1. Introducción


A continuación, se analizó el salario acumulado en los últimos nueve meses del periodo 2008-09 para profesores asistentes, asociados y titulares en una universidad de los EE. UU. Los datos fueron recolectados como parte del esfuerzo continuo de la administración universitaria para monitorear las diferencias salariales entre profesores hombre y mujer.

Este informe examina el conjunto de datos Salaries, en donde evaluamos la influencia en la remuneración de variables como el sexo, los años de servicio, el tiempo transcurrido desde la obtención del doctorado (PhD) y la disciplina académica..

Salario (USD)
Años Servicio
Años con PhD
Sexo Disciplina Cantidad Promedio Mediana DE Promedio Promedio
Female A 18 89.064,9 78.000 21.638,6 11,4 17,5
Male A 163 110.700,0 105.260 30.663,1 20,9 26,3
Female B 21 111.234,5 105.450 25.367,2 11,7 15,7
Male B 195 118.760,4 113.600 29.831,3 16,1 20,2

Pregunta 1. ¿Se evidencia una diferencia salarial entre hombres y mujeres?

Al realizar un análisis de las estadísticas descriptivas básicas de cantidad de registros, media, mediana, desviación estándar, observamos que los datos no se encuentran representados de igual forma por la variable sexo para hombres y mujeres. Las mujeres se encuentran en una menor cantidad en los datos registrados en la fuente de datos Salaries con solo 39 observaciones, frente a las 358 observaciones correspondientes a hombres. Esto indica una baja participación de mujeres en el campo academico de esta universidad. Además, la participación de las mujeres, tanto en disciplinas teóricas como aplicadas, ronda apenas el 10%, una baja inserción en el campo academico de la población de mujeres.

En términos numéricos, observamos que el salario promedio de las mujeres es inferior al de los hombres. Observando inicialmente una brecha salarial más pronunciada en las mujeres que se dedican a disciplinas teóricas, con una diferencia cercana de 21.635 dólares, en comparación con las disciplinas aplicadas, donde la diferencia es de 7.525,9 dólares siendo una tercera parte de la presentada en disciplinas teóricas.

En relación con los años de servicio, las mujeres reportan una antigüedad promedio de 11,6 años, frente a los 18,3 años de los hombres. Este patrón se mantiene al analizar la experiencia académica medida desde la obtención del doctorado: las mujeres promedian 16,5 años, mientras que los hombres alcanzan los 22,9 años. Estas diferencias sugieren que los hombres tienden a contar con una inserción laboral académica más larga, lo cual podría explicar sus mayores salarios y su predominio en los rangos de profesor en la universidad. Por otro lado, la inserción más reciente de mujeres profesoras podría estar relacionada con un cambio de paradigma y el impacto de nuevas políticas públicas para fomentar la equidad de género en la academia.

A continuación, se presenta un gráfico de cajas para comparar la distribución salarial entre sexos, rango profesoral y disciplina.

Análisis de distribución salarial por rango profesoral y años de servicio

Para facilitar el análisis y la comparación visual, se agruparon los años de servicio en intervalos de 5 años. Esto permite visualizar, mediante diagramas de caja, la evolución de la distribución salarial a medida que aumenta la antigüedad.

Análisis Comparativo Acotado para años de servicio entre 1 a 30 años

Se observó que no existen registros de mujeres con una antigüedad superior a los 30 años, lo cual impediría una comparación equitativa para años de servicio superiores. Por tal motivo, se decidió acotar el análisis a profesores con un máximo de 30 años de servicio para establecer un grupo comparativo homogéneo y se considerá un período de 30 años un período lo suficientemente largo para continuar con el análisis.

Adicionalmente, se excluyeron aquellos profesores con menos de un año de servicio (0 años), dado que sus salarios anualizados podrían no reflejar el ingreso completo o presentar distorsiones por periodos parciales. Asimismo, se notó que los salarios tienden a decrecer en los extremos superiores, posiblemente debido a que el profesor haya llegado a su periodo de jubilación u otros factores externos que distorsionan la tendencia de crecimiento salarial esperada.

Gracias a la visualización con boxplot, se observa inicialmente que la distribución salarial de las mujeres suele situarse por debajo de la mediana de los hombres al analizarla en función de los años de servicio.

Aunque en varios subgrupos las medianas son comparables, los hombres tienden a ubicarse en valores salariales ligeramente superiores. El análisis gráfico revela que el salario aumenta conforme avanza la vida académica, presentando mayor dispersión en los niveles superiores y mostrando diferencias salariales por sexo particularmente marcadas, donde los hombres concentran los valores más altos. Dado que previamente se identificó que los hombres tienen, en promedio, trayectorias más largas, se examinará si estas disparidades son atribuibles a la antigüedad, analizando la evolución salarial a lo largo del tiempo en cada categoría.

Pregunta 2. ¿Las diferencias salariales son atribuibles exclusivamente al género de los profesores?

Salario de los profesores según sus años de servicio

Primero, se genera un gráfico de dispersión para observar los datos según el rango academico alcanzado, diferenciando el sexo mediante la forma de los puntos (círculos rellenos para hombres y círculos vacíos para mujeres). La primera relación del modelo lineal nos muestra una relación lineal entre años de servicio y salario.

El desglose por disciplina nos permite evidenciar una heterogeneidad entre los datos, en la disciplina B en los campos aplicados nos muestra que los salarios son más altos y con una mayor cantidad de profesores contratados. Sin embargo, la representación de las mujeres (círculos vacíos) disminuye drásticamente en los niveles superiores de salario y rango de profesor titular, evidenciando una baja representación en los rangos academicos más altos dentro de la universidad y la remuneración siguen estando ocupadas mayoritariamente por hombres. Esto sugiere la necesidad de incentivar con mayor fuerza políticas públicas que promuevan la inmersión de la mujer en roles academicos de alto nivel, independientemente de la disciplina.

En esta universidad, la permanencia por períodos largos de tiempo en el mismo rango profesoral no garantiza un aumento salarial que se evidencie de forma significativa. El aumento real de sueldo se atribuye al cambio de rango profesoral y no tanto de la antigüedad de los años de servicio academico, sugiriendo así la existencia de bandas salariales por rango profesoral.

Es más probable que los nuevos profesores contratados con una menor cantidad de años de servicio ingresen con salarios ajustados al mercado actual, igualando los sueldos de profesores que llevan muchos años de servicio en la universidad y cuyos aumentos anuales no superaron la inflación y se enmarcan en una banda salarial.

Los datos sugieren la existencia de una banda salarial rígida para cada rango. Una vez que un profesor alcanza la parte media o alta de esa banda, su salario tiende a ser constante a lo largo del tiempo a menos que cambie de rango profesoral.

Disciplina A - Teórica: La línea naranja que relaciona el rango de profesor asociado muestra una ligera pendiente negativa. Lo anterior, sugiere que la antigüedad en este rango no garantiza un mejor salario. Este fenómeno podría explicarse por una inversión salarial, en donde los nuevos profesores ingresan con remuneraciones más competitivas, ajustadas al mercado actual y a políticas de equidad más recientes. En contraste, las profesoras con mayor permanencia mantienen bases salariales históricas que eran inferiores, perpetuando desventajas de periodos anteriores donde, además, las brechas salariales hacia las mujeres eran más acentuadas.

Disciplina B - Aplicada: Muestra salarios generales más altos y una mejor separación de los grupos por banda salarial que se plantea de hipótesis, pero la tendencia horizontal se mantiene. Esto sugiere que la Disciplina B paga más por condiciones de mercado, pero sigue sin premiar la antigüedad por sí sola. Es posible que otros factores externos pueden influir en la variación de los salarios en un mismo rango profesoral, así cómo: publicaciones en revistas indexadas, premios de investigación o cargos administrativos.

Salario de los profesores según sus años de servicio por rango profesoral

Se evidencia una baja representación en los datos de las mujeres por período y rango profesoral, se observa para el rango profesoral de titular, que el salario de hombres y mujeres se encuentra en una banda salarial, y se ven valores de la mediana ligeramente más bajos, sin embargo los boxplot se solapan, por lo qué no se podría aseverar sin hacer una prueba estadística que me permita comparar si las distribuciones salariales presentan una diferencia significativa o se encuentra asociado a la variabilidad normal.

Para el rol de profesor asociado asociado a la disciplina A teórica si se evidencian valores inferiores para los sueldos de las mujeres, mientras que para los profesores con rol de asociado en la disciplina B aplicada, encontramos que los rangos salariales para hombres y mujeres se encuentran dentro de la misma banda salarial, pero con una mayor dispersión generando una asimetría negativa de los datos de las mujeres.

Para los profesores asistentes de recién ingreso podemos ver también un ingreso similar entre hombres y mujeres. Sin embargo, para el salario de ingreso de la disciplina B Aplicada la mediana se encuentra ligeramente por debajo.

Salario de los profesores según el tiempo transcurrido desde la obtención de su PhD

La relación entre años de servicio y salario evidencia patrones diferenciados por rango academico y disciplina; sin embargo, es importante señalar que la baja representación de las mujeres en varios subgrupos limita la estabilidad de las tendencias observadas.

En los rangos superiores de profesor titular y profesor asociado, las líneas de tendencia femeninas son más inestables y sensibles a la variabilidad de los datos debido al reducido número de observaciones. Si bien se controlaron los valores atípicos al estimar las tendencias, la baja representatividad femenina sigue afectando la precisión estadística.

Aun con esta precaución, se observa que los hombres presentan patrones más consistentes y una mayor dispersión salarial, especialmente en el rango de Profesor Titular, donde alcanzan los niveles máximos. Las mujeres, por el contrario, se concentran en intervalos más estrechos y no presentan los valores extremos superiores que sí aparecen entre los hombres.

En los rangos iniciales de profesor asistente, las diferencias entre hombres y mujeres son menos marcadas y las trayectorias salariales resultan más comparables, lo que sugiere que las brechas se amplían para las mujeres que ingresaron a la vida academica con más años.

Conclusiones

Sí, se evidencia una diferencia salarial en términos absolutos. Los datos descriptivos muestran que el salario promedio de los hombres es superior al de las mujeres. Sin embargo, este hallazgo inicial está sesgado por la desproporción en la cantidad de profesores hombres que representan una mayoría en la planta profesoral de la universidad en alrededor del 90%, tienen mayor antigüedad y una mayor cantidad de hombres ocupando el rango de profesor Titular, esto provoca también que se generé una distribución de salarios superior cuando se tratan los datos sin diferenciar por variables como el rango. Las diferencias salariales no son atribuibles exclusivamente al género, sino que están fuertemente mediadas por variables de confusión.

Los hombres concentran mayor cantidad de años desde la obtención del PhD y de años de servicio, ocupan la mayoría de cargos de profesor titular, que son los rangos profesorales de mayor remuneración. Al comparar hombres y mujeres dentro del mismo rango y con la misma experiencia, las distribuciones salariales se solapan considerablemente, indicando que la universidad cuenta con una política de pago por rango profesoral, no por género.

La problemática en la Universidad no radica en una discriminación salarial directa por igual labor, sino en la inclusión laboral de las mujeres. Existe una subrepresentación de las mujeres en los rangos de mayor antigüedad y en rangos profesorales más altos en donde se concentran los salarios más altos, lo cual evidencia una inserción tardía, políticas pobres de inclusión laboral y falta de incentivos para aumentar la inserción de la mujer en el ambito academico.