Introducción

La morfometría es un área de estudio que ha alcanzado un importante valor en la biología descriptiva, al igual que los avances tecnológicos que han permitido la obtención y el análisis de datos en diferentes campos y circunstancias. Uno de los componentes más importantes de la morfometría es la aplicación de la estadística. El reconocimiento de variables y el análisis estadístico de los datos obtenidos es fundamental para convertir la información recopilada en conocimiento aplicable (Toro-Ibacache et al., 2010).

Para este proyecto se utiliza un conjunto de datos que incluye 9 tipos diferentes de medidas morfométricas de 101 individuos de zarigüeyas (Trichosurus caninus), 42 hembras y 59 machos, en 7 lugares de diferentes localidades de Australia, desde Victoria del Sur (Vic) hasta Queensland (other). Este conjunto de datos también proporciona información respecto al sexo, la población y la edad de los individuos. Esta información permitirá analizar posibles conexiones existentes entre las medidas morfológicas recolectadas y cómo estas mismas pueden relacionarse con los otros aspectos evaluados (Lindenmayer et al. 1995).

Planteamiento de la investigación

El reconocimiento de factores morfológicos de las especies es un área crucial de la biología, siendo útil para entender el funcionamiento de los ecosistemas, para desarrollar planes de conservación y estudiar procesos evolutivos de las especies. En este caso, entender las posibles diferencias morfológicas de esta especie es útil para entender la presencia de rasgos de dimorfismo sexual, la identificación y clasificación de estas zarigüeyas con respecto a otras especies cercanas y el reconocimiento de juveniles y adultos a partir de rasgos morfométricos (Museo Nacional de Historia Natural de Chile s.f.).

Por otro lado el análisis de factores morfométricos con respecto a otras características como población, edad y sexo es útil para entender la ecología de especies del género Trichosurus y comprender más a fondo aspectos relacionados con los patrones de ciclo de vida de estas zarigüeyas (Martín y Handasyde, 2007).

Objetivo general

Analizar factores morfológicos de las zarigüeyas (T. caninus) y su relación con otros aspectos como su edad, sexo y población utilizando los datos morfométricos recuperados.

Objetivos específicos

  1. Identificar patrones y similitudes morfológicas entre las zarigüeyas a fin de establecer características comunes y divergentes en la población estudiada.
  2. Determinar diferencias morfológicas entre hembras y machos, evaluando la posibilidad de predecir el sexo de los individuos basándose en sus rasgos morfológicos.
  3. Analizar la variabilidad morfológica entre poblaciones de diferentes localidades, con el objetivo de identificar posibles adaptaciones o diferencias locales en la especie.

Variables y clasificación

Cualitativas - Población: Victoria (Vic), New South Wales y Queensland (other) - Sexo

Cuantitativas - Edad - Largo de la cabeza - Ancho del cráneo - Longitud total - Largo de la cola - Longitud pata - Circunferencia del pecho - Circunferencia del estómago - Tamaño del ojo - Tamaño de la oreja

#Gráficas y tablas

Gráfica 1. Frecuencia de la edad de las zarigüeyas. Se evidencia que la mayoría de los individuos se encuentran en el rango de edad entre 2 y 3 años.

Gráfica 2. Frecuencia del largo de la cabeza. La mayoría de los individuos presentan una longitud de cabeza entre 90mm y 95mm.

Gráfica 3. Frecuencia del largo total del cuerpo. La mayoría de los individuos presentan una longitud total entre 85 y 90 cm.

Gráfica 4. Frecuencia del largo de la cola. La mayoría de los individuos presentan una longitud de cola entre 35cm y 40cm.

Gráfica 5. Frecuencia del tamaño el oído. Se evidencia que la mayoría de los individuos presentan un tamaño de oído entre 50mm y 55mm.

Gráfica 6. Frecuencia del tamaño de los ojos. La mayoría de los individuos presentan un tamaño de ojo entre 10mm y 14mm.

Gráfica 7. Frecuencia de la medida de la circunferencia del pecho. La mayoría de los individuos presentan una medidaa de circunferencia del pecho entre 25cm y 30cm.

Gráfica 8. Frecuencia de la medida de la circunferencia del estómago. La mayoría de los individuos presentan una medida de circunferencia del estómago entre 30cm y 35cm.

Gráfica 9. Frecuencia del largo de la pata. La mayoría de los individuos poseen una medida del largo de la pata entre 70mm y 75mm.

Gráfica 10. Correlación entre largo de la cabeza y tamaño del oído. Este muestra una correlación positiva entre ambos carácteres.

Gráfica 11. Correlación entre longitud total y tamaño del oído. Muestra una correlación positiva débil entre la longitud de las orejas y la longitud total del cuerpo.

Gráfica 12. Correlación entre longitud de la cola y tamaño del oído. Indica una correlación negativa moderada entre la longitud de las orejas y la longitud de la cola.

Gráfica 13. Correlación entre longitud de la pata y tamaño del oído. Muestra una fuerte correlación positiva entre la longitud de las orejas y la longitud de las patas.

Gráfico 14. Correlación entre Ancho del cráneo y tamaño del oído. Indica una correlación positiva débil entre la longitud de las orejas y el ancho del cráneo.

Gráfico 15. Correlación entre Tamaño de los ojos y tamaño del oído. Muestra una correlación negativa débil entre la longitud de las orejas y el tamaño de los ojos.

Gráfico 16. Correlación entre circunferencia del pecho y tamaño del oído. Indica una correlación positiva débil a moderada entre la longitud de las orejas y la circunferencia del pecho.

Gráfico 17. Correlación entre tamaño del estómago y tamaño del oído. Muestra una correlación positiva muy débil entre la longitud de las orejas y la circunferencia del estómago. La relación es prácticamente inexistente.

Gráfico 18. Correlación entre edad y tamaño del oído. Indica una correlación positiva muy débil entre la longitud de las orejas y la edad. Esto sugiere que la longitud de las orejas no varía significativamente con la edad.

Gráfico 19. Correlación entre edad y longitud de la cabeza. Indica una correlación positiva moderada entre la edad y el largo de la cabeza. A medida que la edad aumenta, el largo de la cabeza tiende a aumentar, pero no de manera muy fuerte.

Gráfico 20. Correlación entre edad y longitud total. Muestra una correlación positiva moderada entre la edad y la longitud total del cuerpo. Aunque hay una relación, no es muy fuerte.

Gráfico 21. Correlación entre edad y longitud de la cola. Indica una correlación positiva débil entre la edad y el largo de la cola. La relación es muy ligera, lo que sugiere que el largo de la cola no cambia mucho con la edad.

Gráfico 22. Correlación entre edad y longitud de la pata. Indica una correlación positiva débil entre la edad y la longitud de la pata, lo que sugiere que las patas crecen un poco con la edad, pero no significativamente.

Gráfico 23. Correlación entre edad y ancho del cráneo. Muestra una correlación positiva moderada entre la edad y el ancho del cráneo. A medida que las zarigüeyas envejecen, el ancho del cráneo tiende a aumentar.

Gráfico 24. Correlación entre edad y tamaño de los ojos. Indica una correlación positiva débil entre la edad y el tamaño de los ojos. La relación es baja, lo que significa que el tamaño de los ojos no varía significativamente con la edad.

Gráfico 25. Correlación entre edad y circunferencia del pecho. Indica una correlación positiva moderada entre la edad y la circunferencia del pecho. Zarigüeyas más viejas tienden a tener un pecho más grande.

Gráfico 26. Correlación entre edad y circunferencia del estómago. Indica una correlación positiva moderada entre la edad y la circunferencia del estómago, lo que sugiere que el estómago tiende a ser más grande en zarigüeyas más viejas.

Gráfico 27. Correlación entre edad y tamaño del oído. Muestra una correlación casi inexistente entre la edad y el tamaño del oído. La edad prácticamente no tiene efecto en el tamaño de las orejas.

Gráfico 28. Correlación entre longitud de la cabeza y edad. Muestra una correlación positiva moderada entre el largo de la cabeza y la edad. A medida que las zarigüeyas envejecen, el largo de la cabeza tiende a aumentar.

Gráfico 29. Correlación entre Longitud de la Cabeza y Longitud Total. Indica una fuerte correlación positiva entre el largo de la cabeza y la longitud total del cuerpo. A medida que la cabeza se alarga, el cuerpo también tiende a ser más largo.

Gráfico 30. Correlación entre Longitud de la Cabeza y Longitud de la Cola. Indica una correlación positiva débil a moderada entre el largo de la cabeza y el largo de la cola. La relación existe, pero no es muy fuerte.

Gráfico 31. Correlación entre Longitud de la Cabeza y Longitud de la Pata. Muestra una correlación positiva moderada entre el largo de la cabeza y la longitud de la pata. Aunque no es tan fuerte como las anteriores, hay una tendencia a que zarigüeyas con cabezas más largas tengan patas más largas.

Gráfico 32. Correlación entre Longitud de la Cabeza y Ancho del Cráneo. Muestra una fuerte correlación positiva entre el largo de la cabeza y el ancho del cráneo. Esto indica que a medida que el largo de la cabeza aumenta, el ancho del cráneo también tiende a aumentar significativamente.

Gráfico 33. Correlación entre Longitud de la Cabeza y Tamaño de los Ojos. Indica una correlación positiva moderada entre el largo de la cabeza y el tamaño de los ojos. Esto sugiere que, en general, zarigüeyas con cabezas más largas tienden a tener ojos más grandes.

Gráfico 34. Correlación entre Longitud de la Cabeza y Circunferencia del Pecho. Muestra una fuerte correlación positiva entre el largo de la cabeza y la circunferencia del pecho. Las zarigüeyas con cabezas más largas tienden a tener un pecho más grande.

Gráfico 35. Correlación entre Longitud de la Cabeza y Tamaño del Estómago. Indica una correlación positiva moderada a fuerte entre el largo de la cabeza y la circunferencia del estómago, lo que sugiere que un estómago más grande está asociado con un mayor largo de la cabeza.

Gráfico 36. Correlación entre Longitud de la Cabeza y Tamaño del Oído. Muestra una correlación positiva débil entre el largo de la cabeza y el tamaño del oído. Esto sugiere que el tamaño de las orejas no está fuertemente relacionado con el largo de la cabeza.

Gráfico 37. Correlación entre Longitud Total y Longitud de la Cabeza. Muestra una correlación positiva moderada a fuerte entre la longitud total del cuerpo y la longitud de la cabeza. Un cuerpo más largo generalmente está asociado con una cabeza más larga.

Gráfico 38. Correlación entre Longitud Total y Longitud de la Cola. ndica una fuerte correlación positiva entre la longitud total del cuerpo y el largo de la cola. Zarigüeyas con cuerpos más largos tienden a tener colas más largas.

Gráfico 39. Correlación entre Longitud Total y Longitud de la pata. Indica una correlación positiva moderada entre la longitud total del cuerpo y la longitud de la pata.

Gráfico 40. Correlación entre Longitud Total y Anchura del Cráneo. Muestra una fuerte correlación positiva entre la longitud total del cuerpo y el ancho del cráneo. Esto indica que, a medida que el cuerpo de la zarigüeya se alarga, el cráneo también tiende a ser más ancho.

Gráfico 41. Correlación entre Longitud Total y Tamaño de los Ojos. Indica una correlación positiva débil a moderada entre la longitud total del cuerpo y el tamaño de los ojos. La relación es relativamente baja.

Gráfico 42. Correlación entre Longitud Total y Circunferencia del Pecho. Muestra una fuerte correlación positiva entre la longitud total del cuerpo y la circunferencia del pecho. Un cuerpo más largo generalmente está asociado con un pecho más grande.

Gráfico 43. Correlación entre Longitud Total y Circunferencia del Estómago. Indica una correlación positiva moderada a fuerte entre la longitud total del cuerpo y la circunferencia del estómago. Las zarigüeyas con cuerpos más largos tienden a tener un estómago más grande.

Gráfico 44. Correlación entre Longitud Total y Longitud del Oído. Muestra una correlación positiva débil entre la longitud total del cuerpo y el tamaño del oído. Esto sugiere que el tamaño del oído no está fuertemente relacionado con la longitud del cuerpo.

Gráfico 45. Correlación entre Longitud Total y Edad. Muestra una correlación positiva débil a moderada entre la longitud total del cuerpo y la edad. A medida que las zarigüeyas envejecen, el cuerpo tiende a alargarse, pero no de manera muy significativa.

Gráfico 46. Correlación entre Longitud de la Cola y Longitud de la Cabeza. Indica una correlación positiva débil a moderada entre la longitud de la cola y la longitud de la cabeza. Las zarigüeyas con colas más largas tienden a tener cabezas ligeramente más largas.

Gráfico 47. Correlación entre Longitud de la Cola y Longitud Total. Muestra una fuerte correlación positiva entre la longitud de la cola y la longitud total del cuerpo. Esto indica que, a medida que la longitud del cuerpo aumenta, la cola tiende a ser más larga también.

Gráfico 48. Correlación entre Longitud de la Cola y Edad. Muestra una correlación positiva débil entre la longitud de la cola y la edad. Esto indica que la edad tiene poca influencia en la longitud de la cola.

Gráfico 49. Correlación entre Longitud de la Cola y Longitud de la pata. Indica una correlación negativa débil entre la longitud de la cola y la longitud de la pata. Esto sugiere que a medida que la cola es más larga, las patas tienden a ser ligeramente más cortas, pero esta relación es muy débil.

Gráfico 50. Correlación entre Longitud de la Cola y Anchura del Cráneo. Muestra una correlación positiva débil a moderada entre la longitud de la cola y el ancho del cráneo. Esto sugiere que las zarigüeyas con colas más largas tienden a tener cráneos ligeramente más anchos.

Gráfico 51. Correlación entre Longitud de la Cola y Tamaño de los Ojos. Indica una correlación positiva débil entre la longitud de la cola y el tamaño de los ojos. La relación es baja, lo que significa que el tamaño de los ojos no varía mucho con la longitud de la cola.

Gráfico 52. Correlación entre Longitud de la Cola y Circunferencia del Pecho. Indica una correlación positiva débil entre la longitud de la cola y la circunferencia del pecho. La relación es baja, lo que sugiere que el tamaño del pecho no está fuertemente relacionado con la longitud de la cola.

Gráfico 53. Correlación entre Longitud de la Cola y Circunferencia del Estómago. Indica una correlación positiva débil a moderada entre la longitud de la cola y la circunferencia del estómago. Aunque hay una relación, no es muy fuerte, lo que sugiere que el tamaño del estómago no es un predictor muy fuerte de la longitud de la cola.

Gráfico 54. Correlación entre Longitud de la Cola y Tamaño del Oído. Muestra una correlación negativa moderada entre la longitud de la cola y el tamaño del oído. Esto sugiere que las zarigüeyas con colas más largas tienden a tener oídos más pequeños.

Gráfico 55. Correlación entre Longitud de las Patas y Longitud de la Cabeza. Indica una correlación positiva moderada entre la longitud de las patas y la longitud de la cabeza. Zarigüeyas con cabezas más largas tienden a tener patas más largas, pero la relación no es muy fuerte.

Gráfico 56. Correlación entre Longitud de las Patas y Longitud Total. Muestra una correlación positiva moderada a fuerte entre la longitud de las patas y la longitud total del cuerpo. Zarigüeyas con patas más largas tienden a tener un cuerpo más largo.

Gráfico 57. Correlación entre Longitud de las Patas y Longitud de la Cola. Indica una correlación negativa muy débil entre la longitud de las patas y la longitud de la cola. Esto sugiere que, en general, zarigüeyas con patas más largas podrían tener colas ligeramente más cortas, aunque la relación es muy débil.

Gráfico 58. Correlación entre Longitud de las Patas y Edad. Muestra una correlación positiva débil entre la longitud de las patas y la edad. A medida que las zarigüeyas envejecen, la longitud de las patas aumenta ligeramente, pero la relación es muy débil.

Gráfico 59. Correlación entre Longitud de las Patas y Anchura del Cráneo. Indica una correlación positiva moderada entre la longitud de las patas y el ancho del cráneo. Esto sugiere que un cráneo más ancho podría estar asociado con patas más largas.

Gráfico 60. Correlación entre Longitud de las Patas y Tamaño de los Ojos. Muestra una correlación casi inexistente entre la longitud de las patas y el tamaño de los ojos. Esto sugiere que no hay una relación significativa entre estas dos características.

Gráfico 61. Correlación entre Longitud de las Patas y Circunferencia del Pecho. Indica una correlación positiva moderada a fuerte entre la longitud de las patas y la circunferencia del pecho. Esto sugiere que zarigüeyas con patas más largas también tienden a tener un pecho más grande.

Gráfico 62. Correlación entre Longitud de las Patas y Circunferencia del Estómago. Muestra una correlación positiva moderada entre la longitud de las patas y la circunferencia del estómago. Zarigüeyas con patas más largas tienden a tener un estómago más grande, aunque la relación no es muy fuerte.

Gráfico 63. Correlación entre Longitud de las Patas y Longitud del Oído. Muestra una fuerte correlación positiva entre la longitud de las patas y el tamaño del oído. Esto indica que zarigüeyas con patas más largas tienden a tener oídos más grandes.

Gráfico 64. Correlación entre Tamaño de los Ojos y Longitud de la Cabeza. Muestra una correlación positiva moderada entre el tamaño de los ojos y la longitud de la cabeza. Esto sugiere que las zarigüeyas con cabezas más largas tienden a tener ojos más grandes.

Gráfico 65. Correlación entre Tamaño de los Ojos y Longitud Total. Muestra una correlación positiva débil a moderada entre el tamaño de los ojos y la longitud total del cuerpo. Zarigüeyas con cuerpos más largos tienden a tener ojos más grandes, aunque la relación es débil.

Gráfico 66. Correlación entre Tamaño de los Ojos y Longitud de la Cola. Indica una correlación positiva débil entre el tamaño de los ojos y la longitud de la cola. Esto sugiere que zarigüeyas con colas más largas tienden a tener ojos más grandes, aunque la relación es débil.

Gráfico 67. Correlación entre Tamaño de los Ojos y Edad. Muestra una correlación positiva débil a moderada entre el tamaño de los ojos y la edad. A medida que las zarigüeyas envejecen, los ojos tienden a ser más grandes, pero la relación no es muy significativa.

Gráfico 68. Correlación entre Tamaño de los Ojos y Longitud de las Patas. Muestra una correlación casi inexistente entre el tamaño de los ojos y la longitud de las patas. Esto sugiere que no hay una relación significativa entre estas dos características.

Gráfico 69. Correlación entre Tamaño de los Ojos y Anchura del Cráneo. Indica una correlación positiva moderada entre el tamaño de los ojos y el ancho del cráneo. Zarigüeyas con cráneos más anchos tienden a tener ojos más grandes.

Gráfico 70. Correlación entre Tamaño de los Ojos y Circunferencia del Pecho. Muestra una correlación positiva débil entre el tamaño de los ojos y la circunferencia del pecho. Esto sugiere que zarigüeyas con un pecho más grande podrían tener ojos ligeramente más grandes, pero la relación es muy débil.

Gráfico 71. Correlación entre Tamaño de los Ojos y Circunferencia del Estómago. Indica una correlación positiva débil a moderada entre el tamaño de los ojos y la circunferencia del estómago. Zarigüeyas con estómagos más grandes tienden a tener ojos más grandes, pero la relación no es muy fuerte.

Gráfico 72. Correlación entre Tamaño de los Ojos y Tamaño del Oído. Indica una correlación negativa débil entre el tamaño de los ojos y el tamaño del oído. Esto sugiere que zarigüeyas con oídos más grandes tienden a tener ojos más pequeños, aunque la relación es débil.

Gráfico 73. Correlación entre Circunferencia del Pecho y Longitud de la Cabeza. Muestra una correlación positiva fuerte entre la circunferencia del pecho y la longitud de la cabeza. Esto sugiere que las zarigüeyas con cabezas más largas tienden a tener un pecho más grande.

Gráfico 74. Correlación entre Circunferencia del Pecho y Longitud Total. Indica una correlación positiva moderada a fuerte entre la circunferencia del pecho y la longitud total del cuerpo. Zarigüeyas con cuerpos más largos tienden a tener un pecho más grande.

Gráfico 75. Correlación entre Circunferencia del Pecho y Longitud de la Cola. Indica una correlación positiva débil entre la circunferencia del pecho y la longitud de la cola. Esto sugiere que las zarigüeyas con colas más largas podrían tener un pecho ligeramente más grande, pero la relación es muy débil.

Gráfico 76. Correlación entre Circunferencia del Pecho y Edad. Indica una correlación positiva moderada entre la circunferencia del pecho y la edad. A medida que las zarigüeyas envejecen, tienden a tener un pecho más grande.

Gráfico 77. Correlación entre Circunferencia del Pecho y Longitud de las Patas. Muestra una correlación positiva moderada entre la circunferencia del pecho y la longitud de las patas. Esto sugiere que las zarigüeyas con patas más largas tienden a tener un pecho más grande, aunque la relación es menos fuerte comparada con otras variables.

Gráfico 78. Correlación entre Circunferencia del Pecho y Tamaño de los Ojos. Muestra una correlación positiva débil entre la circunferencia del pecho y el tamaño de los ojos. Esto sugiere que no hay una relación significativa entre estas dos características.

Gráfico 79. Correlación entre Circunferencia del Pecho y Anchura del Cráneo. Indica una correlación positiva fuerte entre la circunferencia del pecho y el ancho del cráneo. Zarigüeyas con cráneos más anchos tienden a tener un pecho más grande.

Gráfico 80. Correlación entre Circunferencia del Pecho y Circunferencia del Estómago. Muestra una correlación positiva fuerte entre la circunferencia del pecho y la circunferencia del estómago. Esto sugiere que las zarigüeyas con estómagos más grandes tienden a tener un pecho más grande.

Gráfico 81. Correlación entre Circunferencia del Pecho y Longitud del Oído. Muestra una correlación positiva débil a moderada entre la circunferencia del pecho y el tamaño del oído. Zarigüeyas con oídos más grandes tienden a tener un pecho ligeramente más grande, pero la relación no es muy fuerte.

Gráfico 82. Correlación entre Circunferencia del Estómago y Longitud de la Cabeza. Indica una correlación positiva moderada a fuerte entre la circunferencia del estómago y la longitud de la cabeza. Esto sugiere que zarigüeyas con cabezas más largas tienden a tener un estómago más grande.

Gráfico 83. Correlación entre Circunferencia del Estómago y Longitud Total. Muestra una correlación positiva moderada a fuerte entre la circunferencia del estómago y la longitud total del cuerpo. Zarigüeyas con cuerpos más largos tienden a tener un estómago más grande.

Gráfico 84. Correlación entre Circunferencia del Estómago y Longitud de la Cola. Muestra una correlación positiva débil a moderada entre la circunferencia del estómago y la longitud de la cola. Zarigüeyas con colas más largas tienden a tener un estómago ligeramente más grande.

Gráfico 85. Correlación entre Circunferencia del Estómago y Edad. Muestra una correlación positiva moderada entre la circunferencia del estómago y la edad. Esto sugiere que las zarigüeyas más viejas tienden a tener un estómago más grande.

Gráfico 86. Correlación entre Circunferencia del Estómago y Longitud de las Patas. Indica una correlación positiva débil a moderada entre la circunferencia del estómago y la longitud de las patas. Zarigüeyas con patas más largas tienden a tener un estómago ligeramente más grande.

Gráfico 87. Correlación entre Circunferencia del Estómago y Tamaño de los Ojos. Indica una correlación positiva débil entre la circunferencia del estómago y el tamaño de los ojos. Zarigüeyas con ojos más grandes tienden a tener un estómago ligeramente más grande, pero la relación es débil.

Gráfico 88. Correlación entre Circunferencia del Estómago y Anchura del Cráneo. Indica una correlación positiva moderada entre la circunferencia del estómago y el ancho del cráneo. Esto sugiere que las zarigüeyas con cráneos más anchos tienden a tener un estómago más grande.

Gráfico 89. Correlación entre Circunferencia del Estómago y Circunferencia del Pecho. Muestra una correlación positiva fuerte entre la circunferencia del estómago y la circunferencia del pecho. Esto sugiere que las zarigüeyas con un pecho más grande tienden a tener un estómago más grande.

Gráfico 90. Correlación entre Circunferencia del Estómago y Tamaño del Oído. Muestra una correlación positiva muy débil entre la circunferencia del estómago y el tamaño del oído. Esto sugiere que el tamaño del oído no está significativamente relacionada con la circunferencia del estómago.

## 
##  f  m 
## 42 59

Gráfico 91. tabla de cantidad de machos y hembras.

Gráfico 92. Relación entre Circunferencia del Estómago y Sexo. Los machos tienden a tener una circunferencia del estómago mayor y más variable en comparación con las hembras.

Gráfico 93. Relación entre Longitud de la Cabeza y Sexo. Los machos tienden a tener una longitud de cabeza mayor y más variable en comparación con las hembras.

Gráfico 94. Relación entre Longitud Total y Sexo. Los machos tienden a tener una longitud corporal mayor y más variable en comparación con las hembras.

Gráfico 95. Relación entre Longitud de la Cola y Sexo. Aunque hay diferencias en la mediana del largo de la cola entre hembras y machos, la dispersión y el rango total de los datos son bastante similares. Esto sugiere que, en general, no hay una gran diferencia en el largo de la cola entre los sexos, aunque puede haber excepciones individuales.

Gráfico 96. Relación entre Edad y Sexo. Los individuos medidos muestran que las edades para el sexo femenino son generalmente más altas que las del sexo masculino, el rango para el sexo femenino también es más amplio lo cual indica una mayor variabilidad.

Gráfico 97. Relación entre Longitud de las Patas y Sexo. Los machos tienden a tener una longitud de patas mayor y más variable en comparación con las hembras.

Gráfico 98. Relación entre Tamaño de los Ojos y Sexo. Los machos tienden a tener un tamaño de ojos mayor y más variable en comparación con las hembras.

Gráfico 99. Relación entre Anchura del Cráneo y Sexo. Los machos tienden a tener un ancho de cráneo mayor y más variable en comparación con las hembras.

Gráfico 100. Relación entre Circunferencia del Pecho y Sexo. Los machos tienden a tener una circunferencia del pecho mayor y más variable en comparación con las hembras.

Gráfico 101. Relación entre Tamaño del Oído y Sexo. Los machos tienden a tener un tamaño de oído mayor y más variable en comparación con las hembras.

## 
## other   Vic 
##    58    43

Gráfico 102. Tabla de la cantidad de individuos por población.

Gráfico 103. Relación entre largo de la cabeza y población. La población other tiene una longitud de cabeza promedio ligeramente mayor y la población Vic muestra una mayor variabilidad. Ambas poblaciones tienen valores atípicos, esto indica que hay individuos con longitudes de cabeza que se desvían significativamente del rango típico.

Gráfico 104. Relación entre Ancho del cráneo y población. La población Vic posee un ancho de cráneo promedio ligeramente mayor, a su vez muestra una mayor variabilidad que la población other. Ambas poblaciones tienen valores atípicos, lo que indica que hay individuos con anchos de cráneo que se desvían significativamente del rango típico.

Gráfico 105. Relación entre Longitud total y población. Ambas poblaciones tienen mediana similar en cuanto a longitud total, sin embargo, la población Vic muestra una mayor variabilidad y tiene un valor atípico lo cual indica que hay un individuo con una longitud total significativamente menor que el resto de su grupo.

Gráfico 106. Relación entre Longitud de la cola y población. La población other tiene una longitud de cola promedio mayor a la de la población Vic, esta última muestra una mayor variabilidad. La población other también tiene un valor atípico, lo que indica que hay un individuo con una longitud de cola significativamente mayor que el resto de la población.

Gráfico 107. Relación entre Longitud de la pata y población. la población de Victoria tiene un promedio de longitud de pata mayor, y una mayor variabilidad en la longitud de la pata en comparación con las otras poblaciones other. En las otras poblaciones hay algunos valores atípicos los cuales indican individuos con patas significativamente más cortas que el resto de su grupo.

Gráfico 108. Relación entre tamaño del oído y población. La población Vic posee un tamaño del oído promedio ligeramente mayor, a su vez muestra una mayor variabilidad que la población other. Ambas poblaciones tienen valores atípicos, lo que indica que hay individuos con tamaño del oído que se desvían significativamente del rango típico.

Gráfico 109. Relación entre tamaño del ojo y población. La población Vic tiene un tamaño del ojo promedio ligeramente mayor, y una variabilidad más amplia que la población other. La población Vic también muestra varios valores atípicos, lo que indica que hay individuos con tamaño del ojo significativamente mayores que el resto de su grupo.

Gráfico 110. Relación entre circunferencia del pecho y población. La población Vic tiene una circunferencia del pecho promedio ligeramente mayor, y una variabilidad más amplia que la población other. La población Vic también muestra varios valores atípicos, lo que indica que hay individuos con circunferencias del pecho significativamente mayores que el resto de su grupo.

Gráfico 111. Relación entre circunferencia del estómago y población. La población Vic tiene una circunferencia del estómago promedio mayor, y una mayor variabilidad que la población other. Ambas poblaciones tienen valores atípicos lo que indica que hay individuos con medida de circunferencia del estómago que se desvían significativamente del rango típico.

Distribución de sexos y análisis de proporciones

Para analizar las características morfométricas y la distribución de sexos en la muestra de Trichosurus caninus, se examinaron la longitud total y la longitud del pie de los individuos, evaluando posibles patrones comunes y variabilidad en la estructura corporal. Asimismo, se estimó la proporción de machos en la población, incluyendo un intervalo de confianza del 95% para precisar la representatividad de los sexos en la muestra. Estos resultados nos permiten explorar si existen diferencias morfológicas marcadas y si la proporción de sexos podría influir en la variabilidad observada entre los individuos.

Longitud Total (Media = 87.27 cm; IC 95%: 86.44 – 88.10 cm):

La longitud total de las zarigüeyas tiene un intervalo de confianza estrecho, lo que indica que la variabilidad en esta medida es relativamente baja en la muestra. Esto sugiere que la longitud total es una característica estable y consistente en la población estudiada.

En el contexto de morfometría y dimorfismo sexual, el hecho de que esta medida esté dentro de un rango estrecho puede ser indicativo de una selección natural que favorece ciertos rangos de tamaño en esta especie, posiblemente como adaptación al entorno o para satisfacer requisitos fisiológicos y ecológicos específicos. Además, esta medida es relevante para los objetivos de identificación de diferencias entre sexos, ya que una menor variabilidad en longitud total podría facilitar la identificación de patrones de dimorfismo sexual si los machos y las hembras tienen promedios de tamaño significativamente distintos.

Longitud del Pie (Media = 68.40 mm; IC 95%: 67.53 – 69.27 mm):

La longitud del pie también presenta un intervalo de confianza relativamente estrecho, lo cual sugiere que esta característica morfológica es igualmente consistente en la población de T. caninus. Según la regla de Allen (1877), que plantea que las extremidades de los mamíferos suelen adaptarse al clima para facilitar la termorregulación (por ejemplo, patas más largas en climas cálidos para disipar el calor), la longitud del pie puede ser un rasgo sujeto a presiones ambientales. El intervalo estrecho podría indicar que estas zarigüeyas tienen una longitud de pie adaptada a su hábitat específico. La consistencia en la longitud del pie entre individuos de diferentes poblaciones puede sugerir que la especie ha alcanzado una morfología ideal para su entorno, sin necesidad de una mayor variabilidad en esta medida, al menos en las regiones y condiciones estudiadas.

los intervalos de confianza para la longitud total y la longitud del pie sugieren que estos rasgos son consistentes dentro de la población de zarigüeyas estudiada. Esto puede estar relacionado con una adaptación específica que permite a estos animales mantenerse dentro de un rango morfológico efectivo para su supervivencia. Además, la estabilidad en estas medidas podría ayudar en la identificación de diferencias morfológicas entre sexos y poblaciones, cumpliendo con el objetivo de evaluar patrones de dimorfismo sexual y diferencias morfológicas entre localidades.

Proporción de sexos:

El análisis de la proporción de machos en la muestra de zarigüeyas (Trichosurus caninus) reveló que el 58.4% de los individuos son machos (proporción = 0.584).

Utilizando un intervalo de confianza del 95%, se determinó que la proporción verdadera de machos en la población se encuentra entre 48.8% y 68% (IC 95%: 0.488 - 0.68). Este intervalo refleja la variabilidad en la estimación de la proporción poblacional de machos y sugiere una ligera predominancia de machos en la muestra.

La amplitud del intervalo de confianza sugiere que, aunque la muestra proporciona una estimación inicial sobre la proporción de machos, la variabilidad aún es considerable. Esto podría deberse a factores como el tamaño de la muestra o diferencias intrapoblacionales entre las localidades de donde se obtuvieron los individuos. La distribución de sexos en esta muestra constituye una base inicial para estudios de dimorfismo sexual, dado que una proporción de machos superior al 50% podría influir en la competencia intraespecífica y en las dinámicas de apareamiento en esta especie.

Análisis

Las características morfológicas de Trichosurus caninus están interrelacionadas de manera compleja, con ciertas medidas corporales mostrando fuertes asociaciones entre sí. Por ejemplo, la longitud de la cabeza, el ancho del cráneo y la circunferencia del pecho están fuertemente relacionadas. Sin embargo, algunas características, como el tamaño de las orejas y los ojos, tienen relaciones más débiles con otras dimensiones corporales, indicando que su variación es menos influenciada por las otras características morfológicas.

También se evidencia que los machos de T.caninus tienden a ser mayores en tamaño y presentar una mayor variabilidad en sus medidas corporales comparados con las hembras. Esta tendencia hacia un mayor tamaño corporal en los machos podría estar relacionada con roles reproductivos, competencia o adaptaciones específicas del comportamiento (Steinmann, 2020). Las diferencias observadas en las características morfológicas entre hembras y machos podrían ser el resultado de estrategias evolutivas distintas para cada sexo.

Los datos morfométricos revelan claras diferencias entre las poblaciones del sur y del norte de T. caninus. Esto podría indicar diferencias en el hábitat, la dieta, la genética u otros factores ecológicos y evolutivos entre las dos poblaciones (Lindenmayer et al., 2002). Sin embargo, estas diferencias no coinciden con lo que se esperaría de una variación clinal de sur a norte, como se observa en especies como el koala (Phascolarctos cinereus) (Martin y Lee 1984).

El análisis en Yom-Tov & Nix (1986) sugiere que las variaciones en tamaño corporal observadas en otros mamíferos australianos están relacionadas con factores climáticos, conforme a la regla de Bergmann (1847), donde individuos de ambientes más fríos suelen ser más grandes que aquellos de climas cálidos. Este principio podría aplicarse a T. caninus, donde las poblaciones en Victoria, una región más fría, podrían haber desarrollado características morfológicas más robustas para adaptarse a dichas condiciones.Sin embargo, en el caso de T. caninus, no se observaron diferencias significativas la longitud corporal entre las poblaciones del sur y del norte (Gráfico 105).

En el estudio de Lindenmayer et al.(2002) se plantea a su vez el uso de la regla de Allen (1877), contrariamente a esto, las poblaciones de Victoria, con un clima más frío, presentaron orejas y pies más largos que las de otras localidades (Gráfico 107 y Gráfico 108).

Los cambios en la presión de depredación u otras amenazas en diferentes regiones también podrían contribuir a la diversificación morfológica. Por ejemplo, el grosor del pelaje o el tamaño del cuerpo podrían estar adaptados para ofrecer ventajas frente a predadores específicos o condiciones ambientales adversas. sin embargo, la escasez de depredadores significativos de adultos de T. caninus (como grandes pitones) en hábitats de selvas húmedas y esclerófilas sugiere que la depredación no explica el dimorfismo geográfico observado (Lindenmayer et al.,2002). A su vez Ricklefs (1973) sugirió que las variaciones geográficas en el tamaño corporal podrían estar influenciadas por factores distintos al clima, como el tamaño de los competidores y los depredadores. Sin embargo, en los ambientes de selvas húmedas y esclerófilas donde se realizó este estudio, hay pocos competidores evidentes para T. caninus.

Por lo tanto, parece que factores más allá del clima, la competencia y la depredación, actualmente no identificados, son responsables de las notables diferencias en la morfología externa observadas en este estudio.

En base a las diferencias morfologicas el estudio de Lindenmayer et al. (2002) indica que las diferencias morfológicas están robustamente correlacionadas con la variabilidad genética, sugiriendo que el aislamiento geográfico prolongado ha llevado a divergencias genéticas suficientes como para posiblemente considerar a las poblaciones del sur (Victoria) y del norte (Nueva Gales del Sur y Queensland) como especies distintas, denominando a la población del sur como Trichosurus cunninghami.

Conclusiones

Aunque varias características morfológicas de T. caninus están correlacionadas, la falta de una relación clara entre dimensiones como el tamaño de las orejas y los ojos con otras medidas corporales sugiere que estas características pueden estar sujetas a presiones selectivas independientes. Esto podría indicar que ciertos rasgos, como la percepción sensorial, están influenciados por factores diferentes al tamaño corporal general.

El mayor tamaño y la mayor variabilidad morfológica en los machos pueden no solo estar relacionados con la competencia reproductiva directa, sino también con una mayor flexibilidad adaptativa. Esto sugiere que los machos podrían estar sujetos a presiones selectivas más diversas o fluctuantes, lo que podría llevar a una mayor dispersión de características físicas.

Los resultados obtenidos en los análisis morfométricos y de distribución de sexos aportan información relevante sobre las características físicas y la estructura poblacional de T.caninus. En primer lugar, la relación entre la longitud total y la longitud del pie indica la existencia de patrones corporales compartidos entre los individuos, con una variabilidad moderada, lo que sugiere que estas dimensiones podrían estar sujetas a presiones selectivas similares en las poblaciones estudiadas. Esto se alinea con el hallazgo general de que varias características morfológicas de la especie están interrelacionadas y posiblemente influenciadas por factores ambientales o adaptativos.

Por otro lado, la estimación de la proporción de sexos (58.4% de machos) muestra una ligera predominancia masculina en la muestra, con una variabilidad significativa en la distribución de sexos. Este aspecto es consistente con la observación de mayor tamaño y diversidad morfológica en los machos, lo cual podría estar vinculado a la competencia reproductiva o a adaptaciones específicas del comportamiento en función de sus roles dentro de la especie. La relación entre estas características y el dimorfismo sexual en T. caninus sugiere que la morfología está influenciada tanto por factores ecológicos como por dinámicas sociales, contribuyendo a una comprensión integral de la variabilidad y estructura de esta especie en sus distintos hábitats.

La contradicción entre las observaciones morfológicas y las reglas de Bergmann y Allen sugiere que en T. caninus podrían estar actuando factores ecológicos no tradicionales. Esto podría incluir aspectos microclimáticos dentro de los hábitats o interacciones biológicas específicas, como la disponibilidad de refugio o la competencia intraespecífica, que podrían estar jugando un papel más importante que el clima en la configuración de su morfología.

A pesar de que la depredación no parece ser un factor clave en el dimorfismo geográfico observado, la presión de otras amenazas, como cambios en el entorno o la competencia por recursos con otras especies, podría haber contribuido a la variación morfológica observada. La ausencia de depredadores significativos podría haber permitido la diversificación sin la necesidad de adaptaciones específicas para la defensa o el camuflaje.

El aislamiento geográfico y la divergencia genética entre las poblaciones del norte y del sur podrían reflejar procesos de especiación que van más allá de los factores ambientales directos. El aislamiento prolongado podría haber permitido la acumulación de diferencias genéticas que no se manifiestan inmediatamente en rasgos morfológicos evidentes, pero que resultan críticas para la formación de nuevas especies.

Referencias

Allen, J. A. (1907). The influence of physical conditions in the genesis of species. Scientific American, 63(1638supp), 26247–26248. https://doi.org/10.1038/scientificamerican05251907-26247supp

Bergmann, C. (1847). Ueber die Verhaltnisse der warm eokonomie des Thiere zu ihrer Grosse. Gottinger Studien, 3, 595–708.

Lindenmayer, D. B., Dubach, J., & Viggers, K. L. (2002). Geographic dimorphism in the mountain brushtail possum (Trichosurus caninus): the case for a new species. Australian Journal of Zoology, 50(4), 369. https://doi.org/10.1071/zo01047

Lindenmayer, D. B., Viggers, K. L., Cunningham, R. B., & Donnelly, C. F. (1995). Morphological variation among columns of the mountain brushtail possum, Trichosurus caninus Ogilby (Phalangeridae: Marsupiala). Trichosurus caninus Ogilby (Phalangeridae: Marsupiala). Australian Journal of Zoology, 43, 449–458.

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Martin, R., & Lee, A. K. (1984). The koala, Phascolarctos cinereus, the largest marsupial folivore. En A. P. Smith & I. D. Hume. (Eds.), Possums and Gliders (pp. 463–467).

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Steinmann, A. (2020). Comportamiento animal reproductivo : un enfoque evolutivo / Andrea Rosa Steinmann ; Pablo Raúl Grenat. - 2a edición especial. UniRío Editora.

Toro Ibacache, María Viviana, Manriquez Soto, Germán, & Suazo Galdames, Iván. (2010). Morfometría Geométrica y el Estudio de las Formas Biológicas: De la Morfología Descriptiva a la Morfología Cuantitativa. International Journal of Morphology, 28(4), 977-990. https://dx.doi.org/10.4067/S0717-95022010000400001

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