrados o perdidos de las variables examinadas, en este caso tdeporte.

Con esto podemos observar las variaciones que hay dependiendo los grupos y resulta relevante para dar respuesta a la interrogativa sobre sí se trata de un fenómeno al azar o en realidad existen patrones. El desarrollo del análisis se realizó a través de R y Rstudio con la intención de analizar las correlaciones entre el tiempo dedicado a las prácticas deportivas y las variables por grupo de la población sinaloense.

Resultados

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## 
##     group_rows
Cuadro 1. Distribución de variables categóricas en Sinaloa
Distribución
Variable Categoria Frecuencia Porcentaje
Sexo Hombre 827 44.97
Sexo Mujer 1012 55.03
Grupo de edad 12-17 217 11.80
Grupo de edad 18-29 377 20.50
Grupo de edad 30-44 454 24.69
Grupo de edad 45-59 424 23.06
Grupo de edad 60-74 288 15.66
Grupo de edad 75-84 57 3.10
Grupo de edad 85+ 22 1.20
Nivel escolar Hasta primaria 435 23.65
Nivel escolar Secundaria 482 26.21
Nivel escolar Bachillerato 455 24.74
Nivel escolar Superior 467 25.39
Condición de trabajo 1038 56.44
Condición de trabajo No 801 43.56
Condición de actividad económica Ocupada 1078 58.62
Condición de actividad económica Desocupada 13 0.71
Condición de actividad económica Persona jubilada o pensionada 84 4.57
Condición de actividad económica Estudiante 217 11.80
Condición de actividad económica Se dedica a los quehaceres del hogar o al cuidado de algún familiar 389 21.15
Condición de actividad económica Estaba en otra situación 58 3.15
¿Se autoadscribe como afromexicano? 73 3.97
¿Se autoadscribe como afromexicano? No 1766 96.03
¿Se autoadscribe como indígena? 379 21.08
¿Se autoadscribe como indígena? No 1419 78.92
Situación conyugal Unión libre 319 17.35
Situación conyugal Separada 123 6.69
Situación conyugal Divorciada 57 3.10
Situación conyugal Viuda 99 5.38
Situación conyugal Casada 659 35.83
Situación conyugal Soltera 582 31.65

Resultados

Este apartado esta dividió en dos apartados, en el primero se analiza el nivel de participación en actividades físicas o deportivas por la población residente en la Ciudad de México, analizando la prevalencia por las características demográficas consideradas y analizando diferencias significativas a partir de la prueba Chi-cuadrada. En el segundo apartado se analiza el tiempo dedicado a las actividades mencionadas de las personas que que participaron en ellas, analizando diferencias en las medias mediante la pruebas t- de student y ANOVA.

Participación en actividades físicas y deportivas

De acuerdo a la ENUT 2014 en la CDMX el 39.5% de las personas mayores de 12 años realizan alguna actividad física o deportiva. Nos interesa ahora comparara este porcentaje de participación en cada una de las categorías de las variables sociodemográficas. En primer lugar exploraremos graficamente estas cifras y posteriormente se presentan los resultados de las pruebas Chi cuadrado a fin de indagar si las diferencias observadas son significativas o no (cuadro 2).

La asociación entre las variables categóricas de interés y la participación en actividad física o deporte (variable P6_18) se evaluó mediante la prueba Chi-cuadrada de independencia. Esta prueba permite determinar si existe relación estadísticamente significativa entre dos variables categóricas, comparando las frecuencias observadas con las esperadas bajo la hipótesis de independencia.

La hipótesis a contrastar es: H₀ (nula): No hay asociación entre la variable categórica X y la participación (P6_18).

H₁ (alternativa): Sí hay asociación significativa entre ambas variables.

Un valor p < 0.05 indica evidencia suficiente para rechazar H₀ y concluir que existe asociación significativa.

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## incorrect
Cuadro 2. Resultados de la Prueba Chi-cuadrada
Resultados Chi-cuadrada
Variable Chi-cuadrada gl p-value
Sexo 17.012 1 0.0000
Grupo de edad 89.654 6 0.0000
Nivel escolar 39.631 3 0.0000
Condición de trabajo 2.939 1 0.0865
Condición de actividad económica 74.535 5 0.0000
¿Se autoadscribe como afromexicano? 0.716 1 0.3975
¿Se autoadscribe como indígena? 0.000 1 0.9860
Situación conyugal 98.519 5 0.0000

A partir de lo observado en el cuadro 2 y las gráficas se infiere que: De acuerdo con la ENUT 2014, el 39.5% de las personas de 12 años o más en la Ciudad de México realizan actividad física o deporte. Al comparar este nivel de participación entre distintos grupos sociodemográficos, se observan diferencias importantes que, en la mayoría de los casos, resultan estadísticamente significativas.

A partir de las pruebas se identifica el siguiente perfil de mayor participación en actividad física:

Sexo. La variable sexo muestra una asociación significativa con la participación. Esto indica que hombres y mujeres presentan niveles distintos de participación, siendo los hombres quienes reportan mayor involucramiento en actividad física. Las diferencias por sexo sugiere que persisten brechas de género en la práctica de actividad física. La mayor participación observada entre hombres puede estar asociada a factores culturales, la distribución de roles de género y el acceso diferencial a espacios recreativos. La menor práctica de ejercicio entre mujeres probablemente se debe a barreras relacionadas con el tiempo, la seguridad y la carga de cuidados.

Grupo de edad: El grupo de edad también presenta diferencias estadísticamente significativas, en general, los datos indican que la participación es mayor entre adolescentes y jóvenes, y disminuye gradualmente conforme avanza la edad. Por tanto, el perfil típico es el de personas jóvenes o adultas jóvenes y con menor participación en los grupos mayores. La disminución en edades avanzadas podría relacionarse con limitaciones de salud, cambios en el estilo de vida o menor acceso a actividades físicas adaptadas para personas adultas mayores. Lo anterior resalta la importancia de estrategias dirigidas específicamente a este grupo poblacional.

Nivel escolar:El nivel educativo presenta una de las asociaciones más fuertes, los resultados indican que las personas con mayor escolaridad presentan niveles más altos de participación física o deportiva, mientras que aquellos con educación básica tienden a participar menos, es decir el perfil más activo corresponde a personas con estudios medios y superiores. Los resultados podrían reflejar diferencias en la capacidad de acceder a información sobre salud, recursos económicos, disponibilidad de tiempo y acceso a instalaciones. Esto sugiere que la actividad física se encuentra socialmente estratificada, marcando una brecha que debería ser considerada en programas de intervención.

Condición de trabajo: Se encontró una asociación significativa entre actividad física y condición de trabajo, esto sugiere que estar ocupado o contar con empleo se relaciona con una menor probabilidad de realizar actividad física.

Condición de actividad económica: La variable también presenta significancia estadística, En general, quienes están económicamente activos o se dedican a las labores del hogar muestran menor participación, mientras que estudiantes o inactivos económicos tienden a participar más.

Autoadscripción étnica: Tanto la autoadscripción afromexicana (p>0.05) como la indígena (p>0.05) no presentan asociación significativa con la actividad física. Por tanto,la participación en actividad física no varía estadísticamente según estas identidades culturales. Esto podría interpretarse como una ausencia de diferencias relevantes en términos de pertenencia cultural; sin embargo, también podría deberse a tamaños de muestra limitados o a la necesidad de explorar otras dimensiones socioculturales que influyen en la actividad física.

Situación conyugal: La situación conyugal sí presenta una asociación significativa, los datos muestran que personas solteras o divorciadas participan más, mientras que quienes están casados o en unión libre presentan niveles ligeramente menores. Esto puede estar relacionado con diferencias en la carga de responsabilidades domésticas, disponibilidad de tiempo o patrones de socialización.

Con base en las variables sociodemográficas que sí resultaron significativas, el perfil de la persona que más frecuentemente realiza actividad física en la CDMX es: Hombre joven o adulto joven, con escolaridad media o superior, económicamente no activo, sin pareja estable (soltero/a, divorciado/a). Las variables de autoadscripción indígena o afromexicana no muestran diferencias de participación.

Los resultados muestran que la participación en actividad física en la Ciudad de México es de 39.5%, cifra que evidencia que menos de la mitad de la población mayor de 12 años realiza alguna práctica deportiva o recreativa. Este nivel relativamente bajo subraya la necesidad de continuar promoviendo políticas públicas orientadas al fortalecimiento de hábitos saludables, especialmente en los grupos con menor participación.

En conjunto, los resultados evidencian que la participación en actividad física está influida por factores sociodemográficos que reflejan desigualdades estructurales en la ciudad. Esto sugiere que las políticas de promoción de la actividad física deben tener un enfoque diferenciado, considerando género, edad, nivel educativo y situación económica como ejes clave para mejorar la equidad en el acceso a actividades físicas y deportivas.

Tiempo semanal dedicado a actividades físicas y deportivas

En promedio, las personas en la ciudad de México que participan en actividades físicas o deportivas dedican 5.32 horas a la semana. Empezaremos por explorar mediante gráficas de intervalos de confianza las diferencias según las características sociodemográficas consideradas. En un inicio se consideran solo las variables binarias

Cuadro 3. Resultados de la prueba t de Student para tiempo dedicado a actividades físicas o deportivas
Variable Grupo_1 Media_1 SD_1 n_1 Grupo_2 Media_2 SD_2 n_2 t gl p_value
Sexo Hombre 5.59 4.42 264 Mujer 5.00 3.73 236 1.62 496.48 0.1069
Condición de trabajo 5.38 4.25 266 No 5.23 3.96 234 0.41 496.28 0.6824
¿Se autoadscribe como afromexicano? 4.07 3.21 23 No 5.37 4.15 477 -1.87 25.67 0.0730
¿Se autoadscribe como indígena? 5.23 4.79 103 No 5.32 3.95 385 -0.17 141.33 0.8669

Las gráficas de intervalos de confianza y las pruebas t aplicadas permiten inferir que entre las variables sociodemográficas binarias consideradas en este análisis, solo el sexo muestra diferencias significativas en el tiempo semanal dedicado a actividades físicas o deportivas. Los hombres dedican más tiempo a estas actividades que las mujeres dentro de la población que ya participa en ellas. Por el contrario, la condición de trabajo, la autoadscripción afromexicana y la autoadscripción indígena no presentan asociaciones estadísticamente significativas con el tiempo dedicado a la actividad física. Esto sugiere que, al menos dentro del grupo de personas que sí realizan estas actividades en la Ciudad de México, dichas características no influyen de manera importante en la cantidad de tiempo que se les dedica.

Ahora se analizará el tiempo dedicado a las actividades físicas o deportivas respecto a las variables: grupo de edad, nivel de escolaridad, condición de actividad económica y situación conyugal que tienen la particularidad de tener más de dos categorías, por lo que se deberá aplicar la prueba ANOVA en lugar de t de student.

Empezaremos por construir las gráficas de intervalo de confianza para el tiempo dedicado a la actividad física o deportiva de acuerdo a las categorías de interés, posteriormente se presenta el cuadro 4 con el resumen de las estadísticas descriptivas y finalmente el cuadro 5 con los resultados de la prueba ANOVA.

Cuadro 4. Estadísticos descriptivos de tiempo dedicado a actividad física o deportiva por categoría
Variable Categoria n media sd
Grupo de edad 12-17 112 5.98 4.99
Grupo de edad 18-29 117 6.39 4.95
Grupo de edad 30-44 103 5.04 3.00
Grupo de edad 45-59 86 4.09 2.76
Grupo de edad 60-74 68 4.73 3.55
Grupo de edad 75-84 12 3.64 2.27
Grupo de edad 85+ 2 2.50 0.00
Nivel escolar Hasta primaria 84 4.41 3.86
Nivel escolar Secundaria 123 5.03 4.42
Nivel escolar Bachillerato 118 5.32 3.36
Nivel escolar Superior 175 5.94 4.39
Condición de actividad económica Ocupada 273 5.32 4.23
Condición de actividad económica Desocupada 3 4.83 2.25
Condición de actividad económica Persona jubilada o pensionada 27 4.84 2.47
Condición de actividad económica Estudiante 109 6.10 4.83
Condición de actividad económica Se dedica a los quehaceres del hogar o al cuidado de algún familiar 79 4.49 2.84
Condición de actividad económica Estaba en otra situación 9 4.50 4.17
Situación conyugal Unión libre 49 3.68 2.13
Situación conyugal Separada 23 4.41 2.66
Situación conyugal Divorciada 12 5.76 4.49
Situación conyugal Viuda 16 3.54 2.43
Situación conyugal Casada 158 4.87 3.05
Situación conyugal Soltera 242 6.12 4.95
Cuadro 5. Resultados ANOVA: Tiempo dedicado a la actividad física o deportiva vs variables categóricas
Variable F_value gl1 gl2 p_value n_obs
Grupo de edad 4.0082 6 493 0.0006 1839
Nivel escolar 2.9350 3 496 0.0330 1839
Condición de actividad económica 1.5958 5 494 0.1596 1839
Situación conyugal 4.7686 5 494 0.0003 1839

Los resultados obtenidos permiten comprender con mayor detalle las diferencias en el tiempo dedicado a la actividad física o deportiva según las características sociodemográficas consideradas. En conjunto, los hallazgos revelan que no todas las variables categóricas presentan la misma capacidad para explicar las variaciones en la práctica de actividad física, lo que sugiere que ciertos factores individuales y contextuales influyen de manera diferenciada.

Grupo de edad: La variable con mayor poder explicativo fue el grupo de edad, donde el ANOVA mostró diferencias altamente significativas. Los resultados evidencian una disminución progresiva en la cantidad de tiempo dedicado a la actividad física conforme avanza la edad. Las personas más jóvenes (12–29 años) reportan los niveles más altos de dedicación, mientras que los grupos de mayor edad exhiben una reducción notable. Es probable que las demandas laborales, el aumento de responsabilidades familiares, la disminución de capacidad física y la presencia de enfermedades crónicas tiendan a reducir la práctica de ejercicio en la adultez. En grupos de 60 años o más, factores como limitaciones físicas, menor acceso a programas adecuados y percepciones de autoeficacia reducida pueden influir adicionalmente en la disminución del tiempo destinado a actividad física. No obstante, el hecho de que incluso los grupos mayores mantengan algún nivel de actividad física (aunque reducido) abre la posibilidad de intervenciones dirigidas a promover modalidades adaptadas y programas inclusivos orientados al bienestar en la vejez.

Nivel escolar: El nivel escolar también mostró diferencias estadísticamente significativas, aunque más moderadas que las observadas en la edad. La tendencia indica que, a mayor escolaridad, mayor tiempo dedicado a la actividad física, lo cual puede interpretarse desde múltiples dimensiones: Acceso a recursos e infraestructura, pues quienes poseen mayor escolaridad suelen tener empleos que facilitan la disponibilidad de tiempo libre o acceso a espacios recreativos. Mayor conocimiento sobre los beneficios de la actividad física, particularmente entre personas con estudios medios y superiores. Hábitos de autocuidado que se tienden a promover más en entornos educativos formales. Estos resultados revelan una posible brecha socioeducativa en las prácticas de actividad física que debe considerarse para intervenciones públicas: los programas destinados a fomentar la actividad física deben contemplar estrategias distintas según el nivel educativo, con mensajes accesibles, entornos adecuados y actividades culturalmente pertinentes.

Condición de actividad económica: A diferencia de las variables anteriores, la condición de actividad económica no mostró diferencias significativas. Aunque algunas categorías, como “estaba en otra situación” o “desocupada”, presentan medias más altas, esta variabilidad parece explicarse principalmente por tamaños de muestra reducidos o alta dispersión, más que por patrones consistentes. La ausencia de efectos significativos podría deberse a varias razones: La práctica de actividad física puede depender menos de la ocupación formal y más del estilo de vida individual. Existen grupos muy heterogéneos dentro de las categorías (por ejemplo, “ocupada” incluye trabajos muy distintos en tiempo libre y exigencia física). Algunas personas en categorías como “quehaceres del hogar” o “estudiantes” pueden combinar sus actividades con ejercicio sin una relación directa con la condición económica. En conjunto, estos resultados subrayan la complejidad multidimensional del vínculo entre trabajo y actividad física, sugiriendo que por sí sola esta variable no es un predictor claro del tiempo dedicado al ejercicio.

Situación conyugal. La situación conyugal mostró diferencias significativas que aportan una perspectiva sociocultural importante. Las personas solteras y en unión libre presentan mayores niveles de actividad física, mientras que las viudas reportan los promedios más bajos. Este patrón puede interpretarse desde dinámicas familiares, emocionales y de disposición de tiempo. Entre las explicaciones posibles se encuentran: Las personas solteras pueden tener mayor autonomía para gestionar su tiempo libre. La unión libre suele asociarse a dinámicas relacionales más flexibles que el matrimonio tradicional. Las personas viudas pueden enfrentar barreras emocionales, de salud o motivacionales que limiten la práctica de ejercicio. En matrimonios consolidados pueden surgir responsabilidades familiares que reduzcan la disposición de tiempo. Estos resultados revelan que la actividad física no es sólo una práctica individual, sino que está inmersa en contextos relacionales y afectivos que influyen en la conducta.

Síntesis general: Al integrar los resultados descriptivos, gráficos y del ANOVA, se concluye que: La edad, el nivel escolar y la situación conyugal son variables relevantes para comprender el tiempo dedicado a la actividad física o deportiva. La condición de actividad económica no presenta influencia significativa. Los patrones observados sugieren que la actividad física se relaciona tanto con factores estructurales (educación, edad) como con factores personales y relacionales (estado conyugal). Los hallazgos permiten orientar iniciativas públicas y comunitarias: Programas diferenciados por edad, especialmente orientados a mantener hábitos saludables en adultos mayores. Estrategias de promoción física en población con menor nivel educativo, con enfoque inclusivo y accesible. Consideración de dinámicas familiares y emocionales para promover actividad física en grupos como personas viudas o casadas. Enfoques comunitarios, que faciliten la creación de espacios seguros, accesibles y motivadores para personas de diferentes perfiles sociodemográficos.

Conclusiones

Bibliografía