Emisiones de CO2 en Colombia (1980 - 2022)
Introducción
En las últimas décadas, el cambio climático se ha consolidado como uno de los mayores retos globales, y las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) representan uno de sus principales impulsores. Aunque Colombia no se encuentra entre los mayores emisores del mundo, su evolución económica, demográfica y energética ha estado acompañada por un crecimiento sostenido de sus emisiones per cápita. Desde 1980 hasta 2022, el país ha experimentado transformaciones significativas en su estructura productiva, su matriz energética y su marco normativo ambiental, factores que han incidido directamente en su huella de carbono.
Durante los años noventa, con la promulgación de la Constitución de 1991 y la liberalización del mercado eléctrico mediante las leyes 142 y 143 de 1994, se sentaron las bases de una política ambiental moderna, pero también de una expansión del consumo energético. En los 2000, el auge extractivista y la expansión del transporte incrementaron el uso de combustibles fósiles, mientras que la década del 2010 estuvo marcada por compromisos internacionales como el Acuerdo de París y la firma del Acuerdo de Paz. A pesar de algunos esfuerzos por diversificar la matriz energética, fenómenos como la deforestación, el crecimiento urbano y el desarrollo industrial continúan presionando las emisiones.
Este trabajo tiene como objetivo analizar el comportamiento de las emisiones de CO₂ per cápita en Colombia entre 1980 y 2022, e identificar los factores que han influido en su evolución. Para ello, se utilizan herramientas de modelación lineal y de series de tiempo (ARIMAX), incorporando variables explicativas como el consumo de energía eléctrica, el PIB per cápita, las emisiones de óxidos nitrosos, la población total, la intensidad de carbono y la participación de sectores como la industria y la agricultura. El análisis no solo permite entender el comportamiento histórico, sino también generar proyecciones que pueden ser útiles para la toma de decisiones en política ambiental y desarrollo sostenible
Metodología
Series de tiempo
Una serie de tiempo es una secuencia de observaciones recolectadas y ordenadas cronológicamente a lo largo del tiempo, generalmente con intervalos regulares, por ejemplo, años, meses o días. El análisis de series de tiempo permite identificar patrones como:
- Tendencia: cambios a largo plazo en el nivel de la serie.
- Estacionalidad: fluctuaciones periódicas que se repiten con regularidad.
- Ciclos: movimientos de largo plazo no necesariamente regulares.
- Ruido: variaciones aleatorias e impredecibles.
Para aplicar modelos estadísticos sobre series de tiempo, es fundamental verificar que la serie sea estacionaria, es decir, que sus propiedades estadísticas como la media y la varianza no cambien con el tiempo. Una serie no estacionaria puede llevar a inferencias engañosas si se modela incorrectamente.
La prueba de Dickey-Fuller aumentada (ADF) es una herramienta común para evaluar si una serie es estacionaria. Cuando una serie no lo es, se pueden aplicar transformaciones como la diferenciación para volverla estacionaria.
Regresión lineal múltiple
La regresión lineal múltiple es un modelo estadístico que permite explicar una variable dependiente \(Y\) como una combinación lineal de varias variables independientes \(X_1, X_2, ..., X_k\). Su forma general es:
\[ Y_t = \beta_0 + \beta_1 X_{1,t} + \beta_2 X_{2,t} + \cdots + \beta_k X_{k,t} + \varepsilon_t \]
Donde: - \(Y_t\) es la variable de interés en el tiempo \(t\), - \(X_{i,t}\) son las variables explicativas, - \(\beta_i\) son los coeficientes que representan el efecto de cada variable \(X_i\) sobre \(Y\), - \(\varepsilon_t\) es el término de error, que se asume con media cero, varianza constante y sin autocorrelación.
Cuando se trabaja con datos temporales, es importante verificar los supuestos clásicos del modelo lineal:
Linealidad de la relación.
Independencia y no autocorrelación de los errores.
Homocedasticidad (varianza constante).
Normalidad de los residuos.
Uno de los desafíos más comunes al trabajar con series de tiempo en modelos de regresión es la autocorrelación de los errores, es decir, cuando los residuos del modelo están correlacionados con sus propios valores pasados. Esto viola el supuesto de independencia y puede afectar la validez de las inferencias estadísticas.
Descripción de Variables
A continuación se presentan las variables que serán analizadas en el estudio de series de tiempo. La variable de interés o variable dependiente es Y, correspondiente a las emisiones de dióxido de carbono (CO₂). Esta representa la cantidad de CO₂ liberado a la atmósfera, principalmente como resultado de actividades humanas como la quema de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) y ciertos procesos industriales. Las emisiones de CO₂ constituyen uno de los principales factores del cambio climático debido a su contribución directa al efecto invernadero.
Como variables explicativas o predictoras se seleccionaron aquellas que, con base en investigacion propia, podrían tener relación con el comportamiento de las emisiones de CO₂. Estas son:
x1: Consumo de energía eléctrica: Medida del total de electricidad utilizada en el país. Se relaciona directamente con la demanda energética y, en muchos casos, con el uso de fuentes emisoras de CO₂.
x2: PIB per cápita: Producto interno bruto dividido por la población. Refleja el nivel de desarrollo económico. Un mayor PIB suele asociarse a mayor actividad industrial y consumo energético.
x3: Emisiones de óxido nitroso (N₂O): Otro gas de efecto invernadero, proveniente principalmente del transporte y el uso de fertilizantes. Puede estar correlacionado con las emisiones de CO₂ por compartir fuentes comunes.
x4: Población total: Número de habitantes. El crecimiento poblacional tiende a aumentar la demanda de energía, transporte y consumo, lo que puede elevar las emisiones.
x5: Intensidad de carbono: cantidad de CO₂ emitido por unidad de producto económico generado. Indica cuán contaminante es la economía de un país en términos relativos.
x6: Industria: Valor agregado por el sector industrial. Es uno de los principales emisores de CO₂ debido al uso de energía y procesos productivos intensivos.
x7: Agricultura: Participación del sector agropecuario. Aunque emite menos CO₂ que la industria, está relacionada con otras emisiones como el metano (CH₄) .
Cada una de estas variables representa un posible factor determinante de las emisiones de CO₂, ya sea desde el consumo energético, la actividad económica, el crecimiento demográfico o el tipo de actividad productiva predominante.
Estadisticas Descriptivas
Variable | Min | Q1 | Median | Mean | Q3 | Max | SD |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Y | 4.108850e+01 | 5.421580e+01 | 6.043440e+01 | 6.309732e+01 | 7.093220e+01 | 9.176050e+01 | 1.374847e+01 |
x1 | 6.528591e+02 | 8.484424e+02 | 9.240508e+02 | 1.029684e+03 | 1.190742e+03 | 1.569171e+03 | 2.844563e+02 |
x2 | 3.228356e+03 | 3.713681e+03 | 4.198691e+03 | 4.601814e+03 | 5.596429e+03 | 6.856726e+03 | 1.118837e+03 |
x3 | 9.690000e-02 | 1.504000e-01 | 2.784000e-01 | 2.669209e-01 | 3.580500e-01 | 4.760000e-01 | 1.178481e-01 |
x4 | 2.610450e+07 | 3.276922e+07 | 3.970926e+07 | 3.918678e+07 | 4.548771e+07 | 5.173794e+07 | 7.593103e+06 |
x5 | 2.573275e-01 | 2.840481e-01 | 3.896145e-01 | 3.677432e-01 | 4.456110e-01 | 4.900516e-01 | 8.336070e-02 |
x6 | 2.343924e+01 | 2.741739e+01 | 3.034815e+01 | 3.010257e+01 | 3.160963e+01 | 3.694435e+01 | 3.160265e+00 |
x7 | 5.392715e+00 | 6.688563e+00 | 8.510005e+00 | 1.131498e+01 | 1.677162e+01 | 1.935990e+01 | 4.974432e+00 |
El análisis de las ocho variables revela características estadísticas significativas que guiarán el preprocesamiento para el modelo lineal. Variables como población total, consumo energético y PIB per cápita presentan escalas en millones con alta dispersión (DE > 30% de la media), evidenciando marcadas diferencias estructurales entre observaciones. En contraste, indicadores como emisiones de N₂O e intensidad de carbono muestran rangos reducidos (DE < 15% de la media) y distribuciones más homogéneas.
Si bien la mayoría de las variables exhiben simetría (media ≈ mediana), se detectan asimetrías clave: consumo energético y agricultura presentan colas hacia valores altos (media > mediana), sugiriendo la presencia de outliers, mientras que intensidad de carbono muestra una leve asimetría negativa (media < mediana). Estas diferencias, sumadas a la disparidad de escalas (ej. millones vs. decimales), podrían sesgar los coeficientes del modelo lineal y violar sus supuestos. Por lo tanto, apartir del modelo los datos estaran estandarizados.
Evolución comparada de las emisiones de CO₂ y el PIB per cápita
El gráfico muestra la evolución conjunta de las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) y el PIB per cápita en Colombia entre 1990 y 2022. Se observa una tendencia general creciente en ambas variables, con mayor aceleración a partir de 2005. Este comportamiento sugiere una posible relación directa entre el crecimiento económico y el aumento de las emisiones, especialmente en periodos de expansión como 2005–2014.
En 2020, ambos indicadores presentan una caída asociada a la crisis por la pandemia, seguida de una recuperación en 2022, donde se alcanzaron 91,76 Mt de CO₂ emitidos y un PIB per cápita cercano a los 6.680 USD. Estos patrones respaldan la aplicación de un modelo de regresión lineal para analizar su relación a lo largo del tiempo.
Relacion entre la poblacion total y las emisiones de co2
El gráfico muestra cómo el crecimiento de la población colombiana se ha asociado con un aumento progresivo en las emisiones de dióxido de carbono (CO₂). A medida que la población crece, también lo hacen las emisiones, lo que sugiere una relación directa entre ambos fenómenos.
Esta relación respalda la hipótesis de que el crecimiento demográfico puede ser un factor determinante en el incremento de las emisiones, al aumentar la demanda de energía, transporte, producción industrial y consumo general. El patrón observado justifica la inclusión de la variable poblacional dentro del modelo de regresión para explicar la dinámica de las emisiones en el tiempo.
El gráfico muestra una relación positiva entre el consumo energético y las emisiones de CO₂ en Colombia entre 1980 y 2022. Ambas variables presentan una tendencia creciente, especialmente marcada a partir de 2010, donde se observa un aumento simultáneo. Esta relación sugiere que el incremento en el consumo de energía ha sido un factor clave en el aumento de las emisiones contaminantes.
El gráfico compara la evolución de las emisiones de CO₂ y la actividad industrial en Colombia entre 1980 y 2022. Se observa que la industria alcanzó su punto más alto hacia 1990, pero desde entonces ha mostrado una tendencia descendente, situándose en 2022 por debajo del 20% de su valor máximo.
En contraste, las emisiones de CO₂ han aumentado de forma sostenida desde los años 90, alcanzando su valor máximo en 2022. Esta divergencia indica que, aunque la industria ha perdido peso relativo, las emisiones han seguido creciendo, probablemente por el impacto de otros sectores como el transporte, la generación eléctrica o el consumo residencial
Representación de las variables a lo largo del tiempo
El conjunto de gráficos muestra la evolución de cada una de las variables del modelo en forma de serie de tiempo desde 1980 hasta 2022. Se observa un crecimiento sostenido en variables como el consumo energético (x1), el PIB per cápita (x2), las emisiones de óxidos nitrosos (x3) y la población total (x4). Por el contrario, variables como la intensidad de carbono (x5), la actividad industrial (x6) y la participación agrícola (x7) presentan una tendencia decreciente o fluctuante.
Las versiones normalizadas de consumo energético e industria (x1_norm y x6_norm) permiten comparar fácilmente sus trayectorias relativas, reforzando lo observado en análisis anteriores: mientras el consumo energético ha aumentado, la participación del sector industrial ha disminuido.
La variable dependiente, emisiones de CO₂ (Y), muestra una clara tendencia creciente, lo que concuerda con el crecimiento de variables como el consumo energético, el PIB y la población.
Contexto Historico
Colombia ha sido tradicionalmente un país con emisiones moderadas de dióxido de carbono (CO₂) per cápita en comparación con potencias industriales. En 1980, las emisiones alcanzaban 6.912,30 miles de toneladas, y para 1985 ya habían aumentado a 25.009 miles de toneladas, según datos de IndexMundi. Este incremento se vio impulsado por el avance de la industrialización, el crecimiento urbano y el aumento sostenido en el uso de combustibles fósiles. Aunque la Revolución Industrial se había consolidado décadas atrás, sus efectos persistieron a lo largo del siglo XX, y en países como Colombia se manifestaron con intensidad en los años 80, principalmente por el fortalecimiento del sector energético, la demanda de transporte y los procesos de urbanización.
En 1990, las emisiones provenientes de la quema de combustibles fósiles alcanzaban los 53 millones de toneladas, con una tasa per cápita de 1,63 toneladas por habitante. A pesar de representar solo un 0,24 % de las emisiones globales, el país ha experimentado un crecimiento sostenido de sus emisiones, alcanzando 88 millones de toneladas en 2022, con un valor per cápita de 1,71 toneladas.
Este incremento se explica no solo por el crecimiento económico y poblacional, sino también por una serie de transformaciones estructurales que han moldeado el perfil energético y ambiental del país.
Durante la década de 1990, la entrada en vigor de la Constitución Política de 1991 reconoció el derecho colectivo a un ambiente sano, lo que dio impulso a la legislación ambiental. Sin embargo, en paralelo, el país vivía un proceso de modernización del sector energético con la aprobación de las leyes 142 y 143 de 1994, que promovieron la liberalización del mercado eléctrico. Aunque la generación hidroeléctrica seguía siendo dominante, el crecimiento urbano, el aumento del parque automotor y la expansión del transporte público informal —conocido como la “guerra del centavo”— incrementaron las emisiones asociadas al uso de gasolina y diésel.
En la década de 2000, Colombia vivió un auge económico gracias al incremento en la producción y exportación de petróleo, carbón y otros minerales, bajo políticas como el Plan Colombia y la estrategia de “seguridad democrática”. Este auge extractivista impulsó la actividad industrial y aumentó el uso de combustibles fósiles, especialmente en el transporte de carga. Paralelamente, se promovió el uso de gas natural vehicular (GNV) como alternativa más limpia en ciudades como Bogotá. Sin embargo, el conflicto armado desplazó a muchas comunidades rurales, provocando una ocupación desordenada del territorio y presiones sobre los bosques, lo que incrementó la deforestación, una de las principales fuentes indirectas de emisiones.
La década de 2010 estuvo marcada por dos hechos relevantes: la firma del Acuerdo de París en 2015 y la del Acuerdo de Paz con las FARC en 2016. El primero posicionó a Colombia como actor comprometido con la agenda climática global, y el segundo permitió el acceso a zonas previamente ocupadas por grupos armados. Sin embargo, esto también facilitó el avance de la deforestación en la Amazonía, debido a la expansión de la frontera agrícola y actividades ilegales como la minería y la ganadería extensiva. En 2016 se registró el valor más alto de emisiones per cápita desde 1990, con 1,80 toneladas por habitante. Aunque el país se mantuvo activo en la promoción de energías renovables no convencionales (como solar y eólica), estas aún no superaban el 3 % de la matriz energética hacia 2020.
Durante la pandemia de COVID-19 en 2020, Colombia experimentó una leve disminución de emisiones, cayendo a 1,61 toneladas per cápita, debido a la reducción de la movilidad, el cierre temporal de industrias y la menor demanda energética. Sin embargo, esta caída fue transitoria. En 2021 y 2022 las emisiones volvieron a incrementarse, alcanzando de nuevo niveles cercanos a los máximos históricos.
Resultados Principales
Análisis Exploratorio
A continuación, se presentan gráficos que permiten analizar el comportamiento temporal de la serie de emisiones de CO₂ y evaluar su estacionariedad. En el primer gráfico se observa la serie original, la cual muestra una tendencia creciente a lo largo del tiempo, lo que podria indicar que no es estacionaria.
El segundo gráfico corresponde a la función de autocorrelación (ACF) de la serie original, donde las correlaciones decrecen de forma lenta y sostenida a medida que aumenta el rezago.
Prueba de estacionariedad sobre la variable independiente Y
Para validar la aplicabilidad de modelos de series de tiempo, se realizó la prueba de Dickey-Fuller aumentada (ADF) sobre la variable dependiente Y.Esta prueba permite verificar si la serie es estacionaria, es decir, si sus propiedades estadísticas (media, varianza, covarianza) se mantienen constantes en el tiempo.
La siguiente tabla muestra los resultados los obtenidos :
Dado que el p-valor es mayor a 0.05, no se rechaza la hipótesis nula de presencia de raíz unitaria. Esto indica que la serie no es estacionaria.
Correlación
Como parte del analisis, consideramos importante conocer como se comportan las demas variables. Se utilizaron gráficos de dispersión entre la variable dependiente (emisiones de CO₂) y cada variable explicativa.
se observa una relación positiva y aproximadamente lineal entre las emisiones y variables como el consumo de energía eléctrica (x1), el PIB per cápita (x2), las emisiones de óxido nitroso (x3), la población (x4) y la industria (x6). Por otro lado, la intensidad de carbono (x5) muestra una relación negativa con las emisiones, lo cual es coherente, ya que una mayor eficiencia (menor intensidad) implica menos emisiones por unidad de producto. Estos resultados respaldan la elección de un modelo lineal, aunque será necesario validar su ajuste con análisis de residuos y autocorrelación.
Matriz de dispersión entre variables
Todas las variables explicativas mostraron una correlación significativa con la variable dependiente, siendo particularmente altas, para el consumo de energía eléctrica (x1), el PIB per cápita (x2) y la población (x4), con coeficientes superiores a 0.92.
No obstante, se observa también una alta colinealidad entre ciertas variables explicativas, como x1 y x2 (r = 0.975), o x4 y x5 (r = -0.965). Esto puede afectar la estimación de los coeficientes del modelo de regresión lineal y sugiere la necesidad de considerar herramientas adicionales como el factor de inflación de la varianza (VIF) para evaluar la multicolinealidad.
Modelo
Se ajustó un modelo de regresión lineal múltiple utilizando la serie original de emisiones de CO₂ como variable dependiente y siete variables explicativas.
Los resultados muestran un excelente ajuste estadístico, con un coeficiente de determinación \(R^2\) de 0.9925 y un \(R^2\) ajustado de 0.991. El estadístico F fue altamente significativo (F = 663, p < 2.2e-16), lo que indica que el conjunto de variables explicativas tiene un efecto significativo sobre las emisiones de CO₂.
En cuanto a los coeficientes, cinco de las siete variables fueron estadísticamente significativas:
- PIB per cápita (x2): coeficiente positivo y altamente significativo (p < 0.001), indicando que un mayor ingreso está asociado con un aumento en las emisiones.
- Población (x4): significativo al 0.001, lo cual concuerda con el crecimiento de la demanda energética y de transporte.
- Intensidad de carbono (x5): altamente significativa, con un efecto positivo, reflejando que una mayor intensidad (es decir, menor eficiencia energética) se asocia con más emisiones.
- Agricultura (x7): coeficiente negativo y significativo (p < 0.01), lo cual sugiere que una mayor participación del sector agrícola podría estar asociada con menores niveles de emisiones, posiblemente debido a una menor intensidad energética en comparación con otros sectores.
- Intercepto: negativo y significativo, coherente con la escala de las variables y el modelo lineal ajustado.
Por otro lado, las variables x1 (consumo de energía eléctrica) y x6 (industria) no resultaron estadísticamente significativas. Esto puede deberse a colinealidad con otras variables o a que su efecto ya está parcialmente explicado por el PIB, la intensidad de carbono y la población.
Análisis de los residuos y autocorrelación
El grafico y los resultados de residuos indicaron un comportamiento adecuado:
La dispersión de los residuos fue moderada, con un error estándar de 1.303 y residuos centrados alrededor de cero.
Sin embargo, la prueba de autocorrelación de Breusch-Godfrey (orden 11) arrojó un p-valor de 0.0078, lo cual indica presencia de autocorrelación en los errores, una violación del supuesto de independencia en el modelo clásico.
Adicional a ello, se decidió cambiar el número de rezagos para probar que no se tratara de una autocorrelación de corto plazo únicamente. Por ello, se evaluaron distintos órdenes (desde 2 hasta 21 rezagos), encontrando que la autocorrelación era significativa en los rezagos bajos, pero se debilitaba al aumentar el orden. En particular, para un rezago de 21, el p-valor fue mayor a 0.05. En nuestro caso un rezago de 21 no es recomendable con solo 35 observaciones, por lo tanto no se cumple ese supuesto.
Prueba de Homocedasticidad
Para verificar el cumplimiento del supuesto de homocedasticidad es decir, que la varianza de los residuos sea constante a lo largo de los valores ajustados se aplicó la prueba de Breusch-Pagan. Esta prueba evalúa si existe dependencia sistemática entre los residuos del modelo y las variables explicativas.
Dado que el valor p es mayor a 0.05, no se rechaza la hipótesis nula de varianza constante. Esto indica que no hay evidencia estadística de heterocedasticidad en los residuos del modelo. Por lo tanto, se concluye que el modelo cumple con el supuesto de homocedasticidad, lo cual respalda la validez de las inferencias estadísticas realizadas a partir de los coeficientes estimados.
Linealidad
El análisis gráfico de los residuos versus los valores ajustados reveló posibles violaciones al supuesto de linealidad, ya que se observaron patrones no aleatorios y posibles curvaturas, lo que sugiere que la relación entre algunas variables predictoras y la variable respuesta podría no ser estrictamente lineal.
Normalidad
Para evaluar si los residuos del modelo lineal siguen una distribución normal, se aplicó la prueba de Shapiro-Wilk, la cual es adecuada para tamaños de muestra moderados.
Dado que el valor p es mayor a 0.05, no se rechaza la hipótesis nula de normalidad. Por tanto, se concluye que los residuos del modelo pueden considerarse normalmente distribuidos, lo cual cumple con uno de los supuestos fundamentales del modelo de regresión lineal clásica.
Valor real vs ajustado
Se construyó un gráfico comparativo entre los valores reales de emisiones de CO₂ y los valores ajustados por el modelo. Se observa que el modelo captura adecuadamente la evolución general de la serie, con ligeras desviaciones en años puntuales.
Predicción
Para realizar la predicción de las emisiones de CO₂ entre 2023 y 2026, se construyeron proyecciones de las variables explicativas a partir del promedio anual de cada variable explicativa durante el período observado (1990–2022). Esta metodología permite mantener la coherencia con las tendencias históricas de cada variable, conservando la estructura dinámica del modelo ajustado.
Año | Pronóstico_CO2 | Lim_Inf_80 | Lim_Sup_80 | Lim_Inf_95 | Lim_Sup_95 |
---|---|---|---|---|---|
2023 | 93.46 | 91.38 | 95.55 | 90.23 | 96.70 |
2024 | 94.68 | 92.58 | 96.78 | 91.42 | 97.95 |
2025 | 95.90 | 93.79 | 98.02 | 92.61 | 99.20 |
2026 | 97.13 | 94.99 | 99.26 | 93.80 | 100.45 |
Los resultados del modelo incluyen valores puntuales de predicción para las emisiones de CO₂ entre 2023 y 2026, junto con sus intervalos de confianza al 80% y al 95%. Estos intervalos representan el rango dentro del cual se espera que se encuentren los valores reales de emisiones en esos años, considerando la incertidumbre inherente al modelo.
El intervalo al 80% indica que, bajo los supuestos del modelo, existe una probabilidad del 80% de que el valor real de las emisiones se ubique dentro de ese rango.
El intervalo al 95% es más amplio, reflejando una mayor seguridad (95%) de que el valor real estará dentro de esos límites.
El hecho de que ambos intervalos estén centrados alrededor de la predicción puntual y crezcan moderadamente con el tiempo es coherente con lo que se espera en una serie temporal: a mayor distancia temporal, mayor incertidumbre.
El gráfico evidencia una tendencia creciente en las emisiones de CO₂ per cápita proyectadas para los próximos 4 años. Se observa que si se mantienen las condiciones actuales, las emisiones seguirán aumentando, aunque con un intervalo de confianza que refleja cierta incertidumbre. La banda azul representa el rango probable de valores futuros: la línea oscura muestra el valor estimado, mientras que las zonas más claras indican el rango de confianza al 80 % y 95 %.
Este pronóstico sugiere que, sin intervenciones significativas en las políticas energéticas, industriales y de transporte, Colombia podría continuar incrementando su huella de carbono, lo que refuerza la necesidad de fortalecer las estrategias de mitigación ambiental y transición energética.
Conclusiones
- Generales
Se evidencia que las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) en Colombia han aumentado de forma sostenida desde 1980, especialmente a partir del año 2000. Este incremento está asociado al crecimiento económico, la expansión del parque automotor, el aumento del consumo energético y la intensificación de actividades industriales y extractivas. Aunque el país ha promovido políticas ambientales, estas aún no han sido suficientes para contrarrestar el impacto de estos sectores emisores.
Los resultados mostraron que el crecimiento del PIB per cápita, la población y la intensidad de carbono están fuertemente asociados al aumento de las emisiones, lo que refleja el impacto de un desarrollo económico basado en modelos energéticamente intensivos. En contraste, la agricultura presentó una relación inversa, sugiriendo que sectores menos industrializados podrían contribuir a reducir la presión ambiental. Las proyecciones para el periodo 2023–2026 indican una continuidad en el aumento de las emisiones, lo que evidencia la necesidad de implementar políticas públicas enfocadas en mejorar la eficiencia energética y promover tecnologías limpias para desacoplar el crecimiento económico del daño ambiental
Sobre la estacionariedad de la serie:
Aunque la serie de emisiones de CO₂ no cumplió con el criterio de estacionariedad según la prueba ADF, se decidió mantener el modelo en niveles. Si bien la estacionariedad es un requisito clave para ciertos modelos de series de tiempo (como ARIMA), en el contexto de regresión lineal con tendencia y covariables, diversos estudios sugieren que puede ser viable trabajar con series no estacionarias si el modelo es correctamente especificado y se validan otros supuestos fundamentales.
En este análisis, se comprobó que trabajar con diferencias (primera y segunda) para forzar la estacionariedad generaba un deterioro significativo en la calidad del ajuste, disminuía la significancia de los coeficientes y afectaba la interpretación económica del modelo.
- Sobre la autocorrelación en los residuos:
Se identificó presencia de autocorrelación en los residuos mediante la prueba de Breusch-Godfrey (p < 0.05), lo cual indica que hay dependencia entre los errores a lo largo del tiempo, una violación al supuesto clásico de independencia.
A pesar de este hallazgo, se optó por conservar el modelo, ya que se realizaron intentos de corrección mediante transformaciones, pero los resultados fueron insatisfactorios. El modelo en niveles mostró una mayor capacidad explicativa y un comportamiento residual más estable, por lo que se priorizó la calidad interpretativa sobre la perfección formal del ajuste.
- Cumplimiento de otros supuestos fundamentales:
El modelo logró cumplir con la homocedasticidad (prueba de Breusch-Pagan, p > 0.05), lo que garantiza que la varianza de los errores es constante a lo largo del rango de valores.
También se verificó la normalidad de los residuos (Shapiro-Wilk, p > 0.05), lo que permite confiar en la validez de los intervalos de predicción y en la significancia de los coeficientes estimados.
No obstante, el análisis del gráfico de residuos vs valores ajustados mostró indicios de una posible violación del supuesto de linealidad, al observarse patrones no aleatorios y curvaturas que podrían reflejar relaciones no lineales entre algunas variables predictoras y la variable dependiente. Además, se identificó autocorrelación de corto plazo en los residuos, según la prueba de Breusch-Godfrey aplicada con rezagos entre 2 y 5 (p < 0.05). Aunque al evaluar un rezago mayor (orden 21) esta autocorrelación dejó de ser significativa (p > 0.05), lo anterior indica que la dependencia temporal no es completamente capturada por el modelo.
- Capacidad explicativa y coherencia del modelo:
El modelo alcanzó un R² ajustado superior al 99%, evidenciando un excelente poder predictivo sobre los datos observados.
Se identificaron relaciones significativas y coherentes entre las emisiones y variables como el PIB per cápita, la población, la intensidad de carbono y la participación del sector agrícola. Estos hallazgos están alineados con la teoría económica y ambiental, y respaldan la utilidad del modelo en contextos descriptivos y predictivos.
Referencias
Joaqui Barandica, O. (2023, April 16). Data Visualization in R. Recuperado de: https://www.joaquibarandica.com/post/datavizr/
https://www.worldometers.info/co2-emissions/colombia-co2-emissions/
https://datosmacro.expansion.com/energia-y-medio-ambiente/emisiones-co2/colombia?anio=2010
https://datosmacro.expansion.com/energia-y-medio-ambiente/emisiones-co2/colombia