El presente informe analiza los datos salariales de 397 profesores universitarios durante el periodo 2008-09. El objetivo es determinar si existe evidencia estadística y visual de discriminación salarial por género y si dicha diferencia puede ser explicada por factores objetivos como el rango académico, la disciplina o la experiencia.
Para responder a la primera pregunta de investigación: ¿Se evidencia una diferencia salarial entre hombres y mujeres?, analizamos la distribución cruda de los salarios.
La visualización revela una disparidad clara. El diagrama de violín y el
boxplot muestran que la distribución salarial masculina (azul) está
desplazada hacia valores más altos en comparación con la femenina
(rojo). Se nota una mayor densidad de salarios altos entre los
hombres.
A continuación, se presentan los indicadores resumen solicitados.
| Género | N | Media (usd) | Mediana (usd) | Desv. Est. | Mínimo | Máximo |
|---|---|---|---|---|---|---|
| Femenino | 39 | 101002 | 103750 | 25952 | 62884 | 161101 |
| Masculino | 358 | 115090 | 108043 | 30437 | 57800 | 231545 |
Hallazgo preliminar: Los datos confirman que, en promedio, los hombres ganan aproximadamente $14,000 más que las mujeres. Sin embargo, concluir discriminación solo con este dato sería prematuro sin evaluar variables de confusión.
Siguiendo la metodología sugerida, investigamos si las diferencias salariales son atribuibles exclusivamente al género o si existen otras características diferenciales.
A continuación, se presenta un tablero gráfico que compara antigüedad, experiencia y distribución en el escalafón entre hombres y mujeres.
Se identifican dos factores estructurales clave:
Mayor Antigüedad Masculina: Los gráficos A y B muestran que los hombres tienen consistentemente más años de servicio y experiencia post-doctoral.
Desbalance en el Escalafón (Panel C): Este es el hallazgo más crítico. Existe una desproporción en los cargos: la mayoría de los hombres se concentra en el nivel “Prof” (Titular), que es el más alto, mientras que las mujeres tienen una presencia proporcionalmente mayor en niveles iniciales (“AsstProf”).
Verificamos si las características diferenciales detectadas arriba (ej. Rango) están efectivamente relacionadas con el salario.
Se confirma una fuerte correlación positiva. El rango académico actúa
como una “escalera salarial” clara. Dado que los hombres ocupan
mayoritariamente los escalafones altos (como vimos en el punto 2.1), es
estadísticamente esperable que su promedio salarial global sea mayor sin
que esto implique necesariamente discriminación directa por género.
Para responder la pregunta final, cruzamos las variables. Si la diferencia salarial fuera puramente por género, deberíamos ver brechas significativas dentro de cada escalafón.
Al controlar por el rango, las cajas de los boxplots se alinean
considerablemente. Las enormes diferencias observadas en el gráfico
global (Punto 1) se reducen drásticamente cuando comparamos (mismo
cargo).
| rank | Media_Salario_Femenino | Media_Salario_Masculino | n_Femenino | n_Masculino | Diferencia_Media | Ratio |
|---|---|---|---|---|---|---|
| AsstProf | 78050 | 81311 | 11 | 56 | 3262 | 1 |
| AssocProf | 88513 | 94870 | 10 | 54 | 6357 | 1 |
| Prof | 121968 | 127121 | 18 | 248 | 5153 | 1 |
Con base en el análisis exploratorio realizado, se da respuesta a las preguntas de investigación:
Sobre la existencia de diferencia salarial: Sí, existe una brecha salarial global significativa. En promedio, los hombres reciben salarios superiores a las mujeres (diferencia global de ~$14,000).
Sobre las causas (¿Discriminación o Factores de Confusión?): La evidencia sugiere que la brecha no es atribuible exclusivamente al género, sino que es explicada principalmente por la estructura jerárquica de la institución.
La diferencia salarial se debe mayoritariamente a que los hombres ocupan desproporcionadamente los cargos de Profesor Titular (Prof), que son los mejor remunerados (248 hombres vs. 18 mujeres en esta categoría).
Al comparar hombres y mujeres dentro del mismo rango (AsstProf, AssocProf, Prof), la brecha salarial se reduce drásticamente. Si bien persisten diferencias menores a favor de los hombres en algunas categorías, estas no tienen la magnitud observada en el análisis global.
El problema principal no parece ser de inequidad salarial directa (pagar menos por el mismo trabajo), sino de inequidad en el ascenso o representación, dado que muy pocas mujeres han alcanzado el rango máximo de antigüedad y salario en comparación con sus pares masculinos.