Primeros pobladores de la zona suburbana de Casavalle a mediados del siglo XX

Base cartográfica e información elaborada por María José Bolaña en base a su investigación de tesis doctoral en historia realizada en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República entre los años 2015 y 2024. Programación y diseño: Lic. Girmar Laucho

Primeros Pobladores

Ubicación: Enrique Castro y Dr. Abel Chifflet.
Hasta la década del cincuenta Casavalle era considerada una zona rural del departamento de Montevideo, escasamente poblada, con quintas cultivadas y predios privados abandonados. Con el crecimiento urbano el gobierno del partido colorado con predominio batllista buscó regular y planificar la ciudad (Ley 10723, centros poblados, 1946). En ese marco comenzó la urbanización de Casavalle que pasó a integrar las zonas suburbanas de la capital. Así comenzó a darse por un lado el loteo privado y la venta de terrenos para la construcción de casas particulares y, por otro, la apertura de calles y la construcción de viviendas públicas, que en principio fueron pensadas para obreros y empleados públicos y privados, pero luego se transformaron en viviendas de emergencia para eliminar los rancheríos que, también desde fines de los cuarenta, poblaban la zona.

RUsers Memoria del Departamento de Arquitectura (1950) de la Intendencia Municipal de Montevideo.

Loteo Privado

Ubicación:Bulevar Aparicio Saravia (ex camino Peñarol hasta 1964).
La venta de terrenos por privados conformó un barrio de sectores populares que accedían por compra a terrenos baratos por la falta de servicios (agua potable, saneamiento, calles, escuelas, energía eléctrica) que irán llegando muy lentamente, hasta principios del siglo XXI. Así lo recuerda un vecino de la zona cuya mamá, proveniente del pueblo Curtina de Tacuarembó con sus cuatro hijos, luego de vivir en un conventillo en el barrio Cordón y de alquilar una casita en el Barrio Borro, compró en 1953 un terreno sobre Aparicio Saravia entre Juan Acosta e Iraola y, construyó junto a sus dos hijos mayores una casa con plano económico municipal “mi madre había comprado ahí se había hecho una casa, una casita de los que ahora ya no existen más que eran los famosos planos económicos (…) Siempre fue lavandera. Tenía que ir al centro a buscar la ropa, traerla para casa, lavado, planchado y llevado. Y acá teníamos el problema todavía de que no había agua corriente. Había un tanque en la esquina de Aparicio Saravia e Iraola que del municipio venía y lo cargaban. Y ahí donde vivíamos teníamos un pozo, que lo había hecho hacer ella, ¿no? y el agua de la lluvia del techo cuando llovía estaba adentro del pozo. Si no llovía estaba seco.(…) locomoción lo único que teníamos era un micro en aquel entonces, era el 51 que estaba por San Martín (…) y a las siete, a las ocho de la noche ya no venía más para acá el micro, llegaba hasta Chimborazo.” (Entrevista realizada por María José Bolaña, julio 2015).

RUsers Tanque surtidor de agua en el Camino Peñarol denominado desde 1964 Bulevar Aparicio Saravia. Memoria del Departamento de Obras Municipales de la Intendencia de Montevideo, 1953.

Urbanización

Ubicación:Puente del Bulevar Aparicio Saravia sobre el arroyo Miguelete.
Como parte del proceso de urbanización en 1953 se construyó el puente sobre el arroyo Miguelete que conectaba a través del Camino Peñarol, denominado Bulevar Aparicio Saravia a partir de 1964, la zona del Camino Burgues con el Camino las Instrucciones y el barrio Peñarol. Con el proceso de integración a la ciudad como zonas suburbanas esos caminos pasaron a denominarse posteriormente avenidas.

RUsers Camino Peñarol (actual Blvar. Aparicio Saravia) entre Camino Instrucciones y Camino Burgues. Memoria del Departamento de Obras Municipales de la Intendencia de Montevideo, 1953.

Listado de rancheríos de los cincuenta (según Informe de la Junta Departamental de Montevideo, 1956)

  • Ubicación: Camino Burgues, calles Santa Ana, Francisco Plá y arroyo Miguelete.
    Información: 102 ranchos, 334 habitantes en 1955. Sus habitantes fueron trasladados al barrio de emergencia Marconi inaugurado en 1956.

  • Ubicación: Camino Casavalle (Cno. Gral. Leandro Gómez desde 1984), Arroyo Miguelete y Avenida San Martín.
    Información: 4 ranchos, 14 habitantes en 1955.

  • Ubicación: Calles Hum, Burgues, Chimborazo y Lancaster.
    Información: 47 ranchos, 198 habitantes en 1955.

  • Ubicación: Avenida San Martín, Cno. Casavalle (actual Leandro Gómez), Cno. Peñarol (actual Blvar. Aparicio Saravia)
    Información: 40 ranchos, 126 habitantes en 1955.

  • Ubicación: Camino Peñarol (actual Blvar. Aparicio Saravia), Jacinto Trapani y Enrique Castro.
    Información: 13 ranchos, 28 habitantes en 1955.

  • Ubicación: Camino Peñarol (actual Blvar. Aparicio Saravia), Timbues y calle N°3.
    Información: 15 ranchos, 33 habitantes en 1955.

Rancheríos de los cincuenta

En 1955 la Junta Departamental de Montevideo realizó un informe sobre rancheríos en Montevideo. Para ello se conformó una “Comisión Especial de investigación de las condiciones de vida en el departamento”, integrada por representantes de todos los partidos políticos en la Junta. Su objetivo específico era comprender y aconsejar soluciones para “ir a la gradual supresión de los rancheríos” (Archivo Legislativo IM, Expediente Nº1359, 23/6/1955). Hizo un relevamiento de campo a través de la visita a rancheríos y barrios de emergencia, la consulta a académicos de la Facultad de Derecho en el área de Sociología, del Instituto de Teoría del Urbanismo de la Facultad de Arquitectura, solicitando información a diversos organismos estatales sobre alquileres, servicios de agua potable, saneamiento, salud, educación, familia e infancia, deporte y recreación, energía eléctrica, transporte urbano y al Instituto de Viviendas Económicas (INVE). También coordinó su trabajo con la Sección Viviendas Populares de la Dirección de Arquitectura de la Intendencia, a cargo del arquitecto R. Fernández Lapeyrade. El informe presentaba un cuadro detallado del número, ubicación y cantidad de pobladores de rancheríos en diversas zonas de Montevideo, un total de 21 con 1670 habitantes. Los más poblados se encontraban en Casavalle, Marconi y Cerrito de la Victoria, sus pobladores serán trasladados a los barrios de emergencia municipales Marconi, José Ellauri y Unidad Casavalle entre 1955-1959: En el documento los rancheríos también son llamados “cantegriles”, denominación que comenzó a usarse popularmente a fines de los cuarenta ironizando la desigualdad que representaba la existencia de estos conjuntos de ranchos en contraposición a las mansiones del barrio Cantegril del balneario de Punta del Este. Según el informe se trataba de trabajadores venidos del interior desempleados, no especifica si del medio rural o urbano, trabajadores con ocupación periódica que no podían arrendar una habitación, obreros con trabajo pero que habían sido desalojados por diversas causas, gente que “sufre un estado permanente de semidesocupación” cuya inestabilidad laboral le imposibilita realizar un contrato de arrendamiento. Concluía que se trataba “de gente carente de recursos y de trabajadores con entradas sumamente modestas e insuficientes para solventar formas de vida decorosa” (Archivo Legislativo, Expediente Nº1359, 11/1/1956).

Rancherío de Timbues en 1958. Foto extraída del documental Cantegriles de Alberto Miller (1958).

Barrios de emergencia municipales

Primer barrio de emergencia municipal: Plácido Ellauri

Ubicación: Manzana entre las calles Enrique Castro, Guárapirú, Abel Chifflet y Burgueño.
Barrio que inauguró la política de viviendas de emergencia municipal llevada a cabo entre 1952 y 1959 para eliminar rancheríos y alojar a familias con problemas habitacionales de la ciudad (inquilinatos, casas en ruinas, desalojados). El barrio de emergencia Plácido Ellauri con 96 viviendas fue construido entre 1952 y 1954 para los habitantes de un rancherío ubicado sobre la calle Enrique Castro. Así lo recuerda una de sus vecinas, que fue alojada de niña con su familia: “(…) el Placido Ellauri, fue formado allá, entre los años 52 y 54, ta, nosotros, la mayoría de los que habitamos hoy, el Plácido, teníamos ranchos allá, la mayoría había venido desde Villa Española y otros de acá, (…) era así todo ranchos, cuando aparece la propuesta de las viviendas estas que van a ser hechas por la intendencia (…)”. (Entrevista realizada por María José Bolaña, setiembre 2022).

RUsers Barrio Plácido Ellauri, 1952. Memoria del Departamento de Arquitectura 1951-1952. Intendencia de Montevideo.

Barrio de emergencia municipal Marconi

Ubicación: Entre las calles José Iraola, Pasaje H, Rambla Costanera y Luis P. Bottaro.
A partir de la construcción del primer barrio de emergencia, Plácido Ellauri, aumentan los rancheríos en la zona, que se van popularizando con el nombre de cantegriles y se organizan con presencia de militantes comunistas, demandando vivienda al gobierno municipal. Hasta 1952 los rancheríos eran desalojados por la fuerza policial o militar, debían mudarse cuando el desalojo los amenazaba en diversos terrenos de la ciudad. Sin embargo, a partir de la construcción de viviendas de emergencia se abrió una esperanza y una ventana de oportunidad para demandar vivienda al gobierno batllista.En 1955 el gobierno municipal estableció como política construir viviendas de emergencia para alojar a habitantes de rancheríos y familias pobres desalojadas por diversos motivos. Así construyó otros dos barrios en la cercanía del barrio municipal de emergencia Plácido Ellauri inaugurado en 1954, el barrio Marconi con 76 viviendas y José Ellauri con 96. Las viviendas de todos esos barrios eran entregadas en comodato precario, quienes fueran beneficiarios pagaban un alquiler y su estadía se renovaba en función del cuidado de la casa, la conducta y las necesidades de la familia (Decreto Junta Departamental, 9835, 12/7/1955). El plano de construcción era el mismo para todas las viviendas de emergencia. Una vecina del barrio Marconi recuerda cómo eran, ella llegó siendo niña trasladada con su familia desde un conventillo del Cerrito de la Victoria y aún vive allí: “Dos dormitorios, cocina, el baño quedaba afuera. El resto era patio (…) estaba el dormitorio de mi mamá y el de nosotros y, la cocina-comedor que era una pieza, tenía un fogón de hormigón, (…) el piso era de hormigón (…) la canilla era afuera de la casa, había que fregar en un latón, el baño tenía sólo el agujero (…) ni taza turca. Todas las casas eran iguales (…)” (Entrevista realizada por María José Bolaña en 2022). Muchos de los habitantes que lo inauguraron provenían del rancherío más grande de la zona. Así lo recuerda otra vecina que vive en el barrio de emergencia Marconi y nació allí porque su padre y tía fueron trasladados al construirse el mismo: “En el Cerrito, frente al cuartel, Francisco Plá (…), vivía en un rancho, cuentan mi padre y mi tía”. Otros dos jóvenes que crecieron en este barrio pero ya no viven allí también recuerdan la historia de su padre, quien llegó allí siendo niño con su familia: “papá vivía atrás, (…) donde está terminando el Cerrito, ahí era el rancho. Ahí vivía papá. Cuando hacen estas viviendas de emergencia ellos se mudan para acá, para el Marconi. Ahí vivía con la abuela”. (Entrevistas realizadas por María José Bolaña en 2015 y 2022).

“Viviendas de emergencia barrio Marconi” Archivo Tierras y Viviendas. Intendencia de Montevideo.

Barrio municipal de emergencia Ellauri

  • Ubicación: Camino Teniente Galeano, Jacinto Trapani y Camino Casavalle (calle Gral. Leandro Gómez desde 1984)
    Información: Tercer barrio de emergencia de los años cincuenta con 96 viviendas

““Vivienda de emergencia N°3 Ellauri”. Archivo Tierras y Viviendas. Intendencia de Montevideo.

Unidad de Habitación N°2 Casavalle

Ubicación: Entre senda 8, Bulevar Aparicio Saravia, calles José Martirené y Senda 27.
La Unidad de Habitación N°2 Casavalle fue el último barrio de emergencia de los años cincuenta. A diferencia de los primeros de la zona (Plácido Ellauri, Marconi, José Ellauri) este fue planificado dentro del Plan Director de Montevideo junto a otras unidades vecinales de la ciudad, por eso su nombre “Unidad de Habitación”. El plan, elaborado en 1955, consistía en una unidad vecinal con todos los servicios (escuela, policlínica, puesto de policía, plaza, centro recreativo y cultural) al igual que las unidades de los barrios Buceo y Cerro. La diferencia con esas unidades era que la de Casavalle se pensó sólo para habitantes de los llamados “cantegriles”. Allí se buscaba crear un “centro de recuperación social” para reintegrarlos a la sociedad luego de su vida en un rancherío. Por ello tenía tres fases: la primera trasladar habitantes de “cantegriles” a albergues transitorios; la segunda a través del trabajo de asistentes sociales, la escuela y la policlínica recuperar a estos pobladores para que con su trabajo pudieran construir las viviendas definitivas; la tercera y última fase era levantar por autoconstrucción sus casas definitivas (Memoria del Concejo Departamental, 1958; Revista Arquitectura Nº235, 1958). Lo señalado en el mapa son los 226 albergues transitorios que se inauguraron entre 1959-1960 junto a la escuela N°178, el puesto de policía y los locales de expendio municipal. Es decir, del plan original se cumplieron la fase uno y dos.

Albergues transitorios de la Unidad Casavalle N°2, 1959. Archivo Tierras y Viviendas. Intendencia de Montevideo.

Albergues transitorios Unidad de Habitación N°2 Casavalle

Los albergues transitorios consistían en 226 viviendas de 32m2. Un vecino que vive actualmente en otro complejo habitacional de Casavalle pero que llegó con su familia a los albergues transitorios en 1959 recuerda cómo eran las viviendas: “El baño y un tubo (…) no tenía repartición ninguna, entonces sería todo abierto así, todo abierto para aquel lado, y el otro lado del baño lo podías hacer como un cuarto si les ponía una cortina o una puerta, (…) el baño con una taza”. También nos cuenta la función de esas viviendas: “eran viviendas de emergencia, (…) vas a estar mejor que en el rancho” (Entrevista realizada por María José Bolaña, noviembre 2015). Su familia provenía de uno de los rancheríos censados en 1955 por el municipio que se ubicaba en Cañada Chacarita y Camino Maldonado y tenía 28 ranchos con 95 familias (Archivo Legislativo, Expediente Nº1359, 11/1/1956).

Interior de una vivienda de emergencia o albergues transitorios de la Unidad Casavalle Nº2. (SAU, Revista Arquitectura Nº235, 1958)

Viviendas, elecciones y partidos

La situación de los pobladores de rancheríos así como de viviendas precarias de la ciudad fue parte de las relaciones con los partidos políticos, de demandas colectivas e individuales y de respuestas políticas de partidos y de miembros de los mismos en los años cincuenta. De ello guardan memoria vecinos y vecinas que llegaron a los barrios de emergencia en esa época. Entre 1952 y 1954 el gobierno batllista del partido colorado creó el primer barrio de emergencia Plácido Ellauri para realojar a los habitantes del rancherío de Enrique Castro. Ello, junto al hecho de que 1954 fue un año electoral, abrió una ventana de oportunidad para que los habitantes de los ya popularizados “cantegriles” junto a militantes comunistas se movilizaran por más viviendas de emergencias. Así describía el diario del partido comunista el acto de cierre de su campaña: “Los cantegriles se volcarán en masa el viernes en la Explanada Municipal. En el barrio del Cuartel de Blandengues realizaron una asamblea de 70 vecinos que entre aplausos decidieron su concurrencia en camiones. Una nota de profunda emoción lo dará un camión sobre el cual se armará un rancho auténtico del «cinturón de miseria” (Diario Justicia, 11/10/1954). Un vecino de Casavalle que había crecido en una casa hecha por él y su familia en los cincuenta, en base a un plano económico municipal en un terreno comprado recordaba: “al partido comunista me debo haber afiliado cuando tenía quince años (…), había acción. Tanto blancos, colorados, comunistas. Bueno eran los tres partidos que habían (…) Yo del año 63 que empecé a votar, bueno empecé a votar al partido comunista, y después empecé a votar al Frente Amplio”. De la misma manera una vecina del barrio de emergencia Plácido Ellauri recordaba: “yo te hablo de que yo (…) voy a cumplir 74 años, el club comunista empezó más o menos acá, por lo menos yo tenía, 13 años… de la 1001” (Entrevistas realizadas por María José Bolaña, 2015, 2022). La relación con otros partidos políticos también aparece en la memoria de vecinos y vecinas. Así, una vecina del barrio de emergencia Marconi que llegó cuando se inauguraron las viviendas, siendo una niña y aún vive allí, recordaba “Y yo me acuerdo que mamá era militante, … del partido colorado … Y esta vivienda se la dieron por Alba Roballo”. Un vecino de los albergues transitorios de la Unidad Casavalle que llegó joven con su mujer y cuatro hijos y vivió allí hasta su fallecimiento en 2024, también relató que adquirió la vivienda en 1962 gracias al “intendente, era blanco” y recordó “los blancos y los colorados, (…) venían hasta con corderos” (Entrevistas realizadas por María José Bolaña, 2022 y 2021).

Identidad afrodescendiente

En Montevideo los espacios urbanos que se han identificado histórica y culturalmente con los y las afrodescendientes fueron Barrio Sur y Palermo al sur de la ciudad. Allí se encontraban viviendas populares desde el siglo XIX con población que había vivido la esclavitud y sus descendientes. Sin embargo, actualmente, según el censo de 2011, Casavalle es una de las zonas con mayor concentración de población afrodescendiente de Montevideo, al igual que otros barrios de la periferia capitalina. Ello se debe a que, en su etapa de conformación como barrio suburbano de la capital con rancheríos y barrios de emergencia y, en su proceso de crecimiento en la segunda mitad del siglo XX, la población afrodescendiente, en su mayoría pobre, fue ubicándose o ubicada allí a través de un proceso de poblamiento y de realojo desde las zonas afro tradicionales de la ciudad. En las historias y memorias de sus pobladores está presente su cultura y las formas de conservarla. Uno de los elementos distintivos de ese cambio espacial-cultural es el candombe, que llegó y se mantuvo en la zona junto a la población afrodescendiente. Así lo recuerdan los pobladores que fueron habitando los diversos barrios de emergencia en los años cincuenta y los jóvenes a través de la tradición oral. Una vecina del barrio de emergencia Plácido Ellauri inaugurado en 1954 y que aún vive allí cuenta: “llegaba carnaval, doña María Barrada, una vecina, salía con un atado de ropa en la cabeza y atrás los tambores, y la gente más atrás”. Otra familia del barrio de emergencia Marconi inaugurado en 1956 recuerda: “acá siguió lo que se caracterizó por el candombe, las Lonjas de la Catatumba”, “tocaron acá, toda la vida”, “El candombe, estaba acá adentro”, mis padres “salieron toda la vida en carnaval … en candombe”. Jóvenes originarios de ese mismo barrio de emergencia pero que ya no viven allí, también cuentan: “nuestras raíces siempre fueron el candombe” “Hay como que fechas muy importantes (…) el día del padre, el día de la madre, el día del niño (…) en reyes también (…). O sea, se juntan todos los que son hijos de tamborileros o gente vieja que salen todos juntos.” En los albergues transitorios de la Unidad de Habitación Casavalle, inaugurada en 1959, también hay memoria de esas raíces culturales y de la realización de llamadas a lo largo de la Avenida Gustavo Volpe que atraviesa la unidad habitacional. Así lo recuerda un vecino que llegó con su esposa e hijos en 1960 y vivió allí hasta el 2024, cuando falleció “…las llamadas en carnaval. Gurisitos tocando el tambor, pero había que verlos qué contentos. Ellos estaban con una risa. Y tocaban, hacían ruido. Y así de acá allá, al final. Eso era el día sábado. El día domingo los mayores, de acá para allá y allá para acá.” (Entrevistas realizadas en 2015 y 2022 por María José Bolaña).

Toque de candombe en un campamento realizado por la organización católica Emaús a fines de los cincuenta con niños, niñas y adolescentes de rancheríos, barrios de emergencia y conventillos de Montevideo. Fotografía extraída del audiovisual Campamentos-Emaús 1957-1959.

Lugares y memorias 1

Base cartográfica e información elaborada por María José Bolaña en base a su investigación de tesis doctoral en historia realizada en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República entre los años 2015 y 2024.Programación y diseño: Lic. Girmar Laucho

Policlínica Emaús

Ubicación: Bulevar Aparicio Saravia 3686.
Desde 1955 hasta los años setenta funcionó en este lugar una policlínica instalada por la organización católica Emaús. Allí hubo un consultorio médico cuando aún no había ningún centro de salud en la zona. También funcionó como espacio para reuniones vecinales hasta que en 1960 la organización construyó el “centro de barrio” que se ubicaba detrás de la policlínica. Formaban parte de Emaús voluntarios y voluntarias jóvenes que trabajaban con pobladores de los barrios Marconi, Plácido Ellauri, Ellauri y Unidad Casavalle, así como con habitantes de rancheríos de la zona. Oscar, ya anciano pero que en aquel entonces era uno de los jóvenes voluntarios de Emaús, recordaba: “(…) con otro amigo nos dedicamos en un rancho mejorado del barrio a hacer bloques para ayudar a los vecinos que tenían pura chapa. Después seguimos haciendo bloques para hacer el centro de barrio y la policlínica, reacondicionar la policlínica que era una casucha de ladrillo con techo de zinc, se amplió. Ahí llegó a funcionar consultorio médico, un centro de reunión del barrio” (Entrevista realizada por María José Bolaña, año 2015) También vecinos y vecinas del barrio que viven en Marconi y Plácido Ellauri desde su inauguración en 1955-1956 recordaban: “No había nada. Después con el tiempo fue viniendo. Lo primero que vino acá que yo me acuerdo, fue una policlínica en Aparicio Saravia (…) Emaús” (Entrevista colectiva realizada por María José Bolaña, año 2022).

Policlínica de la organización Emaús, 1955. Foto extraída del audiovisual Campamentos 1957-1958. Donación de Mariana y Oscar, integrantes de la organización Emaús en los años cincuenta y sesenta..

Centro de barrio Emaús

Ubicación: Aparicio Saravia 3686.
El centro de barrio fue construido y coordinado por los y las jóvenes voluntarias de Emaús junto al sacerdote Atanasio Sierra en los barrios de emergencia y rancheríos de la zona desde su inauguración en 1960 hasta el golpe de Estado de 1973. Allí se brindaba un espacio recreativo, cultural y de reuniones, cuyas actividades eran cine, talleres artísticos, juegos, idas a la piscina del club Juventus en el centro de Montevideo los sábados, cerrando el año con un campamento en el balneario La Floresta. De su construcción y funcionamiento, así como de las y los voluntarios de Emaús, tienen recuerdos algunos vecinos ancianos de la zona, como Benito, que lo nombran como “la escuelita” y cuenta: “Eso lo hicimos nosotros”, refiriéndose a su participación en la construcción del centro de barrio. También recordaba las actividades de las y los jóvenes de Emaús: “…venían todos los sábados, ocho o diez personas y recorrían el barrio haciendo una cosa común entre todos, me visitaban a mí, visitaban al que vivía al lado”. De la misma forma Oscar, el ex voluntario de Emaús cuenta en qué consistía su actividad en el barrio, coincidiendo con los recuerdos de Benito: “Visitábamos casa por casa …para ver más que nada problemas en qué podíamos ayudar en cada familia, de ayudarlo para el empleo, para arreglar la casa… reforzar la olla, de un punto de vista religioso nada…” (Entrevistas realizadas por María José Bolaña, 2015).

Fotografía de la inauguración del Centro de Barrio Organización Emaús (1960). Donación de Mariana y Oscar, integrantes de la organización Emaús en los años cincuenta y sesenta.

“Cantegril de Timbues”

Ubicación: Aparicio Saravia y Timbues.
El “Cantegril de Timbues” comienza en los años cuarenta, fue una de las ocupaciones más antiguas de la zona junto a la de Enrique Castro (realojado en el barrio de emergencia Plácido Ellauri de 1952). Entre 1955 y 1958 creció de 15 (Informe de la Junta Departamental,1955) a 104 ranchos según el censo que realizó la Comisión de Vecinos del mismo cantegril (Diario El Popular del partido Comunista, 27/8/1958). Ese crecimiento acompañó la construcción de todos los barrios de emergencia de la zona con la esperanza que también quienes habitaban el rancherío de Timbues recibieran viviendas de emergencia. Para ello formó una comisión de vecinos que realizó un censo para conocer la cantidad de ranchos, familias y personas que lo habitaban y solicitar viviendas de emergencia al municipio, principalmente las de la Unidad Casavalle que estaban por finalizarse en 1958. Como parte del proceso de organización y demanda la comisión vecinal pintaba en cada rancho un número para establecer la cantidad de casas que necesitaban y llevar la información al municipio (imagen adjunta). En este proceso de organización participaron militantes del partido comunista, así lo relatan en su prensa partidaria: “Los habitantes de los cantegriles están decididos a no pasar otro invierno en el rancherío. Exigen el cumplimiento de las promesas, la entrega inmediata de la vivienda. Están unidos junto a la Comisión Vecinal del Cantegril de Timbues y Aparicio Saravia. No piden limosna. Exigen lo que han conquistado en dura lucha. (El Popular, 28/5/1958).

El “Cantegril de Timbues” trascendió en la ciudad a través de la prensa, los documentales y la acción política antes de la dictadura de los setenta. En 1991 el documentalista Alberto Miller fue entrevistado en el canal público TVCiudad por el documental “Cantegriles”. Allí él cuenta que el documental fue realizado enteramente en el “cantegril de Timbues” durante 1958, a donde asistió diariamente a filmar la vida cotidiana de sus pobladores: “Cantegriles” tuvo 20 funciones, (…) la pasamos en facultades, en instituciones culturales (…) en algunos sindicatos fue un best-seller. (…) ganó el premio “Universidad de la República” (…) se limitaba a mostrar la vida de los cantegriles, la miseria en que viven; (…) la realidad fue respetada.” (2 de febrero 1991). También una ex integrante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros recordaba cuando formaron un “grupo de jóvenes que nos fuimos de los partidos tradicionales de izquierda y cristianos por la teología de la liberación, (…) nos habíamos puesto las Juventudes Artiguistas, pero después los diarios nos pusieron los “Robin Hood”, una de las acciones (…) era hacer un reparto. Entonces existía la cadena Manzanares, (…) nosotros para Navidad la primera acción que hacemos encargamos a una dirección, ahí en Timbues y Aparicio Saravia, en la esquina, (…) un gran pedido que era como para un club, le dijimos, no me acuerdo si era un club blanco o colorado que había ahí, cuando los muchachos del reparto llegaron, nosotros le explicamos lo que íbamos hacer, ellos no entendían nada (…) y ahí la gente se empezó a acercar y empezamos a hacer el reparto de cosas (…) el Chueco Maciel es de ahí mismo” (Entrevista realizada por María José Bolaña, 2021). Este hecho sucedió el 24 de diciembre de 1963 según se afirma en el artículo “Violentos y corteses. Acerca de la violencia en el MLN-Tupamaros, a partir de algunas categorías de Norbert Elias” de Marina Cardozo, publicado en Prácticas de oficio. Investigación y reflexión en Ciencias Sociales, n° 4, agosto de 2009, pág. 6. El Chueco Maciel era un joven cuya familia vivía en el barrio de emergencia Plácido Ellauri, fue asesinado por la policía en 1971, así lo recuerda la canción Chueco Maciel de Daniel Viglietti, “Asalta el banco y comparte con el cantegril (…) Suena la sirena ya vienen por él” (1971) y una vecina del mismo barrio: “Cuando matan al Chueco, porque fue una muerte muy cruel que le hicieron, (…) lo agarran para el lado de San Martin, lo cazan, lo lastiman lo tiran para arriba de la camioneta, y ahí vino el más grande, el jefe y le encajo un tiro de gracia (…) acá rodeamos todo con gomas y prendimos fuego, porque sabíamos iban a venir, (…) para que no entrara la policía, porque la policía fue (…)” (Entrevista realizada por María José Bolaña, 2022).

Rancho censado por la Comisión de Vecinos del “Cantegril de Timbues” en 1958. Fotografía extraída del audiovisual Campamentos de la organización Emaús (1957-1959).

Las primeras cooperativas de viviendas en Casavalle: Comunidad San Vicente y Comunidad Santa María (1979-1989)

Ubicación: Timbues y Burgueño.
En 1979, en dictadura, 68 familias del antiguo “Cantegril de Timbues”, que había crecido en los años sesenta y setenta, fueron víctimas de un intento de desalojo forzado por parte de las fuerzas policiales y militares con el argumento de que se encontraba en terreno privado. Una de las vecinas que vivió el hecho comenta en un libro que recoge esas memorias: “resulta que de la noche a la mañana había que irse porque aquello tenía dueño” (Larrosa Mary; Basanta, Viviana, “Haciendo memoria con los vecinos de San Vicente y el Padre Cacho, CIPFE, 1998, pág. 16). Otro vecino recordaba: “yo estaba trabajando en Brignoni cuando me llamaron por teléfono,”Mira dice que vayas porque las máquinas van a tirar todos los ranchos”. (Entrevista realizada por María José Bolaña, 2015). Las familias a las que les había llegado el cedulón de desalojo pidieron apoyo a la parroquia Sagrados Corazones (Possolo) de la zona de Maroñas a través de la vecina del barrio de emergencia Plácido Ellauri Dora Paredes, el sacerdote católico Rubén Isidro Alonso (Cacho) y la trabajadora social Alicia Martirena. Ellas y Cacho se reunían con un grupo de jóvenes en una pieza construida entre la parroquia, vecinos y vecinas, donde también vivió Cacho y luego se convirtió en el centro comunal “Estrellita de Mar” que existe y es usado con fines comunitarios hasta el presente dentro del barrio de emergencia Plácido Ellauri. El desalojo pudo detenerse. La congregación religiosa de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul compró el terreno con el objetivo de formar una cooperativa de viviendas. Así entre 1979 y 1989 los habitantes de uno de los más antiguos cantegriles de la zona construyeron las dos primeras cooperativas de viviendas de Casavalle.

Comunidad San Vicente. Primera cooperativa de 24 viviendas (1983-1986). Tomado de Semanario Aquí, 7 de junio de 1983

Segunda cooperativa de viviendas de Casavalle: Comunidad Santa María

Ubicación: Timbues y Paralela Norte Burgueño.
En el marco de la conformación de la Comunidad San Vicente se continúa el proyecto durante los años ochenta de otra cooperativa para los habitantes de Timbues y Aparicio Saravia, la Comunidad Santa María con 12 viviendas.

Comunidad Santa María. Segunda cooperativa de 12 viviendas construida en los años ochenta. Foto e información brindada por la Organización San Vicente.

Club Timbues

Ubicación: Aparicio Saravia y Timbues.
El local donde desde 1990 funciona un Club de Niños directamente gestionado por el Instituto Nacional del Adolescente del Uruguay (INAU) fue construido por los vecinos y vecinas de las comunidades San Vicente y Santa María. Estas familias habían sufrido un intento de desalojo forzado en 1979 del terreno que ocupaban en Timbues y Aparicio Saravia, se organizaron como comunidad acompañados por el sacerdote Cacho y la trabajadora social Alicia Martirena. El salón comunal fue la primera construcción realizada por vecinos y vecinas organizadas con materiales proporcionados por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), allí funcionarían las asambleas, las elecciones y un comedor, que fue denominado por la cooperativa “Comedor obrero” (Larrosa Mary; Basanta, Viviana, “Haciendo memoria con los vecinos de San Vicente y el Padre Cacho, CIPFE, 1998, pág. 45).

Salón comunal de las comunidades San Vicente y Santa María actual Club Timbues. Foto extraída del Semanario Aquí, 7 de junio de 1983.

Tercera cooperativa de viviendas de Casavalle: Comunidad La Palmera

Ubicación: Aparicio Saravia entre Enrique Castro y Guarapirú.
A partir de las experiencias comunitarias de San Vicente y Santa María siguió la construcción cooperativa de la Comunidad La Palmera con 9 familias a fines de los ochenta. Durante la década del noventa se formaron cinco cooperativas más que también se ubican en la zona de Casavalle: Cooperativa Comunidad Viviendas para Jóvenes (COVIJO) entre las calles Chicago y Bariloche; Cooperativa Comunidad San Vicente Joven y Santa María en Timbues entre Aparicio Saravia y Niagara; Cooperativa Comunidad Padre Cacho en Aparicio Saravia casi Av. San Martín; Cooperativa Comunidad Pedro Poveda Av. Aparicio Saravia entre Trapani y Enrique Castro.

Comunidad La Palmera. Tercera cooperativa de 9 viviendas construida en los años ochenta. Foto brindada por la organización San Vicente.

Movimiento Pro Vida Decorosa (MOVIDE)

Ubicación: Club Timbues.
En el actual Club Timbues que fue hasta 1990 el centro comunal de las comunidades San Vicente y Santa María se realizó la primera asamblea de representantes de nueve barrios con problemas de vivienda y desalojo que formó el Movimiento Pro Vida Decorosa (MOVIDE) en 1983. Allí también se elaboró la primera plataforma del movimiento en 1984. El MOVIDE fue un movimiento social que en sus inicios, 1983, se denominó Movimiento Pro Vivienda Digna, pero rápidamente sus integrantes lo modificaron planteando una visión más amplia de sus necesidades y derechos, por ello lo denominaron Pro Vida Decorosa. La Comunidad San Vicente junto a La Calera (primera cooperativa de viviendas surgida de un cantegril que también sufrió un intento de desalojo en el barrio La Teja) iniciaron el MOVIDE buscando reunir y movilizar a los barrios que vivían amenazas de desalojos o que ya habían sido desalojados de terrenos o edificios urbanos. El movimiento llegó a integrar la Comisión Nacional Programática (CONAPRO) en el proceso de la transición de la dictadura a la democracia en 1984. Su plataforma exigía terreno y vivienda, trabajo y salario, salud, alimentación y educación. También denunciaba, a través de la prensa, los desalojos compulsivos practicados por las autoridades. Junto con otras organizaciones sociales como la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (FUCVAM) conmemoraron el Día Internacional de los Sin Techo el 6 de octubre desde 1987 hasta 1989, con marchas en las que se identificaban los barrios integrantes del movimiento y participaban de actos organizados por la Coordinadora de Vivienda Popular (Información extraída de Álvarez, María José, “Política en los márgenes. Asentamientos irregulares en Montevideo”, Ediciones Uniandes, Colombia, 2019, capítulo 3; Bolaña, María José, “La transformación de organizaciones sociales y el Estado uruguayo en la transición democrática (1979-1999)” en Revista Contemporánea. Historia y problemas del siglo XX. Año 10, Volumen 10, 2019).

Marcha del “Día de los sin techo” del 6 de octubre de 1989. El cartel “La Palmera. Presente” es de la comunidad La Palmera de Casavalle que integraba el MOVIDE junto a nueve barrios. Foto del Semanario Aquí, 10 de octubre 1989.

Lugares y memorias 2

Base cartográfica e información elaborada por María José Bolaña en base a su investigación de tesis doctoral en historia realizada en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República entre los años 2015 y 2024.Programación y diseño: Lic. Girmar Laucho

Escuela N°178 Unidad Casavalle

Ubicación: Avenida Gustavo Volpe esquina Dr. José Martirené.
La escuela pública N°178 fue construida por la Intendencia de Montevideo dentro del plano de la construcción de la Unidad Vecinal N°2 Casavalle (ver mapa 1) e inaugurada entre julio y agosto de 1958. El primer director de la misma fue el maestro Edison Andrioti en calidad de interino y las llaves del local escolar se las entregaron el 11 de agosto de 1958. En el libro diario de la escuela el maestro director cuenta sus visitas a las casas y rancheríos de la zona para informar de la nueva escuela e invitar a las familias a inscribir a sus hijos e hijas. Allí manifiesta la urgente necesidad de establecer un comedor escolar para garantizar la asistencia a la escuela y la alimentación de las infancias. También denuncia las dificultades de comunicación y transporte de la zona y el estado del local escolar recién construido: “La lluvia torrencial y continuada durante más de catorce horas nos obligó a permanecer en la escuela desde las ocho horas hasta las diecisiete horas, nos permitió comprobar la verdad de nuestra afirmación sobre las dificultades que tendrán los maestros para llegar a la escuela los días de lluvia y sólo podrán hacerlo en taxímetro. Lo mismo sucederá a la salida, pero el problema se agrava por no haber un solo teléfono en la zona. El más cercano dista diez o doce cuadras de la escuela. También pudimos comprobar las serias deficiencias de construcción que afectan el edificio. Un defecto que presentan todos los salones es la facilidad con que penetra el agua en todos por la parte inferior de las puertas por carecer los umbrales de guarda aguas. El salón Nº5 tiene partida toda la pared oeste por donde se filtra gran cantidad de agua. En la pared sur del salón número uno existe fisuras por las cuales penetra el agua.” (Libro diario escuela N°178, 19/8/1958).

Un vecino que llegó a las viviendas de emergencia de la Unidad Casavalle al ser inauguradas en 1959 y que asistió a esa escuela en los años sesenta, recordaba que lamentablemente tuvo que abandonarla “Porque tuve dificultad para aprender y no podían detenerse por uno (…) no daba el tiempo, eran muchos alumnos” (Entrevista realizada por María José Bolaña en 2015). La maestra directora efectiva que asumió la dirección en marzo de 1959, María Graviña, señalaba también esa dificultad en el libro diario: “Se inician las clases con una asistencia de 313 niños. Es completamente imposible trabajar solamente tres maestros. (…) Segundo año con 50 alumnos; Tercer año con 46 alumnos; Cuarto año con 21 alumnos; Quinto año con trece alumnos; Sexto año con cinco alumnos; estas clases estarán a mi cargo (…). Primer año (…) tenía ya 153 alumnos, la he dividido en tres grupos; uno, el de los repetidores con 54 alumnos estará mi cargo; 1ºA con 54 alumnos, a cargo de la Sra. Maestra Gloria (…) y 1º año B con 43 alumnos a cargo de la Sra. Maestra Elida (…) (Libro diario escuela N°178, 30/3/1959).

La Comisión de Fomento Escolar integrada por padres y madres fue muy importante para sostener la limpieza de la escuela, ropa y alimentación de escolares, así como para realizar parte del cercamiento del predio escolar. Los fondos se conseguían a través de rifas y funciones de cine los sábados en la tarde en el salón de actos de la escuela que también funcionaba como centro de barrio para reuniones vecinales y actividades culturales. Las reuniones de la comisión con la directora y maestros/as debían hacerse los domingos por la realidad laboral de las familias. Una vecina que vive en las viviendas de emergencia desde que llegó con seis años en 1959 y que fue a la escuela N°178 hasta cuarto año siendo niña, luego la culminó en una escuela para adultos que funcionó a fines de los ochenta en ese mismo local, recuerda la relación entre la comunidad escolar y el barrio en sus inicios: “María Gravina Meléndez, pero era una señora directora (…) Salían los niños a la hora de clases, y la escuela está allá arriba. Y ella salía con una campanita: “niños no tiren piedras, niños suban a la vereda, niños no anden corriendo.” Hasta allá al final del barrio. (…) las maestras también ayudaban. Por ejemplo, si mi madre estaba trabajando y venía más tarde, la maestra decía: “bueno ta, no se haga problema, venga a buscarlos que yo estoy un rato más” (…) Inclusive no había comedor para niños. Y la directora vio la necesidad, se reunió con la comisión. Porque había una comisión de la escuela también y la directora se reunía (…) Entonces fue que tenía que haber un comedor para los niños, tenía que haber aprendizaje, donde los chiquilines aprendieran (…) Lo logró ella. Ta, con vecinos y mucha gente que colaboró.” (Entrevista realizada por María José Bolaña en 2021).

Memoria del Concejo Departamental de Montevideo 1955-1959

Salón de actos de la escuela N°178

Ubicación: Avenida Gustavo Volpe
Desde 1958 y durante la década del sesenta el salón de actos de la escuela N°178 funcionó como centro cultural, recreativo y de reuniones de la comisión de fomento de la escuela y de la comisión vecinal de la Unidad Casavalle. En octubre de 1959 la maestra directora María Graviña escribía: “Recibo una solicitud de la comisión vecinal, para que ceda el salón de actos a fin de realizar un acto cultural en combinación con el departamento de extensión universitaria; este acto lo realizarán el sábado 31 a las 18:00. El salón está cedido (…).” El 24 de abril de 1965 la maestra directora, María Graviña anotaba en el libro diario de la escuela: “Hoy se inician las funciones de cine que con carácter de beneficio realiza la comisión de fomento.” Y el 24 de julio de ese mismo año señalaba lo que había podido realizar para la escuela con el dinero recaudado: “Con las funciones del cine del sábado y domingo pude levantar el tocadiscos de la escuela que estaba en reparación” (Libro diario de la escuela N°178 del año 1965). En la memoria de una de las maestras que inauguró el Jardín N°222 en 1969, vecino de la escuela, también pervive el recuerdo de actividades culturales en el salón de actos que compartían: “(…) en esa época vino el ´´Sabalero´´ me acuerdo y prácticamente estrenó la canción ´´Pantalón cortito”. Una vecina que llegó a las viviendas de emergencia de la Unidad Casavalle cuando se inauguraron en 1959 y que fue a la escuela recuerda a un maestro de canto que en ese espacio les enseñó un himno a Casavalle: “el profesor de canto, Mastangelo decía:”Cantaremos a mi barrio querido, con alma y vida con todo nuestro amor, está canción que inunda de alegría todo mi corazón. Casavalle barrio amigo hermanos dignos son de respetar, bajo su cielo hermoso vas avanzando cultura y voluntad.” (Entrevistas realizadas por María José Bolaña en 2021).

Foto del salón de actos de la escuela N°178, 2022. Foto tomada por María José Bolaña durante la realización de un taller para pintar un mural con niños y niñas de la escuela y adolescentes del Centro Educativo Asociado de la UTU. Actividad llevada a cabo por extensión universitaria de las Facultades de Humanidades y Ciencias de la Educación y de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República con el colectivo Contralapared (21/10/2022).

Barrio Nuevo Casavalle

Ubicación: Manzanas entre Avenida Gustavo Volpe, pasaje 322 y Camino Leandro Gómez.
El Barrio Nuevo Casavalle, más conocido como parte de la Unidad Casavalle en su segunda etapa, tiene una historia signada por varios cambios en su origen. Inicialmente las 120 viviendas que se terminaron de construir hacia 1963 fueron planificadas como las viviendas definitivas para los habitantes de rancheríos que habían sido trasladados a los albergues transitorios en 1959. Pero, en este año hubo una importante inundación en Uruguay que llevó a agravar problemas edilicios y de hacinamiento en diversas casas de inquilinato (conventillos) y edificios de Montevideo. Entonces la Junta Departamental de Montevideo decretó en 1959 que las viviendas fueran dadas en carácter de emergencia a los que habían sufrido problemas habitacionales por las inundaciones y por el estado deteriorado de algunos edificios (Decretos 11340 (23/4/1959), 11341 y 11342 (27/4/1959). Por ello se le llamó desde el gobierno departamental Barrio Nuevo Casavalle, de forma de diferenciarlo de las primeras viviendas de emergencia inauguradas en 1959. Muchos de los habitantes más antiguos del Barrio Nuevo Casavalle provienen del conventillo de la calle Gaboto y de un conventillo en la ex calle Sierra hoy Daniel Fernández Crespo. El derrumbe de una parte del conventillo Gaboto en 1959 había llevado a que el municipio diera albergue transitorio a algunas familias del mismo en una casona ubicada en la ex calle Larrañaga actual Luis Alberto de Herrera. Otros derrumbes y problemas edilicios en la ciudad habían llevado a que muchas familias fueran hospedadas en dos ex estaciones de tranvías: la Estación Goes y la Estación Agraciada. Por lo tanto, en marzo de 1965, 120 familias de todos esos lugares inauguraron las viviendas de emergencia municipales del Barrio Nuevo Casavalle (Acta 2113 de la Junta Departamental de Montevideo, 4/3/1965).

Este proceso está vivo en la memoria de vecinos y vecinas del barrio así como lo que significó el nuevo lugar a donde llegaron. Así lo recuerda una vecina que aún vive en las viviendas y llegó cuando tenía 5 años: “yo llegué, o sea, mis padres llegaron. Veníamos del conventillo de Gaboto, que era en Gaboto y Paysandú. Donde después se hizo la sede de la Republicana. Y éstas eran viviendas como de emergencia, para toda esa gente que vivía en ese lugar, que estaba en peligro de derrumbe (…) Este es un sector de viviendas, senda 28, 29, 30 y 31. Esta senda éramos todos de Gaboto. Algunos quedaron en la parte de abajo y algún otro en la senda 29. (…) Porque después vinieron también del conventillo de Sierra. Bueno, de Fernández Crespo, también. Y empezaron a venir de otros lugares (…) ¿Sabés de dónde vino gente también? ¿Viste los cuernos de Batlle? Donde está el Nuevo Centro. Viste que enfrente está el lugar nuevo que hicieron de ASSE, el hospital de traumatología. Ahí había una casona. Una casona enorme, antigua. El predio ese era todo campo. Estaba la casona en el medio. Una casona antigua. De ahí vino gente también, para la senda 29.” Otra vecina que también llegó desde el conventillo Gaboto recuerda la fecha exacta en que hicieron la mudanza con los camiones de la intendencia y el paisaje que encontró: “15 de marzo del 65. Yo tenía 10 cuando vine acá (…) era todo campo” (Entrevista colectiva realizada por María José Bolaña en 2022).

Foto extraída de Conti de Queiruga, Nydia, “Historia de los problemas de la arquitectura nacional. La vivienda de interés social en Uruguay”, FADU-UdelaR, Montevideo, 1986, figura 48.

Avenida Gustavo Volpe

Desde que se inauguraron en 1959 las viviendas de emergencia o albergues transitorios de la Unidad Casavalle se formó una comisión vecinal que muchas veces se reunía en casa de vecinos y otras solicitaba a la directora de la escuela N°178 el salón de actos. A mediados de 1959 la Comisión Vecinal realizó una reunión en el salón de actos e invitó a ediles de la Junta Departamental e integrantes del Concejo Municipal de la Intendencia para plantear sus necesidades, reclamar y realizar propuestas. Una de las propuestas que realizó está vinculada al nomenclátor del barrio. Los vecinos y vecinas proponían cambiar el nombre de “sendas” por “pasajes” y solicitaban “(…) que la calle principal que divide las viviendas, que es una especie de avenida central dentro de esa unidad, se designe con el nombre de Gustavo Volpe, el joven que, como se sabe, cayó víctima de la acción de un delincuente en las calles de Montevideo y que por sus méritos en el orden personal, espiritual y demás se hace acreedor a que una calle de Montevideo, y sobre todo una calle modesta como ésta, se designe con su nombre.”(Edil del partido socialista, Juan Andrés Cultelli, Acta de la Junta Departamental 1348, 27 agosto 1959). La primera propuesta no fue atendida por la Intendencia pero la segunda sí, aunque no se colocó la estela recordatoria de Gustavo Volpe como planteó el decreto que estableció el nombre en 1969: “Desígnase con el nombre de Avenida Gustavo Volpe a la calle central de la Unidad Casavalle, autorizándose a la colocación de una estela, con una placa recordatoria del ejemplo brindado por este estudiante a las jóvenes generaciones” (Decreto 14.729, Junta Departamental, 24 de julio de 1969 ). Gustavo Volpe fue un estudiante de medicina asesinado el 21 de diciembre de 1954 por quien intentaba robar una cartera a una mujer en la calle y él la defendió.

Avenida Gustavo Volpe esquina Dr. José Martirene. Foto realizada por Gabriela Gómes, abril 2023.

Policlínica de la Unidad Casavalle

Ubicación: Avenida Gustavo Volpe 4060 y pasaje 322.
Junto a las viviendas o albergues de emergencia, la escuela N°178 y el kiosco de policía de la Unidad Vecinal Casavalle inaugurados entre 1958 y 1959, se construyó un lugar pensado para “nursery” y “policlínica”. Era un pequeño espacio que comenzó a usarse como policlínica con un médico en 1960 y luego se le fueron agregando servicios de salud que funcionaban en el mismo consultorio: pediatría, odontología, vacunación. A lo largo de los sesenta la policlínica debió compartir el espacio con un Comedor Municipal que funcionaba en el local pensado para “nursery”. En 1969, cuando se inauguró el Jardín N°222, el espacio del comedor pasó a cumplir la función para la que había sido planificada, una maestra que inauguró el jardín de infantes ese año recuerda que las actividades del jardín ocuparon “un lugar en ese momento que había un comedor, el comedor se siguió habilitando (…), se entregaba la comida en la misma policlínica (…)” (Entrevista realizada por María José Bolaña en 2021).

La relación con la policlínica es parte de la memoria barrial. Una vecina que llegó en 1965 con cinco años de edad, recuerda: “(…) esa policlínica fue otra casa de uno. Era como una casa del barrio. Estaba el doctor Rodríguez, Ciganda, la señora de Herrera. Vos ibas a atenderte, bueno yo era chica, y siempre sufrí de la garganta. Vos ibas a atenderte y las que atendían ahí y ya te buscaban la carpeta, (…) Conocían a cada paciente. Teníamos el dentista también. (…) Y después Ruffino que arreglaba los primus y trabajaba en la policlínica.” (Entrevista realizada por María José Bolaña en 2021). El señor Ruffino era un vecino que ingresó a trabajar en la policlínica a principio de los sesenta y se jubiló, según su recuerdo alrededor del 2010. Allí comenzó limpiando y luego pasó a entregar números a quienes venían a atenderse. Se le entregó a él y su familia una vivienda de emergencia en 1960 y allí vivió hasta su fallecimiento en 2023. En una entrevista realizada en 2021 recordaba sus vivencias en la policlínica: “alguno que venía desesperado de dolor de muela, ahí iba y hablaba con el Doctor Montano, mira, bueno sácale la ficha que yo lo voy a atender y así con todo, esas cosas que hubieron (…) las mujeres embarazadas las traíamos con nosotros, parábamos los coches y pum, y si no vamos hasta ahí a la policlínica y las traíamos, y las poníamos adentro de los coches y se las llevaban para el hospital, (…) Ambulancias, ni pensar (…) era la manera más rápido de conseguir, qué esperar el ómnibus o un auto particular, o esperar que viniera la ambulancia, se salía de ese apuro, decían los médicos, ya están para tener, qué esto, que el otro, hay que esperar, parar la sangre, y bueno cuándo le paraba la sangre, se paraba el auto y pumba (…) no había teléfono (…)” .

La policlínica cumplía varias funciones además de la atención médica, funcionaba como parte del comedor escolar y barrial, también se celebraban matrimonios, se realizaba la partida de nacimiento y defunción y, se guardaban las hamacas de la plaza. Así lo recordaba Ruffino, quien se casó allí: “En la policlínica, en la parte que ahora es el Jardín, había un mostrador ahí, vivimos 40 años y le digo ¿vieja qué te parece si nos casamos? Y bueno, y fuimos, (…) mira yo me olvidaba de eso del casamiento”. Una vecina de la Unidad Misiones que llegó a vivir al complejo cuando se inauguró en 1974 recordaba: “yo vine acá entre pastos, los alambres, he visto como se ha levantado, yo colgaba las hamacas, dejaba hasta las 6 de la tarde, iba, decía lamento chiquilines, tengo que sacar las hamacas, las guardaba en la policlínica” (Entrevistas realizadas en 2021). En el 2014 la policlínica se mudo a un nuevo local instalado en Dr. José Martirené y Cno. Leandro Gómez. Donde era la policlínica funcionan el Jardín N°222 que se amplió y, desde 2015 el Centro Cívico Luisa Cuesta.

Nursery y policlínica 1959. Archivo Tierras y Viviendas, Intendencia de Montevideo.

Jardín N°222

Ubicación: Avenida Gustavo Volpe 4060.
Al lado de la policlínica se había construido un salón para “nursery” pero durante los años sesenta funcionó allí un Comedor Municipal, demanda de la escuela N°178 y de vecinos y vecinas del lugar frente a las necesidades alimentarias de la población del barrio. Así lo planteaba la maestra directora de la escuela N°178 en 1959: “veo en todas las familias una gran necesidad que es la instalación del comedor escolar; nótese a simple vista una desnutrición enorme en las criaturas (…) (Libro diario escuela N°178, 16 de marzo de 1969).

En marzo de 1969 comenzó a funcionar el Jardín N°222. La alimentación pasó a darse en el comedor escolar y en la policlínica que coordinaba actividades con ambas instituciones educativas. La dirección del jardín estuvo a cargo de una maestra directora junto a un equipo de tres maestras, una auxiliar de servicio y un auxiliar vigilante, según consta en el libro diario del jardín. El salón que no estaba condicionado para jardín de infantes fue remodelado, así lo cuenta la directora, también se subdividió con tabiques de bloques para los tres grupos que funcionarían allí, de 3, 4 y 5 años, cuyas inscripciones comenzaron esos primeros días de marzo.

Al igual que en la inauguración de la escuela N°178 en 1959 la carencia de materiales fue una constante compensada por donaciones de empresas, de familias del barrio y el esfuerzo de maestras, funcionarias, padres y madres que salían a buscar recursos y trabajaban en el jardín hasta los fines de semana: “El personal docente y auxiliar resolvió formar una cooperativa para poder adquirir los materiales que resultan imprescindibles para el comienzo de clases. Por esta vía logramos arreglar una cerradura de la puerta de entrada (…) adquirimos además 21 bols de plástico y nueve jarras (…) y un litro de pintura esmalte (…) Las maestras (…) encargadas de adquirir pintura para los muebles, han conseguido en la pinturería “Anselmi”, (…). La maestra Gladys Rodríguez se encargó de trasladar una biblioteca que regaló el jardín de infantes N°3. (…) El personal docente, auxiliar y de servicios se dispuso a pintar mesas y sillas. Los colores fueron meditados y creados en común con las maestras. Siendo las 17.30 hs. nos dirigimos con el personal docente a la fábrica de sintéticos Slovack, para presentarnos, y solicitar colaboración (…).” (Libro diario Jardín N°222, 13 y 14 de marzo de 1969).

Llegado el fin de semana, la maestra directora anota “Sábado 15 de marzo 1969. Siendo las ocho horas nos reunimos con el personal docente, auxiliares y de servicio para disponernos a pintar el mobiliario. Esta tarea se desarrolló ininterrumpidamente por el personal completo hasta las 12:45 obras. (…) Domingos 16 de marzo 1969: Concurro desde las 15.30 a las 17.45 a pintar y arreglar algunos materiales (…)” con la colaboración de “Vecinos de la zona en la pintura de los muebles.” De esta forma fue posible comenzar las clases en ciertas condiciones el lunes 17 de marzo con el siguiente número de inscriptos/as: 21 en tres años; 26 en cuatro años y 29 en cinco años. En abril se realizó la primera reunión de padres que la directora la evaluó como muy exitosa “Concurrieron 45 personas (hombres y mujeres) quienes concentraron toda su atención en nuestras palabras. (…) Se abrió un registro de aspirantes para cada taller contando ya con la cantidad de siete personas dispuestas a trabajar. (…) recibimos sugerencias de padres para mejorar el jardín; entre ellas enfatizamos el propósito de arbitrar recursos económicos por medio de una rifa (…) Se recibieron donaciones de los padres para completar el botiquín, además flautas, pájaros, restos de tela para confeccionar muñecos y títeres y maderas para utilizarlas como material de juego (…)” (Libro diario Jardín N°222, 18 al 21 de abril de 1969). Alicia, una de las maestras integrantes de ese primer equipo docente que inauguró el jardín recordaba en el 2021: “recién recibida con veintidós años me formé a fuego con un equipo maravilloso (…) fue un equipo fuerte” (Entrevista realizada por María José Bolaña).

Foto del archivo del Jardín N°222. Sin fecha exacta, se considera de los primeros años del jardín, principio de los setenta.

Unidad Misiones

Ubicación: Bulevar Aparicio Saravia entre Avenida San Martín y Plaza Casavalle.
La continuación del proyecto Unidad Casavalle con un complejo habitacional público comenzó a planificarse en 1961 por el gobierno nacional y departamental liderado por el partido nacional. En esa época la Intendencia de Montevideo presentó ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) un plan de viviendas municipales dentro de lo que fue el Plan Nacional de Viviendas. El proyecto municipal buscaba financiamiento del BID quien administraba el dinero de la Alianza para el Progreso del gobierno de Estados Unidos, programa de ayuda social y económica para resolver y evitar conflictos y revueltas sociales, así como la expansión de las izquierdas en América Latina a partir del triunfo de la revolución cubana. Este primer plan consistía en 544 viviendas a construir como continuación de la Unidad Casavalle comenzada a mediados de los cincuenta, aunque las proyectadas no serían viviendas de emergencia. Sin embargo el complejo no se construyó.

Finalmente, el proyectado complejo se concretó, con otras características, en los gobiernos del partido colorado entre 1968 y 1973. En ese nuevo contexto autoritario el complejo fue concebido como viviendas de emergencia en el marco de las medidas prontas de seguridad que el gobierno estaba tomando para contener y reprimir la movilización social. Así lo establecía el decreto presidencial en 1970 que declaraba “de interés general la realización de programas experimentales para erradicación de agrupamientos habitacionales marginales urbanos” estableciendo en el numeral quinto: “el poder ejecutivo ha juzgado (…) la crisis habitacional y el problema social que ella engendra, causa suficiente para la adopción de medidas prontas de seguridad” (Presidencia de la República, Secretaría. Oficina de Prensa. Comunicado N°1113/70. 30 de octubre de 1970. Archivo Tierras y Viviendas de la IM).

En ese marco, se decidió utilizar recursos del Fondo Nacional de Vivienda creado por la ley 13.728 para construir la última parte de la Unidad Casavalle, luego conocida como Unidad Misiones de 540 viviendas y la Unidad Cerro Norte con 504 viviendas. Su concreción entre 1971 y 1974 culminó con un gran complejo de viviendas pequeñas, precarias y aglutinadas que incumplían la normativa sobre vivienda social de la época.

Una de las primeras vecinas que llegó en 1974 con sus dos hijos pequeños y que aún vive allí recuerda, la mudanza al complejo recién inaugurado: “yo llegué de Malvín Norte a las 12 del día, tuve que hacer cola, porque esto estaba todo alambrado, y pasamos las cosas por el alambre (…) entramos sin puerta y sin ventana (…) no teníamos luz, acá entramos a oscuras. El teléfono para llamar tenías que cruzar todo Aparicio Saravia y Burgues y enfrente al Cementerio del Norte había un bar (…) Veníamos, acá prendíamos el primus y me habían enseñado que la mantilla de los faroles que se usaban antes tú la colocabas alrededor del sombrero del primus y te alumbraba como si tuvieras una bombita (…) las calles, esa calle de ahí, eran todos pozos, todos pozos” (Entrevista realizada por María José Bolaña en el 2021).

Otro vecino que vivió 24 años en la Unidad Misiones pero que ya no vive en el complejo, también recuerda cómo accedió a la vivienda y por qué llegó allí en 1983: “Fue en el 83, solicité una vivienda me acuerdo que en la Oficina Reguladora Social Contable del Ministerio de Educación y Cultura en la época de la dictadura (…) en ese año después de la crisis de la tablita del año 82 yo me quedé sólo con mis hijos (…) el negocio que tenía se vino abajo, (…) por esa causa fue que me otorgaron la vivienda después de haberla solicitado (…) yo vivía en Rivera y Acevedo Díaz, la situación se puso muy difícil, no pude pagar el alquiler del apartamento (…) esas fueron las razones por las cuales vine a dar ahí (…) fui uno de los tantos que emigramos para esta zona, o nos hicieron emigrar para esta zona (…) es la vida que te va llevando para arriba y para abajo, en este caso me sacó para afuera (…)” (Entrevista realizada por María José Bolaña en el 2021).

Foto extraída de Risso, Marta; Boronat, Yolanda, “La vivienda de interés social en el Uruguay, 1970-1983, Fondo de Cultura Universitaria, Montevideo, 1992.

Equipo de trabajo

Bolaña María José
Laucho Girmar 

Departamento de Geografía - Facultad de Ciencias - UDELAR

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