Introducción

La realización de actividad física y deporte en la Ciudad de México tiene múltiples dimensiones sociales, funcionando como una potente herramienta de integración, salud pública y desarrollo comunitario, aunque enfrenta barreras como la falta de infraestructura accesible y la desigualdad social. Algunos aspectos sociales relacionados con la práctica de deporte o la realización de actividad física son: a) Cohesión e Integración Social: El deporte fomenta el establecimiento de relaciones sociales entre personas de diferentes orígenes y culturas, inculcando nociones de respeto y trabajo en equipo. En la CDMX, los programas comunitarios y la activación de espacios públicos como parques y camellones buscan explícitamente generar tejido social; b) Salud Pública y Prevención: Dada la alta prevalencia de sobrepeso y obesidad en México, la actividad física es un pilar fundamental para la prevención de enfermedades crónicas. Las políticas públicas, como el programa “Salud en Tu Vida”, utilizan el deporte como estrategia para mejorar el bienestar físico y mental de la población; c) Desarrollo Humano y Personal: La práctica deportiva contribuye al aprendizaje de roles sociales, refuerza la autoestima, el autoconcepto, el sentimiento de identidad y la solidaridad. En particular, se considera vital para el desarrollo de los jóvenes, fomentando la autoconfianza y la interacción social; d) Uso del Tiempo Libre y Entretenimiento: El deporte y la actividad física ofrecen una forma saludable de entretenimiento y aprovechamiento del tiempo libre, lo cual es un aspecto social importante en una metrópoli con múltiples opciones de ocio; e) Inclusión y Equidad: El Estado mexicano reconoce el derecho a la cultura física y al deporte para todas las personas, con la obligación de garantizar su acceso a grupos vulnerables. Sin embargo, la falta de oportunidades y el apoyo social desigual siguen siendo barreras, especialmente para ciertos grupos sociodemográficos; f) Infraestructura y Acceso: La disponibilidad de instalaciones deportivas es un factor social determinante. Aunque existen grandes complejos como la Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca o la Alberca Olímpica, la falta de inversión generalizada en infraestructura pública accesible sigue siendo un desafío, contrastando con las instalaciones privadas. Iniciativas como los Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (PILARES) buscan acercar estas oportunidades a la población. En resumen, el deporte en la CDMX es un fenómeno social complejo con un gran potencial transformador, que se manifiesta en la búsqueda de una sociedad más saludable, integrada y con mayor bienestar, pero cuya efectividad depende en gran medida de políticas públicas y la superación de barreras socioeconómicas y de infraestructura.

Aspectos Metodológicos

El objetivo central de este análisis es explorar cómo varía el tiempo dedicado a la actividad física o deporte en la Ciudad de México, considerando diversos factores sociodemográficos y laborales incluidos en la base de datos derivada de la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT) del 2024. El análisis se realizó desde dos perspectivas complementarias: a) Participación: identificar si existen diferencias en la proporción de personas que realizan actividad física o deportiva según distintas características de la población y b) Intensidad del tiempo invertido: evaluar cómo cambia la cantidad de tiempo dedicado a estas actividades entre grupos, con énfasis en las variables categóricas disponibles. Se tomaron como variables explicativas diversas categorías presentes en la base de datos, tales como: sexo, grupo de edad, nivel educativo, condición de trabajo, condición de actividad económica, autoidentificación étnica (afrodescendiente o no, indígena o no) y situación conyugal. Este conjunto de indicadores permite caracterizar diferencias sociodemográficas en la participación en actividades físico–deportivas y en el tiempo dedicado a ellas. El análisis estadístico se llevó a cabo en dos etapas:

Análisis de participación

Se examinó la proporción de personas que realizan actividad física dentro de cada grupo categórico, generando contrastes mediante pruebas chi–cuadrada y porcentajes comparativos de participación

Comparación de medias del tiempo dedicado (tdeporte)

Para determinar si existen diferencias estadísticamente significativas en el tiempo promedio dedicado a la actividad física entre categorías de cada variable. Cuando la variable explicativa tenía dos categorías, se aplicó una prueba t para muestras independientes. Cuando la variable explicativa tenía tres o más categorías, se utilizó un ANOVA de un factor, en ambos casos se excluyeron observaciones con valores perdidos en la variable tdeporte o en la variable analizada.Estas pruebas permiten evaluar si las diferencias observadas en los promedios de tdeporte entre grupos pueden atribuirse al azar o indican patrones relevantes a nivel poblacional. Estos análisis contextualizan los resultados del tiempo dedicado, dado que algunos grupos pueden mostrar baja participación pero altos promedios entre quienes sí participan, o viceversa. Todo el procesamiento estadístico se realizó en R. Con este enfoque metodológico se busca: Determinar qué características sociodemográficas están asociadas con diferencias en el tiempo destinado a actividades físicas o deportivas. Aportar evidencia para comprender patrones de actividad física en la CDMX. Generar información útil para orientar intervenciones, programas o políticas relacionadas con salud, deporte y uso del tiempo. En el cuadro 1 se presenta la distribución porcentual de las variables sociodemográficas consideradas en el estudio.

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Cuadro 1. Distribución de variables categóricas en CDMX
Distribución
Variable Categoria Frecuencia Porcentaje
Sexo Hombre 934 45.90
Sexo Mujer 1101 54.10
Grupo de edad 12-17 136 6.68
Grupo de edad 18-29 398 19.56
Grupo de edad 30-44 526 25.85
Grupo de edad 45-59 461 22.65
Grupo de edad 60-74 387 19.02
Grupo de edad 75-84 94 4.62
Grupo de edad 85+ 33 1.62
Nivel escolar Hasta primaria 238 11.70
Nivel escolar Secundaria 419 20.60
Nivel escolar Bachillerato 578 28.42
Nivel escolar Superior 799 39.28
Condición de trabajo 1261 61.97
Condición de trabajo No 774 38.03
Condición de actividad económica Ocupada 1291 63.44
Condición de actividad económica Desocupada 25 1.23
Condición de actividad económica Persona jubilada o pensionada 158 7.76
Condición de actividad económica Estudiante 213 10.47
Condición de actividad económica Se dedica a los quehaceres del hogar o al cuidado de algún familiar 308 15.14
Condición de actividad económica Estaba en otra situación 40 1.97
¿Se autoadscribe como afromexicano? 36 1.77
¿Se autoadscribe como afromexicano? No 1999 98.23
¿Se autoadscribe como indígena? 198 9.74
¿Se autoadscribe como indígena? No 1834 90.26
Situación conyugal Unión libre 308 15.14
Situación conyugal Separada 154 7.57
Situación conyugal Divorciada 59 2.90
Situación conyugal Viuda 122 6.00
Situación conyugal Casada 581 28.55
Situación conyugal Soltera 811 39.85

Resultados

Este apartado esta dividió en dos apartados, en el primero se analiza el nivel de participación en actividades físicas o deportivas por la población residente en la Ciudad de México, analizando la prevalencia por las características demográficas consideradas y analizando diferencias significativas a partir de la prueba Chi-cuadrada. En el segundo apartado se analiza el tiempo dedicado a las actividades mencionadas de las personas que que participaron en ellas, analizando diferencias en las medias mediante la pruebas t- de student y ANOVA.

Participación en actividades físicas y deportivas

De acuerdo a la ENUT 2014 en la CDMX el 39.5% de las personas mayores de 12 años realizan alguna actividad física o deportiva. Nos interesa ahora comparara este porcentaje de participación en cada una de las categorías de las variables sociodemográficas. En primer lugar exploraremos graficamente estas cifras y posteriormente se presentan los resultados de las pruebas Chi cuadrado a fin de indagar si las diferencias observadas son significativas o no (cuadro 2).

La asociación entre las variables categóricas de interés y la participación en actividad física o deporte (variable P6_18) se evaluó mediante la prueba Chi-cuadrada de independencia. Esta prueba permite determinar si existe relación estadísticamente significativa entre dos variables categóricas, comparando las frecuencias observadas con las esperadas bajo la hipótesis de independencia.

La hipótesis a contrastar es: H₀ (nula): No hay asociación entre la variable categórica X y la participación (P6_18).

H₁ (alternativa): Sí hay asociación significativa entre ambas variables.

Un valor p < 0.05 indica evidencia suficiente para rechazar H₀ y concluir que existe asociación significativa.

Cuadro 2. Resultados de la Prueba Chi-cuadrada
Resultados Chi-cuadrada
Variable Chi-cuadrada gl p-value
Sexo 12.246 1 0.0005
Grupo de edad 27.043 6 0.0001
Nivel escolar 89.230 3 0.0000
Condición de trabajo 7.131 1 0.0076
Condición de actividad económica 38.245 5 0.0000
¿Se autoadscribe como afromexicano? 0.172 1 0.6783
¿Se autoadscribe como indígena? 2.367 1 0.1239
Situación conyugal 46.318 5 0.0000

A partir de lo observado en el cuadro 2 y las gráficas se infiere que: De acuerdo con la ENUT 2014, el 39.5% de las personas de 12 años o más en la Ciudad de México realizan actividad física o deporte. Al comparar este nivel de participación entre distintos grupos sociodemográficos, se observan diferencias importantes que, en la mayoría de los casos, resultan estadísticamente significativas.

A partir de las pruebas se identifica el siguiente perfil de mayor participación en actividad física:

Sexo. La variable sexo muestra una asociación significativa con la participación. Esto indica que hombres y mujeres presentan niveles distintos de participación, siendo los hombres quienes reportan mayor involucramiento en actividad física. Las diferencias por sexo sugiere que persisten brechas de género en la práctica de actividad física. La mayor participación observada entre hombres puede estar asociada a factores culturales, la distribución de roles de género y el acceso diferencial a espacios recreativos. La menor práctica de ejercicio entre mujeres probablemente se debe a barreras relacionadas con el tiempo, la seguridad y la carga de cuidados.

Grupo de edad: El grupo de edad también presenta diferencias estadísticamente significativas, en general, los datos indican que la participación es mayor entre adolescentes y jóvenes, y disminuye gradualmente conforme avanza la edad. Por tanto, el perfil típico es el de personas jóvenes o adultas jóvenes y con menor participación en los grupos mayores. La disminución en edades avanzadas podría relacionarse con limitaciones de salud, cambios en el estilo de vida o menor acceso a actividades físicas adaptadas para personas adultas mayores. Lo anterior resalta la importancia de estrategias dirigidas específicamente a este grupo poblacional.

Nivel escolar:El nivel educativo presenta una de las asociaciones más fuertes, los resultados indican que las personas con mayor escolaridad presentan niveles más altos de participación física o deportiva, mientras que aquellos con educación básica tienden a participar menos, es decir el perfil más activo corresponde a personas con estudios medios y superiores. Los resultados podrían reflejar diferencias en la capacidad de acceder a información sobre salud, recursos económicos, disponibilidad de tiempo y acceso a instalaciones. Esto sugiere que la actividad física se encuentra socialmente estratificada, marcando una brecha que debería ser considerada en programas de intervención.

Condición de trabajo: Se encontró una asociación significativa entre actividad física y condición de trabajo, esto sugiere que estar ocupado o contar con empleo se relaciona con una menor probabilidad de realizar actividad física.

Condición de actividad económica: La variable también presenta significancia estadística, En general, quienes están económicamente activos o se dedican a las labores del hogar muestran menor participación, mientras que estudiantes o inactivos económicos tienden a participar más.

Autoadscripción étnica: Tanto la autoadscripción afromexicana (p>0.05) como la indígena (p>0.05) no presentan asociación significativa con la actividad física. Por tanto,la participación en actividad física no varía estadísticamente según estas identidades culturales. Esto podría interpretarse como una ausencia de diferencias relevantes en términos de pertenencia cultural; sin embargo, también podría deberse a tamaños de muestra limitados o a la necesidad de explorar otras dimensiones socioculturales que influyen en la actividad física.

Situación conyugal: La situación conyugal sí presenta una asociación significativa, los datos muestran que personas solteras o divorciadas participan más, mientras que quienes están casados o en unión libre presentan niveles ligeramente menores. Esto puede estar relacionado con diferencias en la carga de responsabilidades domésticas, disponibilidad de tiempo o patrones de socialización.

Con base en las variables sociodemográficas que sí resultaron significativas, el perfil de la persona que más frecuentemente realiza actividad física en la CDMX es: Hombre joven o adulto joven, con escolaridad media o superior, económicamente no activo, sin pareja estable (soltero/a, divorciado/a). Las variables de autoadscripción indígena o afromexicana no muestran diferencias de participación.

Los resultados muestran que la participación en actividad física en la Ciudad de México es de 39.5%, cifra que evidencia que menos de la mitad de la población mayor de 12 años realiza alguna práctica deportiva o recreativa. Este nivel relativamente bajo subraya la necesidad de continuar promoviendo políticas públicas orientadas al fortalecimiento de hábitos saludables, especialmente en los grupos con menor participación.

En conjunto, los resultados evidencian que la participación en actividad física está influida por factores sociodemográficos que reflejan desigualdades estructurales en la ciudad. Esto sugiere que las políticas de promoción de la actividad física deben tener un enfoque diferenciado, considerando género, edad, nivel educativo y situación económica como ejes clave para mejorar la equidad en el acceso a actividades físicas y deportivas.

Tiempo semanal dedicado a actividades físicas y deportivas

En promedio, las personas en la ciudad de México que participan en actividades físicas o deportivas dedican 5.32 horas a la semana. Empezaremos por explorar mediante gráficas de intervalos de confianza las diferencias según las características sociodemográficas consideradas. En un inicio se consideran solo las variables binarias

Cuadro 3. Resultados de la prueba t de Student para tiempo dedicado a actividades físicas o deportivas
Variable Grupo_1 Media_1 SD_1 n_1 Grupo_2 Media_2 SD_2 n_2 t gl p_value
Sexo Hombre 5.76 4.64 407 Mujer 4.88 3.68 396 2.96 769.88 0.0032
Condición de trabajo 5.29 4.22 469 No 5.38 4.21 334 -0.28 718.43 0.7762
¿Se autoadscribe como afromexicano? 4.79 4.31 13 No 5.34 4.21 790 -0.45 12.38 0.6617
¿Se autoadscribe como indígena? 5.67 4.98 68 No 5.31 4.14 733 0.59 75.80 0.5586

Las gráficas de intervalos de confianza y las pruebas t aplicadas permiten inferir que entre las variables sociodemográficas binarias consideradas en este análisis, solo el sexo muestra diferencias significativas en el tiempo semanal dedicado a actividades físicas o deportivas. Los hombres dedican más tiempo a estas actividades que las mujeres dentro de la población que ya participa en ellas. Por el contrario, la condición de trabajo, la autoadscripción afromexicana y la autoadscripción indígena no presentan asociaciones estadísticamente significativas con el tiempo dedicado a la actividad física. Esto sugiere que, al menos dentro del grupo de personas que sí realizan estas actividades en la Ciudad de México, dichas características no influyen de manera importante en la cantidad de tiempo que se les dedica.

Ahora se analizará el tiempo dedicado a las actividades físicas o deportivas respecto a las variables: grupo de edad, nivel de escolaridad, condición de actividad económica y situación conyugal que tienen la particularidad de tener más de dos categorías, por lo que se deberá aplicar la prueba ANOVA en lugar de t de student.

Empezaremos por construir las gráficas de intervalo de confianza para el tiempo dedicado a la actividad física o deportiva de acuerdo a las categorías de interés, posteriormente se presenta el cuadro 4 con el resumen de las estadísticas descriptivas y finalmente el cuadro 5 con los resultados de la prueba ANOVA.

Cuadro 4. Estadísticos descriptivos de tiempo dedicado a actividad física o deportiva por categoría
Variable Categoria n media sd
Grupo de edad 12-17 75 5.71 4.46
Grupo de edad 18-29 179 6.89 5.09
Grupo de edad 30-44 200 5.37 4.12
Grupo de edad 45-59 158 4.26 2.78
Grupo de edad 60-74 149 4.75 4.09
Grupo de edad 75-84 31 3.60 1.97
Grupo de edad 85+ 11 4.68 4.27
Nivel escolar Hasta primaria 56 4.44 3.48
Nivel escolar Secundaria 138 4.68 3.89
Nivel escolar Bachillerato 196 5.81 4.73
Nivel escolar Superior 412 5.45 4.11
Nivel escolar NA 1 1.00 NA
Condición de actividad económica Ocupada 481 5.29 4.23
Condición de actividad económica Desocupada 12 6.47 7.40
Condición de actividad económica Persona jubilada o pensionada 80 4.58 3.61
Condición de actividad económica Estudiante 116 5.86 4.25
Condición de actividad económica Se dedica a los quehaceres del hogar o al cuidado de algún familiar 101 5.13 3.63
Condición de actividad económica Estaba en otra situación 13 7.01 6.22
Situación conyugal Unión libre 86 5.20 3.40
Situación conyugal Separada 48 4.10 3.12
Situación conyugal Divorciada 24 5.27 4.08
Situación conyugal Viuda 40 3.83 2.66
Situación conyugal Casada 220 4.59 3.66
Situación conyugal Soltera 385 6.09 4.75
Cuadro 5. Resultados ANOVA: Tiempo dedicado a la actividad física o deportiva vs variables categóricas
Variable F_value gl1 gl2 p_value n_obs
Grupo de edad 7.6225 6 796 0.0000 2035
Nivel escolar 2.9099 3 798 0.0337 2035
Condición de actividad económica 1.5196 5 797 0.1812 2035
Situación conyugal 5.9085 5 797 0.0000 2035

Los resultados obtenidos permiten comprender con mayor detalle las diferencias en el tiempo dedicado a la actividad física o deportiva según las características sociodemográficas consideradas. En conjunto, los hallazgos revelan que no todas las variables categóricas presentan la misma capacidad para explicar las variaciones en la práctica de actividad física, lo que sugiere que ciertos factores individuales y contextuales influyen de manera diferenciada.

Grupo de edad: La variable con mayor poder explicativo fue el grupo de edad, donde el ANOVA mostró diferencias altamente significativas. Los resultados evidencian una disminución progresiva en la cantidad de tiempo dedicado a la actividad física conforme avanza la edad. Las personas más jóvenes (12–29 años) reportan los niveles más altos de dedicación, mientras que los grupos de mayor edad exhiben una reducción notable. Es probable que las demandas laborales, el aumento de responsabilidades familiares, la disminución de capacidad física y la presencia de enfermedades crónicas tiendan a reducir la práctica de ejercicio en la adultez. En grupos de 60 años o más, factores como limitaciones físicas, menor acceso a programas adecuados y percepciones de autoeficacia reducida pueden influir adicionalmente en la disminución del tiempo destinado a actividad física. No obstante, el hecho de que incluso los grupos mayores mantengan algún nivel de actividad física (aunque reducido) abre la posibilidad de intervenciones dirigidas a promover modalidades adaptadas y programas inclusivos orientados al bienestar en la vejez.

Nivel escolar: El nivel escolar también mostró diferencias estadísticamente significativas, aunque más moderadas que las observadas en la edad. La tendencia indica que, a mayor escolaridad, mayor tiempo dedicado a la actividad física, lo cual puede interpretarse desde múltiples dimensiones: Acceso a recursos e infraestructura, pues quienes poseen mayor escolaridad suelen tener empleos que facilitan la disponibilidad de tiempo libre o acceso a espacios recreativos. Mayor conocimiento sobre los beneficios de la actividad física, particularmente entre personas con estudios medios y superiores. Hábitos de autocuidado que se tienden a promover más en entornos educativos formales. Estos resultados revelan una posible brecha socioeducativa en las prácticas de actividad física que debe considerarse para intervenciones públicas: los programas destinados a fomentar la actividad física deben contemplar estrategias distintas según el nivel educativo, con mensajes accesibles, entornos adecuados y actividades culturalmente pertinentes.

Condición de actividad económica: A diferencia de las variables anteriores, la condición de actividad económica no mostró diferencias significativas. Aunque algunas categorías, como “estaba en otra situación” o “desocupada”, presentan medias más altas, esta variabilidad parece explicarse principalmente por tamaños de muestra reducidos o alta dispersión, más que por patrones consistentes. La ausencia de efectos significativos podría deberse a varias razones: La práctica de actividad física puede depender menos de la ocupación formal y más del estilo de vida individual. Existen grupos muy heterogéneos dentro de las categorías (por ejemplo, “ocupada” incluye trabajos muy distintos en tiempo libre y exigencia física). Algunas personas en categorías como “quehaceres del hogar” o “estudiantes” pueden combinar sus actividades con ejercicio sin una relación directa con la condición económica. En conjunto, estos resultados subrayan la complejidad multidimensional del vínculo entre trabajo y actividad física, sugiriendo que por sí sola esta variable no es un predictor claro del tiempo dedicado al ejercicio.

Situación conyugal. La situación conyugal mostró diferencias significativas que aportan una perspectiva sociocultural importante. Las personas solteras y en unión libre presentan mayores niveles de actividad física, mientras que las viudas reportan los promedios más bajos. Este patrón puede interpretarse desde dinámicas familiares, emocionales y de disposición de tiempo. Entre las explicaciones posibles se encuentran: Las personas solteras pueden tener mayor autonomía para gestionar su tiempo libre. La unión libre suele asociarse a dinámicas relacionales más flexibles que el matrimonio tradicional. Las personas viudas pueden enfrentar barreras emocionales, de salud o motivacionales que limiten la práctica de ejercicio. En matrimonios consolidados pueden surgir responsabilidades familiares que reduzcan la disposición de tiempo. Estos resultados revelan que la actividad física no es sólo una práctica individual, sino que está inmersa en contextos relacionales y afectivos que influyen en la conducta.

Síntesis general: Al integrar los resultados descriptivos, gráficos y del ANOVA, se concluye que: La edad, el nivel escolar y la situación conyugal son variables relevantes para comprender el tiempo dedicado a la actividad física o deportiva. La condición de actividad económica no presenta influencia significativa. Los patrones observados sugieren que la actividad física se relaciona tanto con factores estructurales (educación, edad) como con factores personales y relacionales (estado conyugal). Los hallazgos permiten orientar iniciativas públicas y comunitarias: Programas diferenciados por edad, especialmente orientados a mantener hábitos saludables en adultos mayores. Estrategias de promoción física en población con menor nivel educativo, con enfoque inclusivo y accesible. Consideración de dinámicas familiares y emocionales para promover actividad física en grupos como personas viudas o casadas. Enfoques comunitarios, que faciliten la creación de espacios seguros, accesibles y motivadores para personas de diferentes perfiles sociodemográficos.

Conclusiones

Bibliografía