Cada uno con una probabilidad de 0.5
o 50%
,
si la moneda es justa.
Un experimento aleatorio es aquel cuyo resultado no
se puede predecir con certeza.
Tirar una moneda es un ejemplo clásico, con dos posibles
resultados igualmente probables.
“Aunque el resultado individual es incierto, a largo plazo la proporción de caras tiende a estabilizarse.” – Ley de los grandes números
Usaremos sample()
para simular 1000 lanzamientos
aleatorios:
## [1] "Cara" "Cara" "Cara" "Cara" "Sello" "Sello" "Sello" "Sello" "Cara"
## [10] "Sello"
Resultado | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Cara | 499 | 49.9 |
Sello | 501 | 50.1 |
La probabilidad teórica es 0.5 para cada resultado. Veamos cómo se comparan con la probabilidad experimental que obtuvimos:
Resultado | Frecuencia | Porcentaje | Prob_Teórica | Diferencia |
---|---|---|---|---|
Cara | 499 | 49.9 | 50 | -0.1 |
Sello | 501 | 50.1 | 50 | 0.1 |
Diferencias con la teoría: Aunque teóricamente la probabilidad de obtener Cara o Sello es del 50%, en esta muestra de 100 lanzamientos se observaron diferencias notables entre las frecuencias experimentales y las esperadas.
Variabilidad estadística natural: Estas diferencias son normales y esperadas cuando el número de experimentos es pequeño. La probabilidad experimental aún no se ajusta perfectamente a la probabilidad teórica debido a la variabilidad aleatoria.
Diferencia cuantificada: La tabla generada muestra la diferencia exacta en porcentaje entre lo observado y lo esperado. Esto permite visualizar claramente qué tan alejados estuvieron los resultados reales de los ideales.
Importancia de aumentar la muestra: Estos resultados demuestran que para obtener una estimación más precisa de la probabilidad, es necesario realizar un mayor número de lanzamientos. Esto permitirá que los resultados se ajusten mejor a la distribución teórica.