Paulo Coelho, nacido el 24 de agosto de 1947 en Río de Janeiro, Brasil, es un renombrado escritor y novelista contemporáneo, cuyas obras han cautivado a lectores de todo el mundo. Su vida está marcada por una fascinante mezcla de experiencias, exploración espiritual y una búsqueda constante de significado.
Aunque Coelho mostró desde joven su inclinación hacia la escritura, su familia tenía expectativas diferentes. Estudió derecho y trabajó en el teatro y la televisión antes de sumergirse en el mundo de las drogas y la rebeldía juvenil durante los años 60 y 70. En 1974, Coelho fue encarcelado por el régimen militar brasileño debido a sus actividades relacionadas con el teatro.
Después de salir de prisión, Paulo Coelho emprendió un viaje espiritual y, en 1986, realizó el famoso Camino de Santiago, una peregrinación que cambió su vida. Su experiencia se reflejaría más tarde en su obra maestra “El Alquimista”. Este libro, publicado en 1988, se convirtió en uno de los mayores éxitos de la literatura contemporánea, traducido a más de 80 idiomas y vendido en millones de copias en todo el mundo.
La obra de Coelho explora temas como la espiritualidad, la filosofía y la búsqueda de uno mismo. Otros éxitos literarios incluyen “Brida”, “Veronika decide morir”, “Once minutos” y “El Peregrino de Compostela”. Su estilo narrativo sencillo pero profundamente simbólico ha resonado con una amplia audiencia, convirtiéndolo en uno de los autores más leídos y respetados del mundo.
A lo largo de su carrera, Paulo Coelho ha recibido numerosos premios y reconocimientos, y su legado va más allá de la literatura, abrazando el poder transformador de las palabras y la capacidad de cada individuo para perseguir sus sueños. Su vida, marcada por la superación personal y la espiritualidad, sigue siendo una fuente de inspiración para quienes buscan descubrir su propio camino en la alquimia de la existencia.
## [1] 188
## [1] 188
## [1] 188
## [1] 9208
## [1] 491
## [1] "LA QUINTA MONTAÑA\n\n\n Una novela sobre lo inevitable\n\n\n\n\n PAULO COELHO\n \n Para AM Guerrero de la Luz\n\n\n NOTA DEL AUTOR\n\n\nEN MI LIBRO EL ALQUIMISTA la tesis central está en una frase que el rey Melquisedec dice\nal pastor Santiago Cuando quieres alguna cosa todo el Universo conspira para que la\nconsigas\n\n\nCreo absolutamente en esto No obstante el acto de vivir el propio destino incluye una serie\nde etapas que exceden en mucho a nuestra comprensión y cuyo objetivo es siempre\nreconducirnos al camino de nuestra Leyenda Personal o hacer que aprendamos las\nlecciones necesarias para cumplir el propio destino\n\n\nPienso que puedo ilustrar mejor lo que digo contando un episodio de mi vida\n\n\nEl día de agosto de me fui a dormir con una única certeza a los treinta años de\nedad estaba consiguiendo llegar a la cumbre de mí carrera como ejecutivo de una firma\ndiscográfica Trabajaba como director artístico de la CBS de Brasil acababa de ser invitado a\nir a los Estados Unidos a hablar con los dueños de la empresa discográfica y seguramente\nellos pensaban darme todas las posibilidades para realizar todo lo que deseaba hacer en mi\nárea Claro que mi gran sueño ser un escritor había sido dejado de lado pero qué\nimportaba eso Al fin y al cabo la vida real era muy diferente de lo que yo había imaginado\nno había lugar para vivir de la literatura en el Brasil\n\n\nAquella noche tomé una decisión y abandoné mi sueño era preciso adaptarme a las\ncircunstancias y aprovechar las oportunidades Si mi corazón protestara yo podría\nengañarlo haciendo letras de canciones siempre que deseara y de vez en cuando\nescribiendo en algún periódico Por otro lado estaba convencido de que mi vida había\ntomado un rumbo diferente pero no por esto menos excitante un futuro brillante me\nesperaba en las multinacionales de la música\n\n\n \n Cuando me desperté recibí una llamada telefónica del presidente de la empresa\ndiscográfica acababa de ser despedido sin mayores explicaciones Aunque llamé a varias\npuertas durante los dos años siguientes nunca más conseguí un empleo en ese campo\n\n\nAl terminar de escribir La Quinta Montaña me acordé de este episodio así como de otras\nmanifestaciones de lo inevitable en mi vida Siempre que me sentía absolutamente dueño de\nla situación pasaba algo que me derribaba Yo me preguntaba por qué Estaré siempre\ncondenado a acercarme pero jamás a cruzar la línea de llegada Será que Dios es tan\ncruel como para hacerme ver las palmeras en el horizonte sólo Para matarme de sed en\nmedio del desierto\n\n\nTardé mucho tiempo en entender que no era exactamente así Hay cosas que son colocadas\nen nuestras vidas para reconducirnos al verdadero camino de nuestra Leyenda Personal\nOtras surgen para que podamos aplicar todo aquello que aprendimos Y finalmente algunas\nllegan para enseñarnos\n\n\nEn mi libro Diario de un mago procuré mostrar que estas enseñanzas no están\nnecesariamente unidas al dolor ni al sufrimiento bastan disciplina y atención Aun cuando\nesta comprensión ha significado una importante bendición en mi vida me quedaron sin\nentender algunos momentos difíciles por los que pasé incluso con la mayor disciplina y\natención\n\n\nUno de los ejemplos es el caso antes citado yo era un buen profesional me esforzaba al\nmáximo para dar lo mejor de mí y tenía ideas que hasta hoy considero buenasI Pero lo\ninevitable sucedió justamente en el momento en que yo me sentía más seguro y confiado\nPienso que no estoy solo en esta experiencia lo inevitable ya rozó la vida de todo ser\nhumano en la faz de la Tierra Algunos se recuperaron otros cedieron pero todos nosotros\nhemos experimentado el roce de las alas de la tragedia\n\n\nPor qué Para responderme esta pregunta dejé que Elías me condujese por los días y\nnoches de Akbar\n\n \n PAULO COELHO\n\n\nY prosiguió y puedo aseguraros que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra\n\n\nEn verdad os digo que había muchas viudas en Israel en tiempos de Elías cuando el cielo se\ncerró por tres años y seis meses reinando gran hambruna en toda la tierra y a ninguna de\nellas fue Elías enviado sino a una viuda de Sarepta de Sidón\n Lucas \n\n\n\n\n \n PRÓLOGO\n\n\nA COMIENZOS DEL AÑO a JC una nación conocida como Fenicia a la que los\nisraelitas llamaban Líbano conmemoraba casi tres siglos de paz Sus habitantes podían\nenorgullecerse de sus logros como no eran políticamente fuertes se vieron obligados a\ndesarrollar una envidiable capacidad de negociación única manera de garantizar la\nsupervivencia en un mundo asolado por constantes guerras Una alianza hecha alrededor del\naño a JC con el rey Salomón de Israel había permitido la modernización de su flota\nmercante y su expansión comercial Desde entonces Fenicia no había dejado de crecer\n\n\nSus naves ya habían llegado a lugares tan distantes como España y el océano Atlántico y\nhay teorías aún no confirmadas de que habrían dejado inscripciones en el nordeste y sur\ndel Brasil Transportaban vidrio cedro armas hierro y marfil Los habitantes de las grandes\nciudades como Sidón Tiro y Biblos conocían los números los cálculos astronómicos la\nfabricación del vino y usaban desde casi doscientos años atrás un conjunto de caracteres\npara escribir que los griegos conocían como alfabeto\n\n\nA comienzos del año a JC un consejo de guerra reuníase en un lugar distante\nllamado Nínive Un grupo de generales asirios había decidido enviar sus tropas para\nconquistar las naciones situadas a lo largo de la costa en el mar Mediterráneo Fue Fenicia\nel país elegido para ser invadido en primer término\n\n\n\n\nA comienzos del año a JC dos hombres escondidos en un establo de Gileade en\nIsrael esperaban morir en las próximas horas\n\n\n PRIMERA PARTE\n\n\nSERVÍ A UN SEÑOR que ahora me abandona en las manos de mis enemigos dijo Elías\n\n\n \n Dios es Dios respondió el levita Él no le dijo a Moisés si era bueno o malo Se limitó a\ndecir Yo soy Por lo tanto Él es todo lo que existe bajo el sol el rayo que destruye la casa y\nla mano del hombre que la reconstruye\n\n\nLa conversación era la única manera de alejar el miedo en cualquier momento los soldados\nabrirían la puerta del establo donde se encontraban los descubrirían y les ofrecerían la única\nelección posible adorar a Baal el dios fenicio o ser ejecutados Estaban registrando casa\npor casa convirtiendo o ejecutando a los profetas\n\n\nTal vez el levita se convirtiese escapando así de la muerte Pero Elías no tenía elección\ntodo estaba sucediendo por su culpa y Jezabel quería su cabeza de cualquier forma\n\n\nFue un ángel del Señor quien me obligó a ir a hablar con el rey Ajab y avisarle que no\nllovería mientras Baal fuese adorado en Israel dijo casi pidiendo perdón por haber\nescuchado lo que le dijo el ángel Pero Dios actúa lentamente cuando se dejen sentir los\nefectos de la sequía la princesa Jezabel ya habrá destruido a todos los que continuaron\nfieles al Señor\n\n\nEl levita no dijo nada Estaba reflexionando si debía convertirse a Baal o morir en nombre del\nSeñor\n\n\nQuién es Dios continuó Elías es Él quien sostiene la espada del soldado que\nejecuta a los que no traicionan la fe de nuestros patriarcas Fue Él quien colocó a una\nprincesa extranjera en el trono de nuestro país de forma que todas estas desgracias\npudiesen suceder en nuestra generación Es Dios quien mata a los fieles los inocentes los\nque siguen la ley de Moisés\n\n\nEl levita tomó la decisión prefería morir Entonces comenzó a reír porque la idea de la\nmuerte le había dejado de asustar Se giró hacia el joven profeta que estaba a su lado y\nprocuró tranquilizarlo\n\n\n \n Pregúntaselo directamente a Él ya que dudas de Sus decisiones dijo Yo ya acepté mi\ndestino\n\n\nEl Señor no puede desear que seamos cruelmente masacrados insistió Elías\n\n\nDios todo lo puede En el caso de que se limitase a hacer sólo lo que llamamos Bien no\npodríamos llamarlo Todopoderoso Él dominaría apenas una parte del Universo y existiría\nalguien más poderoso que Él vigilando y juzgando sus acciones\nEn este caso yo adoraría a este alguien más poderoso\n\n\nSi Él todo lo puede por qué no evita el sufrimiento de quienes LO aman Por qué no\nnos salva en vez de dar poder y gloria a Sus enemigos\n\n\nNo lo sé respondió el levita pero tiene que existir una razón y espero conocerla en\nbreve\n\n\nEntonces no tienes respuesta para esta pregunta\n\n\nNo no tengo\n\n\nLos dos se quedaron en silencio Elías tenía un sudor frío\n\n\nEstás aterrorizado pero yo ya acepté mi destino comentó el levita Voy a salir para\nacabar con esta agonía Cada vez que oigo un grito allí fuera sufro imaginando cómo será\ncuando llegue mi hora Mientras hemos estado encerrados aquí ya he muerto un centenar\nde veces cuando podía haber muerto sólo una Ya que voy a ser degollado que sea lo más\nrápido posible\n\n\nÉl tenía razón Elías había escuchado los mismos gritos y ya había sufrido más allá de su\ncapacidad de resistencia\n\n\n \n Me voy contigo Estoy cansado de luchar por algunas horas más de vida\n\n\nSe levantó y abrió la puerta del establo dejando que el sol entrase y mostrara a los dos\nhombres allí escondidos\n\n\nEl levita lo tomó por el brazo y comenzaron a caminar Si no hubiese sido por algún que otro\ngrito aquello hubiera parecido un día normal en una ciudad como cualquier otra Un sol que\nno quemaba mucho y la brisa que venía del océano distante tornando la temperatura\nagradable las calles polvorientas las casas hechas de barro mezclado con paja\n\n\nNuestras almas están presas por el terror a la muerte pero el día está hermoso \nobservó el levita Muchas veces cuando yo me sentía en paz con Dios y con el\nmundo la temperatura era insoportable el viento del desierto llenaba de arena mis ojos y no\nme dejaba ver ni un palmo delante de mí No siempre los planes del Señor concuerdan con\nel lugar donde estamos o con lo que en ese momento sentimos pero te garantizo que Él\ntiene una razón para todo esto\n\n\nAdmiro tu fe\n\n\nEl levita miró hacia el cielo como si reflexionase un poco Después se giró hacia Elías\n\n\nNi admires ni creas tanto fue una apuesta que hice conmigo mismo Aposté que Dios\nexiste\n\n\nEres un profeta contestó Elías también oyes voces y sabes que hay un mundo más\nallá de éste\n\n\nPuede ser mi imaginación\n\n\nTú ya viste las señales de Dios insistió Elías comenzando a preocuparse con los\ncomentarios de su compañero\n\n \n Puede ser mi imaginación fue de nuevo la respuesta En realidad la única cosa que\ntengo en concreto a mi favor es mi apuesta me dije a mí mismo que todo esto venía del\nAltísimo\nLa calle estaba desierta Las personas dentro de sus casas aguardaban a que los soldados\nde Ajab completasen la tarea que la princesa extranjera había exigido ejecutar a los\nprofetas de Israel Elías caminaba con el levita con la sensación de que detrás de cada una\nde aquellas ventanas y puertas alguien lo observaba y lo culpaba por lo que estaba\nsucediendo\n\n\nNo pedí ser profeta Tal vez todo sea también fruto de mi imaginación reflexionaba Elías\nPero después de lo ocurrido en la carpintería sabía que no lo era\n\n\nDesde su infancia oía voces y conversaba con los ángeles Sus padres le aconsejaron\nconsultar a un sacerdote de Israel quien después de hacer muchas preguntas lo identificó\ncomo un nabí un profeta un hombre del espíritu aquel que se exalta con la voz de\nDios\n\n\nDespués de hablar durante muchas horas seguidas con él el sacerdote dijo a sus padres\nque todo lo que el niño dijese tenía que ser tomado en serio\n\n\nCuando salieron de allí los padres exigieron a Elías que nunca más contase a nadie lo que\nveía o escuchaba ser un profeta significaba tener vínculos con el gobierno y esto era\nsiempre peligroso\n\n\nDe cualquier manera Elías jamás había escuchado nada que pudiera interesar a los\nsacerdotes o a los reyes Se limitaba a conversar con su ángel de la guarda y escuchaba\nconsejos respecto a su propia vida de vez en cuando tenía visiones que no conseguía\ncomprender océanos distantes montañas pobladas de seres extraños ruedas con alas y\nojos Cuando las visiones desaparecían él obediente a sus padres trataba de olvidarlas lo\nmás rápidamente posible\n\n \n A causa de esto las voces y las visiones fueron haciéndose cada vez más raras Sus padres\nquedaron contentos y no mencionaron más el asunto Cuando llegó a tener edad para\nmantenerse a sí mismo le prestaron dinero para que abriese una pequeña carpintería\n\n\nCon frecuencia miraba con respeto a otros profetas que caminaban por las calles de\nGileade usando mantos de piel y cintos de cuero y decían que el Señor los había designado\npara guiar al pueblo elegido Realmente aquél no era su destino jamás sería capaz de\nprovocar un trance con danzas o autoflagelación una práctica normal entre los exaltados\npor la voz de Dios porque tenía miedo al dolor Jamás caminaría por las calles de Gileade\nexhibiendo orgullosamente las cicatrices de las heridas conseguidas durante los estados de\néxtasis porque era demasiado tímido\n\n\nElías se consideraba una persona común que se vestía como los demás y que torturaba\nsolamente a su alma con los mismos temores y tentaciones de los simples mortales A\nmedida que progresaba su trabajo en la carpintería las voces fueron cesando por completo\nporque las personas adultas y trabajadoras no tienen tiempo para eso Sus padres estaban\ncontentos con el hijo y la vida transcurría en armonía y paz\n\n\nLa conversación con el sacerdote cuando aún era un niño pasó a ser apenas un recuerdo\nremoto Elías no podía creer que Dios Todopoderoso necesitara conversar con los hombres\npara hacer valer sus órdenes Lo que había sucedido en la infancia era sólo la fantasía de un\nmuchacho que no tenía nada que hacer En Gileade su ciudad natal existían algunas\npersonas consideradas locas por sus habitantes No conseguían decir cosas coherentes y\neran incapaces de distinguir entre la voz del Señor y los delirios de la locura Pasaban sus\nvidas en las calles predicando el final del mundo y viviendo de la caridad ajena A pesar de\nello ninguno de los sacerdotes los consideraba como exaltados por la voz de Dios\n\n\nElías llegó a la conclusión de que los sacerdotes jamás estaban seguros de lo que decían\nLos exaltados de Dios eran la consecuencia de un país que no conocía su rumbo donde\n\n\n \n los hermanos se peleaban entre sí y donde un nuevo gobierno surgía a cada momento\nProfetas y locos no se diferenciaban\n\n\nCuando se enteró del casamiento de su rey con Jezabel la princesa de Tiro no le dio mucha\nimportancia Otros reyes de Israel ya habían hecho lo mismo y el resultado había sido una\npaz prolongada en la región con un comercio cada vez más importante con el Líbano Poco\nimportaba a Elías que los habitantes del país vecino creyesen en dioses inexistentes o se\ndedicasen a cultos extraños tales como adorar a animales y montañas eran honestos en los\nnegocios y esto era lo que más contaba\n\n\nElías continuó comprando el cedro que traían y vendiendo los productos de su carpintería\nAunque fuesen un poco orgullosos y les gustara llamarse a sí mismos fenicios por causa\ndel color diferente de su piel ninguno de los comerciantes del Líbano jamás había intentado\nsacar provecho de la confusión que reinaba en Israel Pagaban el precio justo por las\nmercaderías y no formulaban ningún comentario sobre las constantes guerras internas ni los\nproblemas políticos que los israelitas vivían enfrentando\n\n\nDespués de subir al trono Jezabel pidió a Ajab que el culto del Señor fuese sustituido por el\nde los dioses del Líbano Aquello ya había sucedido antes por lo que Elías aun cuando\nestaba indignado por la aceptación de Ajab continuó adorando al Dios de Israel y\ncumpliendo las leyes de Moisés Ya pasará pensaba Jezabel ha seducido a Ajab pero\nno tendrá la fuerza suficiente para convencer al pueblo\n\n\nPero Jezabel no era una mujer como las otras creía que Baal la había hecho venir al mundo\npara convertir a los pueblos y naciones Con argucia y paciencia comenzó a otorgar\nrecompensas a todos aquellos que abandonaban al Señor y aceptaban a las nuevas\ndivinidades Acabó mandando erigir una casa para Baal en Samaria y dentro construyó un\naltar Las peregrinaciones comenzaron y el culto a los dioses del Líbano se difundía por\ntodas partes\n\n\nYa pasará Tal vez demore una generación pero pasará continuaba pensando Elías\n\n \n ENTONCES SUCEDIÓ LO INESPERADO Cierta tarde cuando terminaba de hacer una\nmesa en su carpintería todo su entorno se oscureció y millares de puntos blancos\ncomenzaron a centellear a su alrededor Su cabeza empezó a dolerle como nunca quiso\nsentarse pero notó que no conseguía mover un solo músculo\n\n\nNo era fruto de su imaginación Estoy muerto pensó en ese instante Y ahora descubro\nadónde nos manda Dios después de la muerte hacia el medio del firmamento \n\n\nUna de las luces brilló con mas intensidad y de repente como venida de todos los lugares al\nmismo tiempo Vínole la palabra del Señor diciendo\n\n\n\n\nDile a Ajab que tan cierto como vive el Señor Dios de Israel ante cuya presencia estás ni\nrocío ni lluvia habrá en estos años según mi palabra\n\n\n\n\nAl momento siguiente todo volvió a ser normal la carpintería la luz del atardecer las voces\nde los niños jugando en la calle\n\n\nElías no había dormido aquella noche Por primera vez en muchos años las sensaciones de\nsu infancia habían vuelto y no era su ángel de la guarda quien estaba hablando sino\nalgo más poderoso y más fuerte que él Tuvo miedo de que si no cumplía la orden todos\nsus negocios fueran maldecidos\n\n\nA la mañana siguiente resolvió hacer lo que le habían pedido A fin de cuentas era apenas\nel mensajero de algo que no le incumbía una vez cumplida la tarea las voces no volverían a\nmolestarlo\n\n\nNo fue difícil conseguir una audiencia con el rey Ajab Muchas generaciones atrás con la\nsubida del rey Samuel al trono los profetas habían adquirido importancia en los negocios y\n\n \n en el gobierno de su país Podían casarse y tener hijos pero debían estar siempre a\ndisposición del Señor para que los gobernantes jamás se alejaran del camino correcto La\ntradición decía que gracias a estos exaltados por Dios se habían ganado muchas batallas\ne Israel sobrevivía porque sus gobernantes cuando se alejaban del camino correcto tenían\nsiempre un profeta cerca para hacerlos retornar a la senda del Señor\nNo bien llegó avisó al rey que una sequía asolaría la región hasta que el culto de los dioses\nfenicios fuera abandonado\n\n\nEl soberano no dio mucha importancia a sus palabras mas Jezabel que estaba al lado de\nAjab y escuchaba atentamente lo que Elías decía comenzó a hacer una serie de preguntas\ncon respecto al mensaje Elías le contó todo sobre su visión el dolor de cabeza la sensación\nde que el tiempo se había detenido mientras escuchaba al ángel Mientras describía lo\nacontecido pudo mirar de cerca a la princesa sobre la cual todos hablaban era una de las\nmujeres más bellas que hubiera visto con sus largos cabellos negros descendiendo hasta la\ncintura de un cuerpo perfectamente torneado Sus ojos verdes que brillaban en el rostro\nmoreno se mantenían fijos en los ojos de Elías él no conseguía descifrar lo que querían\ndecir y no podía saber el impacto que sus palabras estaban causando\n\n\nSalió de allí convencido de que había cumplido su misión y podía volver al trabajo en la\ncarpintería Durante el camino de regreso deseó a Jezabel con todo el ardor de sus\nveintitrés años Y pidió a Dios que en el futuro pudiese encontrar una mujer del Líbano\nporque eran bellas con la piel oscura y los ojos verdes llenos de misterio\n\n\nTRABAJÓ DURANTE EL RESTO DEL DÍA y durmió en paz Al día siguiente el levita lo\ndespertó antes de la aurora con la noticia Jezabel había convencido al rey de que los\nprofetas eran una amenaza para el crecimiento y expansión de Israel Los soldados de Ajab\ntenían órdenes de ejecutar a todos aquellos que rehusaran abandonar la tarea sagrada que\nDios les había conferido A Elías no obstante no le habían dado el derecho a elegir él debía\nmorir\n\n\n\n\n \n Él y el levita pasaron dos días escondidos en el establo al sur de Gileade durante los cuales\ncuatrocientos cincuenta nabí fueron ejecutados Entretanto la mayor parte de los profetas\nque andaban por las calles autoflagelándose y predicando el final del mundo por causa de la\ncorrupción y de la falta de fe había aceptado convertirse a la nueva religión\nUn ruido seco seguido de un grito interrumpió los pensamientos de Elías Alarmado se giró\nhacia su compañero\n\n\nQué es eso\n\n\nPero no obtuvo respuesta el cuerpo del levita se desplomó en el suelo con una flecha\natravesada en el centro del pecho\n\n\nDelante de él un soldado volvía a colocar una nueva flecha en su arco Elías miró a su\nalrededor la calle con puertas y ventanas cerradas el sol brillando en el cielo la brisa que\nvenía de un océano del que tanto había oído hablar pero jamás había conocido Pensó en\ncorrer pero sabía que sería alcanzado antes de llegar a la próxima esquina\n\n\nSi tengo que morir que no sea de espaldas pensó\n\n\nEl soldado levantó de nuevo el arco Para su sorpresa no sentía miedo ni instinto de\nconservación ni nada era como si todo aquello ya estuviese definido desde mucho tiempo\natrás y los dos tanto él como el soldado cumpliesen papeles en un drama que no había\nsido escrito por ellos Se acordó de la infancia de las mañanas y las tardes en Gileade de\nlos trabajos incompletos que iba a dejar en la carpintería Pensó en su madre y su padre que\nnunca desearon un hijo profeta Pensó en los ojos de Jezabel y en la sonrisa del rey Ajab\n\n\nPensó qué estúpido era morir con sólo veintitrés años sin haber conocido nunca el amor de\nuna mujer\n\n\nLa mano soltó la cuerda la flecha cortó el aire pasó zumbando junto a su oído derecho y\nquedó tendida en el suelo polvoriento detrás de él\n\n \n El soldado nuevamente armó su arco y le apuntó Sólo que en vez de disparar miraba\nfijamente a Elías\n\n\nSoy el mejor de los arqueros de todos los ejércitos de Ajab dijo Hace siete años que\nno yerro un solo tiro\n\n\nElías se giró hacia el cuerpo del levita\n\n\nEsta flecha era para ti\n\n\nEl soldado mantenía el arco tensado y sus manos temblaban Elías era el único profeta que\ntenía que morir los otros podían escoger la fe en Baal\n\n\nEntonces termina tu trabajo\n\n\nEstaba sorprendido por su propia tranquilidad Había imaginado la muerte tantas veces\nmientras estaba en el establo y ahora veía que había sufrido más de lo necesario en pocos\nsegundos todo habría terminado\n\n\nNo puedo dijo el soldado con las manos aún temblando y el arco cambiando a cada\nmomento de dirección Vete sal de mi presencia porque pienso que Dios desvió mis\nflechas y me maldeciría si yo consiguiera matarte\n\n\nFue entonces que a medida qué descubría que tenía oportunidad de sobrevivir el pavor de\nla muerte comenzó a volver Aún existía la posibilidad de conocer el océano encontrar una\nmujer tener hijos y terminar sus trabajos en la carpintería\n\n\nAcaba con esto ya dijo En este momento estoy tranquilo Si tardas mucho sufriré por\ntodo lo que estaré perdiendo\n\n\n \n El soldado miró a su alrededor para asegurarse de que nadie había presenciado la escena\nDespués bajó el arco colocó la flecha en el bolso y desapareció por la esquina\n\n\nElías sintió que las piernas comenzaban a flaquear el terror volvía con toda su intensidad\nTenía que huir inmediatamente desaparecer de Gileade nunca más tener que estar frente a\nfrente con un soldado con el arco tensado apuntando a su corazón No había escogido su\ndestino ni había ido a buscar a Ajab para poder vanagloriarse con sus vecinos de que\nconversaba con el rey No era responsable de la masacre de los profetas no era ni siquiera\nresponsable por haber visto cierta tarde detenerse el tiempo en la carpintería y transformarse\nen un agujero negro lleno de puntos luminosos\n\n\nRepitiendo el gesto del soldado miró a todos lados la calle estaba desierta Pensó en\ncomprobar sí aún podía salvar la vida del levita pero pronto volvió el terror y antes de que\nalguien apareciese Elías huyó\n\n\n\n\nCAMINÓ DURANTE MUCHAS HORAS internándose por senderos abandonados desde\nmucho tiempo atrás hasta llegar a las márgenes de un riachuelo llamado Querite Sentía\nvergüenza de su cobardía pero se alegraba de estar vivo\n\n\nBebió un poco de agua se sentó y sólo entonces percibió la situación en que se encontraba\nal día siguiente necesitaría alimentarse y no tendría cómo encontrar comida en el desierto\n\n\nSe acordó de la carpintería del trabajo de tantos años y al que ahora estaba obligado a\nabandonar Algunos vecinos eran amigos suyos pero no podía contar con ellos la historia de\nsu fuga ya se habría difundido por la ciudad y todos lo odiarían por haber escapado\nmientras enviaba a los verdaderos hombres de fe al martirio\n\n\nTodo lo que había hecho hasta entonces estaba perdido sólo porque había creído cumplir la\nvoluntad del Señor Mañana y en los próximos días semanas y meses los comerciantes\ndel Líbano seguirían golpeando a su puerta y alguien les diría que el dueño había huido\n\n \n dejando tras de sí un rastro de muertes de profetas inocentes Quizás dijesen también que él\nhabía intentado destruir a los dioses que protegían la tierra y los cielos la historia pronto\ncruzaría las fronteras de Israel y ya podía renunciar para siempre al casamiento con una\nmujer tan bella como las que vivían en el Líbano\n\n\nExisten los barcos\n\n\nSí existían los barcos Los criminales los prisioneros de guerra los fugitivos solían ser\naceptados como marineros porque era una profesión más peligrosa que el ejército En la\nguerra un soldado siempre tenía alguna oportunidad de escapar con vida pero los mares\neran desconocidos estaban poblados de monstruos y cuando una tragedia ocurría no\nquedaba nadie para contar la historia\n\n\nExistían los barcos pero eran controlados por los comerciantes fenicios Elías no era un\ncriminal ni un prisionero ni un fugitivo pero había osado levantar su voz en contra del dios\nBaal Cuando lo descubrieran lo matarían y lo tirarían al mar porque los marineros creían\nque Baal y sus dioses controlaban las tempestades\n\n\nNo podía ir por lo tanto en dirección al océano No podía seguir para el norte pues allí\nestaba el Líbano No podía ir hacia el oriente donde algunas tribus israelitas mantenían\nguerras que ya duraban dos generaciones\nSe acordó de la tranquilidad que había sentido delante del soldado al fin y al cabo qué era\nla muerte La muerte era un instante nada más que eso Aunque sintiese dolor pasaría en\nseguida y entonces el Señor de los Ejércitos lo recibiría en su seno\n\n\nSe acostó en el suelo y se quedó mucho tiempo mirando el cielo Como el levita procuró\nhacer su apuesta No era una apuesta sobre la existencia de Dios porque no tenía dudas\nde eso sino sobre la razón de su vida\n\n\nVio las montañas la tierra que sería asolada por una larga sequía así se lo había dicho el\nángel del Señor pero que aún conservaba la frescura de muchos años de lluvias\n\n \n generosas Vio el riachuelo Querite cuyas aguas en breve dejarían de correr Se despidió del\nmundo con fervor y respeto y pidió al Señor que lo acogiese cuando llegase su hora\n\n\nPensó en cuál era el motivo de su existencia y no obtuvo respuesta\n\n\nPensó hacia dónde debía ir y descubrió que estaba cercado\n\n\nAl día siguiente volvería y se entregaría a pesar de que el miedo a la muerte hubiese\nretornado\n\n\nIntentó alegrarse por saber que aún continuaría vivo algunas horas Pero fue inútil acababa\nde descubrir que en casi todos los días de su vida el hombre no tiene el poder de tomar\ndecisiones\n\n\nELÍAS SE DESPERTÓ AL DÍA SIGUIENTE y contempló nuevamente el Querite Mañana o\ndentro de un año sería apenas un camino de arena fina y piedras redondas Los antiguos\nhabitantes continuarían refiriéndose al lugar como Querite y tal vez indicasen la dirección a\nquien pasaba diciendo tal lugar queda a orillas del río que pasa por aquí cerca Los\nviajeros irían hasta allí verían las piedras redondas y la arena fina y se dirían aquí en esta\ntierra hubo un río Pero la única cosa importante en un río su caudal de agua ya no estaría\nallí para matar la sed\n\n\nTambién las almas como los ríos y las plantas necesitaban un tipo diferente de lluvia\nesperanza fe razón de vivir Cuando esto no sucedía todo en aquella alma moría aun\ncuando el cuerpo continuase vivo y las personas podían decir que aquí en este cuerpo\nhubo un hombre\n\n\nPero no era el momento de estar pensando en eso Nuevamente recordó la conversación\ncon el levita poco antes de que salieran del establo para qué estar muriendo tantas\nmuertes si bastaba apenas una Todo lo que tenía que hacer era quedarse esperando a los\nguardias de Jezabel Ellos llegarían sin duda alguna pues no había muchos lugares para\n\n \n escapar de Gileade los criminales siempre iban al desierto donde eran encontrados\nmuertos en cuestión de días o al Querite donde terminaban siendo capturados\n\n\nPor consiguiente en breve los guardias estarían allí Y él se alegraría al verlos\n\n\nBebió un poco del agua cristalina que corría a su lado Lavó su rostro y buscó una sombra\ndonde pudiese esperar a sus perseguidores Un hombre no puede luchar contra su destino\nél ya lo intentó y había perdido A pesar de haber sido reconocido por los sacerdotes como\nun profeta resolvió trabajar en una carpintería pero el Señor lo había reconducido a su\ncamino\n\n\nNo había sido el único en intentar abandonar la vida que Dios había escrito para cada\npersona en la Tierra Tuvo un amigo con una excelente voz a pesar de lo cual sus padres no\naceptaron que se hiciera cantante porque era una profesión que consideraban deshonrosa\npara la familia Una de sus amigas de la infancia bailaba como nadie y su familia le prohibió\nhacerlo pues podía ser llamada por el rey y nadie sabía cuánto tiempo podía durar un\ngobierno Además el ambiente del palacio era considerado pecaminoso hostil y alejaba\npara siempre la posibilidad de un buen casamiento\n\n\nEl hombre nació para traicionar a su destino Dios colocaba en los corazones tareas\nimposibles\n\n\nPor qué\n\n\nQuizás porque era necesario mantener la tradición\n\n\nPero esa no era una buena respuesta\n\n\nLos habitantes del Líbano son más avanzados que nosotros porque no se limitaron a seguir\nla tradición de los navegantes Cuando todo el mundo usaba siempre el mismo tipo de barco\nellos resolvieron construir algo diferente Muchos perdieron su vida en el mar pero sus\n\n \n barcos fueron gradualmente perfeccionándose y ahora dominan el comercio del mundo\nPagaron un precio alto para adaptarse pero valió la pena \n\n\nQuizás el hombre traicionase a su destino porque Dios ya no estaba cerca Él había colocado\nen los corazones los sueños de una época en la que todo era posible y después se fue a\nocuparse de asuntos nuevos El mundo se transformó la vida se hizo más difícil pero el\nSeñor nunca retornó para cambiar los sueños de los hombres\n\n\nDios estaba distante Pero si aún enviaba a los ángeles para hablar con sus profetas era\nporque aún quedaba algo por hacer aquí Entonces cuál sería la respuesta\n\n\nQuizás porque nuestros padres se equivocaron y tengan miedo de que cometamos los\nmismos errores Quizás nunca se equivocaron y por lo tanto no sabrán cómo ayudarnos\ncuando tengamos algún problema\n\n\nSentía que se estaba acercando\n\n\nEl riachuelo corría a su lado algunos cuervos revoloteaban en el cielo y las plantas insistían\nen vivir en el terreno arenoso y estéril Si hubieran escuchado a sus antepasados qué\nhabrían oído\n\n\nRiachuelo busca un lugar mejor para hacer que tus aguas límpidas reflejen la claridad del\nsol ya que el desierto terminará por secarte diría un dios de las aguas en el caso de que\nexistiese Cuervos hay más alimento en los bosques que entre las rocas y la arena diría\nel dios de los pájaros Plantas echad vuestras semillas lejos de aquí porque el mundo está\nlleno de tierra fértil y húmeda y vosotras creceréis más bellas habría dicho el dios de las\nflores\n\n\nPero tanto el Querite como las plantas como los cuervos uno de los cuales se había posado\ncerca tenían el coraje de hacer lo que otros ríos pájaros y flores juzgaban imposible\n\n\n \n Elías clavó su mirada en el cuervo\n\n\nEstoy aprendiendo le dijo al pájaro aunque sea un aprendizaje inútil porque estoy\ncondenado a morir\n\n\nHas descubierto lo fácil que es todo pareció responder el cuervo Basta tener coraje\n\n\nElías se rió porque estaba colocando palabras en la boca de un pájaro Era un juego\ndivertido que había aprendido con una mujer que hacia pan y decidió continuar Haría las\npreguntas y se daría a sí mismo una respuesta como si fuese un verdadero sabio\nEl cuervo no obstante levantó vuelo Elías continuó aguardando la llegada de los soldados\nde Jezabel porque bastaba con morir una vez\n\n\nEl día pasó sin que nada nuevo sucediera Habrían olvidado que el principal enemigo del\ndios Baal todavía estaba vivo Por qué Jezabel no lo perseguía si debía de saber dónde\nestaba\n\n\nPorque vi sus ojos y es una mujer sabia se dijo a sí mismo Si yo muriera me\ntransformaría en un mártir del Señor Si yo soy considerado sólo un fugitivo seré apenas un\ncobarde que no creía en lo que estaba diciendo\n\n\nSí seguramente ésta era la estrategia de la princesa\n\n\nPoco antes de caer la noche un cuervo sería el mismo volvió a posarse en la rama\ndonde lo había visto aquella mañana Traía en su pico un pequeño pedazo de carne que\ninadvertidamente dejó caer\n\n\nPara Elías fue un milagro Corrió hasta debajo del árbol recogió el pedazo y lo comió No\nsabía de dónde procedía ni le interesaba lo importante era matar un poco su hambre\n\n\nA pesar del movimiento brusco el cuervo no se apartó\n\n \n Este pájaro sabe que me moriré de hambre aquí pensó Elías Alimenta su caza para\npoder tener un banquete mejor\nJezabel también alimentaba la fe en Baal con la historia de la fuga de Elías\n\n\nDurante algún tiempo quedaron hombre y pájaro contemplándose mutuamente Elías se\nacordó del juego que había inventado esa mañana\n\n\nMe gustaría hablar contigo cuervo Esta mañana pensaba que las almas necesitan\nalimento Si mi alma no murió de hambre aún tiene algo que decir\n\n\nEl ave continuaba inmóvil\n\n\nY si tiene algo que decir debo escucharla Porque no tengo a nadie más con quien hablar\ncontinuó Elías\n\n\nEntonces usando su imaginación se transformó en el cuervo\n\n\nQué es lo que Dios espera de ti se preguntó a sí mismo como si fuese el cuervo\n\n\nEspera que yo sea un profeta\n\n\nFue esto lo que los sacerdotes dijeron pero tal vez no sea esto lo que el Señor desee\n\n\nSí es esto lo que Él quiere pues un ángel apareció en la carpintería y me pidió que\nhablase con Ajab Las voces que yo oía en la infancia\n\n\nQue todo el mundo oye en la infancia interrumpió el cuervo\n\n\nPero no todo el mundo ve a un ángel dijo Elías\n\n\n \n Esta vez el cuervo no respondió nada Después de algún tiempo el ave o mejor dicho su\npropia alma que deliraba con el sol y la soledad del desierto quebró el silencio\n\n\nTe acuerdas de la mujer que hacía pan se preguntó a sí mismo\nElías se acordaba Ella había ido a pedirle que le hiciera algunas bandejas Mientras Elías las\nhacía la oyó decir que su trabajo era la manera de expresar la presencia de Dios\n\n\nPor la manera en que haces estas bandejas veo que tienes la misma sensación había\nproseguido ella Porque sonríes mientras trabajas\n\n\nLa mujer dividía a los seres humanos en dos grupos los que se alegraban y los que se\nquejaban de lo que hacían Estos últimos afirmaban que la maldición lanzada por Dios a\nAdán era la única verdad maldita es la tierra por tu causa Con fatiga obtendrás el sustento\ndurante todos los días de tu vida No encontraban placer en el trabajo pero los fastidiaban\nlos días santos cuando estaban obligados a descansar Usaban las palabras del Señor\ncomo una disculpa para sus vidas inútiles y se olvidaban de que Él también había dicho a\nMoisés El Señor tu Dios te bendecirá abundantemente en la tierra que te di en herencia\npara poseerla\n\n\nSí me acuerdo de esta mujer Ella tenía razón a mí me gustaba el trabajo en la\ncarpintería Cada mesa que montaba cada silla que tallaba le permitían entender y amar la\nvida aun cuando sólo ahora comprendiese eso Ella me dijo que conversara con las cosas\nque hacía y me quedaría asombrado al ver que las cosas eran capaces de responderme\nporque yo ponía allí lo mejor de mi alma y recibía a cambio la sabiduría\n\n\nSi no hubieses trabajado como carpintero tampoco habrías sido capaz de colocar tu alma\nfuera de ti mismo fingir que eres un cuervo que habla y entender que eres mejor y más sabio\nde lo que pensabas fue la respuesta Porque fue en la carpintería donde descubriste que\nlo sagrado está en todas partes\n\n\n\n\n \n Siempre me gustó simular que hablaba con las mesas y las sillas que construía no era\nesto suficiente La mujer tenía razón cuando conversaba con ellas acostumbraba descubrir\npensamientos que nunca me habían pasado por la cabeza Pero cuando estaba empezando\na entender que podía servir a Dios de esta manera apareció el ángel y bien ya conoces el\nresto de la historia\n\n\nEl ángel apareció porque tú estabas preparado respondió el cuervo\n\n\nYo era un buen carpintero\n\n\nEra parte de tu aprendizaje Cuando un hombre camina en dirección a su destino se ve\nforzado muchas veces a cambiar de rumbo Otras veces las circunstancias externas son\nmás fuertes y se ve obligado a acobardarse y ceder Todo esto forma parte del aprendizaje\n\n\nElías escuchaba con atención lo que su alma decía\n\n\nPero nadie puede perder de vista lo que quiere Aunque en algunos momentos piense que\nel mundo y los demás son más fuertes El secreto es éste no desistir\n\n\nNunca pensé ser profeta dijo Elías\nSí pensaste Pero te convencieron de que era imposible O peligroso O impensable\n\n\nElías se levantó\n\n\nPor qué me digo a mí mismo cosas que no quiero oír gritó\n\n\nAsustado con el movimiento el pájaro huyó\n\n\nEL CUERVO VOLVIÓ A LA MAÑANA siguiente En vez de repetir la conversación Elías se\ndedicó a observarlo pues el animal siempre conseguía alimentarse y siempre le traía\nalgunos restos\n\n \n Una misteriosa amistad fue creciendo entre los dos y Elías empezó a aprender del pájaro\nObservándolo vio cómo era capaz de encontrar comida en el desierto y descubrió que él\npodría sobrevivir algunos días más si consiguiera hacer lo mismo Cuando el vuelo del\ncuervo se hacía circular Elías sabía que había una presa cercana corría hacia aquel lugar e\nintentaba capturarla Al principio muchos de los pequeños animales que allí vivían\nconseguían escapar pero poco a poco adquirió entrenamiento y habilidad para capturarlos\nUsaba ramas como lanzas cavaba trampas que disfrazaba con una fina capa de ramitas y\narena Cuando la presa caía Elías compartía su alimento con el cuervo y guardaba una\nparte para ocuparla como cebo\nPero la soledad en que se encontraba era terrible y opresora de modo que resolvió volver a\nfingir que conversaba con el pájaro\n\n\nQuién eres tú preguntó el cuervo\n\n\nSoy un hombre que descubrió la paz respondió Elías Puedo vivir en el desierto cuidar\nde mí mismo y contemplar la infinita belleza de la creación de Dios He descubierto que mi\nalma es mejor de lo que pensaba\n\n\nLos dos continuaron cazando juntos durante otra luna Entonces una noche en que su alma\nestaba poseída por la tristeza resolvió preguntarse nuevamente\n\n\nQuién eres tú\n\n\nNo sé\n\n\nOtra luna murió y renació en el cielo Elías sentía que su cuerpo estaba más fuerte y su\nmente más clara Esa noche se dirigió al cuervo que estaba posado en la misma rama de\nsiempre y respondió a la pregunta que hiciera algún tiempo atrás\n\n\n\n\n \n Soy un profeta Vi un ángel mientras trabajaba y no puedo tener dudas de que soy capaz\naunque todos los hombres del mundo digan lo contrario Provoqué una masacre en mi país\nporque desafié a la bienamada de mi reina Estoy en el desierto como estuve antes en una\ncarpintería porque mi propia alma me dijo que un hombre debe pasar por diversas etapas\nantes de poder cumplir su destino\n\n\nSí ahora ya sabes quién eres comentó el cuervo\nAquella noche cuando Elías volvió de la caza quiso beber un poco de agua y vio que el\nQuerite se había secado Pero estaba tan cansado que decidió dormir\n\n\nEn su sueño el ángel de la guarda que no venía desde hacía tiempo apareció\n\n\nEl ángel del Señor habló con tu alma dijo el ángel de la guarda Y ordenó\n\n\nRetírate de aquí ve hacia el oriente y escóndete junto al torrente del Querite en la frontera\ndel Jordán Beberás del torrente Yordené a los cuervos que allí mismo te sustenten\n\n\nMi alma te ha escuchado dijo Elías en el sueño\n\n\nEntonces despierta porque el ángel del Señor me pide que me aleje y quiere hablar\ncontigo\n\n\nElías se levantó de un salto asustado Qué había pasado\n\n\nAunque era de noche el lugar se llenó de luz y el ángel del Señor apareció\n\n\nQué te trajo aquí preguntó el ángel\n\n\nTú me trajiste aquí\n\n\n\n\n \n No Jezabel y sus soldados te hicieron escapar Nunca lo olvides porque tu misión es\nvengar al Señor tu Dios\n\n\nSoy un profeta porque tú estás en mi presencia y escucho tu voz dijo Elías Cambié\nvarias veces de rumbo porque todos los hombres lo hacen Pero estoy listo para ir a\nSamaria y destruir a Jezabel\n\n\nEncontraste tu camino pero no puedes destruir sin aprender a reconstruir Yo te ordeno\nLevántate y ve a Sarepta que pertenece a Sidón y quédate allí donde ordené a una mujer\nviuda que te mantenga\n\n\nA la mañana siguiente Elías buscó al cuervo para despedirse El pájaro por primera vez\ndesde que llegara a las márgenes del Querite no apareció\n\n\nElías viajó durante días hasta llegar al valle donde quedaba la ciudad de Sarepta que sus\nhabitantes conocían como Akbar Cuando estaba ya casi sin fuerzas vio a una mujer vestida\nde negro que recogía leña La vegetación del valle era rastrera de modo que ella tenía que\ncontentarse con pequeñas ramitas secas\n\n\nQuién eres preguntó\n\n\nLa mujer miró al extranjero sin entender bien lo que le decía\n\n\nTráeme una vasija de agua para beber dijo Elías Tráeme también un poco de pan\n\n\nLa mujer dejó la leña a un lado pero continuó sin decir nada\n\n\nNo tengas miedo insistió Elías Estoy solo con hambre y sed y no tengo siquiera\nfuerzas para amenazar a nadie\n\n\n\n\n \n Tú no eres de aquí dijo ella finalmente Por la manera de hablar debes de ser del reino\nde Israel Si me conocieras mejor sabrías que nada tengo\n\n\nTú eres viuda así me lo dijo el Señor Y yo tengo menos que tú Si no me das ahora de\ncomer y de beber moriré\n\n\nLa mujer se asustó Cómo aquel extranjero podía saber algo de su vida\n\n\nUn hombre debe avergonzarse de pedir sustento a una mujer dijo recuperándose\n\n\nHaz lo que te pido por favor insistió Elías sabiendo que sus fuerzas comenzaban a\nfaltarle En cuanto mejore trabajaré para ti\n\n\nLa mujer se rió\n\n\nHace un momento dijiste una verdad soy una viuda que perdió a su marido en uno de los\nbarcos de mi país Jamás vi el océano pero sé cómo es el desierto mata a quien lo\ndesafía y continuó y ahora me dices algo falso Tan cierto como que Baal vive en la\nQuinta Montaña es que yo no tengo nada cocido sólo tengo un puñado de harina en una\nolla y un poco de aceite en una botija\n\n\nElías sintió que el horizonte giraba y comprendió que se iba a desmayar Reuniendo la poca\nenergía que aún le quedaba imploró por última vez\n\n\nNo sé si crees en los sueños ni siquiera sé si yo creo Sin embargo el Señor me dijo que\nyo llegaría hasta aquí y te encontraría Él ya me ha hecho cosas que me han llevado a dudar\nde Su sabiduría pero jamás de Su existencia Y así el Dios de Israel me pidió que yo dijese a\nla mujer que encontraría en Sarepta\n\n\n la harina de tu olla no se acabará y el aceite de tu botija no faltará hasta el día que el\nSeñor haga llover otra vez sobre la tierra Sin explicar cómo tal milagro podría acontecer\n\n \n Elías se desmayó\n\n\nLa mujer se quedó contemplando al hombre caído a sus pies Sabía que el Dios de Israel era\napenas una superstición los dioses fenicios eran más poderosos y habían transformado a su\npaís en una de las naciones más respetadas del mundo Pero estaba contenta generalmente\nvivía pidiendo limosnas a los otros y hoy por primera vez en mucho tiempo un hombre la\nnecesitaba Esto hizo que se sintiera más fuerte a fin de cuentas existían personas en peor\nsituación\n\n\nSí alguien me pide un favor es porque aún tengo algún valor en esta tierra reflexionó\nHaré lo que me está pidiendo sólo para aliviar su sufrimiento Yo también conocí el hambre\ny sé cómo destruye el alma\n\n\nFue hasta su casa y volvió con un pedazo de pan y una vasija de agua Se arrodilló colocó la\ncabeza del extranjero en su regazo y comenzó a mojar sus labios Minutos después él había\nrecuperado el sentido\n\n\nElla le ofreció el pan y Elías lo comió en silencio mirando el valle los desfiladeros las\nmontañas que apuntaban silenciosamente hacia el cielo Dominando el paisaje por el valle\nElías podía ver las murallas rojizas de la ciudad de Sarepta\n\n\nHospédame contigo porque soy perseguido en mi país dijo Elías\n\n\nQué crimen cometiste preguntó ella\n\n\nSoy un profeta del Señor Jezabel mandó matar a todos los que rehusaran adorar a los\ndioses fenicios\nQué edad tienes\n\n\nVeintitrés años respondió Elías\n\n \n Ella contempló con piedad al joven Tenía los cabellos largos y sucios llevaba una barba aún\nrala como sí desease parecer mayor Cómo un pobre desgraciado como aquél podía\ndesafiar a la princesa más poderosa del mundo\n\n\nSi eres enemigo de Jezabel también eres mi enemigo Ella es una princesa de Sidón\ncuya misión al casarse con tu rey fue convertir a tu pueblo a la verdadera fe así dicen los\nque la conocieron\n\n\nY prosiguió señalando a uno de los picos que enmarcaban el valle\n\n\nNuestros dioses habitan en lo alto de la Quinta Montaña desde hace muchas\ngeneraciones y consiguen mantener la paz en nuestro país Israel en cambio vive en la\nguerra y el sufrimiento Cómo podéis seguir creyendo en el Dios único Dadle tiempo a\nJezabel para realizar su trabajo y veréis que la paz reinará también en vuestras ciudades\n\n\nYo ya escuché la voz del Señor respondió Elías Vosotros en cambio nunca subisteis\na la cima de la Quinta Montaña para saber qué existe allí\n\n\nQuien suba allí morirá abrasado por el fuego de los cielos A los dioses no les gustan los\nextraños\n\n\nLa mujer cesó de hablar Se acordó de que aquella noche había soñado con una luz muy\nfuerte Del centro de aquella luz salía una voz diciendo recibe al extranjero que te busque\n\n\nHospédame contigo porque no tengo dónde dormir insistió Elías\n\n\nYa te dije que soy pobre Apenas me llega para mí misma y mi hijo\nEl Señor pidió que dejaras que me quede Él nunca abandona a quien ama Haz lo que te\npido Yo seré tu empleado Soy carpintero sé trabajar el cedro y no me faltará quehacer\nAsí el Señor usará mis manos para mantener Su promesa la harina de tu olla no se\n\n \n acabará y el aceite de tu botija no faltará hasta el día en que el Señor haga llover otra vez\nsobre la tierra\n\n\nAunque quisiera no tendría con que pagarte\n\n\nNo es necesario El Señor proveerá\n\n\nConfusa por el sueño de aquella noche y a pesar de saber que el extranjero era enemigo de\nuna princesa de Sidón la mujer decidió obedecer\n\n\nLA PRESENCIA DE ELÍAS fue pronto notada por los vecinos Empezaron los comentarios la\nviuda había dado cobijo a un extranjero en su casa sin respetar la memoria de su marido un\nhéroe que había muerto mientras procuraba ampliar las rutas comerciales de su país\n\n\nCuando se enteró de las murmuraciones la viuda explicó que se trataba de un profeta\nisraelita muerto de hambre y de sed Y corrió la noticia de que un profeta israelita huyendo\nde Jezabel estaba escondido en la ciudad Una comisión fue a buscar al sacerdote\n\n\nTraed el extranjero a mi presencia ordenó Y así se hizo Aquella tarde Elías fue\nconducido ante el hombre que junto con el gobernador y el jefe militar controlaba todo lo\nque sucedía en Akbar\n\n\nQué has venido a hacer aquí preguntó No te das cuenta de que eres enemigo de\nnuestro país\nDurante años negocié con el Líbano y respeto a su pueblo y sus costumbres Estoy aquí\nporque soy perseguido en Israel\n\n\nConozco la razón dijo el sacerdote Fue una mujer quien te hizo huir\n\n\nEsa mujer es la criatura más bella que conocí en mi vida aunque haya estado apenas\nunos minutos ante ella Pero su corazón es de piedra y detrás de sus ojos verdes se esconde\n\n \n el enemigo que quiere destruir a mi país No he huido sólo espero el momento adecuado\npara volver\n\n\nEl sacerdote rió\n\n\nSi esperas el momento adecuado para volver entonces prepárate para quedarte en Akbar\nel resto de tu vida No estamos en guerra con tu país todo lo que deseamos es que la\nverdadera fe se difunda por medios pacíficos en todo el mundo No queremos repetir las\natrocidades que vosotros cometisteis cuando os instalasteis en Canaán\n\n\nAsesinar a los profetas es un medio pacífico\n\n\nCortándole la cabeza al monstruo deja de existir Morirán unos cuantos pero las guerras\nreligiosas serán erradicadas para siempre Y según me contaron los comerciantes fue un\nprofeta llamado Elías quien empezó todo esto y después huyó\n\n\nEl sacerdote lo miró fijamente antes de continuar\n\n\nUn hombre que se parecía a ti\n\n\nSoy yo respondió Elías\n\n\nMuy bien bien venido a la ciudad de Akbar cuando necesitemos alguna cosa de Jezabel\npagaremos con tu cabeza la moneda más importante que tenemos Hasta entonces busca\nun trabajo y aprende a mantenerte por ti mismo porque aquí no hay sitio para profetas\n\n\nElías se preparaba para salir cuando el sacerdote dijo\n\n\nParece que una joven de Sidón es más poderosa que tu Dios único Ella consiguió erigir un\naltar para Baal y los antiguos sacerdotes ahora se arrodillan ante él\n\n\n \n Todo sucederá como fue escrito por el Señor respondió el profeta Hay momentos en\nque las tribulaciones se presentan en nuestras vidas y no podemos evitarlas Pero están allí\npor algún motivo\n\n\nQué motivo\n\n\nEs una pregunta que no podemos responder antes ni durante las dificultades Sólo cuando\nya las hemos superado entendemos por qué estaban allí\n\n\nEn cuanto Elías salió el sacerdote mandó llamar a la comisión de ciudadanos que lo había\nvisitado aquella mañana\n\n\nNo os preocupéis por esto les dijo La tradición nos manda ofrecer abrigo a los\nextranjeros Además aquí está bajo nuestro control y podremos vigilar sus pasos La mejor\nmanera de conocer y destruir a un enemigo es fingirse su amigo Cuando llegue el momento\nlo entregaremos a Jezabel y nuestra ciudad recibirá oro y recompensas Hasta entonces\naprenderemos cómo destruir sus ideas por ahora sabemos apenas cómo destruir su cuerpo\n\n\nAsí aun cuando Elías fuese un adorador del Dios Unico y un potencial enemigo de la\nprincesa el sacerdote exigió que el derecho de asilo fuese respetado Todos conocían la\nantigua tradición si una ciudad negase conceder refugio a un forastero los hijos de sus\nhabitantes pasarían por la misma dificultad Como la mayor parte del pueblo de Akbar tenía a\nsus descendientes diseminados por la gigantesca flota mercante del país nadie osó desafiar\nla ley de la hospitalidad\n\n\nAdemás no constituía esfuerzo alguno esperar el día en que la cabeza del profeta judío\nsirviera de moneda de cambio y se obtuvieran porella grandes cantidades de oro\n\n\nAquella noche Elías cenó con la viuda y su hijo Como el profeta israelita era ahora una\nvaliosa mercadería algunos comerciantes enviaron comida suficiente para que la familia se\npudiera alimentar durante una semana\n\n \n Parece que el Señor de Israel está cumpliendo su palabra dijo la viuda Desde que mí\nmarido murió mi mesa nunca estuvo tan provista como hoy\n\n\nElías fue poco a poco integrándose en la vida de Sarepta Como todos sus habitantes pasó\na llamarla Akbar Conoció al gobernador al comandante de la guarnición al sacerdote a los\nmaestros artesanos que hacían trabajos en vidrio y que eran admirados en toda la región\nCuando le preguntaban qué estaba haciendo allí él respondía la verdad Jezabel estaba\nmatando a todos los profetas de Israel\n\n\nEres un traidor en tu país y un enemigo en Fenicia decían pero somos una nación de\ncomerciantes y sabemos que cuanto más peligroso es un hombre más alto es el precio de su\ncabeza\n\n\nY así pasaron algunos meses\n\n\nEN LA ENTRADA DEL VALLE algunas patrullas asirias habían acampado y parecían\ndispuestas a quedarse Era un pequeño grupo de soldados que no representaba ninguna\namenaza De cualquier manera el comandante solicitó al gobernador que tomase alguna\nmedida\n\n\nNo nos han hecho nada dijo el gobernador Deben de estar en misión comercial\nbuscando una ruta mejor para sus productos Si deciden usar nuestros caminos pagarán\nimpuestos y nos haremos más ricos aún Para qué provocarlos\n\n\nPara agravar la situación el hijo de la viuda enfermó sin motivo aparente Los vecinos\natribuyeron el hecho a la presencia del extranjero en su casa y la mujer pidió a Elías que se\nfuera Pero él se negó el Señor aún no lo había llamado Empezaron a circular rumores de\nque aquel extranjero había desencadenado con su presencia la ira de los dioses de la Quinta\nMontaña\n\n\n \n Era posible controlar el ejército y calmar a la población ante la presencia de las patrullas\nextranjeras Pero a causa de la enfermedad del hijo de la viuda el gobernador empezó a\ntener dificultades para tranquilizar a la población ante la presencia de Elías\n\n\nUna comisión de habitantes fue a hablar con él Podemos construir una casa para el\nisraelita del lado de afuera de las murallas propusieron De esta manera no violamos la\nley de hospitalidad pero nos protegemos de la ira divina Los dioses no están contentos con\nla presencia de este hombre\n\n\nDejad que se quede donde está respondió el gobernador No quiero crear problemas\npolíticos con Israel\n\n\nCómo preguntaron los habitantes Jezabel está persiguiendo a todos los profetas\nque adoran al Dios único porque quiere matarlos\n\n\nNuestra princesa es una mujer valiente y fiel a los dioses de la Quinta Montaña Pero por\nmucho poder que tenga ahora ella no es israelita Mañana puede caer en desgracia y\ntendremos que enfrentar la ira de nuestros vecinos Si demostramos que tratamos bien a sus\nprofetas nos lo agradecerán\n\n\nLos habitantes salieron descontentos porque el sacerdote había dicho que un día Elías sería\ncambiado por oro y recompensas Mientras tanto aunque el gobernador no tuviese razón\nellos no podían hacer nada La tradición decía que la familia gobernante tenía que ser\nrespetada\n\n\nA LO LEJOS en la entrada del valle las tiendas de los guerreros asirios comenzaron a\nmultiplicarse\n\n\nEl comandante se preocupaba pero no contaba con el apoyo ni del sacerdote ni del\ngobernador Procuraba mantener a sus guerreros en constante entrenamiento aun sabiendo\nque ninguno de ellos ni siquiera sus abuelos había tenido experiencias de combate Las\n\n \n guerras eran cosa del pasado de Akbar y todas las estrategias que conocía habían sido\nsuperadas por nuevas técnicas y nuevas armas empleadas por los países extranjeros\n\n\nAkbar siempre negoció su paz decía el gobernador No será esta vez que seremos\ninvadidos Dejad que los países extranjeros luchen entre sí nosotros tenemos un arma\nmucho más poderosa que las de ellos el dinero Cuando ellos terminen de destruirse\nmutuamente entraremos en sus ciudades y venderemos nuestros productos\n\n\nAsí el gobernador consiguió tranquilizar a la población en relación con la presencia de los\nasirios Pero los rumores acerca de que el israelita había traído la maldiciónde los dioses a\nAkbar persistían y el problema tornábase cada vez más acuciante\n\n\nCierta tarde el niño empeoró mucho y ya no conseguía tenerse en pie ni reconocer a las\npersonas que venían a visitarlo Antes de que el sol descendiera en el horizonte Elías y la\nmujer se arrodillaron al lado de su cama\n\n\nSeñor Todopoderoso que desviaste las flechas del soldado y que me trajiste hasta aquí\nhaz que esta criatura se salve Ella no hizo nada es inocente de mis pecados y de los\npecados de sus padres Salvadla Señor\n\n\nEl niño casi no se movía sus labios estaban blancos y los ojos perdían rápidamente el brillo\n\n\nReza a tu Dios único pedía la mujer porque solamente una madre es capaz de saber\ncuándo su hijo está partiendo\n\n\nElías tuvo ganas de apretar su mano decirle que ella no estaba sola y que el Dios\nTodopoderoso lo escucharía Él era un profeta había aceptado eso en las márgenes del\nQuerite y ahora los ángeles estaban a su lado\n\n\n\n\n \n Ya no me quedan lágrimas prosiguió ella Si Él no tiene compasión sí Él necesita una\nvida entonces pídele que lleve la mía y deje a mi hijo caminar por el valle y por las calles de\nAkbar\n\n\nElías hizo lo posible para concentrarse en su oración pero el sufrimiento de aquella madre\nera tan intenso que parecía llenar el cuarto y penetrar en las paredes las puertas en todas\npartes\n\n\nTocó el cuerpo del muchacho la temperatura ya no estaba alta como en días anteriores y\nesto era una mala señal\n\n\nEl sacerdote había pasado por la casa aquella mañana y tal como venía haciendo las dos\núltimas semanas había aplicado cataplasmas de hierbas en el rostro y en el pecho del niño\nEn días anteriores las mujeres de Akbar habían traído recetas de remedios que se habían\ntransmitido durante generaciones y cuyo poder de curación había sido comprobado en\ndiversas ocasiones Todas las tardes ellas se reunían al pie de la Quinta Montaña y hacían\nsacrificios para que el alma del niño no abandonara su cuerpo\n\n\nConmovido con lo que sucedía en la ciudad un mercader egipcio que estaba allí en tránsito\nentregó sin cobrar nada un carísimo polvo rojo para ser mezclado con la comida del niño\nDecía la leyenda que el secreto de la fabricación de aquel polvo había sido entregado a los\nmédicos egipcios por los propios dioses\n\n\nElías durante todo ese tiempo no había dejado de rezar Pero no había servido de nada\nabsolutamente de nada\n\n\nSé por qué te dejan quedarte aquí continuó la mujer con la voz cada vez más baja\nporque llevaba muchos días sin dormir Sé que han puesto un precio a tu cabeza y que un\ndía serás enviado a Israel y cambiado por oro Si salvas a mi hijo yo te juro por Baal y por\nlos dioses de la Quinta Montaña que jamás serás capturado Conozco caminos de fuga que\nya fueron olvidados por esta generación y te enseñaré cómo salir de Akbar sin ser visto\n\n \n Elías no dijo nada\nReza a tu Dios único repitió la mujer Si Él salva a mi hijo juro que renegaré de Baal\ny creeré en Él Explica a tu Señor que te di abrigo cuando lo necesitaste que hice\nexactamente lo que Él había mandado\n\n\nElías rezó una vez más e imploró con todas sus fuerzas En ese momento exacto el niño se\nmovió Quiero salir de aquí dijo con voz débil\n\n\nLos ojos de la madre brillaron de alegría y las lágrimas rodaron otra vez por sus mejillas\n\n\nVen hijo mío Vamos a donde tú quieras haz lo que tú quieras\n\n\nElías hizo gesto de tomarlo en sus brazos pero el niño le apartó la mano\n\n\nQuiero salir solo dijo\n\n\nSe levantó lentamente y comenzó a caminar en dirección a la sala Después de dar algunos\npasos cayó al suelo como fulminado por un rayo\n\n\nElías y la viuda se aproximaron el niño estaba muerto\n\n\nPor un instante ninguno de los dos dijo nada De repente la mujer empezó a gritar con todas\nsus fuerzas\n\n\nMalditos sean los dioses malditos sean aquellos que se llevaron el alma de mí hijo\nMaldito sea el hombre que trajo la desgracia a mi casa Mi único hijo gritaba ella\nPorque respeté la voluntad de los cielos porque fui generosa con un extranjero mi hijo se\nha muerto\n\n\n\n\n \n Los vecinos escucharon los lamentos de la viuda y vieron a su hijo tendido en el suelo de la\ncasa La mujer continuaba gritando golpeando al profeta israelita que de pie a su lado\nparecía haber perdido toda capacidad de reacción y no hacía nada para defenderse\nMientras las mujeres procuraban calmar a la viuda los hombres inmediatamente tomaron a\nElías por los brazos y lo llevaron a la presencia del gobernador\n\n\nEste hombre pagó la generosidad con odio Hechizó la casa de la viuda y su hijo ha\nterminado muriendo Estamos dando hospitalidad a alguien que está maldito por los dioses\n\n\nEl israelita lloraba preguntándose\n\n\nOh Señor Dios mío hasta a esta viuda que fue generosa conmigo Tú resolviste\nafligir Si mataste a su hijo es porque no estoy cumpliendo la misión que me fue confiada y\nmerezco la muerte\n\n\nAquella misma tarde se reunió el consejo de la ciudad de Akbar bajo la presidencia del\nsacerdote y del gobernador Elías fue traído para ser juzgado\n\n\nDecidiste retribuir el amor con el odio Por eso yo te condeno a muerte dijo el\ngobernador Aunque su cabeza valga un saco de oro no podemos despertar la ira de los\ndioses de la Quinta Montaña dijo el sacerdote porque después ni todo el oro del mundo\npodrá devolver la paz a esta ciudad\n\n\nElías bajó la cabeza Merecía todo el sufrimiento que pudiese soportar porque el Señor lo\nhabía abandonado\n\n\nSubirás a la Quinta Montaña dijo el sacerdote Irás a pedir perdón a los dioses\nofendidos Ellos harán que el fuego descienda para matarte En el caso de que no lo hicieran\nserá porque desean que la justicia sea cumplida por nuestras propias manos Te estaremos\nesperando al término del descenso y serás ejecutado mañana según el ritual\n\n\n \n Elías conocía bien las ejecuciones sagradas al condenado se le arrancaba el corazón del\npecho y se le cortaba la cabeza Según la creencia un hombre sin corazón no conseguía\nentrar en el Paraíso\n\n\nPor qué me elegiste para esto Señor clamaba en voz alta aun sabiendo que los\nhombres a su alrededor no entenderían de qué elección estaba hablando No ves que\nsoy incapaz de cumplir lo que exigiste\n\n\nNo oyó ninguna respuesta\n\n\nLOS HOMBRES Y LAS MUJERES de Akbar siguieron en cortejo al grupo de guardias que\nllevaban al israelita hasta la Quinta Montaña Gritaban palabras ofensivas y tiraban piedras\nSólo con mucha dificultad los soldados lograron controlar la furia de la multitud Después de\nmedia hora de caminata llegaron al pie de la montaña sagrada\n\n\nEl grupo se detuvo ante los altares de piedra donde el pueblo acostumbraba dejar sus\nofrendas y sacrificios sus pedidos y oraciones Todos conocían las historias de gigantes que\nvivían en el lugar y recordaban a las personas que desafiaron la prohibición y fueron\nalcanzadas por el fuego del cielo Los viajeros que pasaban de noche por el valle\naseguraban haber escuchado las risas de los dioses y las diosas divirtiéndose allá arriba\n\n\nPero aun cuando no se tuviera certeza absoluta de todo esto nadie se atrevía a desafiar a\nlos dioses\n\n\nVamos dijo un soldado empujando a Elías con la punta de su lanza Quien mató a un\nniño merece sufrir el peor de los castigos\n\n\nElías pisó el terreno prohibido y comenzó a subir la cuesta Al cabo de algún tiempo de\ncaminata cuando ya no llegaban a sus oídos los gritos de los habitantes de Akbar se sentó\nen una piedra y lloró desde aquella tarde en la carpintería en que había visto la oscuridad\niluminada por luces brillantes no había conseguido nada más que traer la desgracia a otros\n\n \n El Señor había perdido sus voces en Israel y el culto a los dioses fenicios ahora debía de\nposeer mayor fuerza En su primera noche al lado del río Querite Elías había pensado que\nDios lo había escogido para ser un mártir como hiciera con tantos otros Pero en vez de\nesto el Señor había enviado a un cuervo pájaro agorero para que lo alimentara hasta\nque el Querite se secase Por qué un cuervo y no una paloma o un ángel No habría sido\ntodo el delirio de alguien que quiere esconder su miedo o que su cabeza ha estado\ndemasiado tiempo expuesta al sol Elías ahora ya no estaba seguro de nada quizás el Mal\nhabía encontrado su instrumento y ese instrumento era él\n\n\nPor qué en lugar de regresar y acabar con la princesa que tanto daño hacia a su pueblo\nDios lo había mandado hacia Akbar Se había sentido como un cobarde pero había\ncumplido la orden Había luchado para adaptarse a aquel pueblo extraño amable pero con\nuna cultura completamente distinta Y cuando estaba convencido de que estaba cumpliendo\nsu destino el hijo de la viuda había muerto\n\n\nPor qué\n\n\nSe incorporó caminó un poco más y terminó entrando en la neblina que cubría la cumbre de\nla montaña Podía aprovechar la falta de visibilidad para huir de sus perseguidores pero\nqué importancia tenía eso Estaba cansado de huir sabía que nunca conseguiría encontrar\nsu lugar en el mundo Además aunque consiguiese escapar ahora llevaría la maldición que\nlo acompañaba a otra ciudad y nuevas tragedias ocurrirían Cargaría consigo dondequiera\nque fuese la sombra de aquellos muertos Era preferible dejar que su corazón fuese\narrancado del pecho y su cabeza cortada\n\n\nVolvió a sentarse esta vez en medio de la neblina Estaba decidido a esperar un poco para\nque la gente de allí abajo creyera que había subido hasta la cima de la Montaña después\nretornaría a Akbar entregándose a sus captores\n\n\nEl fuego del cielo\n\n \n Muchas personas ya habían muerto por él aun cuando Elías dudase de que fuera enviado\npor el Señor En las noches sin luna su brillo cruzaba el firmamento apareciendo y\ndesapareciendo de repente Tal vez quemase Tal vez matase instantáneamente sin\nsufrimiento\n\n\nCayó la noche y la neblina se disipó Pudo ver el valle allá abajo las luces de Akbar y las\nhogueras del campamento asirio Escuchó los ladridos de los perros y el canto de los\nguerreros\n\n\nEstoy preparado se dijo Acepté que era un profeta y actué lo mejor que pude Pero\nfallé y ahora Dios necesita otro\n\n\nEn ese momento una luz descendió hasta él El fuego del cielo pensó\n\n\nLa luz sin embargo se mantuvo frente a él Y una voz dijo\n\n\nSoy un ángel del Señor\n\n\nElías se arrodilló y apoyó su rostro en la tierra\n\n\nYa lo vi otras veces y siempre obedecí al ángel del Señor respondió Elías sin levantar la\ncabeza que sólo me hace sembrar desgracias por donde paso\n\n\nPero el ángel continuó\n\n\nCuando vuelvas a la ciudad pide tres veces que el niño retornea la vida El Señor te\nescuchará la tercera vez\n\n\nPor qué debo hacer eso\n\n\n \n Por la grandeza de Dios\n\n\nAunque eso suceda ya dudé de mí mismo y no soy más digno de mi tarea respondió\nElías\n\n\nTodo hombre tiene derecho a dudar de su tarea y a abandonarla de vez en cuando lo\núnico que no puede hacer es olvidarla Quien no duda de sí mismo es indigno porque confía\nciegamente en su capacidad y peca por orgullo Bendito sea aquel que pasa por momentos\nde indecisión\n\n\nHace un momento pudiste comprobar que ni siquiera estaba seguro de que fueses un\nemisario de Dios\n\n\nVe y haz lo que te digo\nHabía pasado mucho tiempo cuando Elías descendió de la montaña Los guardias seguían\nesperando junto a los altares de sacrificio pero la multitud ya había retornado a Akbar\n\n\nEstoy preparado para la muerte dijo él Pedí el perdón de los dioses de la Quinta\nMontaña y ellos ahora exigen que antes de recibirla yo pase por la casa de la viuda que me\nacogió y le pida que tenga piedad de mi alma\n\n\nLos soldados lo llevaron de vuelta y fueron a consultar al sacerdote\n\n\nHaremos lo que pides dijo el sacerdote al prisionero Ya que pediste perdón a los\ndioses debes hacerlo también a la viuda Para que no intentes escapar irás acompañado de\ncuatro soldados armados Pero no pienses que conseguirás convencerla para pedir\nclemencia por tu vida en cuanto amanezca te ejecutaremos en el centro de la plaza\n\n\nEl sacerdote hubiera querido preguntar qué es lo que había encontrado allí arriba Pero\nestaba en presencia de los soldados y la respuesta hubiera podido ser embarazosa Por eso\n\n\n \n resolvió quedarse callado pero encontró que era buena idea que Elías pidiera perdón en\npúblico así nadie más tendría dudas sobre el poder de los dioses de la Quinta Montaña\n\n\nElías y los soldados fueron hasta el mísero callejón donde había vivido algunos meses La\ncasa de la viuda estaba con las ventanas y la puerta abiertas de modo que según la\ntradición el alma de su hijo pudiese salir para ir a habitar junto a los dioses El cuerpo\nestaba en el centro de la pequeña sala velado por los vecinos\n\n\nCuando notaron la presencia del israelita hombres y mujeres quedaron horrorizados\n\n\nSacadlo de aquí gritaron a los guardias No basta el mal que ya causó Es tan\nperverso que los dioses de la Quinta Montaña no quisieron ensuciarse las manos con su\nsangre\n\n\nDejaron para nosotros la tarea de matarlo gritó otro Y lo haremos ahora sin esperar\nla ejecución ritual\n\n\nEnfrentando los empujones y los golpes Elías se libró de las manos que lo sujetaban y corrió\nhasta la viuda que lloraba en un rincón\n\n\nPuedo traerlo de regreso de los muertos Déjame acercarme a tu hijo dijo Sólo por un\ninstante\n\n\nLa viuda ni siquiera levantó la cabeza\n\n\nPor favor insistió él Aunque sea lo último que hagas por mí en esta vida dame una\nocasión de retribuir tu generosidad\n\n\nAlgunos hombres lo agarraron para alejarlo de allí Pero Elías se debatía y luchaba con todas\nsus fuerzas implorando para que le dejasen tocar al niño muerto Aunque era joven y fuerte\nterminó siendo empujado hasta la puerta de la casa\n\n \n Angel del Señor dónde estás gritó al cielo En ese momento todos permanecieron\ninmóviles La viuda se había levantado y se dirigía hacia él Tomándolo de la mano lo llevó\nhasta donde estaba el cadáver del hijo y apartó la sábana que lo cubría\nHe aquí la sangre de mi sangre dijo Que caiga sobre la cabeza de tu familia si no\nconsigues lo que deseas\n\n\nÉl se aproximó para tocarlo\n\n\nUn momento dijo la viuda Antes pide a tu Dios que mi maldición se cumpla\n\n\nEl corazón de Elías latía con fuerza pero creía en las palabras del ángel\n\n\nQue la sangre de este niño caiga sobre mis padres y hermanos y sobre los hijos e hijas\nde mis hermanos si yo no hiciera lo que dije\n\n\nEntonces con todas sus dudas sus culpas y sus temores\n\n\nél lo tomó de los brazos de ella y lo llevó arriba al cuarto donde él mismo habitaba Entonces\nclamó a los cielos diciendo Oh Señor hasta a esta viuda con quien me hospedo afligiste\nmatando a su hijo e inclinándose tres veces sobre el niño clamó al Señor diciendo Oh\nSeñor mi Dios haz que el alma de esta criatura vuelva a entrar en ella\n\n\nPor algunos instantes nada sucedió Elías se vio de nuevo en Gileade delante del soldado\ncon el arco apuntando a su corazón sabiendo que muchas veces el destino de un hombre no\ntiene nada que ver con lo que cree o teme Sentíase tranquilo y confiado como aquella tarde\nsabiendo que independientemente del resultado había una razón para que todo aquello\nsucediera En la cima de la Quinta Montaña el ángel había llamado a esa razón grandeza\nde Dios él esperaba entender algún día por qué el Creador necesitaba a sus criaturas para\nmostrar esta gloria\nFue entonces cuando el niño abrió los ojos\n\n \n Dónde está mi madre preguntó\n\n\nAbajo esperando por ti respondió Elías sonriendo\n\n\nTuve un extraño sueño Viajaba por un agujero negro a una velocidad mayor que el más\nrápido caballo de carreras de Akbar Vi a un hombre que sé que era mi padre aunque nunca\nlo haya conocido Entonces llegué a un lugar muy bonito donde me hubiera gustado\nquedarme pero otro hombre que no conozco aunque me pareciese alguien muy bueno y\nvaliente me pidió cariñosamente que volviese de allí Yo quería seguir pero tú me\ndespertaste\n\n\nEl niño parecía triste El lugar donde casi entró debía de ser muy hermoso\n\n\nNo me dejes solo porque tú me hiciste volver de un lugar donde yo sabía que estaba\nprotegido\n\n\nVamos a bajar dijo Elías tu madre quiere verte\n\n\nEl chico intentó levantarse pero estaba demasiado débil para andar Elías lo tomó en brazos\ny bajó\n\n\nLas personas en la sala de la planta baja parecían presas de un profundo terror\n\n\nPor qué hay tanta gente aquí preguntó el niño\n\n\nAntes de que Elías pudiese responder la viuda tomó al hijo en brazos y comenzó a besarlo\nllorando\n\n\nQué te han hecho madre Por qué estás triste\n\n\n \n No estoy triste hijo mío respondió ella secándose las lágrimas Nunca estuve tan\nalegre en mi vida\n\n\nY diciendo esto la viuda se arrojó de rodillas y empezó a gritar\n\n\nAhora sé que eres hombre de Dios La verdad del Señor sale de tus palabras\n\n\nElías la abrazó pidiéndole que se levantase\n\n\nSuelten a este hombre dijo ella a los soldados Ha combatido el mal que se había\nabatido sobre mi casa\n\n\nLas personas que estaban allí reunidas no podían creer lo que veían Una joven de veinte\naños que trabajaba como pintora se arrodilló al lado de la viuda Poco a poco todos fueron\nimitando su gesto inclusive los soldados encargados de conducir a Elías al cautiverio\n\n\nLevantaos pidió él y adorad al Señor Yo soy apenas uno de sus siervos quizás el\nmenos capacitado\n\n\nPero todos continuaron arrodillados con la cabeza baja\n\n\nHas hablado con los dioses de la Quinta Montaña se oyó decir a alguien y ahora\npuedes hacer milagros\n\n\nNo hay dioses allí Vi a un ángel del Señor que me ordenó hacer esto\n\n\nTú estuviste con Baal y sus hermanos dijo otra persona\n\n\nElías se abrió paso empujando a las personas arrodilladas y salió a la calle Su corazón\ncontinuaba agitado como si no hubiese cumplido correctamente la tarea que el ángel le\nhabía enseñado De qué servía resucitar a un muerto si nadie cree de dónde viene tanto\n\n \n poder El ángel le había indicado clamar tres veces el nombre del Señor pero nada le\nhabía dicho sobre cómo explicar el milagro a la multitud reunida en la planta baja Podría\nser que como los antiguos profetas lo que quise fue impresionar para satisfacer mi\nvanidad se preguntaba a sí mismo\n\n\nEntonces escuchó la voz de su ángel de la guarda con quien conversaba desde la infancia\n\n\nHoy has estado con un ángel del Señor\n\n\nSí respondió Elías Pero los ángeles del Señor no conversan con los hombres se\nlimitan a transmitir las órdenes que emanan de Dios\n\n\nUsa tu poder dijo el ángel de la guarda\n\n\nElías no entendió qué quería decir con esto\n\n\nNo tengo ninguno Sólo el que me viene del Señor\n\n\nNadie tiene Pero todo el mundo tiene el poder del Señor y nadie lo usa\n\n\nY añadió el ángel\n\n\nA partir de ahora y hasta el momento en que regreses a la tierra que dejaste ningún otro\nmilagro te será permitido\n\n\nY cuándo será eso\n\n\nEl Señor te necesita para reconstruir Israel dijo el ángel Pisarás otra vez su suelo\ncuando aprendas a reconstruir\n\n\nY no dijo nada más\n\n \n SEGUNDA PARTE\n\n\nEL SACERDOTE REZÓ SUS ORACIONES al sol que nacía y pidió al dios de la Tempestad y\na la diosa de los Animales que tuviesen piedad de los ingenuos Alguien le había contado\nesa mañana que Elías había recuperado al hijo de la viuda del reino de los muertos\n\n\nLa ciudad se hallaba atemorizada y excitada al mismo tiempo Todos creían que el israelita\nhabía recibido su poder de los dioses en la Quinta Montaña y ahora se hacía mucho más\ndifícil acabar con él\n\n\nPero la hora adecuada llegará se dijo a sí mismo\n\n\nLos dioses harían surgir otra oportunidad para acabar con él Pero la cólera divina tenía otro\nmotivo y la presencia de los asirios en la entrada del valle era una señal Por qué los\ncentenares de años de paz estaban a punto de terminar Él tenía la respuesta la invención\nde Biblos Su país había desarrollado una forma de escritura accesible a todos incluso a\naquellos que no estaban preparados para utilizarla Cualquier persona podía aprenderla en\npoco tiempo y esto sería el fin de la civilización\n\n\nEl sacerdote sabía que de todas las armas de destrucción que el hombre fue capaz de\ninventar la más terrible la más poderosa era la palabra Los puñales y las lanzas dejaban\nvestigios de sangre las flechas podían ser vistas a distancia los venenos terminaban por ser\ndetectados y evitados Pero la palabra conseguía destruir sin dejar rastro Si los rituales\nsagrados pudiesen ser difundidos mucha gente podría utilizarlos para intentar modificar el\norden del universo y eso confundiría a los dioses i\nHasta ese momento sólo la casta sacerdotal conocía la memoria de los antepasados que\nera transmitida oralmente y bajo juramento de que las informaciones serían mantenidas en\nsecreto Los caracteres que los egipcios habían divulgado por el mundo exigían prolongados\naños de estudio por lo que únicamente los que estaban muy preparados como los escribas\ny sacerdotes podían intercambiar informaciones Otras culturas tenían sus formas\n\n \n rudimentarias de registro de la historia pero eran tan complicadas que nadie se preocupaba\nde intentar aprenderlas fuera de las propias regiones donde eran usadas\n\n\nLa invención de Biblos poseía en cambio una cualidad extraordinaria podía ser usada por\ncualquier país independientemente de la lengua que hablasen Hasta los propios griegos\nque generalmente rechazaban todo lo que no nacía en sus ciudades ya habían adoptado la\nescritura de Biblos como práctica corriente en sus transacciones comerciales Como eran\nespecialistas en apropiarse de todo cuanto pudiera ser novedad ya habían bautizado la\ninvención de Biblos con un nombre griego alfabeto\n\n\nLos secretos guardados celosamente durante siglos de civilización corrían el riesgo de ser\nexpuestos a la luz Comparado con esto el sacrilegio cometido por Elías al traer a alguien\ndesde la otra orilla del río de la muerte como los egipcios acostumbraban decir carecía de\nimportancia\n\n\nEstamos siendo castigados porque ya no somos capaces de preservar convenientemente\nlas cosas sagradas pensó Los asirios están a nuestras Puertas atravesarán el valle y\ndestruirán la civilización de nuestros antepasados\n\n\nY acabarían con la escritura El sacerdote sabía que la presencia del enemigo no era una\ncasualidad era el precio a pagar Los dioses habían planeado todo muy bien de manera que\nnadie se diera cuenta de que eran ellos los responsables habían colocado en el poder a un\ngobernador más preocupado de los negocios que del ejército habían alentado la codicia de\nlos asirios habían hecho que la lluvia escaseara cada vez más y habían traído a un infiel\npara dividir a la ciudad Pronto estallaría la guerra\n\n\nAkbar continuaría existiendo incluso después de eso Pero la amenaza de los caracteres de\nBiblos sería borrada para siempre de la faz de la Tierra El sacerdote limpió con cuidado la\npiedra que señalaba el lugar donde muchas generaciones atrás el peregrino extranjero\nhabía encontrado el lugar indicado por los cielos y fundado la ciudad Qué bella es pensó\nLas piedras eran una imagen de los dioses duras resistentes sobreviviendo en\n\n \n cualesquiera condiciones y sin tener que explicar por qué estaban allí La tradición oral decía\nque el centro del mundo estaba marcado por una piedra y en su infancia había llegado a\npensar en buscarla Continuó alimentando la idea hasta ese año pero la presencia de los\nasirios en el fondo del valle le hizo comprender que jamás cumpliría su sueño\n\n\nNo importa Ha correspondido a mí generación ser ofrecida en sacrificio por haber ofendido\na los dioses Hay cosas inevitables en la historia del mundo y tenemos que aceptarlas\n\n\nSe prometió a sí mismo obedecer a los dioses no procuraría evitar la guerra\n\n\nQuizás hayamos llegado al final de los tiempos Ya no hay forma de eludir las crisis que\nson cada vez más frecuentes\n\n\nEl sacerdote tomó su bastón y salió del pequeño templo había concertado una cita con el\ncomandante de la guarnición de Akbar\n\n\nEstaba casi llegando a la muralla del sur cuando fue abordado por Elías\n\n\nEl Señor trajo a un niño de regreso del mundo de los muertos dijo el israelita La\nciudad cree en mi poder\n\n\nEl niño no debía de estar muerto respondió el sacerdote Ya ha pasado otras veces el\ncorazón se para y después vuelve a latir Hoy toda la ciudad está hablando de esto mañana\nse acordarán de que los dioses están cerca y pueden escuchar lo que están diciendo\nEntonces sus bocas volverán a enmudecer Ahora debo irme porque los asirios se preparan\npara el combate\n\n\nEscucha lo que tengo que decirte después del milagro de anoche me fui a dormir afuera\nde las murallas porque necesitaba un poco de tranquilidad Entonces el mismo ángel que vi\nen lo alto de la Quinta Montaña se me apareció otra vez y me dijo Akbar será destruida por\nla guerra\n\n \n Las ciudades no pueden ser destruidas dijo el sacerdote Serán reconstruidas setenta\nveces siete porque los dioses saben dónde las colocaron y las necesitan allí\n\n\nEl gobernador se aproximó Venía acompañado de un grupo de cortesanos y preguntó\n\n\nQué es lo que dices\n\n\nQue busquéis la paz repitió Elías\n\n\nSi tienes miedo regresa al lugar de donde viniste repuso secamente el sacerdote\n\n\nJezabel y su rey están esperando a los profetas fugitivos para matarlos dijo el\ngobernador Pero me gustaría que me contaras cómo pudiste subir a la Quinta Montaña\nsin ser destruido por el fuego del cielo\n\n\nEl sacerdote necesitaba interrumpir aquella conversación el gobernador estaba pensando en\nnegociar con los asirios y podía querer utilizar a Elías para sus propósitos\n\n\nNo lo escuches dijo Ayer cuando fue traído a mi presencia para ser juzgado vi que\nlloraba de miedo\n\n\nMi llanto era por el mal que pensaba haber causado pues sólo tengo miedo de dos cosas\ndel Señor y de mí mismo No huí de Israel y estoy listo para volver en cuanto el Señor lo\npermita Acabaré con su bella princesa y la fe de Israel sobrevivirá a esta nueva amenaza\n\n\nHay que tener el corazón muy duro para resistirse a los encantos de Jezabel ironizó el\ngobernador No obstante si eso llegara a suceder enviaríamos a otra mujer más hermosa\naún como ya hicimos antes de ella\n\n\n\n\n \n El sacerdote decía la verdad Doscientos años antes una princesa de Sidón había seducido\nal más sabio de todos los gobernantes de Israel el rey Salomón Ella le pidió que\nconstruyera un altar en homenaje a la diosa Astarté y Salomón le obedeció A causa de este\nsacrilegio el Señor hizo que se sublevaran los ejércitos vecinos y Salomón fue maldecido\npor Dios\n\n\nLo mismo sucederá con Ajab el marido de Jezabel pensó Elías El Señor lo haría cumplir\nsu tarea cuando llegase la hora Pero de qué servía intentar convencer a esos hombres que\ntenía enfrente Ellos eran como los que vio la noche anterior arrodillados en el suelo de la\ncasa de la viuda alabando a los dioses de la Quinta Montaña la tradición jamás los dejaría\npensar de manera diferente\n\n\nEs una pena que tengamos que respetar la ley de hospitalidad dijo el gobernador que\naparentemente ya había olvidado los comentarios de Elías acerca de la paz Si no fuese\nasí ayudaríamos a Jezabel en su tarea de acabar con los profetas\n\n\nNo es ésta la razón por la que me conserváis la vida Sabéis que soy una mercancía\nvaliosa y queréis dar a Jezabel el placer de matarme con sus propias manos Sin embargo\ndesde ayer el pueblo me atribuye poderes mágicos Piensan que encontré a los dioses en lo\nalto de la Quinta Montaña en cuanto a vosotros nada os importaría ofender a los dioses\npero no deseáis irritar a los habitantes de la ciudad\n\n\nEl gobernador y el sacerdote dejaron a Elías hablando solo y siguieron en dirección a las\nmurallas En aquel momento el sacerdote decidió que mataría al profeta israelita en la\nprimera oportunidad lo que antes era una mercancía ahora se había transformado en una\namenaza\n\n\nAl verlos alejarse Elías se desesperó Qué podría hacer para servir al Señor Entonces\ncomenzó a gritar en medio de la plaza\n\n\n\n\n \n Pueblo de Akbar Anoche subí a la Quinta Montaña y conversé con los dioses que allí\nhabitan Cuando volví fui capaz de traer a un niño del reino de los muertos\n\n\nLas personas se agruparon a su alrededor la historia ya era conocida por toda la ciudad El\ngobernador y el sacerdote se detuvieron en medio del camino y volvieron para ver qué\npasaba el profeta israelita estaba diciendo que había visto a los dioses de la Quinta Montaña\nadorando a un Dios superior\n\n\nOrdenaré que lo maten dijo el sacerdote\nY la población se rebelará contra nosotros respondió el gobernador interesado en lo que el\nextranjero estaba diciendo Es mejor esperar que cometa un error\n\n\nAntes de bajar de la montaña los dioses me encargaron ayudar al gobernador contra la\namenaza de los asirios continuó Elías Sé que él es Un hombre honrado y quiere\nescucharme pero existen personas interesadas en que estalle la guerra y no dejan que yo\nme aproxime a él\n\n\nEl israelita es un hombre santo dijo un viejo al gobernador Nadie puede subir a la\nQuinta Montaña sin ser fulminado por el fuego del cielo pero este hombre lo consiguió y\nahora resucita a los muertos\n\n\nTiro Sidón y todas las ciudades fenicias tienen la tradición de la paz dijo otro viejo ya\npasamos por otras amenazas peores y conseguimos superarlas\n\n\nAlgunos enfermos e inválidos empezaron a aproximarse abriéndose camino entre la\nmultitud tocando la ropa de Elías y pidiendo que les curase sus males\n\n\nAntes de aconsejar al gobernador cura a los enfermos dijo el sacerdote Entonces\ncreeremos que los dioses de la Quinta Montaña están contigo\n\n\n\n\n \n Elías recordó lo que el ángel le había dicho la noche anterior sólo le sería permitida la fuerza\nde las personas comunes\n\n\nLos enfermos piden ayuda insistió el sacerdote Estamos esperando\n\n\nAntes tenemos que ocuparnos de evitar la guerra Habrá más enfermos y más inválidos si\nno lo conseguimos\n\n\nEl gobernador interrumpió la conversación\n\n\nElías vendrá con nosotros Él ha sido tocado por la inspiración divina\n\n\nAun cuando no creyese en la existencia de dioses en la Quinta Montaña el gobernador\nnecesitaba un aliado para ayudarlo a convencer al pueblo de que la paz con los asirios era la\núnica salida\n\n\nMientras caminaban al encuentro del comandante el sacerdote comentó con Elías\n\n\nNo crees en nada de lo que dije\n\n\nCreo que la paz es la única salida Pero no creo que la cima de aquella montaña esté\nhabitada por dioses Ya estuve allí\n\n\nY qué viste\n\n\nUn ángel del Señor Ya lo había visto antes en otros lugares por donde anduve \nrespondió Elías Y sólo existe un Dios\n\n\nEl sacerdote rió\n\n\n\n\n \n Es decir que en tu opinión el mismo dios que hizo la tempestad hizo también el trigo\naunque sean cosas completamente diferentes\n\n\nVes la Quinta Montaña preguntó Elías De cada lado que mires te parecerá\ndiferente aunque sea la misma montaña Así sucede con todo cuanto fue creado muchas\ncaras del mismo Dios\n\n\nLLEGARON A LO ALTO DE LA MONTAÑA desde donde se veía a la distancia el\ncampamento enemigo En el valle desértico las tiendas blancas resaltaban a la vista\n\n\nUn tiempo atrás cuando los centinelas habían notado la presencia de los asirios en una de\nlas extremidades del valle los espías capturados dijeron que estaban allí en misión de\nreconocimiento En esa ocasión el comandante sugirió que fueran apresados y vendidos\ncomo esclavos Pero el gobernador se decidió por otra estrategia no hacer nada Apostaba\nal hecho de que estableciendo buenas relaciones con ellos podía abrir un nuevo mercado\npara el comercio de vidrios fabricados en Akbar además aunque estuviesen allí para\npreparar una guerra los asirios sabían que las ciudades pequeñas están siempre del lado de\nlos vencedores En este caso todo lo que los generales asirios deseaban era pasar por ellas\ny encontrar resistencia en busca de Tiro y Sidón Estas sí eran las ciudades que guardaban\nlos tesoros y los conocimientos de su pueblo\n\n\nLa patrulla había acampado a la entrada del valle y poco a poco se le habían ido sumando\nrefuerzos El sacerdote decía conocer la razón la ciudad tenía un pozo de agua el único\npozo en varios días de caminata por el desierto Si los asirios querían conquistar Tiro o\nSidón necesitaban aquella agua para abastecer a sus ejércitos\n\n\nAl finalizar el primer mes aún podían expulsarlos Al final del segundo mes aún podían\nvencer con facilidad y negociar una retirada honrosa de los soldados asirios\n\n\nSe quedaron esperando el combate pero sus adversarios no atacaban Al final del quinto\nmes aún podían ganar la batalla Atacarán pronto porque deben de estar sufriendo sed\n\n \n se decía el gobernador Pidió al comandante que elaborase estrategias de defensa y\nmantuviese a sus hombres en entrenamiento constante para reaccionar ante un ataque\nsorpresa\n\n\nPero él se concentraba solamente en la preparación de la paz\n\n\nHabía transcurrido ya medio año y el ejército asirio continuaba acampado La tensión en\nAkbar creciente durante las primeras semanas de ocupación había disminuido\nnotoriamente Las personas continuaban sus vidas los agricultores volvían a ir a los campos\nlos artesanos fabricaban el vino el vidrio y el jabón y los comerciantes seguían comprando y\nvendiendo sus mercancías Todos pensaban que si Akbar no había atacado al enemigo era\nporque la crisis sería resuelta en breve con negociaciones Todos sabían que el gobernador\nhabía sido designado por los dioses y conocía siempre la mejor decisión que se debía\nadoptar\n\n\nCuando Elías llegó a la ciudad el gobernador había mandado difundir rumores sobre la\nmaldición que el extranjero traía consigo así si la amenaza de guerra se hiciera\ninsoportable siempre podría culpar a su presencia como la principal razón del desastre Los\nhabitantes de Akbar quedarían convencidos de que con la muerte del israelita el universo\nvolvería a su lugar El gobernador explicaría entonces que ahora era demasiado tarde para\nexigir que los asirios se retiraran mandaría ejecutar a Elías y explicaría a su pueblo que la\npaz era la mejor solución En su opinión los mercaderes que también deseaban la paz\nforzarían a los otros a aceptar esta idea\n\n\nDurante todos estos meses había luchado contra la presión del sacerdote y del\ncomandante que exigían atacar de inmediato Los dioses de la Quinta Montaña sin\nembargo nunca lo abandonaron ahora con el milagro de la resurrección de la noche\nanterior consideraba de capital importancia respetar la vida de Elías\n\n\nQué hace ese extranjero con vosotros preguntó el comandante\n\n\n \n Fue iluminado por los dioses respondió el gobernador y nos ayudará a descubrir la\nmejor salida\n\n\nRápidamente cambió de conversación\nParece que el número de tiendas ha aumentado hoy\n\n\nY aumentará más aún mañana dijo el comandante Si hubiéramos atacado cuando no\nformaban más que una patrulla posiblemente no hubieran vuelto\n\n\nTe equivocas Alguno de ellos terminaría escapándose y volverían para vengarse\n\n\nCuando atrasamos la cosecha los frutos se pudren insistió el comandante pero\ncuando atrasamos los problemas no paran de crecer\n\n\nEl gobernador explicó que la paz reinaba en Fenicia desde hacía casi tres siglos y eso era el\ngran orgullo de su pueblo Qué dirían las generaciones futuras si él interrumpiese esta\nprosperidad\n\n\nEnvía a un emisario para negociar con ellos dijo Elías El mejor guerrero es aquel que\nconsiguiera transformar al enemigo en amigo\n\n\nNo sabemos exactamente lo que quieren Ignoramos incluso si desean conquistar nuestra\nciudad Cómo podemos negociar\n\n\nHay señales de amenaza Un ejército no pierde su tiempo haciendo ejercicios militares\nlejos de su país\n\n\nCada día llegaban mas soldados y el gobernador se ocupaba de calcular la cantidad de\nagua que sería necesaria para todos aquellos hombres En poco tiempo la ciudad estaría\nindefensa ante el ejército enemigo\n\n\n \n Estamos en condiciones de atacar ahora preguntó el sacerdote al comandante\n\n\nSí podemos atacar Perderemos muchos hombres Pero salvaremos la ciudad No\nobstante debemos adoptar una decisión ahora mismo\n\n\nNo debemos hacer eso gobernador Los dioses de la Quinta Montaña me dijeron que aún\ntenemos tiempo de encontrar una solución pacífica dijo Elías\n\n\nAunque había escuchado la conversación del sacerdote con el israelita el gobernador fingió\ncreerle A él le daba exactamente igual que Sidón y Tiro fueran gobernadas por los fenicios\npor los cananeos o por los asirios lo importante era que la ciudad pudiese continuar\ncomerciando sus productos\n\n\nAtaquemos insistió el sacerdote Esperemos un día más pidió el gobernador\nPuede ser que las cosas se resuelvan\n\n\nTenía que decidir en seguida la mejor forma de enfrentarse a la amenaza de los asirios\nDescendió de la muralla y se dirigió al palacio pidiendo al israelita que lo acompañase\n\n\nPor el camino observó al pueblo que lo circundaba los pastores llevando a las ovejas a las\nmontañas los agricultores yendo a los campos para intentar arrancar de la tierra seca un\npoco de sustento para ellos y sus familias Vio a soldados que hacían ejercicios con sus\nlanzas a algunos mercaderes recién llegados que exponían sus productos en la plaza Por\nincreíble que pudiese parecer los asirios no habían cerrado el camino que atravesaba el\nvalle en toda su extensión los comerciantes continuaban circulando con sus mercancías y\npagando a la ciudad la tasa por el transporte\nAhora que han conseguido reunir una fuerza poderosa por qué no cierran el camino\nquiso saber Elías\n\n\nEl imperio asirio necesita los productos que llegan a los puertos de Sidón y Tiro \nrespondió el gobernador Si los comerciantes fueran amenazados interrumpirían el\n\n \n flujo de abastecimiento y las consecuencias serían más graves que una derrota militar Debe\nde haber una manera de evitar la guerra\n\n\nSí dijo Elías Si desean agua podemos vendérsela\n\n\nEl gobernador no dijo nada Pero percibió que podía usar al israelita como un arma en contra\nde los que deseaban la guerra Él había subido a la cima de la Quinta Montaña había\ndesafiado a los dioses y en el caso de que el sacerdote decidiera insistir en la idea de luchar\ncontra los asirios Elías sería el único que podría enfrentarlo Le sugirió que fuesen a dar un\npaseo juntos para conversar un poco\n\n\nEL SACERDOTE PERMANECIÓ EN lo alto de la muralla observando al enemigo\n\n\nQué pueden hacer los dioses para detener a los invasores preguntó el comandante\n\n\nHe realizado los sacrificios ante la Quinta Montaña He pedido que nos envíen un jefe más\nvaliente\n\n\nDeberíamos actuar como Jezabel y acabar con los profetas Un simple israelita que ayer\nestaba condenado a muerte hoy es usado por el gobernador para convencer a la población\nsobre la conveniencia de mantener la paz\n\n\nEl comandante miró hacia la montaña Podemos encargar el asesinato de Elías y usar a\nmis soldados para alejar al gobernador de sus funciones\n\n\nOrdenaré que maten a Elías respondió el sacerdote Respecto al gobernador no\npodemos hacer nada sus antepasados están en el poder desde hace varias generaciones\nsu abuelo fue nuestro jefe y pasó el poder de los dioses a su padre quien a su vez se lo\ntraspasó a él\n\n\nPor qué la tradición nos impide colocar en el gobierno a una persona más eficiente\n\n \n La tradición existe para mantener el mundo en orden Si nos inmiscuimos en esto el\nmundo se acaba\n\n\nEl sacerdote miró a su alrededor El cielo y la tierra las montañas y el valle cada cosa\ncumpliendo con lo que había sido escrito para ella A veces el suelo temblaba Otras veces\ncomo ahora pasaba mucho tiempo sin llover Pero las estrellas continuaban en sus lugares\ny el sol no se había desplomado sobre la cabeza de los hombres Todo Porque desde el\nDiluvio los hombres habían aprendido que era imposible cambiar el orden de la Creación\n\n\nEn el pasado existía solamente la Quinta Montaña Hombres y dioses vivían juntos\npaseaban por los jardines del Paraíso conversaban y reían entre sí Pero los seres humanos\nhabían pecado y los dioses los expulsaron de allí Como no tenían dónde enviarlos\nterminaron creando la Tierra alrededor de la montaña para poder arrojarlos allí mantenerlos\nbajo su vigilancia y hacer que siempre recordaran que estaban en un plano muy inferior al de\nlos moradores de la Quinta Montaña\n\n\nNo obstante se cuidaron de dejar abierta una puerta de retorno si la humanidad siguiese\nbien su camino trazado terminaría regresando a lo alto de la montaña Y para no dejar que\nesta idea fuera olvidada encargaron a los sacerdotes y a los gobernantes que la\nmantuvieran viva en la imaginación del mundo\n\n\nTodos los pueblos compartían la misma creencia si las familias ungidas por los dioses se\nalejaran del poder las consecuencias serían graves Nadie se acordaba ya de por qué estas\nfamilias habían sido escogidas pero todos sabían que estaban emparentadas con las\nfamilias divinas Akbar ya existía desde hacía centenares de años y siempre había sido\nadministrada por los antepasados del actual gobernador había sido invadida muchas veces\nya había estado en manos de opresores y de bárbaros pero con el transcurso del tiempo los\ninvasores partían o eran expulsados Entonces el antiguo orden se restablecía y los hombres\nvolvían a su vida de antes\n\n\n \n La obligación de los sacerdotes era preservar este orden el mundo poseía un destino y era\ngobernado por leyes El tiempo de intentar entender a los dioses ya había pasado ahora era\nla época de respetarlos y hacer todo lo que querían Eran caprichosos y se irritaban con\nfacilidad\n\n\nSi no se cumplieran los rituales de la cosecha la tierra no daría frutos si algunos sacrificios\nse olvidaran la ciudad sería infestada con enfermedades mortales si el dios del Tiempo\nfuese otra vez provocado podía hacer que el trigo y los hombres dejasen de crecer\n\n\nContempla la Quinta Montaña dijo al comandante Desde su cima los dioses\ngobiernan el valle y nos protegen Ellos tienen un plan eterno para Akbar El extranjero será\nmuerto o regresará a su tierra el gobernador desaparecerá algún día y su hijo será más\nsabio que él lo que vivimos ahora es pasajero\nNecesitamos un nuevo jefe dijo el comandante Si continuamos en manos de este\ngobernador seremos destruidos\n\n\nEl sacerdote sabía que era esto lo que los dioses querían para acabar con la amenaza de la\nescritura de Biblos Pero no dijo nada se alegró de constatar una vez más que los\ngobernantes siempre cumplían queriéndolo o no el destino del Universo\n\n\nELÍAS PASEÓ POR LA CIUDAD explicó sus planes de paz al gobernador y fue nombrado\nsu auxiliar Cuando llegaron al centro de la plaza nuevos enfermos se aproximaron Pero él\nles dijo que los dioses de la Quinta Montaña le habían prohibido hacer curaciones Al\natardecer volvió a casa de la viuda el niño jugaba en medio de la calle y le agradeció por\nhaber sido instrumento de un milagro del Señor\n\n\nElla lo esperaba para cenar Para su sorpresa había una botella de vino sobre la mesa\n\n\nLa gente trajo regalos para agradarte dijo ella Y yo quiero pedirte perdón por mi\ninjusticia Qué injusticia se admiró Elías No ves que todo forma parte de los\ndesignios de Dios\n\n \n La viuda sonrió sus ojos brillaban y él pudo observar lo bonita que era Tendría por lo menos\ndiez años más que él pero le suscitaba una profunda ternura No estaba acostumbrado a\nestos sentimientos y tuvo miedo Se acordó de los ojos de Jezabel y del pedido que había\nhecho al salir del palacio de Ajab que le gustaría casarse con una mujer del Líbano\n\n\nAunque mi vida haya sido inútil por lo menos tuve un hijo Y su historia será recordada\nporque volvió del reino de los muertos dijo la mujer\n\n\nTu vida no es inútil Yo vine a Akbar por orden del Señor y tú me albergaste Si la historia\nde tu hijo ha de ser recordada algún día estoy seguro de que la tuya también lo será\n\n\nLa mujer llenó las dos copas Ambos brindaron al sol que se escondía y a las estrellas del\ncielo Viniste de un país distante siguiendo las señales de un Dios que yo no conocía pero\nque ahora ha pasado a ser mi Señor Mi hijo también volvió de una tierra lejana y tendrá una\nbella historia para contar a sus nietos Los sacerdotes recogerán sus palabras y pasarán a\nlas generaciones por venir\n\n\nEra a través de la memoria de los sacerdotes como las ciudades conocían su pasado sus\nconquistas los dioses antiguos los guerreros que defendieron la tierra con su sangre\nIncluso aunque ahora existiesen nuevas maneras de registrar el pasado la memoria de los\nsacerdotes era en lo único que los habitantes de Akbar confiaban Todo el mundo puede\nescribir lo que quiera pero nadie consigue recordar cosas que nunca existieron\n\n\nY yo qué tengo para contar continuó la mujer llenando la copa que Elías había\nvaciado rápidamente No tengo la fuerza o la belleza de Jezabel Mi vida es como las\notras el casamiento concertado por los padres cuando era niña las tareas domésticas\ncuando me hice adulta el culto en los días sagrados el marido siempre ocupado en otras\ncosas Mientras vivió jamás conversamos sobre nada importante Él vivía preocupado por\nsus negocios yo cuidaba de la casa y así pasamos los mejores años de nuestras vidas\n\n\n \n Después de su muerte sólo me quedó la miseria y la educación de mi hijo Cuando crezca\ncruzará los mares y yo ya no seré importante para nadie No tengo odio ni resentimiento\nsimplemente conciencia de mí inutilidad\n\n\nElías llenó otra vez la copa Su corazón empezaba a alarmarse le gustaba estar al lado de\naquella mujer El amor podía ser una experiencia más temible que estar ante un soldado de\nAjab con una flecha apuntándole al corazón Si la flecha lo alcanzaba él moriría y el resto\nquedaría a cargo de Dios pero si el amor lo hería él mismo tendría que asumir las\nconsecuencias\n\n\nDeseé tanto el amor en mi vida pensó Y sin embargo ahora que lo tenía delante\nporque sin duda estaba allí todo lo que tenía que hacer era no huir de él su única idea era\nolvidarlo lo más pronto posible\n\n\nSu pensamiento volvió al día en que había llegado a Akbar después de su exilio en el\nQuerite Estaba tan cansado y sediento que no conseguía recordar nada excepto el\nmomento en que se había recuperado de su desmayo y la vio vertiendo gotas de agua en\nsus labios Su rostro estaba próximo al de ella tan próximo como jamás estuviera el de\ncualquier otra mujer en toda su vida Se había dado cuenta de que ella tenía los mismos ojos\nverdes de Jezabel sólo que con un brillo diferente como si pudieran reflejar los cedros el\nocéano con el que tanto había soñado y no conocía y cómo era posible su propia alma\n\n\nMe gustaría tanto decírselo pensó pero no sé cómo Es más fácil hablar del amor de\nDios Elías bebió un poco más Ella se dio cuenta de que había dicho algo que no le había\ngustado y decidió cambiar de tema\n\n\nSubiste a la Quinta Montaña preguntó\n\n\nÉl asintió con la cabeza\n\n\n\n\n \n Le hubiera gustado preguntarle qué vio allá arriba y cómo consiguió salvarse del fuego de los\ncielos Pero él parecía no sentirse cómodo\n\n\n Es un profeta Lee mí corazón pensó\n\n\nDesde que el israelita entrara en su vida todo había cambiado Hasta la pobreza era más\nfácil de sobrellevar porque aquel extranjero había despertado en ella algo que nunca había\nconocido el amor Cuando su hijo enfermó había luchado contra todo el vecindario para que\nél continuara en la casa\n\n\nSabía que para él el Señor era mas importante que todo lo que sucediera bajo el cielo Tenía\nconciencia de que era un sueño imposible pues el hombre que tenía enfrente podía irse en\naquel mismo momento derramar la sangre de Jezabel y no volver jamás para contar lo\nsucedido\n\n\nAun así continuaría amándolo porque por primera vez en su vida tenía conciencia de lo\nque era la libertad Podía amarlo aunque él jamás lo supiera no necesitaba su permiso para\nextrañarlo pensar en él el día entero esperarlo para cenar y preocuparse por lo que se\npodría estar tramando en contra de él Esto era la libertad sentir lo que su corazón deseaba\nindependientemente de la opinión de los otros Ya había luchado con los amigos y vecinos\nen defensa de la presencia del extranjero en su casa no necesitaba luchar contra sí misma\n\n\nElías bebió un poco de vino pidió disculpas y se fue a su cuarto Ella salió se alegró al ver a\nsu hijo jugando frente a la casa y decidió dar un breve paseo Era libre porque el amor libera\n\n\nElías permaneció mucho tiempo contemplando la pared de su habitación Finalmente decidió\ninvocar a su ángel\n\n\nMi alma corre peligro dijo\n\n\n\n\n \n El ángel mantuvo silencio Elías dudó en seguir la conversación pero ahora ya era tarde no\npodía invocarlo sin motivo\n\n\nCuando estoy ante esta mujer no me siento bien\n\n\nEs al contrario respondió el ángel y eso te molesta Porque podrías llegar a amarla\n\n\nElías sintió vergüenza porque el ángel conocía su alma\n\n\nEl amor es peligroso dijo\n\n\nMucho respondió el ángel Y qué\n\n\nA continuación desapareció\n\n\nSu ángel no tenía las dudas que atormentaban su alma Sí él conocía el amor había visto al\nrey de Israel abandonar al Señor porque Jezabel una princesa de Sidón había conquistado\nsu corazón La tradición contaba que el rey Salomón perdió su trono por causa de una mujer\nextranjera El rey David había enviado a uno de sus mejores amigos a la muerte porque se\nhabía enamorado de su esposa\nPor causa de Dalila Sansón fue apresado y los filisteos cegaron sus ojos\n\n\nCómo que no conocía el amor La historia estaba llena de ejemplos trágicos Y aunque\nno conociera las escrituras sagradas tenía el ejemplo de sus amigos y de los amigos de\nsus amigos perdidos en largas noches de espera y sufrimiento Si hubiera tenido una mujer\nen Israel difícilmente habría dejado la ciudad cuando su Señor se lo ordenó y ahora estaría\nmuerto\n\n\nEstoy librando un combate inútil pensó El amor ganará esta batalla y yo la amaré por\nel resto de mis días Señor envíame de vuelta a Israel para que yo jamás tenga que decir a\n\n\n \n esta mujer lo que siento Porque ella no me ama y me dirá que su corazón fue enterrado\njunto con el cuerpo de su heroico marido\n\n\n\n\nAL DÍA SIGUIENTE Elías volvió a encontrarse con el comandante y supo que se habían\nmontado algunas tiendas más\n\n\nCuál es la proporción actual de guerreros preguntó\n\n\nNo doy informaciones a un enemigo de Jezabel\n\n\nSoy consejero del gobernador respondió Elías Me nombró su asistente ayer por la\ntarde fuiste informado del nombramiento y por lo tanto debes responderme\n\n\nEl comandante sintió deseos de acabar con la vida del extranjero\n\n\nLos asirios cuentan con dos soldados por cada uno de los nuestros terminó diciendo\n\n\nElías sabía que el enemigo necesitaba una fuerza muy superior\n\n\nNos estamos aproximando al momento ideal para iniciar las conversaciones de paz \ndijo\nEllos entenderán que estamos siendo generosos y conseguiremos las mejores condiciones\nCualquier general sabe que para conquistar una ciudad se necesitan cinco invasores por\ncada defensor\n\n\nPronto llegarán a ese número si no atacamos ahora\n\n\nAun con toda la línea de abastecimiento no tendrán agua suficiente para tantos hombres\nY el momento de enviar a nuestros embajadores habrá llegado\n\n\n \n Qué momento es ése\n\n\nVamos a dejar que el número de guerreros asirios aumente un poco más Cuando la\nsituación se vuelva insoportable ellos se verán forzados a atacar pero en la proporción de\ntres o cuatro por cada uno de los nuestros saben que terminarán derrotados Y entonces\nserá cuando nuestros emisarios vayan a ofrecer la paz el libre tránsito y la venta de agua\nÉsta es la idea del gobernador\n\n\nEl comandante no dijo nada y dejó que el extranjero se fuera\n\n\nIncluso con Elías muerto el gobernador podía insistir en aquella idea Se juro a si mismo\nque si la situación llegaba a ese punto mataría al gobernador y después se suicidaría\nporque no quería ver la furia de los dioses\n\n\nEntretanto por nada del mundo permitiría que su pueblo fuese traicionado por dinero\n\n\nLlévame de regreso a la tierra de Israel Señor clamaba Elías todas las tardes\ncaminando por el valle No dejes que mi corazón quede prisionero en Akbar\n\n\nSiguiendo una costumbre de los profetas que conocía desde su niñez comenzó a flagelarse\ncon un látigo siempre que pensaba en la viuda La espalda le quedó en carne viva y durante\ndos días deliró de fiebre Cuando se despertó lo primero que vio fue el rostro de la mujer\nHabía estado cuidando sus heridas cubriéndolas con ungüentos y aceite de oliva Como\nestaba demasiado débil para bajar hasta la sala ella le subía los alimentos a la habitación\n\n\nCuando se curó volvió a caminar por el valle Llévame de regreso a la tierra de Israel\nSeñor insistía Mi corazón ya está preso en Akbar pero mi cuerpo aún puede seguir viaje\n\n\nEl ángel apareció No era el ángel del Señor el que viera en lo alto de la montaña sino el\nque lo guardaba a cuya voz ya estaba acostumbrado\n\n\n \n El Señor escucha las plegarias de los que piden para olvidar el odio Pero está sordo para\nlos que quieren huir del amor\n\n\nLos tres cenaban juntos todas las noches Conforme el Señor había prometido jamás faltó\nharina en la olla ni aceite en la vasija\n\n\nRaramente conversaban durante las comidas Cierta noche no obstante el niño preguntó\n\n\nQué es un profeta\n\n\nAlguien que continúa escuchando las mismas voces que oía en la infancia Y cree en ellas\nDe esta manera puede saber lo que piensan los ángeles\nSI ya sé de qué estás hablando dijo el niño Tengo amigos que nadie más ve\n\n\nNo los olvides nunca aunque los adultos te digan que son tonterías Así siempre sabrás lo\nque Dios quiere\n\n\nY conoceré el futuro como los adivinos de Babilonia añadió el muchacho\n\n\nLos profetas no conocen el futuro Solamente transmiten las palabras que el Señor les\ninspira en el momento presente Por eso estoy aquí sin saber cuándo volveré a mi país Él\nno me lo dirá antes de que sea necesario\n\n\nLos ojos de la mujer se entristecieron Sí un día él partiría\n\n\nElías ya no clamaba al Señor Había decidido que cuando llegara el momento de dejar\nAkbar llevaría consigo a la viuda y su hijo No comentaría nada hasta que llegara la hora\n\n\nPodía ser que ella no deseara irse Podía ser que no se hubiera dado cuenta de lo que sentía\npor ella ya que él mismo había tardado en comprenderlo Si esto sucediera sería mejor\n\n\n \n pues podría dedicarse enteramente a la expulsión de Jezabel y a la reconstrucción de Israel\nSu mente estaría demasiado ocupada para pensar en el amor\n\n\nEl Señor es mi pastor se dijo recordando una vieja oración hecha por el rey David\nRefresca mi alma y llévame junto a las aguas reposantes\n\n\nY no me dejará perder el sentido de mi vida concluyó con sus propias palabras\nCierta tarde llegó a la casa más pronto que de costumbre y encontró a la viuda sentada en el\numbral\n\n\nQué estás haciendo\n\n\nNo tengo nada que hacer respondió ella\n\n\nEntonces aprende algo En este momento muchas personas ya desistieron de vivir No se\ndisgustan no lloran apenas esperan que el tiempo pase No aceptan los desafíos de la vida\ny la vida ya no las desafía más Tú corres ese peligro reacciona enfréntate a la vida no\ndesistas\n\n\nMi vida volvió a tener sentido desde que tú llegaste dijo ella con la mirada baja\n\n\nPor una fracción de segundo él sintió que podía dividir su corazón con ella Pero decidió no\narriesgarse posiblemente ella se estaba refiriendo a otra cosa\n\n\nEmpieza a hacer algo dijo cambiando de tema Así el tiempo será un aliado y no un\nenemigo\n\n\nQué puedo aprender\n\n\nElías pensó un poco\n\n\n \n La escritura de Biblos Será útil si algún día tienes que viajar\n\n\nLa mujer resolvió dedicarse a aquel estudio en cuerpo y alma No había pensado jamás en\nsalir de Akbar pero por el modo en que él hablaba quizás estuviera pensando en llevarla\ncon él\n\n\nDe nuevo se sintió libre De nuevo se despertó de madrugada y caminó sonriendo por las\ncalles de la ciudad\n\n\nELÍAS CONTINÚA vivo dijo el comandante al sacerdote dos meses después No\nconseguiste asesinarlo\n\n\nNo hay en toda Akbar un solo hombre que quiera cumplir esa misión El israelita ha\nconsolado a los enfermos visitado a los presos alimentado a los hambrientos Cuando\nalguien tiene una disputa a resolver con el vecino recurre a él y todos aceptan sus juicios\nporque son justos El gobernador se sirve de él para aumentar su propia popularidad pero\nnadie se da cuenta\n\n\nLos mercaderes no desean la guerra Si el gobernador aumenta su popularidad hasta el\npunto de convencer a la gente de que la paz es mejor nunca conseguiremos expulsar de\naquí a los asirios Es necesario matar a Elías pronto\n\n\nEl sacerdote señaló la Quinta Montaña siempre con su cima cubierta de nubes\n\n\nLos dioses no permitirán que su país sea humillado por una fuerza extranjera Ya lo\narreglarán a su manera verás que pasará algo y entonces sabremos aprovechar la\noportunidad\n\n\nQué pasará\n\n\n\n\n \n No lo sé Pero estaré atento a las señales No suministres más los datos correctos sobre\nlas fuerzas asirias Siempre que te pregunten algo di que la proporción de los guerreros\ninvasores aún es de cuatro a uno Y continúa entrenando a tus tropas\n\n\nPor qué tengo que hacer eso Si alcanzan la proporción de cinco a uno estamos\nperdidos\n\n\nNo Estaremos en condiciones de igualdad Cuando comience el combate no estarás\nluchando con un enemigo inferior y no podrás ser considerado un cobarde que abusa de los\ndébiles El ejército de Akbar enfrentará a un adversario tan poderoso como él y vencerá en la\nbatalla porque su comandante desarrolló la mejor estrategia\n\n\nHalagada su vanidad el comandante aceptó la propuesta y a partir de aquel momento\ncomenzó a ocultar informaciones al gobernador y a Elías\n\n\n\n\nPASARON OTROS DOS MESES y una mañana el ejército asirio alcanzó la proporción de\ncinco soldados por cada defensor de Akbar En cualquier momento podían atacar\n\n\nYa hacía algún tiempo que Elías sospechaba que el comandante le mentía respecto del\nnúmero de las fuerzas enemigas pero pensaba que esto terminaría funcionando a su favor\ncuando la proporción alcanzase su punto crítico sería fácil convencer a la población de que\nla paz era la única salida\nMeditaba sobre esto mientras se dirigía al lugar de la plaza donde una vez cada siete días\nacostumbraba ayudar a los habitantes a resolver sus disputas Generalmente eran asuntos\nsin importancia peleas entre vecinos viejos que ya no querían pagar impuestos\ncomerciantes que se consideraban perjudicados en sus negocios\n\n\nEl gobernador estaba allí Solía aparecer de vez en cuando para verlo en acción La antipatía\nque sintiera inicialmente por él había desaparecido por completo descubrió que era un\nhombre sabio preocupado por resolver los problemas antes de que surgieran aun cuando\n\n \n no creyera en el mundo espiritual y tuviese mucho miedo de morir En varias ocasiones él\nhizo uso de su autoridad para dar a la decisión de Ellas un valor de ley Otras veces había\ndiscrepado de una sentencia y el transcurso del tiempo le había dado la razón\n\n\nAkbar se estaba volviendo un modelo de ciudad fenicia El gobernador había creado un\nsistema de impuestos más justo había mejorado las calles y sabía administrar con\ninteligencia las ganancias obtenidas de las tasas sobre las mercancías Hubo una época en\nla que Elías le pidió que acabara con el consumo de vino y cerveza porque la mayoría de los\ncasos que tenía que resolver estaban relacionados con agresiones de personas ebrias El\ngobernador le contestó que una ciudad sólo era considerada grande justamente cuando ese\ntipo de cosas sucedían Según la tradición los dioses se ponían contentos cuando los\nhombres se divertían al finalizar su jornada de trabajo y protegían a los borrachos\n\n\nAdemás su región tenía fama de producir uno de los mejores vinos del mundo y los\nextranjeros desconfiarían si sus propios habitantes no consumían la bebida Elías respetó la\ndecisión del gobernador y terminó aceptando que las personas alegres producen mejor\n\n\nNo necesitas esforzarte tanto dijo el gobernador antes de que Elías comenzase su\ntrabajo aquel día Un auxiliar sólo ayuda al gobierno con sus opiniones\n\n\nTengo nostalgias de mi tierra y quiero volver allí Mientras estoy ocupado en estas\nactividades consigo sentirme útil y olvidar que soy un extranjero respondió\n\n\nY consigo controlar mejor mi amor por ella pensó para sí\n\n\nEl tribunal popular había pasado a contar con un público atento a lo que sucedía Las\npersonas comenzaron a llegar algunos eran ancianos que ya no tenían capacidad para\ntrabajar en los campos y venían para aplaudir o rechazar las decisiones de Elías Otros\nestaban directamente interesados en los asuntos que iban a ser tratados sea porque\nhubieran sido víctimas sea porque podrían ganar con el resultado Había también mujeres y\nniños que por falta de trabajo tenían que ocupar en algo su tiempo libre\n\n \n Dio comienzo a los asuntos de aquella mañana el primer caso era el de un pastor que había\nsoñado con un tesoro escondido cerca de las pirámides de Egipto y necesitaba dinero para ir\nhasta allí Elías nunca había estado en Egipto pero sabía que estaba muy lejos y le dijo que\ndifícilmente podría conseguir el dinero pidiéndolo a otras personas pero si se decidía a\nvender sus ovejas y pagar el precio de su sueño seguramente encontraría lo que buscaba\n\n\nA continuación vino una mujer que deseaba aprender las artes mágicas de Israel Elías le\ndijo que él no era un maestro sino apenas un profeta\n\n\nCuando se preparaba para encontrar una solución amistosa en el caso de un agricultor que\nhabía insultado y maldecido a la mujer de otro un soldado apartó al público que tenía\nenfrente y se dirigió al gobernador\n\n\nUna patrulla ha conseguido capturar a un espía dijo sudoroso el recién llegado Están\nen camino hacia aquí\n\n\nUna oleada de agitación recorrió la audiencia era la primera vez que asistirían a un juicio de\nesa clase\n\n\nMuerte gritó alguien Muerte al enemigo\n\n\nTodos los presentes asintieron gritando En un abrir y cerrar de ojos la noticia corrió por toda\nla ciudad y la plaza se llenó Los otros casos fueron juzgados con gran esfuerzo pues a cada\ninstante alguien interrumpía a Elías pidiendo que se presentara ya al extranjero\n\n\nNo puedo juzgar este tipo de caso repetía él Esto corresponde a las autoridades de\nAkbar\n\n\nQué es lo que han venido a hacer aquí los asirios decía uno No ven que estamos\nen paz desde hace muchas generaciones\n\n \n Por qué desean nuestra agua gritó otro Por qué amenazan a nuestra ciudad\n\n\nHacía meses que nadie osaba referirse en público a la presencia del enemigo Aunque todos\nviesen un número cada vez mayor de tiendas surgiendo en el horizonte aunque los\nmercaderes comentasen que era necesario empezar en seguida las conversaciones de paz\nel pueblo de Akbar se negaba a creer que vivieran bajo la amenaza de una invasión Excepto\npor la incursión de alguna tribu insignificante que era rápidamente dominada las guerras\nexistían apenas en la memoria de los sacerdotes Ellos hablaban de una nación llamada\nEgipto con caballos y carros de guerra y dioses con formas de animales Pero aquello había\nsucedido hacía muchísimo tiempo Egipto ya no era un país importante y los guerreros de\npiel oscura y lengua extraña ya habían retornado a su tierra Ahora los habitantes de Tiro y\nSidón dominaban los mares extendían un nuevo imperio por el mundo y aunque no fueran\nguerreros experimentados habían descubierto una nueva manera de luchar el comercio\n\n\nPor qué están nerviosos preguntó el gobernador a Elías\n\n\nPorque perciben que algo ha cambiado Tanto tú como yo sabemos que a partir de ahora\nlos asirios pueden atacar en cualquier momento Tanto tú como yo sabemos que el\ncomandante miente sobre el número de tropas enemigas\n\n\nPero no sería tan loco como para contárselo a nadie estaría sembrando el pánico\n\n\nTodo hombre percibe cuando está en peligro comienza a reaccionar de manera extraña a\ntener presentimientos a sentir alguna cosa en el aire E intenta engañarse porque piensa\nque no va a conseguir enfrentar la situación Ellos intentaron engañarse hasta ahora pero\nllega un momento en que es preciso enfrentar la verdad\n\n\nEl sacerdote llegó\n\n\nVamos al palacio a reunir el Consejo de Akbar El comandante ya está en camino\n\n \n No lo hagas dijo Elías en voz baja al gobernador Te forzarán a hacer algo que no\nquieres\n\n\nVamos insistió el sacerdote Acabamos de apresar a un espía y necesitamos tomar\nmedidas urgentes\n\n\nHaz el juicio en medio del pueblo susurró Elías Ellos te ayudarán porque desean la\npaz aunque estén pidiendo la guerra\n\n\nTraed a ese hombre aquí pidió el gobernador La multitud dio gritos de alegría por\nprimera vez asistiría a un Consejo\n\n\nNo podemos hacer eso dijo el sacerdote Es un asunto delicado que precisa\ntranquilidad para ser resuelto\n\n\nGritos silbidos y protestas\n\n\nTraedlo aquí repitió el gobernador y su juicio se celebrará en esta plaza en medio del\npueblo Hemos trabajado juntos para hacer de Akbar una ciudad próspera y juntos\njuzgaremos a todo aquello que nos amenaza\n\n\nLa decisión fue recibida con una salva de aplausos Un grupo de soldados de Akbar apareció\narrastrando a un hombre semidesnudo cubierto de sangre Debía de haber sido muy\ncastigado antes de llegar allí\n\n\nLos ruidos cesaron Un silencio pesado descendió sobre el público y se podían oír los ruidos\nde los cerdos y de los niños que jugaban al otro extremo de la plaza\n\n\nPor qué habéis hecho esto con el prisionero gritó el gobernador\n\n\n \n Se resistió respondió uno de los guardias Dijo que no era espía Que había venido\nhasta aquí para hablar con usted\n\n\nEl gobernador mandó traer tres sillas del palacio donde habitaba Sus empleados trajeron el\nmanto de la Justicia que acostumbraba a usar siempre que era necesaria una reunión del\nConsejo de Akbar\n\n\nÉl y el sacerdote se sentaron La tercera silla estaba reservada para el comandante que aún\nno había llegado\n\n\nDeclaro solemnemente abierto el tribunal de la ciudad de Akbar Que los ancianos se\naproximen Un grupo de viejos se acercó de dos en dos colocándose en semicírculo detrás\nde las sillas Aquél era el consejo de ancianos En los tiempos antiguos sus opiniones eran\nrespetadas y cumplidas hoy en día en cambio su papel era apenas decorativo estaban allí\npara aceptar todo lo que el gobernante decidiera\n\n\nCumplidas algunas formalidades como una oración a los dioses de la Quinta Montaña y la\ndeclamación de los nombres de algunos héroes antiguos el gobernador se dirigió al\nprisionero\n\n\nQué es lo que quieres le preguntó\n\n\nEl hombre no respondió Lo encaraba de una manera extraña como si fuese su igual\n\n\nQué es lo que quieres insistió el gobernador\n\n\nEl sacerdote le tocó el brazo\n\n\nNecesitamos un intérprete no habla nuestra lengua\n\n\n\n\n \n Se dio la orden y uno de los guardias salió en busca de un comerciante que pudiese servir de\nintérprete Los mercaderes no solían asistir a las sesiones que Elías realizaba estaban\nsiempre ocupados haciendo sus negocios y contando sus ganancias\nMientras esperaban el sacerdote susurro Golpearon al prisionero porque tienen miedo\n\n\nPermite que conduzca yo este juicio y no digas nada el pánico pone a todos agresivos y si\nno afianzamos la autoridad podemos perder el control de la situación\n\n\nEl gobernador no respondió También tenía miedo Buscó con sus ojos a Elías pero desde el\nlugar donde estaba sentado no podía verlo\n\n\nUn comerciante llegó traído a la fuerza por un guardia Protestó ante el tribunal porque le\nhacían perder su tiempo y tenía muchos asuntos que resolver Pero el sacerdote mirándolo\ncon severidad le pidió que se callara y se limitara a traducir la conversación\n\n\nQué te ha traído aquí preguntó el gobernador\n\n\nNo soy espía respondió el hombre Soy uno de los generales del ejército Vine para\nhablar contigo\n\n\nEl auditorio que estaba en silencio comenzó a vociferar en cuanto la frase fue traducida\nDecían que era mentira y exigían pena de muerte inmediata\n\n\nEl sacerdote pidió silencio y se dirigió al prisionero\n\n\nSobre qué deseas conversar\n\n\nHemos oído decir que el gobernador es hombre sabio dijo el asirio No queremos\ndestruir esta ciudad lo que nos interesa es Tiro Y Sidón\nPero Akbar está en medio del camino y controla este valle sí nos vemos obligados a luchar\nperderemos tiempo y hombres Yo vengo a proponer un trato\n\n \n Este hombre está diciendo la verdad pensó Elías Había notado que estaba rodeado por\nun grupo de soldados que le tapaban la vista del lugar donde estaba sentado el gobernador\nEl asirio piensa como nosotros El Señor realizó el milagro que pondrá fin a esta situación\npeligrosa\n\n\nEl sacerdote se levantó y gritó al pueblo\n\n\nLo veis Nos quieren destruir sin combate\n\n\nContinúa dijo el gobernador\n\n\nEl sacerdote sin embargo interfirió otra vez\n\n\nNuestro gobernador es un hombre bueno que no desea derramar la sangre de un hombre\nPero estamos en una situación de guerra y el condenado que está ante vosotros es un\nenemigo\n\n\nTiene razón gritó alguien del público Elías se dio cuenta de su error El sacerdote\nestaba jugando con el pueblo mientras que el gobernador intentaba solamente hacer justicia\nIntentó aproximarse pero fue empujado Uno de los soldados lo retuvo por el brazo\n\n\nTe quedarás aquí Al fin y al cabo la idea fue tuya\n\n\nMiró hacia atrás era el comandante que estaba sonriendo\n\n\nNo podemos escuchar ninguna propuesta continuó el sacerdote dejando fluir la emoción\na través de sus gestos y palabras Si mostramos que queremos negociar estaremos\ndemostrando también que tenemos miedo Y el pueblo de Akbar es valiente\nestá en condiciones de resistir cualquier invasión\n\n\n \n Él es un hombre que busca la paz dijo el gobernador dirigiéndose a la multitud\n\n\nAlguien dijo\n\n\nLos mercaderes buscan la paz Los sacerdotes desean la paz Los gobernadores\nadministran la paz Pero un ejército sólo quiere una cosa guerra\n\n\nNo veis que conseguimos enfrentar la amenaza religiosa de Israel sin guerra gritó el\ngobernador No enviamos ejércitos ni barcos enviamos a Jezabel Ahora ellos adoran a\nBaal sin que hayamos tenido que sacrificar ni a un solo hombre en el frente de batalla\n\n\nEllos no han enviado a una bella mujer sino a sus guerreros gritó el sacerdote más\nalto aún El pueblo exigía la muerte del asirio El gobernador sujetó al sacerdote por el brazo\n\n\nSiéntate le ordenó Estás yendo demasiado lejos\n\n\nLa idea del juicio fue tuya O mejor fue del traidor israelita que parece dirigir los actos del\ngobernador de Akbar\n\n\nDespués hablaré con él Ahora necesitamos saber qué quiere realmente el asirio Durante\nmuchas generaciones los hombres procuraron imponer su voluntad a través de la fuerza\ndecían lo que querían pero no se preocupaban por saber lo que el pueblo pensaba y todos\nestos imperios terminaron destruidos Nuestro pueblo creció porque aprendió a escuchar Así\nfue como desarrollamos nuestro comercio escuchando lo que el otro desea y haciendo lo\nposible para conseguirlo El resultado es el lucro\nEl sacerdote movió negativamente la cabeza\n\n\nTus palabras parecen sabias y éste es el peor de todos los peligros Si estuvieras diciendo\ntonterías sería fácil probar que estabas equivocado Pero lo que acabas de decir nos\nconduce a una trampa\n\n\n \n Las personas que estaban en primera fila presenciaban la discusión Hasta aquel momento\nel gobernador siempre había procurado escuchar la opinión del Consejo y Akbar tenía una\nreputación excelente hasta el punto que Tiro y Sidón ya habían enviado emisarios para ver\ncómo era administrada Su nombre ya había llegado a oídos del emperador y con un poco\nde suerte podría acabar sus días como ministro de la corte\n\n\nHoy su autoridad había sido desafiada en publico Si no se imponía perdería el respeto del\npueblo y ya no sería capaz de tomar decisiones importantes porque nadie le obedecería\n\n\nContinúa le dijo al prisionero ignorando la mirada furiosa del sacerdote y exigiendo que\nel intérprete tradujese su pregunta\n\n\nVine a proponer un trato dijo el asirio Vosotros nos dejáis pasar y marcharemos\ncontra Tiro y Sidón Cuando estas ciudades hayan sido derrotadas y ciertamente lo serán\nporque gran parte de sus guerreros está en los barcos cuidando el comercio nosotros\nseremos generosos con Akbar Y te mantendremos como gobernador\n\n\nLo veis dijo el sacerdote levantándose nuevamente ellos creen que nuestro\ngobernador es capaz de cambiar el honor de Akbar por un cargo\nLa multitud aulló de rabia Aquel prisionero semidesnudo y herido quería imponer sus reglas\nUn hombre derrotado que proponía la rendición de la ciudad Algunas personas se\nlevantaron para agredirlo y sólo con mucho esfuerzo los guardias lograron dominar la\nsituación\n\n\nEsperad dijo el gobernador tratando de hablar más alto que todos Tenemos delante\nde nosotros a un hombre indefenso que no nos puede causar miedo Sabemos que nuestro\nejército es el más preparado y nuestros guerreros los más valientes No necesitamos probar\nnada a nadie Si resolvemos luchar venceremos en el combate pero las pérdidas serán\nenormes\n\n\nElías cerró los ojos y rezó para que el gobernador consiguiera convencer al pueblo\n\n \n Nuestros antepasados nos hablaban del imperio egipcio pero ese tiempo ya terminó \nprosiguió Ahora estamos volviendo a la Edad de Oro nuestros padres y nuestros abuelos\npudieron disfrutar de la paz Por qué vamos a ser nosotros quienes rompamos esa\ntradición Las guerras modernas se libran en el comercio y no en los campos de batalla\n\n\nPoco a poco la multitud iba quedando silenciosa El gobernador lo estaba consiguiendo\n\n\nCuando el ruido cesó él se dirigió al asirio No basta lo que propones Tendréis que pagar\nlas mismas tasas que los mercaderes pagan para atravesar nuestras tierras\n\n\nCréeme gobernador vosotros no tenéis elección respondió el prisionero Tenemos\nhombres suficientes para arrasar la ciudad y matar a todos sus habitantes Lleváis\ndemasiado tiempo en paz y ya no sabéis cómo luchar mientras que nosotros estamos\nconquistando el mundo\n\n\nLos murmullos reaparecieron entre la concurrencia Elías pensaba\n\n\nÉl no puede mostrarse inseguro ahora Pero estaba resultando difícil tratar con el\nprisionero asirio que aun subyugado imponía sus condiciones A cada momento llegaban\nmás personas Elías notó que los comerciantes habían abandonado sus trabajos y ahora\nformaban parte del público preocupados por el desarrollo de los acontecimientos El juicio\nhabía adquirido una importancia peligrosa no había ya posibilidad de eludir una decisión\nfuese la negociación o la muerte\n\n\nLos espectadores comenzaron a dividirse unos defendían la paz otros exigían que Akbar\nresistiera El gobernador susurró al sacerdote\n\n\nEste hombre me desafió en público Pero tú también\n\n\n\n\n \n El sacerdote se inclinó hacia él y hablando muy bajo de manera que nadie pudiera\nescucharlo le dijo que condenase a muerte inmediatamente al asirio\n\n\nNo lo estoy pidiendo lo estoy exigiendo Soy yo quien te mantiene en el poder y puedo\nacabar lo con esto en el momento en que quiera entiendes Conozco sacrificios\ncapaces de aplacar la ira de los dioses cuando nos vemos obligados a sustituir a la familia\ngobernante No será la primera vez hasta incluso en Egipto un imperio que duró miles de\naños hubo muchos casos de dinastías que fueron sustituidas Aun así el Universo continuó\nen orden y el cielo no se desplomó sobre nuestras cabezas\nEl gobernador empalideció\n\n\nEl comandante está en medio de la muchedumbre con algunos de sus soldados Si\ninsistes en negociar con este hombre yo diré que todos los dioses te han abandonado y\nserás destituido Vamos a continuar el juicio Y harás exactamente lo que yo te mande\n\n\nSi Elías hubiera estado a la vista el gobernador aún hubiera tenido una salida pedir al\nprofeta israelita que explicara cómo vio a un ángel en la cima de la Quinta Montaña y\nrecordar la historia de la resurrección del hijo de la viuda Y sería la palabra de Elías que\nya se mostró capaz de hacer milagros contra la palabra de un hombre que jamás había\ndemostrado ningún poder sobrenatural\n\n\nPero Elías lo había abandonado y él no tenía elección Además sólo se trataba de un\nprisionero y ningún ejército en el mundo empieza una guerra porque perdió un soldado\n\n\nHas ganado esta partida le dijo al sacerdote pensando que algún día le devolvería la\njugada\n\n\nEl sacerdote asintió con la cabeza El veredicto fue anunciado en seguida\n\n\nNadie desafía a Akbar dijo el gobernador y nadie entra en nuestra ciudad sin el\npermiso de su pueblo Has intentado hacerlo y por ello estás condenado a muerte\n\n \n Desde el lugar donde estaba Elías bajó los ojos El comandante sonreía\n\n\nEL PRISIONERO acompañado de una multitud cada vez mayor fue conducido hasta un\nterreno al lado de las murallas Allí arrancaron lo que quedaba de sus ropas y lo dejaron\ndesnudo Uno de los soldados lo empujó hacia el fondo de una depresión del terreno El\npueblo se aglomeró en torno del agujero Se empujaban unos a otros para poder ver mejor\n\n\nUn soldado usa con orgullo su ropa de guerra y se hace visible al enemigo porque es\nvaleroso Un espía se viste de mujer porque es cobarde gritó el gobernador para que\ntodos lo escuchasen Por eso te condeno a dejar esta vida sin la dignidad de los bravos\n\n\nEl pueblo escarneció al prisionero y aplaudió al gobernador\n\n\nEl prisionero decía algo pero el intérprete ya no estaba cerca y nadie podía entenderlo Elías\nconsiguió por fin abrirse camino y acercarse al gobernador sólo que ahora ya era tarde\nCuando tocó su manto fue rechazado con violencia\nLa culpa es tuya quisiste un juicio público\n\n\nNo es tuya respondió Elías Aunque el Consejo de Akbar se hubiese reunido en\nsecreto el comandante y el sacerdote habrían hecho lo que querían Yo estuve rodeado por\nguardias durante todo el proceso Ya lo tenían todo planeado\n\n\nLa costumbre decía que correspondía al sacerdote escoger la duración del suplicio Él se\ninclinó recogió una piedra y la extendió al gobernador no era tan grande como para permitir\nuna muerte rápida ni tan pequeña como para prolongar el sufrimiento por mucho tiempo\n\n\nTú primero\n\n\nEstoy siendo obligado a esto dijo el gobernador en voz baja de manera que solo el\nsacerdote lo escuchase pero sé que es el camino equivocado\n\n \n Durante todos esos años me obligaste a tomar las actitudes más duras mientras\ndisfrutabas del resultado de las decisiones que agradaban al pueblo respondió el\nsacerdote también en voz baja Yo tuve que enfrentar la duda y la culpa y pasé noches\nsin dormir perseguido por los fantasmas de los errores que pudiera haber cometido Pero\nporque no me acobardé Akbar es hoy una ciudad envidiada por el mundo entero\n\n\nLas personas buscaron piedras del tamaño elegido Durante algún tiempo todo lo que se oía\nera el ruido de guijarros y rocas entrechocándose El sacerdote prosiguió\n\n\nPuedo estar equivocado en condenar a muerte a este hombre Pero estoy acertado en\nrelación al honor de nuestra ciudad no somos traidores\nEl gobernador levantó la mano y tiró la primera piedra el prisionero la esquivó Pero en\nseguida la multitud entre gritos e insultos comenzó a apedrearlo\n\n\nEl hombre intentaba defender su rostro con los brazos y las piedras golpeaban su pecho su\nespalda su estómago El gobernador quería irse ya había visto aquello muchas veces sabía\nque la muerte era lenta y dolorosa que el rostro se convertiría en un amasijo de huesos\ncabellos y sangre que las personas continuarían arrojando piedras incluso después de que\nla vida hubiera abandonado aquel cuerpo\n\n\nEn pocos minutos el prisionero abandonaría su defensa y bajaría los brazos si hubiese sido\nun hombre bueno durante esta vida los dioses guiarían una de las piedras que alcanzaría la\nparte frontal del cráneo provocando el desmayo Caso contrario si hubiese cometido\nmaldades quedaría consciente hasta el minuto final\n\n\nLa multitud vociferaba tiraba piedras con ferocidad creciente y el condenado procuraba\ndefenderse de la mejor manera posible De repente sin embargo abrió los brazos y habló\nuna lengua que todos podían entender Sorprendida la multitud interrumpió la lapidación\n\n\n\n\n \n Viva Asiria gritó En este momento contemplo la imagen de mi pueblo y muero feliz\nporque muero como un general que intentó salvar la vida de sus guerreros Voy hacia la\ncompañía de los dioses y estoy contento porque sé que conquistaremos esta tierra\n\n\nHas visto dijo el sacerdote escuchó y entendió toda nuestra conversación durante\nel juicio\n\n\nEl gobernador asintió El hombre hablaba su lengua y ahora sabía que había divisiones en el\nConsejo de Akbar\n\n\nYo no estoy en el infierno porque la visión de mi país me da dignidad y fuerza La visión\nde mi país me proporciona alegría Viva Asiría gritó nuevamente\n\n\nRecobrada del susto la multitud volvió a tirar piedras El hombre mantuvo los brazos\nabiertos sin intentar ninguna defensa era un guerrero valiente Segundos después la\nmisericordia de los dioses se hizo notar una piedra golpeó su frente y él se desmayó\n\n\nPodemos salir ahora dijo el sacerdote el pueblo de Akbar se encargará de terminar la\ntarea\n\n\nElías no volvió a casa de la viuda Comenzó a pasear por el desierto sin saber exactamente\nadónde quería ir\n\n\nEl Señor no hizo nada les decía a las plantas y a las rocas y podría haberlo hecho\n\n\nSe arrepentía de su decisión y se juzgaba culpable de la muerte de otro hombre más Si\nhubiera aceptado la idea de que el Consejo de Akbar se reuniera secretamente el\ngobernador hubiera podido llevarlo consigo Entonces habrían sido dos contra el sacerdote y\nel comandante Las oportunidades hubieran continuado siendo escasas pero siempre\nmayores que en el juicio público\n\n\n \n Peor aún había quedado impresionado por la manera como el sacerdote se había dirigido a\nla multitud aun rechazando todo lo que decía era preciso reconocer que allí había alguien\ncon un profundo conocimiento del liderazgo Procuraría recordar cada detalle de lo que había\nvisto ya que algún día en Israel tendría que enfrentar al rey y a la princesa de Tiro\n\n\nAnduvo sin rumbo contemplando las montañas la ciudad y el campamento asirio a la\ndistancia Él era apenas un punto en aquel valle y había un mundo inmenso a su alrededor\nun mundo tan grande que aunque viajara su vida entera no conseguiría llegar hasta el lugar\ndonde terminaba Sus amigos y sus enemigos tal vez comprendiesen mejor la tierra donde\nvivían podían viajar hacía países distantes navegar por los mares desconocidos amar sin\nculpa a una mujer Ninguno de ellos escuchaba ya a los ángeles de la infancia ni se\nproponía luchar en nombre del Señor Vivían sus existencias de acuerdo con el momento\npresente y eran felices\n\n\nÉl también era una persona como todas las otras Y en este momento en que paseaba por el\nvalle deseaba más que nunca no haber escuchado jamás la voz del Señor ni de sus\nángeles\n\n\nPero la vida no está hecha de deseos y sí de los actos de cada uno Se acordó de que varias\nveces ya había intentado desistir de su misión y sin embargo se encontraba allí en medio\nde aquel valle porque el Señor así se lo había exigido\n\n\nPodía haber sido sólo un carpintero Dios mío y continuaría siendo útil a Tu trabajo \n\n\nPero allí estaba Elías cumpliendo lo que le había sido exigido cargando sobre sus hombros\nel peso de la guerra por venir la masacre de los profetas por Jezabel el apedreamiento del\ngeneral asirio el miedo de su amor por una mujer de Akbar El Señor le había dado un\nregalo y él no sabía qué hacer con él\n\n\nEn medio del valle surgió la luz No era su ángel de la guarda al que siempre escuchaba\npero pocas veces veía Era un ángel del Señor que venía a consolarlo\n\n \n Ya no puedo hacer nada más aquí dijo Elías Cuándo volveré a Israel\n\n\nCuando aprendas a reconstruir respondió el ángel Pero acuérdate de lo que Dios\nenseñó a Moisés antes de una lucha Disfruta cada momento para que después no te\narrepientas ni sientas que perdiste tu juventud A cada edad de un hombre el Señor le da\nsus propias inquietudes\n\n\nDijo el Señor a Moisés\n\n\nNo tengáis miedo ni desfallezca vuestro corazón antes del combate ni os aterroricéis ante\nvuestros enemigos El hombre que plantó una viña y aun no disfrutó de ella que lo haga\npronto para que no muera en la lucha y otro la disfrute El hombre que ama a una mujer y\naún no la recibió que vaya y regrese a su casa para que no muera en la lucha y otro\nhombre la reciba\n\n\nELÍAS AÚN CAMINÓ algún tiempo procurando entender lo que había escuchado Cuando\nse preparaba para volver a Akbar vio que la mujer que amaba estaba sentada sobre una\npiedra delante de la Quinta Montaña a algunos minutos de camino del lugar donde él se\nencontraba\n\n\nQué estará haciendo allí Se habrá enterado del juicio de la condena a muerte y de los\nriesgos que vamos a correr\n\n\nTenía que avisarle inmediatamente Decidió acercarse\n\n\nElla notó su presencia y lo saludó Elías parecía haber olvidado las palabras del ángel\nporque la inseguridad retornó de golpe Procuró fingir que estaba ocupado con los problemas\nde la ciudad para que ella no notase lo confusos que estaban tanto su mente como su\ncorazón\n\n\n \n Qué haces por aquí le preguntó en cuanto estuvo cerca\nVine en busca de un poco de inspiración La escritura que estoy aprendiendo mehizo\npensar en el diseño de los valles de los montes de la ciudad de Akbar Algunos\ncomerciantes me dieron tintas de todos los colores porque desean que yo escriba para ellos\nPensé en usarlas para describir el mundo en que vivo pero sé que es difícil aunque tenga\nlos colores sólo el Señor consigue mezclarlos con tanta armonía\n\n\nElla mantuvo su mirada fija en la Quinta Montaña Era una persona completamente diferente\nde aquella que había encontrado unos meses atrás juntando leña en la entrada de la ciudad\nSu presencia solitaria en medio del desierto le inspiraba confianza y respeto\n\n\nPor qué todas las otras montañas tienen nombre excepto la Quinta Montaña que es\ndesignada por un número preguntó Elías\n\n\nPara no provocar una pelea entre los dioses respondió ella La tradición cuenta que si\nel hombre le hubiera dado a aquella montaña el nombre de un dios especial los otros se\nhabrían puesto furiosos y habrían destruido la Tierra Por eso se llama Quinta Montaña\nporque es la quinta montaña que vemos más allá de las murallas De esta manera no\nofendemos a nadie y el Universo continúa en su lugar\n\n\nSe quedaron callados algún tiempo La mujer rompió el silencio\n\n\nAdemás de reflexionar sobre los colores pienso también en el peligro de la escritura de\nBiblos Puede ofender a los dioses fenicios y al Señor nuestro Dios\nSólo existe el Señor interrumpió Elías y todos los países civilizados tienen su\nescritura\n\n\nPero es diferente Cuando era niña acostumbraba ir hasta la plaza para contemplar el\ntrabajo que el pintor de palabras hacía para los mercaderes Sus dibujos basados en la\nescritura egipcia exigían pericia y conocimiento Ahora el antiguo y poderoso Egipto está en\ndecadencia sin dinero para comprar nada y ya nadie usa su lenguaje los navegantes de\n\n \n Tiro y Sidón en cambio están difundiendo la escritura de Biblos por el mundo entero Las\npalabras y ceremonias sagradas pueden ser colocadas en tablillas de barro y transmitidas de\nun pueblo a otro Qué será del mundo si personas sin escrúpulos empiezan a usar los\nrituales para interferir en el Universo\n\n\nElías entendía lo que la mujer estaba diciendo La escritura de Bíblos estaba basada en un\nsistema muy simple bastaba transformar los dibujos egipcios en sonidos y después designar\nuna letra para cada sonido Colocando estas letras en orden se podían crear todos los\nsonidos posibles y describir todo lo que existía en el Universo\n\n\nAlgunos de estos sonidos eran muy difíciles de pronunciar La dificultad fue resuelta por los\ngriegos que añadieron cinco letras más llamadas vocales a los veintitantos caracteres de\nBiblos A esta adaptación la llamaron alfabeto nombre que ahora se utiliza para designar al\nconjunto de la nueva escritura\n\n\nEsto había facilitado notablemente el contacto comercial entre las diversas culturas El\nsistema egipcio exigía mucho espacio y habilidad para dar forma gráfica a las ideas y un\nprofundo conocimiento para interpretarlas había sido impuesto a los pueblos conquistados\npero no consiguió sobrevivir a la decadencia del imperio El sistema de Bíblos en cambio se\npropagaba rápidamente por el mundo y ya no dependía de la fuerza económica de Fenicia\npara ser adoptado\n\n\nEl método de Biblos con la adaptación griega había agradado a los mercaderes de las\ndiversas naciones como venía sucediendo desde tiempos antiguos eran ellos quienes\ndecidían lo que debía permanecer en la Historia y lo que desaparecería con la muerte de tal\nrey o tal personaje Todo indicaba que la invención fenicia estaba destinada a ser la lengua\ncomún de los negocios sobreviviendo a sus navegantes sus reyes sus princesas\nseductoras sus productores de vino y sus maestros vidrieros\n\n\nDios desaparecerá de las palabras preguntó la mujer\n\n\n \n Continuará en ellas respondió Elías pero cada persona será responsable ante Él por\ntodo lo que escriba\n\n\nElla sacó de la manga de su ropa una tablilla de barro con alguna cosa escrita\n\n\nQué significa preguntó Elías\n\n\nEs la palabra amor\n\n\nElías mantuvo la tablilla en las manos sin valor para preguntar por qué le había entregado\naquello En aquel pedazo de arcilla unos cuantos trazos resumían la causa de que las\nestrellas continuaran en el cielo y los hombres caminaran por la tierra\n\n\nHizo un gesto de intentar devolverla pero ella lo rechazó\n\n\nLo escribí para ti Conozco tu responsabilidad sé que un día tendrás que partir y que te\ntransformarás en un enemigo de mi país ya que deseas aniquilar a Jezabel Ese día es\nposible que yo esté a tu lado dándote apoyo para que cumplas bien tu tarea o puede ser\nque luche contra ti porque la sangre de Jezabel es la sangre de mi país Esta palabra que\nahora tienes en tus manos está repleta de misterios Nadie puede saber lo que ella despierta\nen el corazón de una mujer ni siquiera los profetas que conversan con Dios\n\n\nConozco la palabra que escribiste dijo Elías guardando la tablilla en un borde de su\nmanto He luchado día y noche contra ella porque aunque no sepa lo que ella despierta en\nel corazón de una mujer sé lo que es capaz de hacer con un hombre Tengo valor suficiente\npara enfrentar al rey de Israel a la princesa de Sidón y al Consejo de Akbar pero esta única\npalabra amor me causa un terror profundo Antes de que tú la dibujaras en la tablilla tus\nojos ya la habíanescrito en mi corazón\n\n\n\n\n \n Los dos quedaron en silencio Estaban la muerte del asirio el clima de tensión en la ciudad\nel llamado del Señor que podía ocurrir en cualquier momento pero la palabra que ella había\nescrito era más poderosa que todo\n\n\ny Elías extendió su mano y ella la tomó Se quedaron así hasta que el sol se escondió detrás\nde la Quinta Montaña\nGracias dijo ella en el camino de regreso Hacía mucho tiempo que deseaba pasar un\natardecer contigo\n\n\nCuando llegaron a la casa los aguardaba un emisario del gobernador Pedía que Elías fuera\ninmediatamente a verlo\n\n\nHAS PAGADO MI APOYO con tu cobardía dijo el gobernador Qué tengo que\nhacer con tu vida\n\n\nNo viviré un segundo más de lo que el Señor desee respondió Elías Es Él quien\ndecide no tú\n\n\nEl coraje de Elías causó admiración en el gobernador\n\n\nPuedo decapitarte ahora O puedo arrastrarte por las calles de la ciudad diciendo que\ntrajiste la maldición a nuestro pueblo dijo y no será una decisión de tu Dios único\n\n\nLo que esté escrito en mi destino así sucederá Pero quiero que sepas que no me\nescondí los soldados del comandante me impidieron acercarme Él desea la guerra y hará\ncualquier cosa para conseguir que estalle\n\n\nEl gobernador decidió no perder más tiempo en aquella discusión inútil Necesitaba explicar\nsu plan al profeta israelita\n\n\nNo es el comandante quien desea la guerra\n\n \n como buen militar tiene conciencia de que SU ejército es inferior sin experiencia y será\ndiezmado por el ejército enemigo Como un hombre de honor sabe que se arriesga a ser\nmotivo de vergüenza para sus descendientes Pero el orgullo y la vanidad endurecieron su\ncorazón\n\n\nÉl cree que el enemigo tiene miedo No sabe que los guerreros asirios están bien\nentrenados en cuanto entran en el ejército plantan un árbol y todos los días saltan por\nencima del lugar donde está la semilla La semilla se transforma en brote y ellos saltan por\nencima El brote se transforma en planta y ellos continúan saltando No les molesta ni lo\nconsideran una pérdida de tiempo Poco a poco el árbol va creciendo y los guerreros van\nsaltando más alto Así ellos se preparan con paciencia y dedicación para superar los\nobstáculos\n\n\nEstán acostumbrados a conocer bien un desafío Hace meses que nos observan\n\n\nElías interrumpió al gobernador\n\n\nA quién le interesa la guerra\n\n\nAl sacerdote Me di cuenta durante el juicio al prisionero asirio\n\n\nPor qué razón\n\n\nNo lo sé Pero fue lo suficientemente hábil para convencer al comandante y al pueblo\nAhora la ciudad entera está de su lado y yo sólo veo una salida para la difícil situación en\nque nos encontramos\n\n\nHizo una larga pausa y miró al israelita fijamente a los ojos\n\n\nTú\n\n\n \n El gobernador comenzó a andar de un lado a otro hablando rápidamente y demostrando su\nnerviosismo\n\n\nLos comerciantes también desean la paz pero no pueden hacer nada Además se han\nenriquecido lo suficiente como para instalarse en otra ciudad y esperar a que los\nconquistadores empiecen a comprar sus productos El resto de la gente ha perdido la razón\ny pide que ataquemos a un enemigo infinitamente superior Lo único que puede hacerlos\ncambiar de idea es un milagro\n\n\nElías se puso tenso\n\n\nUn milagro\n\n\nTú resucitaste a un niño que la muerte ya se había llevado Has ayudado al pueblo a\nencontrar su camino y aunque eres extranjero casi todos te quieren\n\n\nLa situación era así hasta esta mañana dijo Elías Pero ahora cambió En el ambiente\nque acabas de describir todo aquel que defienda la paz será considerado un traidor\n\n\nNo quiero que defiendas nada Quiero que hagas un milagro tan grande como la\nresurrección del niño Entonces dirás al pueblo que la paz es la única salida y ellos te\nescucharán El sacerdote perderá por completo el poder que posee\n\n\nHubo un momento de silencio El gobernador continuó\n\n\nEstoy dispuesto a hacer un trato sí haces lo que te pido la religión del Dios único será\nobligatoria en Akbar Tú agradarás a Aquel a quien sirves y yo conseguiré negociar las\ncondiciones de paz\n\n\nELÍAS SUBIÓ HASTA EL PISO superior de la casa donde estaba su habitación Tenía en\nsus manos en aquel momento una oportunidad que ningún profeta había tenido antes\n\n \n convertir una ciudad fenicia Sería la manera más dolorosa para Jezabel de mostrarle que\ntenía que pagar un precio por lo que había hecho en su país\n\n\nEstaba excitado por la proposición del gobernador y hasta llegó a pensar en despertar a la\nmujer que dormía abajo pero cambió de idea ella debía de estar soñando con la hermosa\ntarde que habían pasado juntos\n\n\nInvocó a su ángel y éste apareció\n\n\nHas escuchado la propuesta del gobernador dijo Elías Es una oportunidad única\n\n\nNada es una oportunidad única respondió el ángel El Señor concede a los hombres\nmuchas oportunidades Además recuerda lo que te fue dicho no se te permitirá ningún otro\nmilagro hasta que retornes al seno de tu patria\n\n\nElías bajó la cabeza En ese momento el ángel del Señor surgió y silenció a su ángel de la\nguarda Y dijo\n\n\nHe aquí tu próximo milagro\n\n\nReunirás al pueblo delante de la montaña De un lado mandarás que sea erigido un altar a\nBaal Y un novillo le será entregado Del otro lado erigirás un altar al Señor tu Dios y sobre\nél también colocarás un novillo Y dirás a los adoradores de Baal invocad el nombre de\nvuestro dios que yo invocaré el nombre del Señor Deja que ellos lo hagan primero que\npasen toda la mañana rezando y clamando pidiendo que Baal descienda para recibir lo que\nle está siendo ofrecido\n\n\nEllos clamarán en voz alta y se herirán con sus puñales y pedirán que el novillo sea recibido\npor el dios pero nada sucederá\n\n\n\n\n \n Cuando se cansen tú llenarás cuatro vasijas con agua y la derramarás sobre tu novillo\nHarás esto una segunda vez Y harás esto aun una tercera vez Entonces invocarás al Dios\nde Abraham de Isaac y de Israel pidiendo que muestre todo Su poder\n\n\nEn este momento el Señor enviará el fuego del cielo y consumará tu sacrificio\n\n\nElías se arrodilló y dio las gracias\n\n\nNo obstante continuó el ángel este milagro sólo puede ser realizado una única vez en tu\nvida Escoge sí quieres hacerlo aquí para evitar una batalla o si quieres realizarlo en tu\ntierra para librar a los tuyos de la amenaza de Jezabel\n\n\nY el ángel del Señor se fue\n\n\nLA MUJER SE DESPERTÓ temprano y vio a Elías sentado en la solera de la puerta Sus\nojos estaban hundidos como si no hubiera dormido\n\n\nLe hubiera gustado preguntarle qué había pasado la noche anterior pero temía su respuesta\nEra posible que la noche en vela hubiese sido provocada por la conversación con el\ngobernador y por la amenaza de guerra pero también podía tener otra causa la tablilla de\nbarro que le había entregado Entonces si suscitase el tema se arriesgaba a escuchar que\nel amor de una mujer no era compatible con los designios de Dios\n\n\nVen a comer algo fue su único comentario Su hijo también se despertó Los tres se\nsentaron a la mesa y comieron\n\n\nMe hubiera gustado quedarme contigo ayer dijo Elías pero el gobernador me\nnecesitaba\n\n\nNo te preocupes por él dijo ella sintiendo que su corazón empezaba a tranquilizarse\nSu familia gobierna Akbar desde muchas generaciones y sabrá qué hacer ante la amenaza\n\n \n También conversé con un ángel Y él me exigió una decisión muy difícil\n\n\nTampoco debes inquietarte por causa de los ángeles quizás sea mejor pensar que los\ndioses cambian con el tiempo Mis antepasados adoraban a los dioses egipcios que tenían\nforma de animales Estos dioses partieron y hasta que tú llegaste fui educada para hacer\nsacrificios a Astarté El Baal y todos los habitantes de la Quinta Montaña Ahora conocí al\nSeñor pero puede ser que él también nos deje un día y los próximos dioses sean menos\nexigentes\n\n\nEl niño pidió un poco de agua No había\n\n\nIré a buscarla dijo Elías\n\n\nQuiero ir contigo dijo el niño\n\n\nLos dos salieron en dirección al pozo En el camino pasaron por el lugar donde el\ncomandante entrenaba desde temprano a sus soldados\n\n\nVamos a mirar un poco dijo el chico Yo seré soldado cuando crezca\n\n\nElías hizo lo que le pedía\n\n\nCuál de nosotros es mejor en el uso de la espada preguntaba un guerrero\n\n\nVe hasta el sitio donde el espía fue lapidado ayer dijo el comandante agarra una\npiedra e insúltala\n\n\nPor qué tengo que hacer eso La piedra no me responderá\n\n\nEntonces atácala con la espada\n\n \n Mi espada se romperá dijo el soldado Y no fue eso lo que pregunté yo quiero saber\nquién es mejor en el uso de la espada\nEl mejor es el que se parece a una piedra respondió el comandante Sin desenvainar\nla espada consigue probar que nadie podrá vencerlo\n\n\nEl gobernador tiene razón el comandante es un sabio pensó Elías Pero toda sabiduría\nes completamente ofuscada por el brillo de la vanidad\n\n\nContinuaron su caminata El niño preguntó por qué los soldados se entrenaban tanto\n\n\nNo solamente los soldados También tu madre y yo y aquellos que siguen a su corazón\nTodo en la vida exige entrenamiento\n\n\nTambién para ser profeta\n\n\nTambién para entender a los ángeles Queremos tanto hablar con ellos que no\nescuchamos lo que nos están diciendo No es fácil escuchar en nuestras plegarias siempre\nprocuramos decir dónde nos equivocamos y lo que nos gustaría que nos sucediera Pero el\nSeñor ya sabe todo esto y a veces nos pide apenas que escuchemos lo que el Universo nos\ndice Y que tengamos paciencia\n\n\nEl niño miraba sorprendido No debía de estar entendiendo nada y aun así Elías sentía la\nnecesidad de continuar la conversación Podía ser que cuando creciera alguna de sus\npalabras pudiese ayudarlo en una situación difícil\n\n\nTodas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo inclusive aquellas que\nperdemos Cuando crezcas descubrirás que ya defendiste mentiras te engañaste a ti mismo\no sufriste por tonterías Si eres un buen guerrero no te culparás por ello pero tampoco\ndejarás que tus errores se repitan\n\n\n \n Resolvió callarse un niño de aquella edad no podía comprender lo que estaba diciendo\nCaminaban lentamente y Elías contemplaba las calles de la ciudad que un día lo había\nacogido y que ahora estaba próxima a desaparecer Todo dependía de la decisión que él\ntomase\n\n\nAkbar estaba más silenciosa que de costumbre En la plaza central las personas\nconversaban en voz baja como si tuviesen temor de que el viento llevase sus palabras hasta\nel campamento asirio Los más viejos aseguraban que no pasaría nada los jóvenes estaban\nanimados con la posibilidad de lucha los mercaderes y artesanos hacían planes para\ntrasladarse a Tiro y Sidón hasta que las cosas se calmasen\n\n\nPara ellos es fácil partir pensó Los mercaderes pueden transportar sus bienes a\ncualquier parte del mundo Los artesanos pueden trabajar incluso en los lugares donde se\nhabla una lengua extraña Yo no obstante necesito el permiso del Señor\n\n\nLlegaron al pozo y llenaron dos vasijas de agua Generalmente aquel lugar estaba muy\nconcurrido las mujeres se reunían para lavar teñir los tejidos y comentar todo lo que pasaba\nen la ciudad Ningún secreto podía subsistir cerca del pozo las novedades sobre el\ncomercio las traiciones familiares los problemas entre vecinos la vida íntima de los\ngobernantes todos los asuntos serios o superficiales eran discutidos comentados\ncriticados o aplaudidos allí Incluso durante los meses en que la fuerza enemiga había ido\ncreciendo sin parar Jezabel la princesa que había conquistado al rey de Israel continuaba\nsiendo el tema preferido Elogiaban su entereza su coraje y estaban seguros de que si algo\nle pasara a la ciudad ella retornaría a su país para vengarlos\n\n\nAquella mañana sin embargo no había casi nadie Las pocas mujeres que estaban allí\ndecían que era preciso ir al campo y recoger el máximo posible de cereales porque los\nasirios cerrarían en breve las entradas y salidas de la ciudad Dos de ellas hacían planes\npara ir a la Quinta Montaña a ofrecer sacrificios a los dioses pues no querían que sus hijos\nmuriesen en combate\n\n\n \n El sacerdote dijo que podemos resistir durante muchos meses le comentó una de ellas a\nElías Basta tener el valor necesario para defender el honor de Akbar y los dioses nos\nayudarán El niño se asustó\n\n\nNos van a atacar\n\n\nElías no respondió dependía de la elección que el ángel le había propuesto la noche\nanterior\n\n\nTengo miedo insistió el chico\n\n\nEsto prueba que te gusta vivir Es normal sentir miedo en los momentos de peligro\n\n\nElías y el niño regresaron a la casa antes de que terminara la mañana La mujer estaba\nrodeada de pequeñas vasijas con tintas de diversos colores\n\n\nTengo que trabajar dijo ella mirando las letras y frases inacabadas A causa de la\nsequía la ciudad está llena de polvo Los pinceles están siempre sucios la tinta se mezcla\ncon el polvo y todo se hace más difícil\nElías permaneció callado no quería compartir sus preocupaciones con ella Se sentó en un\nrincón de la sala y quedó absorto en sus pensamientos El niño salió a jugar con sus amigos\n\n\nNecesita silencio se dijo la mujer y procuró concentrarse en su trabajo\n\n\nTardó el resto de la mañana para completar algunas palabras que podrían haberse escrito en\nla mitad de tiempo y se sintió culpable por no poder estar haciendo lo que se esperaba de\nella Al fin y al cabo por primera vez en su vida tenía la oportunidad de mantener a su\nfamilia\n\n\nVolvió al trabajo Estaba usando el papiro material que un mercader llegado de Egipto le\nhabía traído unos días atrás pidiéndole que anotase algunos mensajes comerciales que\n\n \n tenía que enviar a Damasco La hoja no era de la mejor calidad y la tinta se diluía a cada\nmomento\n\n\nAun con estas dificultades es mejor que dibujar en el barro se dijo\n\n\nLos países vecinos tenían la costumbre de mandar sus mensajes en placas de arcilla o en\ncuero de animales Aunque Egipto fuera un país en decadencia con una escritura que había\nquedado anticuada por lo menos había descubierto una manera práctica y ligera de registrar\nsu comercio y su historial cortaban en finas tajadas una planta que nacía en las márgenes\ndel Nilo y conseguían por un proceso simple pegar esas tajadas una al lado de la otra\nformando una hoja levemente amarillenta\nAkbar necesitaba importar el papiro porque era imposible cultivarlo en el valle Aunque fuese\ncaro los mercaderes preferían usarlo pues podían llevar las hojas escritas en su bolso lo\nque les resultaba imposible con las tablillas de arcilla o las pieles de animales\n\n\nTodo se está simplificando pensó Lástima que fuera necesaria la autorización del\ngobierno para usar el alfabeto de Biblos sobre el papiro Alguna ley desfasada aún\ncontinuaba obligando a pasar todos los textos escritos por la fiscalización del Consejo de\nAkbar\n\n\nEn cuanto terminó el trabajo se lo mostró a Elías que había pasado todo el tiempo mirándola\nsin comentar nada\n\n\nTe gusta le preguntó\n\n\nÉl pareció salir de un trance\n\n\nSí es bonito respondió sin prestar atención a lo que decía\n\n\nDebía de estar conversando con el Señor Y ella no quería interrumpirlo Salió y fue a llamar\nal sacerdote\n\n \n Cuando volvió acompañada por él Elías aún continuaba sentado en el mismo lugar Los dos\nhombres se miraron cara a cara en silencio Fue el sacerdote quien al cabo de un tiempo lo\nrompió\n\n\nEres un profeta y hablas con los ángeles Yo sólo interpreto las leyes antiguas ejecuto\nrituales y procuro defender a mi pueblo de los errores que comete Por eso sé que ésta no es\nuna lucha entre hombres Es una batalla de los dioses y no debo evitarla\n\n\nAdmiro tu fe aun cuando adores a dioses que no existen respondió Elías Si la\nsituación actual es como dices digna de una batalla celestial el Señor me usará como\ninstrumento para derrotar a Baal y a sus compañeros de la Quinta Montaña Te habría\nconvenido más ordenar mí muerte\n\n\nYa pensé en ello pero no fue necesario En el momento justo los dioses actuaron en mi\nfavor\n\n\nElías no respondió El sacerdote se volvió y tomó el papiro donde la mujer acababa de\nescribir su texto\n\n\nEstá bien hecho comentó\n\n\nDespués de leerlo cuidadosamente se sacó su anillo del dedo lo mojó en una de las\npequeñas vasijas de tinta y aplicó su sello en el canto izquierdo Si alguien fuese descubierto\nllevando un papiro sin el sello del sacerdote podría ser condenado a muerte\n\n\nPor qué tiene usted que hacer esto siempre preguntó ella\n\n\nPorque estos papiros transportan ideas respondió él Y las ideas tienen poder\n\n\nSon sólo transacciones comerciales\n\n \n Pero podrían ser planes de batalla O una lista de nuestras riquezas O nuestras plegarias\nsecretas Hoy en día con las letras y los papiros se ha hecho fácil robar la inspiración de un\npueblo Es difícil esconder las tablillas de barro o el cuero de animales pero la combinación\nde papiro con el alfabeto de Biblos puede acabar con la cultura de cada país y destruir el\nmundo\nUna mujer entró corriendo\n\n\nSacerdote sacerdote Venga a verlo que está pasando\n\n\nElías y la viuda lo siguieron De todas las esquinas salía gente que se dirigía hacia el mismo\nlugar levantando una polvareda que hacía el aire prácticamente irrespirable Los niños\ncorrían delante riendo y haciendo ruido Los adultos caminaban despacio en silencio\n\n\nCuando llegaron a la puerta Sur de la ciudad una pequeña multitud ya estaba allí reunida El\nsacerdote se abrió paso hasta llegar al motivo de todo aquel desorden\n\n\nUn centinela de Akbar estaba arrodillado con los brazos abiertos las manos clavadas en\nuna madera colocada sobre sus hombros Sus ropas estaban hechas harapos y el ojo\nizquierdo había sido vaciado por una astilla de madera\n\n\nEn su pecho escrito con golpes de puñal estaban grabados algunos caracteres asirios El\nsacerdote entendía el egipcio pero la lengua asiría aún no era lo suficientemente importante\ncomo para ser aprendida y memorizada fue necesario pedir la ayuda de un comerciante que\nasistía a la escena\n\n\nDeclaramos la guerra eso es lo que está escrito tradujo el hombre\n\n\nLas personas a su alrededor no pronunciaron una palabra Pero Elías pudo ver el pánico\nestampado en sus rostros\n\n\n \n Entrégame tu espada dijo el sacerdote a uno de los soldados presentes\n\n\nEl soldado obedeció El sacerdote pidió que avisaran al gobernador y al comandante lo que\nhabía ocurrido Luego con un golpe rápido clavó la espada en el corazón del centinela\narrodillado\n\n\nEl hombre dio un gemido y cayó al suelo Estaba muerto libre del dolor y de la vergüenza de\nhaberse dejado capturar\n\n\nMañana iré a la Quinta Montaña a ofrecer sacrificios dijo al pueblo asustado y los\ndioses volverán a acordarse de nosotros\n\n\nAntes de partir se dirigió a Elías\n\n\nLo estás viendo con tus propios ojos Los cielos continúan ayudando\n\n\nSólo una pregunta dijo Elías Por qué quieres ver sacrificar al pueblo de tu país\n\n\nPorque es necesario matar una idea\n\n\nAl verlo conversar con la mujer aquella mañana Elías ya había percibido cuál era esa idea\nel alfabeto\n\n\nEs demasiado tarde Ya está difundido por el mundo y los asirios no pueden conquistar la\ntierra entera\n\n\nQuién te ha dicho que no Al fin y al cabo los dioses de la Quinta Montaña están del lado\nde sus ejércitos\n\n\nDurante horas caminó por el valle como había hecho la tarde anterior Sabía que habría por\nlo menos una tarde y una noche más de paz ninguna guerra era librada en la oscuridad\n\n \n porque los guerreros no podían distinguir al enemigo Sabía que aquella noche el Señor le\ndaba la oportunidad de cambiar el destino de la ciudad que lo había recibido\nSalomón sabría qué hacer ahora comentó con su ángel Y David y Moisés e Isaac\nEllos eran hombres de confianza del Señor pero yo soy apenas un siervo indeciso El Señor\nme exige una elección que debería ser de Él\n\n\nLa historia de nuestros antepasados parece estar llena de hombres adecuados en los\nlugares adecuados respondió el ángel No creas en eso el Señor sólo exige de las\npersonas aquello que está dentro de las posibilidades de cada uno\n\n\nEntonces Él se equivocó conmigo\n\n\nToda aflicción que llega acaba por irse Así sucede con las glorias y las tragedias del\nmundo\n\n\nNo lo olvidaré dijo Elías Pero cuando parten las tragedias dejan marcas eternas y las\nglorias dejan recuerdos inútiles\n\n\nEl ángel no respondió\n\n\nPor qué durante todo este tiempo que he estado en Akbar he sido incapaz de conseguir\naliados para luchar por la paz Cuál es la importancia de un profeta solitario\n\n\nCuál es la importancia del sol que camina por el cielo sin compañía Cuál es la\nimportancia de una montaña que surge en medio de un valle Cuál es la importancia de un\npozo aislado Son ellos los que indican el camino que la caravana debe seguir\n\n\nMi corazón está sofocado por la tristeza dijo Elías arrodillándose y elevando sus brazos\nal cielo Ojalá pudiese morir aquí sin tener jamás las manos manchadas con la sangre de\nmi pueblo o de un pueblo extranjero Mira hacia atrás qué es lo que ves\n\n\n \n Sabes que soy ciego dijo el ángel porque mis ojos aún conservan la luz de la gloria del\nSeñor no consigo ver nada más Todo lo que puedo percibir es lo que tu corazón me cuenta\nTodo lo que puedo ver son las vibraciones los peligros que te amenazan No puedo saber lo\nque está detrás de ti\n\n\nPues te lo diré allí está Akbar Vista a esta hora del día con el sol de la tarde iluminando\nsu perfil es hermosa Me acostumbré a sus calles y murallas con su pueblo generoso y\nacogedor Aunque los habitantes de la ciudad aún vivan presos del comercio y las\nsupersticiones tienen el corazón tan puro como cualquier otra nación del mundo Aprendí\ncon ellos muchas cosas que no sabía a cambio escuché los lamentos de sus habitantes e\ninspirado en Dios conseguí resolver sus conflictos internos Muchas veces corrí peligro y\nsiempre alguien me ayudó Por qué tengo que escoger entre salvar a esta ciudad o redimir\na mi pueblo\n\n\nPorque un hombre tiene que escoger respondió el ángel En esto reside su fuerza en\nel poder de sus decisiones\n\n\nEs una elección difícil exige aceptar la muerte de un pueblo para salvar a otro\n\n\nMás difícil aún es definir un camino para sí mismo Quien no hace una elección muere a\nlos ojos del Señor aunque continúe respirando y caminando por las calles\n\n\nAdemás continuó el ángel nadie muere La Eternidad está con los brazos abiertos para\ntodas las almas y cada una continuará su tarea Hay una razón para todo lo que se\nencuentra bajo el sol\n\n\nElías volvió a extender sus brazos hacia el cielo\nMi pueblo se alejó del Señor por causa de la belleza de una mujer Fenicia puede ser\ndestruida porque un sacerdote piensa que la escritura es una amenaza de los dioses Por\nqué Aquel que creó el mundo prefiere usar la tragedia para escribir el libro del destino\n\n\n \n Los gritos de Elías resonaron por el valle y fueron devueltos por el eco a sus oídos\n\n\nNo sabes lo que dices respondió el ángel No existe la tragedia sino lo inevitable\nTodo tiene su razón de ser sólo necesitas saber distinguir lo que es pasajero de lo que es\ndefinitivo\n\n\nQué es lo pasajero preguntó Elías\n\n\nLo inevitable\n\n\nY lo definitivo\n\n\nLas lecciones de lo inevitable\n\n\nAl decir esto el ángel se alejó\n\n\nAquella noche durante la cena Elías dijo a la mujer y al niño\n\n\nPreparad vuestras cosas Podemos partir en cualquier momento\n\n\nHace dos días que no duermes dijo la mujer Un emisario del gobernador estuvo\naquí esta tarde pedía que fueras al palacio Yo le dije que estabas en el valle y dormirías allí\n\n\nHiciste bien respondió él yendo directo para su cuarto y cayendo en un sueño profundo\n\n\nEL SONIDO DE INSTRUMENTOS musicales lo despertó al día siguiente Cuando bajó para\nver qué pasaba el niño ya estaba en la puerta\n\n\nMira le dijo con los ojos brillantes de excitación Es la guerra\n\n\n\n\n \n Un batallón de soldados imponentes en sus atuendos de guerra y armamentos\nmarchaba en dirección a la puerta Sur de Akbar Un grupo de músicos los seguía marcando\nel paso del batallón con el ritmo de sus tambores\n\n\nAyer tenías miedo le dijo Elías\n\n\nNo sabía que teníamos tantos soldados Nuestros guerreros son\nlos mejores\n\n\nDejó al niño y salió a la calle Necesitaba a toda costa encontrar al gobernador Los otros\nhabitantes de la ciudad también habían sido despertados por el sonido de los himnos de\nguerra y estaban hipnotizados por primera vez en sus vidas asistían al desfile de un batallón\norganizado con sus uniformes militares las lanzas y los escudos reflejando los primeros\nrayos del sol El comandante había conseguido realizar un trabajo envidiable había\npreparado su ejército sin que nadie se diera cuenta y ahora éste era el temor de Elías podía\nhacer que todos creyeran que la victoria sobre los asirios era posible\n\n\nSe abrió camino entre los soldados y consiguió llegar hasta el frente de la columna Allí\nmontados a caballo el comandante y el gobernador encabezaban la marcha\n\n\nTenemos un trato dijo Elías corriendo al lado del gobernador Puedo hacer un\nmilagro El gobernador no le respondió La guarnición atravesó la muralla y salió hacia el\nvalle\n\n\nSabes que este ejército es una ilusión insistió Los asirios tienen ventaja de cinco a\nuno y poseen experiencia de guerra No dejes que Akbar sea destruida\n\n\nQué es lo que quieres ahora preguntó el gobernador sin detener su caballo Anoche\nenvié a un emisario a buscarte para hablar y le dijeron que estabas fuera de la ciudad Qué\nmás podía hacer\n\n\n \n Enfrentar a los asirios en campo abierto es un suicidio lo sabéis muy bien\n\n\nEl comandante escuchaba la conversación sin hacer ningún comentario Ya había discutido\nsu estrategia con el gobernador el profeta israelita quedaría sorprendido\n\n\nElías corría al lado de los caballos sin saber exactamente lo que tenía que hacer La\ncolumna de soldados dejó la ciudad y se dirigió al medio del valle\nAyúdame Señor pensaba él Así como detuviste el sol para ayudar a Josué en el\ncombate detén el tiempo y haz que yo consiga convencer al gobernador de su error\n\n\nCuando terminó de pensar esto el comandante gritó\n\n\nAlto\n\n\nQuizás sea una señal se dijo Elías Tengo que aprovecharla\n\n\nLos soldados formaron dos líneas de combate como murallas humanas Los escudos fueron\nsólidamente apoyados en el suelo y las armas apuntaron al frente\n\n\nCrees que estás viendo al ejército de Akbar dijo el gobernador a Elías\n\n\nEstoy viendo a jóvenes que se ríen de la muerte fue la respuesta\n\n\nPues para que sepas esto es sólo un batallón La mayor parte de nuestros hombres están\nen la ciudad encima de las murallas Colocamos calderas de aceite hirviendo listas para ser\narrojadas sobre la cabeza de quien intente escalarlas tenemos alimentos distribuidos por\nvarias casas evitando que las flechas incendiarias puedan acabar con nuestra comida\nSegún los cálculos del comandante podemos resistir cerca de dos meses el sitio de la\nciudad Mientras los asirios se preparaban nosotros hacíamos lo mismo\n\n\nNunca me dijisteis nada de esto dijo Elías\n\n \n Recuerda que aunque hayas ayudado al pueblo de Akbar continúas siendo un extranjero\ny algunos militares pueden pensar que eres un espía\n\n\nPero tú deseabas la paz\nLa paz continúa siendo posible incluso después de iniciado el combate Sólo que entonces\nnegociaremos en condiciones de igualdad\n\n\nEl gobernador le confió que había enviado mensajeros a Tiro y Sidón dando cuenta del grave\npeligro en que se hallaban Había sido difícil para él decidirse a pedir ayuda pues podían\npensar que era incapaz de controlar la situación pero había decidido finalmente que era la\núnica salida\n\n\nEl comandante había desarrollado un plan ingenioso en cuanto comenzara el combate él\nvolvería a la ciudad para organizar la resistencia Las tropas que ahora se hallaban en el\ncampo debían matar la mayor cantidad posible de enemigos y después retirarse a las\nmontañas Conocían aquel valle mejor que nadie y podían atacar a los asirios en pequeñas\nescaramuzas disminuyendo la presión del cerco Pronto llegaría el socorro y el ejército asirio\nsería diezmado\n\n\nPodemos resistir hasta sesenta días pero no será necesario llegar a tanto aseguró el\ngobernador a Elías\n\n\nPero muchos morirán\n\n\nEstamos todos ante la muerte Y nadie tiene miedo ni siquiera yo\n\n\nEl gobernador estaba sorprendido de su propio valor Nunca había participado en ninguna\nbatalla y a medida que el combate se aproximaba había hecho planes para huir de la\nciudad Aquella mañana había combinado con algunos de sus hombres más fieles la mejor\n\n\n \n manera de batirse en retirada No podría ir ni a Tiro ni a Sidón porque lo considerarían un\ntraidor pero Jezabel lo recibiría ya que ella necesitaba hombres de confianza a su lado\nNo obstante al pisar el campo de batalla veía en los ojos de los soldados una enorme\nalegría como si hubiesen sido entrenados la vida entera para un objetivo y finalmente el gran\nmomento hubiera llegado\n\n\nEl miedo existe hasta el momento en que lo inevitable sucede le dijo a Elías\nDespués no debemos perder nuestra energía con él\n\n\nElías se sentía confundido Él también participaba de esa sensación aun cuando le diese\nvergüenza reconocerlo Se acordó del entusiasmo del niño cuando pasaba la tropa\n\n\nAléjate de aquí le dijo el gobernador Tú eres un extranjero desarmado y no\nnecesitas combatir por algo en lo que no crees\n\n\nElías no se movió\n\n\nVendrán dijo el comandante A ti te tomaron por sorpresa pero nosotros estamos\nPreparados\n\n\nPero Elías continuó allí\n\n\nEscrutaron el horizonte ni rastros de polvo El ejército asirio no se movía\n\n\nLos soldados de la primera fila sostenían sus lanzas con firmeza manteniéndolas apuntadas\nhacia adelante los arqueros ya tenían las cuerdas semitensadas para enviar sus flechas en\ncuanto el comandante diese la orden Algunos hombres golpeaban el aire con la espada para\nmantener los músculos a punto para actuar\n\n\nTodo está listo repitió el comandante Atacarán\n\n\n \n Elías notó la euforia en su voz Debía de estar ansioso de que la batalla comenzase quería\nluchar y demostrar su bravura Seguramente estaba imaginándose a los guerreros asirios\nlos golpes de espada los gritos y la confusión y se veía recordado por los sacerdotes\nfenicios como un ejemplo de eficiencia y coraje\n\n\nEl gobernador interrumpió sus pensamientos No se mueven\n\n\nElías se acordó de lo que había pedido al Señor que el sol se detuviera en el cielo como\nhabía hecho para Josué Intentó hablar con su ángel pero no escuchó su voz\n\n\nPoco a poco los lanceros fueron bajando sus armas los arqueros aflojaron la tensión de los\narcos y los hombres guardaron las espadas en la vaina El sol abrasador del mediodía llegó\ny algunos guerreros se desmayaron por el calor aun así el destacamento permaneció alerta\nhasta el final de la tarde\n\n\nCuando el sol se ocultó los guerreros regresaron a Akbar parecían desilusionados por haber\nsobrevivido un día más\n\n\nSólo Elías permaneció en el valle Caminó sin rumbo durante algún tiempo hasta que vio la\nluz El ángel del Señor surgió ante él\n\n\nDios escuchó tus plegarias dijo el ángel y vio el tormento en tu alma\n\n\nElías elevó su mirada al cielo y agradeció las bendiciones\n\n\nEl Señor es la fuente de la gloria y del poder Él detuvo al ejército asirio\n\n\nNo respondió el ángel Tú dijiste que Él era quien debía elegir y Él hizo la elección por\nti\n\n\n\n\n \n VÁMONOS dijo la mujer a su hijo\n\n\nNo quiero irme respondió el niño Estoy orgulloso de los soldados de Akbar\n\n\nLa madre lo obligó a juntar sus pertenencias Lleva sólo lo que puedas cargar le dijo\n\n\nTe olvidas de que somos pobres y bien poca cosa tengo\n\n\nElías subió a su habitación La contempló como si fuera la primera y última vez en seguida\nbajó y se quedó mirando cómo la viuda guardaba sus tintas\n\n\nGracias por llevarnos contigo dijo ella Cuando me casé tenía apenas quince años y no\nsabía cómo era la vida Nuestras familias habían concertado todo y yo había sido educada\ndesde la infancia para aquel momento y cuidadosamente preparada para ayudar al marido\nen cualquier circunstancia\n\n\nLo amabas\nEduqué mi corazón para eso Ya que no podía elegir me convencí a mí misma de que\naquél era el mejor camino Cuando perdí a mi marido me conformé con los días y las noches\niguales y pedí a los dioses de la Quinta Montaña en aquella época yo creía en ellos que\nme llevasen de este mundo en cuanto mi hijo pudiera vivir solo\n\n\nFue entonces cuando tú apareciste Ya te lo dije una vez y lo quiero repetir ahora a partir\nde aquel día pasé a apreciar la belleza del valle de la silueta oscura de las montañas\nproyectándose contra el cielo de la luna que cambia de forma para que el trigo pueda crecer\nMuchas noches mientras tú dormías yo paseaba por Akbar escuchaba el llanto de los niños\nrecién nacidos los cantos de los hombres que habían bebido después del trabajo los pasos\nfirmes de los centinelas sobre la muralla Cuántas veces yo ya había visto aquel paisaje sin\nreparar en su belleza Cuántas veces había mirado al cielo sin notar que era profundo\nCuántas veces había escuchado los ruidos de Akbar a mi alrededor sin percibir que\nformaban parte de mi vida\n\n \n Volví a sentir unas inmensas ganas de vivir Tú me mandaste estudiar los caracteres de\nBiblos y lo hice Pensaba solamente en agradarte pero me entusiasmé con lo que hacía y\ndescubrí que el sentido de mi vida era el que yo le quisiera dar\n\n\nElías acarició sus cabellos Era la primera vez que lo hacía\n\n\nPor qué no ha sido siempre así preguntó ella\n\n\nPorque tenía miedo Pero hoy mientras esperaba la batalla escuché las palabras del\ngobernador y pensé en ti El miedo va hasta donde lo inevitable comienza a partir de ahí\npierde su sentido Y todo lo que nos queda es la esperanza de haber tomado la decisión\nadecuada\n\n\nEstoy lista dijo ella\n\n\nRegresaremos a Israel El Señor ya me dijo lo que debo hacer y así lo haré Jezabel será\nalejada del poder\n\n\nElla no dijo nada Como todas las mujeres de Fenicia estaba orgullosa de su princesa\nCuando llegaran allí intentaría convencerlo de que cambiara de idea\n\n\nSerá un viaje muy largo y no tendremos descanso hasta que yo haga lo que Él me pidió \ndijo Elías como si adivinase su pensamiento Mientras tanto tu amor será mi apoyo y en\nlos momentos en que esté cansado de las batalla en Su nombre podré descansar en tu\nregazo\n\n\nEl niño vino con una pequeña bolsa en los hombros Elías la agarró y dijo a la mujer\n\n\nHa llegado la hora Cuando cruces las calles de Akbar recuerda cada casa y cada ruido\nporque no volverás a verla nunca más\n\n \n Yo nací en Akbar dijo ella y la ciudad permanecerá siempre en mi corazón\n\n\nEl niño escuchó aquello y se prometió a si mismo que nunca olvidaría las palabras de su\nmadre Si algún día pudiese volver vería a la ciudad como si estuviera viendo su rostro\n\n\nYA ESTABA OSCURO cuando el sacerdote llegó a los pies de la Quinta Montaña Traía en\nla mano derecha un bastón y cargaba una bolsita en la izquierda\n\n\nSacó de la bolsita el óleo sagrado con el que se untó la frente y las muñecas Después con\nel bastón dibujó en la arena el toro y la pantera símbolos del Dios de la Tempestad y de la\nGran Diosa Recitó las oraciones rituales y al finalizar abrió los brazos hacia el cielo para\nrecibir la revelación divina\n\n\nLos dioses ya no hablaban más Ya habían dicho todo lo que querían y ahora exigían\nsolamente el cumplimiento de los rituales Los profetas habían desaparecido en todo el\nmundo excepto en Israel que era un país atrasado y supersticioso que todavía creía que\nlos hombres pueden comunicarse con los creadores del Universo\n\n\nRecordó que dos generaciones atrás Tiro y Sidón habían comerciado con un rey de\nJerusalén llamado Salomón Él estaba construyendo un gran templo y quería adornarlo con\nlo mejor que existiera en el mundo entonces mandó comprar los cedros de Fenicia que ellos\nllamaban Líbano El rey de Tiro suministró el material necesario y recibió a cambio veinte\nciudades de Galilea pero éstas no le agradaron Salomón entonces había ayudado a\nconstruir sus primeros barcos ahora Fenicia tenía la mayor flota comercial del mundo\n\n\nEn aquella época Israel aún era una gran nación aun cuando adorase a un solo Dios del\ncual ni siquiera sabían su nombre y acostumbraban a llamarlo simplemente el Señor Una\nprincesa de Sidón había conseguido hacer que Salomón retomase la verdadera fe y él había\nedificado un altar a los dioses de la Quinta Montaña Los israelitas insistieron en que el\n\n\n \n Señor había castigado al más sabio de sus reyes haciendo que las guerras lo alejasen del\ngobierno\n\n\nSu hijo Jeroboam no obstante continuó el culto que su padre había iniciado Mandó crear\ndos becerros de oro que el pueblo israelita adoraba Fue entonces cuando los profetas\nentraron en escena y comenzaron una lucha sin tregua con el gobierno\n\n\nJezabel tenía razón la única manera de mantener viva la verdadera fe era acabando con los\nprofetas Aun cuando ella fuese una mujer suave educada en la tolerancia y en el horror a la\nguerra sabía que existe un momento en el cual la violencia es la única salida La sangre que\nahora manchaba sus manos sería perdonada por los dioses a los que servía\n\n\nEn breve mis manos también estarán manchadas de sangre dijo el sacerdote a la\nmontaña que se elevaba silenciosa frente a él Así como los profetas son la maldición de\nIsrael la escritura es la maldición de Fenicia Ambos causan un mal que puede ser\nirremediable y es preciso detener a los dos mientras aún es posible El dios del Tiempo no\npuede partir ahora\n\n\nEstaba preocupado con lo que había sucedido aquella mañana el ejército enemigo no había\natacado El dios del Tiempo ya había abandonado a Fenicia en el pasado irritado con sus\nhabitantes En consecuencia se apagó el fuego de las lámparas los carneros y vacas\nabandonaron a sus crías y el trigo y la cebada continuaron siempre verdes El dios Sol\nmandó gente importante a buscarlo el Águila y el dios de la Tempestad Pero nadie\nconseguía encontrar al dios del Tiempo Finalmente la Gran Diosa envió a una abeja que lo\nencontró durmiendo en un bosque y lo picó Él se despertó furioso y comenzó a destruir todo\ncuanto lo rodeaba Fue necesario prenderlo y retirar el odio que había en su alma y a\npartir de entonces todo volvió a la normalidad\n\n\nSi se decidiese a partir otra vez la batalla no tendría lugar Los asirios quedarían para\nsiempre a la entrada del valle y Akbar continuaría existiendo\n\n\n \n El valor es la plegaria del miedo se dijo Por eso estoy aquí porque no puedo vacilar en\nel momento del combate Tengo que mostrar a los guerreros de Akbar que existe una razón\npara defender la ciudad No es el pozo ni el mercado ni el palacio del gobernador Vamos a\nenfrentar el ejército asirio porque tenemos que dar el ejemplo\n\n\nLa victoria asiria acabaría para siempre con la amenaza del alfabeto Los conquistadores\nimpondrían su lengua y sus costumbres aunque continuasen adorando a los mismos dioses\nen la Quinta Montaña Y esto era lo importante\n\n\nEn el futuro nuestros navegantes llevarán a otros países las hazañas de los guerreros Los\nsacerdotes recordarán los nombres y la fecha en que Akbar intentó resistir la invasión asiria\nLos pintores dibujarán caracteres egipcios en los papiros los escribas de Biblos estarán\nmuertos Los textos sagrados continuarán exclusivamente en poder de aquellos que nacieron\npara aprenderlos Entonces las próximas generaciones intentarán imitar lo que hicimos y\nconstruiremos un mundo mejor\n\n\nPero ahora continuó él necesitamos perder esta batalla Lucharemos con bravura pero\nestamos en una situación inferior y moriremos con gloria\n\n\nEn ese momento el sacerdote escuchó a la noche y vio que tenía razón El silencio\nanticipaba el momento de un combate importante pero los habitantes de Akbar lo\ninterpretaban de una manera equivocada bajaron sus lanzas y se divertían cuando tenían\nque vigilar No prestaban atención al ejemplo de la naturaleza los animales permanecen\nsilenciosos cuando el peligro está próximo\n\n\nQue se cumplan los designios de los dioses Que los cielos no caigan sobre la Tierra\nporque hicimos todo como es debido y obedecimos a la tradición concluyó él\n\n\nELÍAS LA MUJER Y EL NIÑO iban en dirección oeste hacia donde estaba Israel No había\nnecesidad de pasar por el campamento asirio que se encontraba al sur La luna llena\n\n\n \n facilitaba la caminata pero al mismo tiempo proyectaba sombras extrañas y dibujos\nsiniestros en las rocas y piedras del valle\n\n\nEn medio de la oscuridad surgió el ángel del Señor Traía una espada de fuego en su mano\nderecha\n\n\nAdónde vais preguntó\n\n\nA Israel\n\n\nEl Señor te llamó\n\n\nYa conozco el milagro que Dios espera que haga Y ahora sé dónde debo ejecutarlo\n\n\nEl Señor te llamó repitió el ángel\n\n\nElías permaneció en silencio\n\n\nEl Señor te llamó dijo el ángel por tercera vez\n\n\nNo\nEntonces vuelve al lugar de donde saliste porque aún no has cumplido tu destino El\nSeñor aún no te llamó\n\n\nDeja al menos que ellos partan porque nada tienen que hacer aquí imploró Elías\n\n\nPero el ángel ya no estaba más allá Elías dejó en el suelo el saco que cargaba Se sentó en\nmedio del camino y lloró amargamente\n\n\nQué ha pasado preguntaron la mujer y el niño que no habían visto nada\n\n\n \n Vamos a volver dijo él El Señor así lo desea\n\n\nNo consiguió dormir bien Se despertó en medio de la noche y percibió la tensión del aire a\nsu alrededor un viento maligno soplaba por las calles sembrando miedo y desconfianza\n\n\nEn el amor de una mujer descubrí el amor por todas las criaturas rezaba en silencio La\nnecesito Sé que el Señor no se olvidará de que soy uno de Sus instrumentos y quizás el\nmás débil de los que escogió Ayúdame Señor porque necesito reposar tranquilo en medio\nde las batallas\n\n\nSe acordó del comentario del gobernador acerca de la inutilidad del miedo A pesar de eso\nno conseguía conciliar el sueño\n\n\nNecesito energía y tranquilidad dadme reposo mientras sea posible\n\n\nPensó en llamar a su ángel conversar un poco con él pero podía oír cosas que no deseaba\ny cambió de idea Para relajarse bajó hasta la sala las alforjas que la mujer había preparado\npara la fuga aún no estaban deshechas\n\n\nPensó en ir a su habitación Se acordó de lo que el Señor había dicho a Moisés antes de una\nbatalla\nEl hombre que ama a una mujer y aún no la recibió que retorne a su casa para que no\nmuera en la lucha y otro hombre la reciba\n\n\nAún no habían dormido juntos Pero había sido una noche extenuante y no era éste el\nmomento de hacerlo\nResolvió deshacer las alforjas y colocar cada cosa en su lugar Descubrió que ella se había\nllevado además de las pocas ropas que poseía los instrumentos para dibujar los caracteres\nde Biblos\n\n\n\n\n \n Tomó un estilete mojó una pequeña tablilla de barro y comenzó a garabatear algunas letras\nhabía aprendido a escribir mientras miraba trabajar a la mujer\n\n\nQué cosa tan simple y genial pensó tratando de distraerse Muchas veces cuando iba a\nbuscar un poco de agua escuchaba los comentarios de las mujeres Los griegos robaron\nnuestra invención más importante Elías sabía que no era así la adaptación que ellos\nhabían hecho al incluir las vocales había transformado el alfabeto en algo que todos los\npueblos y naciones podrían usar Además llamaban a sus colecciones de pergaminos\nBiblias en homenaje a la ciudad donde había ocurrido la invención\n\n\nLas Biblias griegas eran escritas en cuero de animales Elías pensaba que era una manera\nmuy ágil de guardar las palabras el cuero no era tan resistente como las tablillas de barro y\npodía ser robado fácilmente Los papiros se rompían después de algún tiempo de uso y eran\ndestruidos por el agua\n\n\nLas Biblias y papiros no resultarán sólo las tablillas de barro están destinadas a\npermanecer para siempre reflexionó\n\n\nEn el caso de que Akbar sobreviviese por algún tiempo más recomendaría al gobernador\nque mandase escribir toda la historia de su país y guardase las tablillas de barro en una sala\nespecial de modo que las generaciones futuras pudiesen consultarlas De esta manera si\npor cualquier causa los sacerdotes fenicios que guardaban en la memoria la historia de su\npueblo desaparecieran algún día las gestas de los guerreros y de los poetas no serían\nolvidadas\n\n\nJugó durante algún tiempo dibujando las mismas letras en orden diferente y formando varias\npalabras y quedó maravillado con el resultado Esa tarea le calmó los nervios y volvió a la\ncama\n\n\nTranscurrido algún tiempo se despertó al oír un estruendo la puerta de su cuarto estaba\nsiendo derribada\n\n \n No es un sueño No son los ejércitos del Señor en combate\n\n\nSalían sombras de todos los rincones gritando como dementes en un lenguaje que él no\nentendía Los asirios\n\n\nSe oían ruidos de otras puertas que caían paredes que eran derribadas con potentes golpes\nde martillo los gritos de los invasores se mezclaban con los pedidos de socorro que subían\nde la plaza Intentó ponerse en pie pero una de las sombras lo derribó al suelo Un ruido\nsordo sacudió el piso de abajo\nFuego pensó Elías Han incendiado la casa\n\n\nY tú escuchó a alguien decir en fenicio tú eres el jefe Escondido como un cobarde en\nla casa de una mujer\n\n\nMiró el rostro de quien había acabado de hablar las llamas iluminaban el cuarto y él pudo\nver a un hombre de barba larga en uniforme militar Sí los asirios habían llegado\n\n\nHabéis invadido de noche preguntó desorientado\n\n\nPero el hombre no respondió Vio el brillo de las espadas desenvainadas y uno de los\nguerreros lo hirió en el brazo derecho\n\n\nElías cerró los ojos las escenas de toda su vida pasaron frente a él en una fracción de\nsegundo Volvió a jugar en las calles de la ciudad donde había nacido viajó por primera vez\nhasta Jerusalén sintió el olor de la madera cortada en la carpintería se deslumbró\nnuevamente con la vastedad del mar y con la ropa que usaban en las grandes ciudades de la\ncosta Se vio a sí mismo paseando por los valles y montañas de la tierra prometida se\nacordó de que había conocido a Jezabel que aún parecía una niña y encantaba a todos\ncuantos se le aproximaban Asistió otra vez a la masacre de los profetas volvió a escuchar la\nvoz del Señor que le ordenaba ir al desierto Volvió a ver los ojos de la mujer que lo esperaba\n\n \n en la entrada de Sarepta ciudad a la que sus habitantes llamaban Akbar y se dio cuenta de\nque la había amado desde el primer momento Volvió a subir a la Quinta Montaña a resucitar\nal niño a ser recibido por el pueblo como sabio y juez Miró hacia el cielo que cambiaba\nrápidamente sus constelaciones de lugar se deslumbró con la luna que mostraba sus cuatro\nfases en un mismo instante sintió el frío el calor el otoño y la primavera la lluvia y el fulgor\ndel rayo Las nubes volvieron a pasar en millones de formas diferentes y los ríos hicieron\ncorrer sus aguas por segunda vez en el mismo lecho Revivió el día en que había notado\ncómo estaba siendo armada la primera tienda asiria después la segunda las varias las\nmúltiples los ángeles que iban y venían la espada de fuego en el camino hacia Israel el\ninsomnio los dibujos en las tablillas y\n\n\nEstaba otra vez en el presente Pensaba en lo que estaría sucediendo en el piso de abajo\nEra preciso salvar a cualquier precio a la viuda y a su hijo\n\n\nFuego decía a los soldados enemigos La casa se está quemando\n\n\nNo tenía miedo Su única preocupación eran la viuda y su hijo Alguien empujó su cabeza\ncontra el suelo y él sintió el sabor de la tierra en su boca La besó le dijo cuánto la amaba y\nle explicó que había hecho lo posible para evitar aquello Quería librarse de sus captores\npero alguien mantenía el pie en su pescuezo\n\n\nDebe de haber huido pensó No harían daño a una mujer indefensa\n\n\nUna profunda calma invadió su corazón Tal vez el Señor se había dado cuenta de que\nél no era el hombre adecuado y había descubierto Otro profeta para rescatar a Israel del\npecado La muerte había llegado por fin de la manera esperada a través del martirio\nAceptó su destino y se quedó esperando el golpe mortal\nPasaron algunos segundos las voces continuaban gritando la sangre chorreaba de su\nherida pero el golpe fatal no llegaba\n\n\n\n\n \n Pide que me maten ya gritó sabiendo que por lo menos uno de aquellos hombres\nhablaba su lengua\n\n\nPero nadie le hizo caso Discutían acaloradamente como si hubiera surgido alguna\ncomplicación Algunos soldados empezaron a darle patadas y por primera vez Elías notó\nque el instinto de conservación retornaba lo que le produjo pánico\n\n\nNo puedo desear ya la vida pensó desesperado porque no conseguiré salir de este\ncuarto No obstante nada sucedía y el mundo parecía eternizarse en aquella confusión de\ngritos ruidos y polvo Quizás el Señor había hecho lo mismo que con Josué y el tiempo se\nhabía detenido en medio del combate\n\n\nFue entonces cuando escuchó los gritos de una mujer en el piso de abajo En un esfuerzo\nsobrehumano consiguió empujar a uno de los guardias y levantarse pero pronto lo volvieron\na derribar Un soldado le pegó una patada en la cabeza y él se desmayó\n\n\nAlgunos minutos después recuperó el sentido Los asirios lo habían llevado al medio de la\ncalle Aún atontado levantó la cabeza todas las casas del barrio ardían\n\n\nUna mujer indefensa e inocente está encerrada allá dentro Salvadla\n\n\nGritos corridas confusión por todas partes Intentó levantarse pero fue nuevamente\nderribado Señor Tú puedes hacer lo que quieras conmigo porque dediqué mi vida y mi\nmuerte a Tu causa rezó Elías pero salva a aquella que me acogió\n\n\nAlguien lo levantó por los brazos\n\n\nVen a ver dijo el oficial asirio que conocía su lengua Te lo mereces\n\n\nDos guardias lo sujetaron y lo empujaron en dirección a la puerta La casa estaba siendo\nrápidamente devorada por las llamas y la luz del fuego iluminaba todo alrededor Llegaban a\n\n \n sus oídos gritos provenientes de todos los rincones niños llorando viejos implorando perdón\nmujeres desesperadas que buscaban a sus hijos Pero sólo escuchaba los pedidos de\nsocorro de aquella que lo había acogido\n\n\nQué pasa Hay una mujer y un niño allí dentro Por qué nadie los salva Por qué\nhacéis esto con ellos\n\n\nPorque ella intentó esconder al gobernador de Akbar\n\n\nYo no soy el gobernador de Akbar Estáis cometiendo una terrible equivocación\n\n\nEl oficial asirio lo empujó hasta la puerta El techo se había derrumbado por causa del\nincendio y la mujer estaba semienterrada por las ruinas Elías podía ver apenas su brazo\nagitándose desesperadamente Ella pedía socorro implorando que no la dejasen ser\nquemada viva\n\n\nPor qué me salváis y hacéis esto con ella imploró\n\n\nNo vamos a salvarte sólo queremos que sufras lo máximo posible Nuestro general murió\napedreado y sin honor delante de las murallas de la ciudad Vino en busca de vida y fue\ncondenado a muerte Ahora tú tendrás el mismo destino\n\n\nElías luchaba desesperadamente para librarse pero los guardias lo sacaron de allí Salieron\npor las calles de Akbar en medio de un calor infernal\n\n\nLos soldados sudaban copiosamente y algunos parecían impresionados por la escena que\nacababan de ver Elías se debatía y clamaba contra los cielos pero tanto los asirios como el\nSeñor permanecían mudos\n\n\nFueron hasta el centro de la plaza La mayor parte de los edificios de la ciudad estaban\nardiendo y el ruido de las llamas se mezclaba con los gritos de los habitantes de Akbar\n\n \n Suerte que existe la muerte Cuántas veces había pensado en eso desde aquel día en el\nestablo Los cadáveres de los guerreros de Akbar la mayoría de ellos sin uniforme yacían\ndiseminados por el suelo Podía ver a personas corriendo en todas direcciones sin saber\nadónde estaban yendo sin saber lo que estaban buscando movidas únicamente por la\nnecesidad de fingir que estaban haciendo alguna cosa luchando contra la muerte y la\ndestrucción\n\n\nPor qué hacen esto pensaba No ven que la ciudad está en manos del enemigo y\nque no tienen hacia dónde huir Todo había sucedido de forma muy rápida Los asirios se\nhabían aprovechado de la enorme ventaja numérica y habían conseguido salvar a sus\nguerreros de los combates Los soldados de Akbar habían sido exterminados casi sin\ncombatir\n\n\nSe detuvieron en medio de la plaza Elías fue colocado de rodillas en el suelo y le ataron las\nmanos Ya no escuchaba más los gritos de la mujer quizás habría muerto rápidamente sin\npasar por la tortura lenta de ser quemada viva El Señor la tenía entre sus brazos y ella\nllevaba a su hijo consigo\n\n\nOtro grupo de soldados asirios traía a un prisionero con el rostro deformado por los golpes\nAun así Elías reconoció al comandante\n\n\nViva Akbar iba gritando Larga vida para Fenicia y sus guerreros que se baten con el\nenemigo durante el día Muerte a los cobardes que atacan en la oscuridad\n\n\nApenas tuvo tiempo de completar la frase La espada de un general asirio descendió y la\ncabeza del comandante rodó por el suelo\n\n\nAhora me toca a mí se dijo Elías La encontraré otra vez en el Paraíso y pasearemos\ntomados de la mano\n\n\n \n En ese momento un hombre se aproximó y comenzó a discutir con los oficiales Era un\nhabitante de Akbar que acostumbraba frecuentar las reuniones en la plaza Recordaba\nhaberlo ayudado a resolver un serio problema con un vecino\n\n\nLos asirios discutían hablaban cada vez más alto y lo señalaban El hombre se arrodilló\nbesó los pies de uno de ellos extendió las manos en dirección a la Quinta Montaña y lloró\ncomo una criatura La furia de los asirios parecía disminuir\n\n\nLa conversación parecía interminable El hombre no paraba de implorar y llorar todo el\ntiempo señalando a Elías y a la casa donde vivía el gobernador Los soldados parecían no\nconformarse con lo que decía\nFinalmente el oficial que hablaba su lengua se aproximó\n\n\nNuestro espía dijo señalando al hombre afirma que nos equivocamos Fue él quien\nnos dio los planos de la ciudad y podemos confiar en lo que dice No eres tú a quien\nqueríamos matar\n\n\nLo empujó con el pie y Elías cayó al suelo\n\n\nDice que irás a Israel a derrocar a la princesa que usurpó el trono Es verdad\n\n\nElías no contestó\n\n\nDime si es verdad insistió el oficial y podrás salir y volver a tu casa a tiempo de\nsalvar a aquella mujer y a su hijo\n\n\nSí es verdad dijo\n\n\nQuizás el Señor lo había escuchado y ayudaría a salvarlos\n\n\n\n\n \n Podríamos llevarte cautivo hasta Tiro y Sidón continuó el oficial pero aún\ntenemos muchas batallas por delante y tú serías una carga para nosotros Podríamos exigir\nun rescate por ti pero a quién Eres un extranjero hasta en tu propio país\n\n\nEl oficial pisó su rostro\n\n\nNo tienes ninguna utilidad No sirves para los enemigos y no sirves para los amigos Eres\ncomo tu ciudad no vale la pena dejar parte de nuestro ejército aquí para mantenerla bajo\nnuestro dominio Cuando hayamos conquistado la costa Akbar será nuestra de cualquier\nmanera\n\n\nTengo una pregunta dijo Elías Sólo una pregunta\n\n\nEl oficial lo miró desconfiado\n\n\nPor qué atacasteis de noche No sabéis que en todas las guerras se lucha durante el\ndía\nNo quebrantamos la ley no hay tradición que lo prohiba respondió el oficial Y tuvimos\nmucho tiempo para conocer el terreno Estabais tan preocupados por vuestras costumbres\nque os olvidasteis de que las cosas cambian\n\n\nSin añadir nada más el grupo se alejó Entonces se aproximó el espía y le desató las manos\n\n\nMe prometí a mí mismo que un día pagaría tu generosidad y he cumplido mi palabra\nCuando los asirios entraron en el palacio uno de los siervos informó que aquel a quien\nbuscaban estaba refugiado en casa de la viuda Mientras ellos iban hasta allí el verdadero\ngobernador consiguió escapar\n\n\nElías no prestaba atención El fuego crepitaba por todas partes y los gritos continuaban\n\n\n\n\n \n En medio de la confusión era posible advertir que un grupo aún mantenía la disciplina\nobedeciendo una orden invisible los asirios se retiraban en silencio\n\n\nLa batalla de Akbar había terminado\n\n\nEstá muerta se dijo No quiero ir allá porque ya está muerta O se salvó por un milagro\ny entonces vendrá a buscarme\n\n\nSu corazón sin embargo le pedía que se incorporase y fuese hasta la casa donde vivían\nElías luchaba contra si mismo no era solamente el amor de una mujer lo que estaba en\njuego en aquel momento sino toda su vida la fe en los designios del Señor la partida de su\nciudad natal la idea de que tenía encomendada una misión y era capaz de cumplirla\nMiró a su alrededor buscando una espada para acabar con su vida pero los asirios se\nhabían llevado todas las armas de Akbar Pensó en arrojarse a las llamas de las casas que\nardían pero tuvo miedo al dolor\n\n\nPor unos instantes permaneció completamente inactivo Poco a poco fue recobrando la\nconciencia de la situación en que se encontraba La mujer y su hijo ya debían de haber\npartido de esta tierra pero tenía que sepultarlos de acuerdo con las costumbres el trabajo\npara el Señor existiese Él o no era su único apoyo en aquel momento Después de cumplir\nsu deber religioso se entregaría al dolor y a la duda\n\n\nAdemás existía la remota posibilidad de que todavía estuvieran vivos No podía quedarse\nallí sin hacer nada\n\n\nNo quiero verlos con el rostro quemado y la piel despegada de la carne Sus almas ya están\ncorriendo libres por los cielos\n\n\nAun así comenzó a andar en dirección a la casa sofocado y confundido por la humareda\nque no dejaba ver bien el camino Poco a poco se fue dando cuenta de la situación en la\nciudad Aunque los enemigos se hubiesen retirado el pánico crecía de manera alarmante\n\n \n Las personas continuaban andando sin rumbo llorando pidiendo a los dioses por sus\nmuertos\n\n\nBuscó a alguien que pudiese ayudarlo pero había solamente un hombre a la vista en total\nestado de shock parecía hallarse lejos de allí\n\n\nEs mejor ir directamente y no pedir más ayuda Conocía Akbar como si fuese su ciudad\nnatal y consiguió orientarse a pesar de no reconocer muchos de los lugares por donde\nestaba acostumbrado a pasar En la calle escuchaba ahora gritos más coherentes La gente\ncomenzaba a entender que había sucedido una tragedia y era preciso reaccionar ante ella\n\n\nHay un herido aquí decía uno Necesitamos más agua No podremos controlar el\nfuego decía otro\n\n\nAyúdenme Mi marido está atrapado\n\n\nLlegó hasta el lugar donde muchos meses atrás había sido recibido y hospedado como un\namigo Una vieja estaba sentada en medio de la calle casi enfrente de la casa\ncompletamente desnuda Elías intentó ayudarla pero recibió un empujón\n\n\nSe está muriendo gritó la vieja Haz algo Retira esa pared de encima de ella\n\n\nY comenzó a gritar histéricamente Elías la tomó por los brazos y la empujó lejos porque el\nruido que hacía no le permitía escuchar los gemidos de la mujer El ambiente a su alrededor\nera de completa destrucción el techo y las paredes se habían desplomado y era difícil saber\ndónde la había visto exactamente la última vez Las llamas ya habían disminuido pero el\ncalor era aún insoportable atravesó los destrozos que cubrían el suelo y fue hasta el lugar\ndonde antes se encontraba la habitación de la mujer\n\n\nA pesar de la confusión que reinaba afuera consiguió distinguir un gemido Era su voz\nInstintivamente se sacudió el polvo de las ropas como si quisiera mejorar su apariencia y se\n\n \n quedó en silencio procurando concentrarse Oyó el crepitar del fuego el pedido de ayuda de\nalgunos ciudadanos sepultados en las casas vecinas y tuvo ganas de decirles que se\ncallasen pues necesitaba saber dónde estaban la mujer y su hijo Después de mucho\ntiempo escuchó de nuevo el ruido alguien arañaba la madera que estaba bajo sus pies\n\n\nSe arrodilló y empezó a cavar como un loco Removió la tierra piedras y madera\nFinalmente su mano tocó algo caliente era sangre\n\n\nNo te mueras por favor dijo\n\n\nDeja las ruinas encima de mí escuchó decir a su voz No quiero que veas mi rostro Ve\na ayudar a mi hijo\n\n\nÉl continuó cavando y la voz repitió\n\n\nVe a buscar el cuerpo de mi hijo Por favor haz lo que te pido\n\n\nElías dejó caer su cabeza sobre el pecho y comenzó a llorar bajito\n\n\nNo sé dónde está enterrado dijo Por favor no me dejes Necesito que te quedes\nconmigo Necesito que me enseñes a amar mi corazón ya está preparado\n\n\nAntes de que tú llegaras deseé la muerte durante muchos años Ella debe de haberme\nescuchado y ha venido a buscarme\n\n\nElla dio un gemido Elías se mordió los labios y no dijo nada Alguien tocó su hombro\n\n\nSe dio vuelta asustado y vio al muchacho Estaba cubierto de polvo y tizne pero parecía no\nestar herido\n\n\nDónde está mi madre preguntó\n\n \n Estoy aquí hijo mío respondió la voz bajo los escombros\nEl niño comenzó a llorar Elías lo abrazó\n\n\nEstás llorando hijo mío dijo la voz cada vez más débil No lo hagas A tu madre le\ncostó aprender que la vida tenía un sentido espero haber conseguido enseñártelo a ti\nCómo está nuestra ciudad\n\n\nElías y el niño permanecieron quietos agarrados el uno al otro\n\n\nEstá bien mintió Elías Murieron algunos guerreros pero los asirios ya se han retirado\nIban tras el gobernador para vengar la muerte de uno de sus generales\n\n\nDe nuevo el silencio Y de nuevo la voz cada vez más débil\n\n\nDime que mi ciudad se ha salvado\n\n\nLa ciudad está entera Y tu hijo está bien\n\n\nY tú\n\n\nYo he sobrevivido\n\n\nSabía que con estas palabras estaba liberando su alma y dejándola morir en paz\n\n\nPide a mi hijo que se arrodille dijo la mujer después de unos instantes Y quiero que\nme hagas un juramento en nombre del Señor tu Dios\n\n\nLo que quieras Todo lo que quieras\n\n\n\n\n \n Un día tú me dijiste que el Señor estaba en todas partes y yo te creí Dijiste que las almas\nno iban a lo alto de la Quinta Montaña y también creí en lo que decías Pero no me\nexplicaste adónde iban\n\n\nHe aquí el juramento vosotros no lloraréis por mí y cada uno cuidará del otro hasta que el\nSeñor permita que cada uno siga su camino A partir de ahora mi alma se mezcla con todo\nlo que conocí en esta tierra yo soy el valle las montañas que lo rodean la ciudad las\npersonas que caminan por sus calles Yo soy sus heridos y sus mendigos sus soldados sus\nsacerdotes sus comerciantes sus nobles Yo soy el suelo que pisas y el pozo que sacia la\nsed de todos\n\n\n No lloréis por mí porque no hay razón para estar triste A partir de ahora yo soy Akbar y la\nciudad es hermosa\n\n\nEl silencio de la muerte llegó y el viento dejó de soplar Elías ya no escuchaba más los gritos\nde afuera o el fuego crepitando en las casas de al lado oía solamente el silencio y casi\npodía tocarlo de tan intenso que era\n\n\n Entonces Elías apartó al niño rasgo sus vestiduras y dirigiéndose al cielo gritó con toda\nla fuerza de sus pulmones\n\n\nSeñor mi Dios Por Tu causa salí de Israel y no pude ofrecerte mi sangre como hicieron\nlos profetas que allí quedaron Fui llamado cobarde por mis amigos y traidor por mis\nenemigos\n\n\nPor Tu causa comí apenas lo que los cuervos me traían y crucé el desierto hasta Sarepta\nque sus habitantes llamaban Akbar Guiado por Tus manos encontré una mujer guiado por\nTi mi corazón aprendió a amarla En ningún momento empero olvidé mi verdadera misión\ndurante todos los días que pasé aquí siempre estuve listo para partir\n\n\n\n\n \n La bella Akbar ahora no pasa de ruinas y la mujer que me confiaste yace debajo de ellas\nDónde pequé Señor En qué momento me alejé de lo que deseabas de mí Si no\nestabas contento conmigo por qué no me llevaste de este mundo En vez de eso\nafligiste nuevamente a aquellos que me ayudaron y amaron\n\n\nNo entiendo Tus designios No veo justicia en Tus actos No soy capaz de aguantar el\nsufrimiento que me impusiste Aléjate de mi vida porque yo también soy ruina fuego y\npolvo\n\n\nEn medio del fuego y de la desolación Elías vio la luz Y el ángel del Señor apareció\n\n\nQué vienes a hacer aquí preguntó Elías No ves que ya es tarde\n\n\nVine para decirte que una vez más el Señor escuchó tu plegaria y lo que pides te será\nconcedido No escucharás más a tu ángel y yo no volveré a encontrarte hasta que se hayan\ncumplido tus días de prueba\n\n\nElías tomó al niño de la mano y empezaron a caminar sin rumbo La humareda que antes\nestaba siendo dispersada por el viento se concentraba ahora en las calles tornando el aire\nirrespirable\n\n\nQuizás sea un sueño pensó Quizás es una pesadilla\n\n\nTú le mentiste a mi madre le dijo el niño La ciudad está destruida\n\n\nQué importancia tiene Si ella no estaba viendo lo que pasaba a su alrededor por qué\nno dejarla morir feliz\n\n\nPorque ella confió en ti y dijo que era Akbar\n\n\n\n\n \n Se hirió un pie con los cascotes de vidrio y mica esparcidos por el suelo el dolor le demostró\nque no estaba soñando todo a su alrededor era terriblemente real Consiguieron llegar a la\nplaza donde cuánto tiempo atrás se reunía con el pueblo y le ayudaba a resolver sus\ndisputas el cielo estaba dorado con el fuego de los incendios\n\n\nNo quiero que mi madre sea esto que estoy viendo insistía el niño Tú le mentiste\n\n\nEl chico estaba consiguiendo mantener su juramento no había visto una sola lágrima en su\nrostro\n\n\nQué hago pensó Su pie sangraba y resolvió concentrarse en el dolor él lo alejaría de\nla desesperación\n\n\nMiró el corte que la espada del asirio había hecho en su cuerpo no era tan profundo como\nhabía imaginado Se sentó con el niño en el mismo lugar donde había sido atado por los\nenemigos y salvado por un traidor Se dio cuenta de que las personas ya no corrían\ncaminaban lentamente de un lado a otro en medio del humo del polvo y de las ruinas como\nsi fueran muertosvivos Parecían almas olvidadas por los cielos y condenadas a vagar\neternamente por la Tierra Nada tenía sentido\n\n\nAlgunos pocos reaccionaban Continuaba escuchando las voces de las mujeres y algunas\nórdenes contradictorias de soldados que habían sobrevivido a la masacre pero eran pocos y\nno estaban consiguiendo ningún resultado\n\n\nEl sacerdote había dicho una vez que el mundo era el sueño colectivo de los dioses Y si\nen el fondo él tuviese razón Podría ahora ayudar a los dioses a despertar de esta\npesadilla y adormecerlos de nuevo con un sueño más suave Cuando tenía visiones\nnocturnas siempre se despertaba y se volvía a dormir por qué no sucedía lo mismo con los\ncreadores del Universo\n\n\n\n\n \n Tropezaba con los muertos Ninguno de ellos se preocupaba ya por los impuestos a pagar\npor los asirios que acampaban en el valle por los rituales religiosos o por la existencia de un\nprofeta errante que un día tal vez les hubiese dirigido la palabra\n\n\nNo puedo quedarme aquí todo el tiempo La herencia que ella me dejó es este niño y seré\ndigno de eso aunque sea la última cosa que haga sobre la Tierra\n\n\nSe levantó con esfuerzo volvió a tomar al niño de la mano y volvieron a caminar Algunas\npersonas saqueaban las tiendas y almacenes que habían sido derribados Por primera vez\nintentó reaccionar ante lo que sucedía pidiéndoles que no hicieran eso pero ellas lo\napartaban de un empujón diciendo\n\n\nEstamos comiendo los restos de aquello que el gobernador devoró solo No nos molestes\n\n\nElías no tenía fuerzas para discutir Llevó al chico fuera de la ciudad y comenzaron a andar\npor el valle Los ángeles ya no volverían a venir con sus espadas de fuego\n\n\nLuna llena\n\n\nLejos del polvo y la humareda se podía ver la noche iluminada por la claridad de la luna\nHoras antes cuando había intentado dejar la ciudad rumbo a Jerusalén pudo encontrar su\ncamino sin dificultad lo mismo había sucedido con los asirios\n\n\nEl niño tropezó con un cuerpo y dio un grito\nEra el sacerdote tenía los brazos y las piernas amputados pero aún estaba vivo Sus ojos\nestaban fijos en la cumbre de la Quinta Montaña\n\n\nComo ves los dioses fenicios ganaron la batalla celestial dijo con dificultad pero con voz\nreposada La sangre se escurría de su boca\n\n\nDéjame terminar con tu sufrimiento respondió Elías\n\n \n El dolor no significa nada en comparación con la alegría de haber cumplido con mi deber\n\n\nTu deber era destruir una ciudad de hombres justos\n\n\nUna ciudad no muere sólo sus habitantes y las ideas que tenían Algún día otros llegarán\na Akbar beberán su agua y la piedra que su fundador dejó será pulida y cuidada por nuevos\nsacerdotes Sigue tu camino mi dolor terminará dentro de poco mientras que tu\ndesesperación permanecerá por el resto de tu vida\n\n\nEl cuerpo mutilado respiraba con dificultad y Elías lo dejó En ese momento un grupo de\ngente hombres mujeres y niños vino corriendo hacia él y lo rodeó\n\n\nFuiste tú gritaban Tú deshonraste a tu tierra y trajiste la maldición a nuestra ciudad\n\n\nQue los dioses vean esto Que sepan quién es el culpable\n\n\nLos hombres lo empujaban y lo sacudían por los hombros El niño se soltó de su mano y\ndesapareció Todos golpeaban su cara su pecho sus espaldas pero él sólo pensaba en el\nniño no había sido capaz siquiera de mantenerlo a su lado\n\n\nLa paliza no duró demasiado quizás estuviesen todos demasiado cansados de tanta\nviolencia Elías quedó tendido en el suelo\n\n\nVete de aquí dijo alguien Pagaste nuestro amor con tu odio\n\n\nEl grupo se apartó Él no tenía fuerzas para levantarse Cuando consiguió recuperarse de la\nvergüenza ya no era el mismo hombre No quería ni morir ni continuar viviendo No quería\nnada no tenía amor ni odio ni fe\n\n\n\n\n \n Se despertó con alguien tocándole la cara Aún era de noche pero la luna ya no estaba en el\ncielo\n\n\nPrometí a mi madre que cuidaría de ti dijo el muchacho Pero no sé qué hacer\n\n\nVuelve a la ciudad La gente es buena y alguien te acogerá\n\n\nEstás herido Hay que cuidar tu brazo Quizás aparezca un ángel y me diga qué tengo que\nhacer\n\n\nEres ignorante no entiendes nada de lo que está pasando gritó Elías los ángeles no\nvolverán más porque nosotros somos personas comunes y todos son débiles ante el\nsufrimiento Cuando las tragedias ocurren que las personas comunes se las arreglen como\npuedan\n\n\nRespiró hondo y procuró calmarse no servía de nada estar discutiendo\n\n\nCómo has llegado hasta aquí\n\n\nNo me fui\n\n\nEntonces viste mi vergüenza Has visto que ya no tengo nada que hacer en Akbar\n\n\nTú me dijiste que todas las batallas servían para algo incluso aquellas en las que somos\nderrotados\n\n\nÉl se acordaba de la caminata hasta el pozo la mañana anterior Pero parecía que desde\nentonces habían pasado años y él tenía ganas de decirle que las bellas palabras carecen de\nsignificado cuando se está delante del sufrimiento pero decidió no asustar al chico\n\n\nCómo escapaste del incendio\n\n \n El niño bajó la cabeza\n\n\nNo había dormido Decidí pasar la noche en claro para ver si tú y mamá os encontrabais\nen su cuarto Vi cuando las primeros soldados entraron\n\n\nElías se levantó y empezó a andar Buscaba la roca frente a la Quinta Montaña donde cierta\ntarde había contemplado la puesta de sol con la mujer\n\n\nNo debo ir pensaba Me desesperaré aún más\n\n\nPero una fuerza lo empujaba en aquella dirección Cuando llegó allí lloró amargamente al\nigual que la ciudad de Akbar el lugar estaba marcado por una piedra pero él era el único en\ntodo aquel valle que entendía su significado no sería alabada por nuevos habitantes ni\npulida por parejas que descubren el sentido del amor\n\n\nTomó al chico en sus brazos y se volvió a dormir\n\n\nTENGO HAMBRE Y SED le dijo el niño a Elías en cuanto se despertó\n\n\nPodemos ir a casa de unos pastores que viven aquí cerca No les debe de haber pasado\nnada porque no vivían en Akbar\n\n\nTenemos que arreglar la ciudad Mi madre dijo que ella era Akbar\n\n\nQué ciudad Ya no existía palacio ni mercado ni murallas Las personas decentes se\nhabían transformado en salteadores y los jóvenes soldados habían sido masacrados Los\nángeles ya no volverían más pero éste era el menor de sus problemas\n\n\nCrees que la destrucción el dolor las muertes de anoche tuvieron un significado\nCrees que es necesario destruir millares de vidas para enseñar lo que sea a alguien\n\n \n El chico lo miró espantado\n\n\nOlvida lo que dije Vamos a buscar al pastor\n\n\nY vamos a arreglar la ciudad insistió el niño\nElías no respondió Sabía que ya no podría recurrir a su autoridad con el pueblo que lo\nacusaba de haber traído la desgracia El gobernador había huido el comandante estaba\nmuerto Tiro y Sidón posiblemente caerían pronto bajo el dominio extranjero Quizás la mujer\ntuviera razón los dioses cambian siempre y esta vez era el Señor quien había partido\n\n\nCuándo volveremos allí preguntó el niño Elías lo sujetó por los hombros y comenzó a\nsacudirlo con violencia\n\n\nMira para atrás Tú no eres un ángel ciego sino un muchacho que quería estar vigilando\nlo que hacía su madre Qué ves Ves las columnas de humo que suben Sabes lo que\nsignifica eso\n\n\nMe haces daño Quiero salir de aquí quiero irme\n\n\nPerdóname no sé lo que estoy haciendo\n\n\nEl chico sollozaba pero sin que una sola lágrima corriese por sus mejillas Él se sentó a su\nlado esperando que se calmase\n\n\nNo te vayas le pidió Cuando tu madre partió le prometí que me quedaría contigo\nhasta que pudieses seguir tu propio camino\n\n\nTambién le prometiste que la ciudad estaba entera Y ella dijo\n\n\n\n\n \n No necesitas repetirlo Estoy confundido perdido en mi propia culpa Déjame encontrarme\nconmigo mismo Discúlpame no quería herirte\n\n\nEl chico lo abrazó Pero de sus ojos no cayó ni una lágrima\nLlegaron a la casa en medio del valle Una mujer estaba en la puerta y dos niños pequeños\njugaban enfrente El rebaño estaba en el cercado lo que significaba que el pastor no había\nsalido a las montañas aquella mañana\n\n\nLa mujer miró asustada al hombre y al niño que se aproximaban Tuvo el impulso de gritarles\nque se fueran pero la tradición y los dioses exigían que cumpliese la ley universal de la\nhospitalidad Si no los acogía ahora sus hijos podían sufrir el mismo trato en el futuro\n\n\nNo tengo dinero dijo pero puedo daros un poco de agua y alguna comida\n\n\nSe sentaron en una pequeña galería con techo de paja y ella trajo frutas secas junto con un\npote de agua Comieron en silencio recobrando un poco la sensación por primera vez\ndesde la noche anterior de cumplir una rutina normal diaria Los niños asustados por la\napariencia de ambos se habían refugiado dentro de la casa\n\n\nCuando terminó su plato Elías preguntó por el pastor\n\n\nLlegará pronto respondió ella Anoche oímos mucho ruido y alguien vino esta mañana\ndiciendo que Akbar había sido destruida así que él fue a ver qué había pasado\n\n\nLos hijos la llamaron y ella entró\n\n\nEs inútil tratar de convencer al chico pensó Elías No me dejará en paz hasta que yo\nhaga lo que me pide Tengo que demostrarle que es imposible y sólo así se convencerá\n\n\nLa comida y el agua habían provocado el milagro se sentía otra vez formando parte del\nmundo\n\n \n Su pensamiento fluía con una rapidez increíble procurando soluciones en vez de respuestas\n\n\nUn poco más tarde llegó el pastor Miró con recelo al hombre y al niño preocupado por la\nseguridad de su familia Pero pronto entendió lo que estaba pasando\n\n\nDebéis de ser refugiados de Akbar dijo Estoy llegando de allá\n\n\nY qué está pasando preguntó el chico\n\n\nLa ciudad fue destruida y el gobernador huyó Los dioses desorganizaron el mundo\n\n\nHemos perdido todo cuanto teníamos dijo Elías Nos gustaríaque nos\nacogieran\n\n\nCreo que mí mujer lo ha hecho ya pues os alimentó Ahora debéis partir y enfrentar lo\ninevitable\n\n\nNo sé qué hacer con un niño Necesito ayuda\n\n\nClaro que sabes Él es joven parece inteligente y tiene energía Tú tienes la experiencia\nde quien conoció muchas victorias y derrotas en esta vida Es una combinación perfecta\nporque puedes ayudarlo a encontrar la sabiduría\n\n\nEl hombre miró la herida del brazo de Elías Dijo que no era grave entró en la casa y volvió\npoco después con algunas hierbas y un pedazo de tejido El chico lo ayudó a colocar el\nmedicamento en su lugar Cuando el pastor le dijo que podía hacer aquello solo el niño le\nrespondió que había prometido a su madre cuidar de aquel hombre\n\n\nEl pastor se rió\n\n\nTu hijo es un hombre de palabra\n\n \n Yo no soy su hijo Y él también es un hombre de palabra Irá a reconstruir la ciudad porque\ntiene que hacer volver a mi madre como hizo conmigo\nElías entendió de repente la preocupación del niño pero antes de que pudiese decir nada el\npastor gritó hacia dentro de la casa avisando a la mujer que estaba saliendo en aquel\nmomento\n\n\nEs mejor reconstruir pronto la vida dijo Pasará mucho tiempo antes de que todo\nvuelva a ser como antes\n\n\nNunca volverá\n\n\nTienes aspecto de ser un joven sabio y puedes entender muchas cosas que yo no\ncomprendo Pero la naturaleza me enseñó algo que no olvidaré nunca un hombre depende\ndel tiempo y de las estaciones y solo así un pastor consigue sobrevivir a las cosas\ninevitables Él cuida a su rebaño trata a cada animal como si fuese el único procura ayudar\na las madres con las crías y nunca se aleja demasiado del lugar donde los animales puedan\nbeber No obstante de vez en cuando una de las ovejas a las que se dedicó tanto termina\nmuriendo en un accidente Puede ser una serpiente un animal salvaje o incluso una caída\npor un precipicio Pero lo inevitable siempre sucede\n\n\nElías miró en dirección a Akbar y recordó la conversación con el ángel Lo inevitable siempre\nsucede\n\n\nEs preciso disciplina y paciencia para superarlo dijo el pastor\n\n\nY esperanza Cuando ella se termina no se pueden gastar las energías luchando contra lo\nimposible\n\n\nNo se trata de esperanza en el futuro Se trata de recrear el propio pasado\n\n\n \n El pastor ya no tenía prisa su corazón se llenó de piedad por los refugiados Ya que él y su\nfamilia se habían salvado de la tragedia nada costaba ayudarlos para agradecer a los\ndioses Además ya había oído hablar del profeta israelita que subió a la Quinta Montaña sin\nser alcanzado por el fuego del cielo todo indicaba que debía de tratarse del hombre que\ntenía enfrente\n\n\nPodéis quedaros un día mas si queréis\n\n\nNo entendí lo que dijiste antes comentó Elías sobre recrear el propio pasado\n\n\nYo veía siempre a las personas que pasaban por aquí en dirección a Tiro y Sidón\nAlgunas se quejaban de que no habían conseguido nada en Akbar e iban en busca de un\nnuevo destino\n\n\nUn día esas personas retornaban No habían conseguido lo que estaban buscando porque\nhabían cargado consigo junto con el equipaje el peso del propio fracaso anterior Alguna\nque otra volvía habiendo conseguido un empleo en el gobierno o con la alegría de haber\neducado mejor a los hijos pero nada más Porque el pasado en Akbar las había dejado\ntemerosas y no tenían confianza en sí mismas como para arriesgar mucho\n\n\nPor otro lado también pasaron por mi puerta personas llenas de entusiasmo Habían\naprovechado cada minuto de vida en Akbar y obtenido con mucho esfuerzo el dinero\nnecesario para el viaje que querían hacer Para estas personas la vida era una constante\nvictoria y continuaría siéndolo\n\n\nEstas personas también retornaban pero con historias maravillosas Habían conquistado\ntodo lo que deseaban porque no estaban limitadas por las frustraciones del pasado\nLas palabras del pastor llegaron al corazón de Elías\n\n\n\n\n \n No es difícil reconstruir una vida así como no es imposible levantar a Akbar de sus ruinas\ncontinuó el pastor Basta tener conciencia de que continuamos con la misma fuerza que\nteníamos antes y usar esto en nuestro favor\n\n\nY concluyó\n\n\nSi tienes un pasado que no te deja satisfecho olvídalo ahora Imagina una nueva historia\npara tu vida y cree en ella Concéntrate sólo en los momentos en que conseguiste lo que\ndeseabas y esta fuerza te ayudará a conseguir lo que deseas ahora\n\n\nHubo un momento en que deseé ser carpintero y después quise ser un profeta enviado\npara la salvación de Israel pensó Elías Los ángeles descendían del cielo y el Señor\nhablaba conmigo Hasta que entendí que Él no era justo y que sus motivos siempre\npermanecerán incomprensibles para mí\n\n\nEl pastor gritó a su mujer diciéndole que había decidido quedarse pues al fin de cuentas ya\nhabía ido a pie hasta Akbar y tenía pereza de hacer otra caminata\n\n\nGracias por acogernos dijo Elías\n\n\nNo queréis quedaros esta noche\n\n\nEl niño interrumpió el diálogo\n\n\nQueremos volver a Akbar\n\n\nEsperad hasta mañana La ciudad está siendo saqueada por sus propios habitantes y no\nhay lugar para dormir\n\n\n\n\n \n El chico bajó la cabeza se mordió los labios y una vez más se resistió al llanto El pastor los\nllevó al interior de la casa tranquilizó a la mujer y los niños y pasó el resto del día\nconversando sobre el tiempo para distraer a los huéspedes\n\n\nAL DÍA SIGUIENTE los dos se levantaron temprano comieron un refrigerio preparado por la\nmujer del pastor y se despidieron en la puerta de la casa\n\n\nQue tu vida sea larga y tu rebaño crezca siempre dijo Elías Comí lo que mi cuerpo\nnecesitaba y mi alma aprendió lo que no sabía Que Dios nunca olvide lo que habéis hecho\npor nosotros y que vuestros hijos no sean extranjeros en una tierra extraña\n\n\nNo sé a qué dios te refieres son muchos los habitantes de la Quinta Montaña dijo el\npastor con dureza para luego en seguida cambiar de tono Recuerda las cosas buenas\nque hiciste ellas te darán valor\n\n\nHice muy pocas y ninguna de ellas debida a mis buenas cualidades\n\n\nEntonces es hora de hacer más\n\n\nTal vez yo podría haber evitado la invasión\n\n\nEl pastor se rió\nAunque hubieras sido el mismísimo gobernador de Akbar no habrías conseguido detener\nlo inevitable\n\n\nQuizás el gobernador debería haber atacado a los asirios cuando ellos llegaron al valle\ncon pocas tropas O negociado la paz antes de que la guerra estallara\n\n\nTodo lo que podía suceder pero no sucedió termina siendo llevado por el viento y no deja\nningún rastro dijo el pastor La vida está hecha de nuestras actitudes Y existen\n\n\n \n ciertas cosas que los dioses nos obligan a vivir No importa cuál es la razón que tienen para\nesto y no sirve de nada hacer lo posible para que pasen lejos de nosotros\n\n\nPara qué\n\n\nPregúntaselo a un profeta israelita que vivía en Akbar Parece que él tiene respuesta para\ntodo\n\n\nEl hombre caminó en dirección al cercado Tengo que llevar mi rebaño a pastar dijo\nAnoche no salieron de aquí y están impacientes Se despidió agitando el brazo en alto en\nseñal de saludo y partió con sus ovejas\n\n\nEL NIÑO Y EL HOMBRE seguían por el valle\n\n\nEstás caminando muy despacio decía el chico Tienes miedo de lo que pueda pasarte\n\n\nSólo tengo miedo de mí mismo respondió Elías No pueden hacerme nada porque mi\ncorazón ya no existe\n\n\nEl Dios que me trajo de regreso de la muerte aún está vivo Él puede hacer volver a mi\nmadre si tú haces lo mismo con la ciudad\n\n\nOlvida a este Dios Está lejos y ya no hace los milagros que esperamos de Él\n\n\nEl pastor tenía razón A partir de aquel momento era preciso reconstruir su propio pasado\nolvidar que algún día se había creído un profeta que tenía que libertar a Israel pero había\nfracasado en su misión de salvar a una simple ciudad\n\n\nEl pensamiento le dio una extraña sensación de euforia Por primera vez en su vida se sintió\nlibre listo para hacer lo que le pareciera en el momento en que lo deseara No escucharía a\nmás ángeles es verdad pero en compensación estaría libre para retornar a Israel volver a\n\n \n trabajar como carpintero viajar hasta Grecia para aprender cómo pensaban sus sabios o\npartir junto con los navegantes fenicios hacia las tierras del otro lado del mar\n\n\nAntes sin embargo precisaba vengarse Había dedicado los mejores años de su juventud a\nun Dios sordo que vivía dando órdenes y siempre haciendo las cosas a Su modo Había\naprendido a aceptar Sus decisiones y a respetar Sus designios Pero su fidelidad había sido\nretribuida con el abandono su dedicación fue ignorada y sus esfuerzos para cumplir la\nvoluntad Suprema habían tenido como resultado la muerte de la única mujer a quien había\namado en toda su vida\n\n\nTienes toda la fuerza del mundo y de las estrellas dijo Elías en su lengua natal para que\nel niño a su lado no entendiese el significado de las palabras Puedes destruir una ciudad\nun país como nosotros destruimos a los insectos Entonces envía el fuego del cielo y acaba\ncon mi vida ahora porque si no lo haces a partir de ahora iré contra Tu obra\n\n\nAkbar surgió a la distancia Él tomó la mano del niño y la apretó con fuerza\n\n\nA partir de aquí y hasta cruzar los portones de la ciudad yo caminaré con los ojos cerrados\ny es preciso que tú me guíes le pidió Si muero durante el camino haz tú lo que me\npediste a mí reconstruye Akbar aunque para eso necesites primero crecer y después\naprender cómo cortar la madera o tallar las piedras\n\n\nEl niño no dijo nada Elías cerró los ojos y se dejó guiar Escuchaba el ruido del viento y el\nsonido de sus propios pasos en la arena\n\n\nSe acordó de Moisés que después de liberar y conducir al pueblo elegido por el desierto\nsuperando enormes dificultades fue impedido por Dios de entrar en Canaán En aquella\nocasión Moisés había dicho\n\n\nTe ruego que me dejes pasar para que yo vea esta buena tierra más allá del Jordán\n\n\n \n No obstante el Señor se indignó con su pedido y le dijo\n\n\nBasta No me hables más sobre esto Dirige tu mirada hacia el Occidente y hacia el Norte y\nhacia el Sur y hacia el Oriente y contémplalos con tus propios ojos porque no pasarás este\nJordán\n\n\nAsí es como el Señor había retribuido la larga y ardua tarea de Moisés no permitiéndole\nponer sus pies en la Tierra Prometida Qué habría pasado si él hubiera desobedecido\n\n\nElías volvió a dirigir su pensamiento hacia los cielos\n\n\nMi Señor esta batalla no fue entre asirios y fenicios sino entre Tú y yo No me avisaste de\nnuestra guerra particular y como siempre venciste e hiciste cumplir Tu voluntad Destruiste\na la mujer que amé y a la ciudad que me acogió cuando estaba lejos de mi patria\n\n\nEl viento sopló más fuerte en sus oídos Elías sintió miedo pero continuó\nNo puedo traer a la mujer de vuelta pero puedo cambiar el destino de Tu obra de\ndestrucción Moisés aceptó Tu voluntad y no cruzó el río Yo sin embargo seguiré adelante\nmátame en este momento porque si me dejas llegar a las puertas de la ciudad reconstruiré\nlo que quisiste barrer de la faz de la Tierra E iré en contra de Tu decisión\n\n\nNo dijo nada más Vació su pensamiento y aguardó la muerte Durante mucho tiempo se\nconcentró solamente en el sonido de los pasos en la arena no quería escuchar voces de\nángeles ni amenazas del Cielo Su corazón estaba libre y ya no temía lo que pudiera pasar\nNo obstante en las profundidades de su alma algo empezó a molestarlo como si hubiera\nolvidado algo importante\n\n\nLargo rato después el niño se detuvo y sacudió el brazo de Elías\n\n\nLlegamos dijo\n\n\n \n Él abrió los ojos El fuego del cielo no había descendido y las murallas destruidas de Akbar lo\nrodeaban\n\n\nMiró al chico que ahora apretaba su mano como si temiera que él pudiese escapar Lo\namaba No tenía idea Pero estas reflexiones podían ser dejadas para más tarde ahora\ntenía una tarea que cumplir La primera en muchos años que no le había sido impuesta por\nDios\n\n\nDesde donde estaban podían sentir el olor a quemado Aves de rapiña volaban en círculo en\nel cielo esperando el momento adecuado para devorar los cadáveres de los centinelas que\nse pudrían al sol Elías se acercó a uno de los soldados muertos y tomó la espada de su\ncinto En la confusión de la noche anterior los asirios habían olvidado recoger las armas que\nestaban fuera de la ciudad\n\n\nPara qué la quieres preguntó el niño\n\n\nPara defenderme\n\n\nLos asirios ya no están\n\n\nAun así es conveniente llevarla Tenemos que estar preparados\n\n\nSu voz temblaba Era imposible saber lo que sucedería a partir de ahora cuando cruzaran la\nmuralla semidestruida pero estaba listo para matar a quien intentase humillarlo\n\n\nFui destruido como esta ciudad le dijo al niño Pero también como esta ciudad aún no\nhe completado mi misión\n\n\nEl chico sonrió\n\n\nHablas como antes dijo\n\n \n No te dejes engañar por las palabras Antes yo tenía el objetivo de expulsar a Jezabel del\ntrono y devolver Israel al Señor pero ahora que Él nos olvidó nosotros también debemos\nolvidarlo Mi misión es hacer lo que tú me pides\n\n\nEl niño lo miró desconfiado\n\n\nSin Dios mi madre no retornará de los muertos\n\n\nElías le acarició la cabeza\n\n\nFue sólo el cuerpo de tu madre el que partió Ella continúa entre nosotros y como nos dijo\nes Akbar Tenemos que ayudarla a recuperar su belleza\nLa ciudad estaba casi desierta Ancianos mujeres y niños caminaban por las calles\nrepitiendo la escena que había visto la noche de la invasión Parecían no saber exactamente\ncuál era la próxima decisión a tomar\n\n\nCada vez que se cruzaban con alguien el niño notaba que Elías apretaba con fuerza el puño\nde la espada Pero las personas mostraban indiferencia la mayoría reconocía al profeta de\nIsrael algunos lo saludaban con la cabeza y nadie le dirigía una palabra ni siquiera de odio\n\n\nHan perdido hasta el sentimiento de rabia pensó mirando a lo alto de la Quinta Montaña\ncuya cumbre continuaba cubierta por sus nubes eternas Entonces recordó las palabras del\nSeñor\n\n\nLanzaré vuestros cadáveres sobre los cadáveres de vuestros dioses mi alma se hastiará de\nvosotros Vuestra tierra será asolada y vuestras ciudades quedarán desiertas En cuanto a\nlos que de vosotros quedaren os pondré en el corazón tal ansiedad que el ruido de una hoja\nmovida os perseguirá Y caeréis sin que nadie os persiga\n\n\n\n\n \n HE AQUÍ TU OBRA Señor cumpliste con Tu palabra y los muertosvivos continúan\npaseando sobre la Tierra Y Akbar es la ciudad escogida para albergarlos\n\n\nLos dos fueron hasta la plaza principal se sentaron sobre algunos escombros y miraron a su\nalrededor La destrucción parecía más dura e implacable de lo que él había pensado el\ntecho de la mayoría de las casas se había desplomado y la suciedad y los insectos estaban\ninvadiendo todo\n\n\nEs preciso remover a los muertos dijo él o la peste entrará en la ciudad por su puerta\nprincipal\n\n\nEl niño mantenía los ojos bajos\n\n\nLevanta la cabeza le dijo Elías Tenemos que trabajar mucho para que tu madre se\nponga contenta\n\n\nPero el chico no obedeció comenzaba a comprender que en algún lugar de aquellas ruinas\nestaba el cuerpo que un día lo trajo a la vida y que este cuerpo estaba en un estado\nparecido a todos los otros que se esparcían a su alrededor\n\n\nElías no insistió Se levantó cargó un cadáver en sus hombros y lo llevó al centro de la\nplaza No conseguía recordar las recomendaciones del Señor sobre el entierro de los\nmuertos pero necesitaba impedir que la peste llegase y la única salida era incinerarlos\n\n\nTrabajó durante toda la mañana El niño no salió del lugar y no levantó la vista ni por un\ninstante pero cumplió lo que le había prometido a su madre ninguna lágrima cayó sobre el\nsuelo de Akbar\n\n\nUna mujer se detuvo y permaneció algún tiempo contemplando su actividad\n\n\n\n\n \n El hombre que resolvía los problemas de los vivos ahora arregla los cuerpos de los\nmuertos comentó\n\n\nDónde están los hombres de Akbar preguntó Elías\n\n\nSe fueron y además se llevaron con ellos lo poco que había sobrado Ya no existe nada\npor lo que valga la pena quedarse Sólo no han abandonado la ciudad los incapaces de\nhacerlo los viejos las viudas los huérfanos\n\n\nPero ellos llevaban aquí varias generaciones No se puede desistir tan fácilmente\n\n\nIntenta explicar eso a alguien que perdió todo\n\n\nAyúdame dijo Elías cargando otro cuerpo sobre los hombros y colocándolo en la pila\n Vamos a incinerarlos para que el dios de la peste no nos venga a visitar Le horroriza el olor\na carne quemada\nQue venga el dios de la peste dijo la mujer y que nos lleve a todos lo más rápidamente\nposible\n\n\nElías continuó su trabajo La mujer se sentó al lado del niño y se quedó mirando lo que hacía\nAlgún tiempo después volvió a aproximarse\n\n\nPor qué deseas salvar una ciudad condenada\n\n\nSi me detengo a reflexionar me sentiré incapaz de hacer lo que quiero respondió él\n\n\nEl viejo pastor tenía razón su única salida era olvidar su pasado de inseguridades y crear\nuna nueva historia para sí mismo El antiguo profeta había muerto junto con una mujer en\nlas llamas de su casa ahora era un hombre sin fe en Dios y con muchas dudas Pero\ncontinuaba vivo incluso después de desafiar las maldiciones divinas Si quería continuar su\ncamino tenía que cumplir lo que se proponía\n\n \n La mujer eligió el cuerpo más leve y lo arrastró por los pies hasta la pila que Elías había\ncomenzado\n\n\nNo es por miedo al dios de la peste dijo ella ni por Akbar ya que los asirios retornarán\npronto Es por el chico sentado allí con la cabeza baja él necesita entender que aún tiene\nuna vida por delante\n\n\nGracias dijo Elías\n\n\nNo me agradezcas En algún lugar de estas ruinas encontraremos el cuerpo de mi hijo\nTenía más o menos la misma edad que ese chico\n\n\nElla se cubrió el rostro con las manos y lloró copiosamente Elías la tomó delicadamente por\nel brazo\nEl dolor que tú y yo sentimos no acabará nunca pero el trabajo nos ayudará a soportarlo\nEl sufrimiento no tiene fuerzas para herir a un cuerpo cansado\n\n\nPasaron el día entero dedicados a la macabra tarea de recoger y apilar muertos La mayor\nparte eran jóvenes a los que los asirios habían identificado como integrantes del ejército de\nAkbar Más de una vez reconoció a algún amigo y lloró pero no interrumpió su tarea\n\n\nAl atardecer estaban exhaustos Aun así el trabajo realizado distaba mucho de ser\nsuficiente y ningún otro habitante de Akbar los había ayudado\n\n\nLos dos volvieron junto al niño Por primera vez él levantó la cabeza\n\n\nTengo hambre dijo\n\n\nVoy a buscar algo respondió la mujer Hay bastante comida escondida en varias casas\nde Akbar porque la gente se había preparado para un sitio prolongado\n\n \n Trae comida para mí y para ti porque cuidamos de la ciudad con el sudor de nuestra frente\ndijo Elías Pero si este niño quiere comer tendrá que cuidar de sí mismo\n\n\nLa mujer lo comprendió Habría actuado del mismo modo con su propio hijo Fue hasta el\nlugar donde antes había estado su casa casi todo había sido revuelto por los saqueadores\nen busca de objetos de valor y su colección de jarros creada por grandes maestros vidrieros\nde Akbar yacía hecha pedazos por el suelo Pero encontró la harina y las frutas secas que\nhabía almacenado\n\n\nRegresó a la plaza y dividió parte de la comida con Elías El niño no dijo nada\n\n\nUn anciano se aproximó\n\n\nHe visto que habéis pasado el día entero recogiendo cuerpos dijo Estáis perdiendo el\ntiempo No sabéis que los asirios volverán después de haber conquistado Tiro y Sidón Es\nmejor que venga el dios de la peste a habitar aquí para destruirlos\n\n\nNo hacemos esto por ellos ni por nosotros respondió Elías Ella trabaja para demostrar\na un niño que aún existe un futuro y yo para demostrar que ya no existe el pasado\n\n\nEl profeta ya no constituye una amenaza para la gran princesa de Tiro Qué sorpresa\nJezabel gobernará Israel hasta el fin de sus días y siempre tendremos un lugar hacia donde\nhuir si los asirios no fueran generosos con los vencidos\n\n\nElías no dijo nada El nombre que antes le suscitaba tanto odio ahora le sonaba\nextrañamente distante\n\n\nAkbar será reconstruida de cualquier manera insistió el anciano Son los dioses los\nque escogen los lugares donde se levantan las ciudades y no la abandonarán Pero\npodemos dejar ese trabajo para las generaciones futuras\n\n \n Podemos Pero no lo haremos\n\n\nY Elías le dio la espalda al viejo clausurando la conversación\n\n\nLos tres durmieron a la intemperie La mujer abrazó al niño y notó que su barriga roncaba de\nhambre Pensó en darle un poco de comida pero pronto cambió de idea el cansancio físico\nrealmente disminuía el dolor y aquel niño que parecía estar sufriendo mucho necesitaba\nocuparse con algo Quizás el hambre lo impulsara a trabajar\n\n\nAL DÍA SIGUIENTE Elías y la mujer reanudaron la tarea El anciano que se había acercado\nla noche anterior volvió a buscarlos\n\n\nNo tengo nada que hacer y podría ayudaros dijo Pero no tengo casi fuerzas para\ncargar cuerpos\n\n\nEntonces junta las maderas pequeñas y los ladrillos Barre las ceniza\nEl viejo comenzó a Hacer lo que le pedían\n\n\nCuando el sol alcanzó el medio del cielo Elías se sentó en el suelo exhausto Sabía que su\nángel estaba a su lado pero ya no podía escucharlo\n\n\nDe qué sirve Fue incapaz de ayudarme cuando lo necesité y ahora no quiero sus\nconsejos todo lo que tengo que hacer es dejar esta ciudad en orden mostrar a Dios que\npuedo ser capaz de enfrentarlo y después partir hacia donde se me ocurra\nJerusalén no estaba lejos apenas siete días de camino sin lugares demasiado difíciles de\natravesar pero allí era buscado como traidor Quizás fuera mejor ir a Damasco o conseguir\nun empleo como escriba en alguna ciudad griega\n\n\nSintió que alguien lo tocaba Se dio vuelta y vio al niño con un pequeño jarro\n\n\n \n Lo encontré en una de las casas dijo el chico ofreciéndoselo\n\n\nEstaba lleno de agua Elías bebió hasta el final\n\n\nCome algo dijo Estás trabajando y mereces tu recompensa\n\n\nPor primera vez desde la noche de la invasión una sonrisa apareció en los labios del chico\nque salió corriendo hacia el lugar donde la mujer había dejado las frutas y la harina\n\n\nÉl volvió al trabajo Entraba en las casas destruidas apartaba los escombros cogía los\ncuerpos y los llevaba a la pila en el centro de la plaza El vendaje que el pastor había hecho\nen su brazo se había caído pero no tenía importancia necesitaba demostrarse a sí mismo\nque era lo bastante fuerte para recuperar su dignidad\n\n\nEl anciano que ahora juntaba la basura desparramada por la plaza tenía razón pronto los\nenemigos estarían de vuelta recogiendo los frutos de lo que no habían plantado Elías\nestaba ahorrando trabajo a los asesinos de la única mujer que había amado en toda su vida\npuesto que los asirios eran supersticiosos y reconstruirían Akbar de cualquier manera Según\nlas creencias los dioses habían distribuido las ciudades de manera organizada en armonía\ncon los valles los animales los ríos y los mares En cada una de ellas conservaron un\nespacio sagrado para descansar durante sus largos viajes por el mundo Cuando una ciudad\nera destruida había siempre un gran riesgo de que los cielos cayesen sobre la Tierra\n\n\nContaba la leyenda que el fundador de Akbar había pasado por allí centenares de años\natrás proveniente del Norte Decidió dormir en el lugar y para marcar el sitio donde había\ndejado sus cosas clavó un palo en el suelo Al día siguiente no consiguió arrancarlo y\nentendió la voluntad del Universo marcó con una piedra el punto donde el milagro había\nsucedido y descubrió una naciente de agua cerca de allí Poco a poco algunas tribus se\nfueron instalando en torno a la piedra y al pozo Akbar había nacido\n\n\n\n\n \n El gobernador le había explicado cierta vez que según la tradición fenicia toda ciudad era un\ntercer punto el elemento de unión entre la voluntad del Cielo y la voluntad de la Tierra El\nUniverso hacía que la simiente se transformase en planta el suelo permitía que la planta se\ndesarrollara el hombre la recogía y la llevaba a la ciudad donde consagraban las ofrendas a\nlos dioses que después eran dejadas\nen las montañas sagradas Aun sin haber viajado mucho Elías sabía que esta visión era\ncompartida por muchas naciones del mundo\n\n\nLos asirios tenían miedo de dejar a los dioses de la Quinta Montaña sin alimento no\ndeseaban acabar con el equilibrio del Universo\n\n\nPor qué pienso todo esto si ésta es una lucha entre mi voluntad y la de mi Señor que me\nabandonó en medio de las tribulaciones\nVolvió a sentir la misma sensación que había tenido el día anterior cuando desafiaba a Dios\nse estaba olvidando de algo muy importante y no conseguía recordar de qué incluso\nforzando su memoria\n\n\nUN NUEVO DÍA PASÓ y ya habían recogido la mayor parte de los cuerpos cuando se\naproximó otra mujer\n\n\nNo tengo qué comer dijo\n\n\nNi nosotros respondió Elías Ayer y hoy hemos dividido entre tres lo que había sido\nguardado para uno Busca en donde puedes conseguir alimento y si encuentras avísame\n\n\nCómo voy a encontrarlo\n\n\nPregunta a los niños Ellos lo saben todo Desde que le había ofrecido el agua el niño\nparecía recobrar un poco de gusto por la vida Elías le mandó ayudar al viejo en la recogida\nde basura y destrozos pero no había conseguido mantenerlo trabajando por mucho tiempo\nahora jugaba con los otros chicos en una esquina de la plaza\n\n \n Mejor así Ya le tocará sudar cuando sea adulto Pero no se arrepentía de haberle hecho\npasar hambre una noche entera bajo el pretexto de que necesitaba trabajar Si lo hubiera\ntratado como a un pobre huérfano víctima de la maldad de guerreros asesinos jamás habría\nsalido de la depresión en que estaba sumido cuando entraron en la ciudad Ahora tenía la\nintención de dejarlo algunos días solo encontrando sus propias respuestas para lo que había\nsucedido\n\n\nCómo es que los niños pueden saber algo insistió la mujer que pedía alimento\n\n\nCompruébalo tú misma\n\n\nLa mujer y el anciano que ayudaban a Elías la vieron conversar con los niños que jugaban en\nla calle Ellos le dijeron algo después de lo cual ella sonrió y desapareció por una esquina de\nla plaza\n\n\nCómo descubriste que los niños sabrían preguntó el viejo\n\n\nPorque ya fui niño un día y sé que la infancia olvida el pasado dijo acordándose otra\nvez de la conversación con el pastor Ellos se quedaron horrorizados la noche de la\ninvasión pero ya no se preocupan más por esto la ciudad se ha transformado en un\ninmenso parque donde pueden entrar y salir de cualquier sitio sin ser molestados y es lógico\nque terminen descubriendo la comida que los habitantes almacenaron para resistir el cerco\nde Akbar\n\n\nUn niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto a ponerse contento sin motivo a\nestar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea\nFue por causa de este muchacho que yo regresé a Akbar\nAquella tarde algunos viejos y mujeres se incorporaron a la tarea de recoger a los muertos\nLos niños alejaban a las aves de rapiña y traían pedazos de madera y tejido Cuando cayó la\n\n\n \n noche Elías prendió fuego a la inmensa pila de cuerpos Los supervivientes de Akbar\ncontemplaron en silencio la humareda que subía hacia el cielo\n\n\nCuando terminó su tarea se desmayó de cansancio Antes de dormir sin embargo\nreapareció la sensación que había tenido por la mañana de que algo muy importante luchaba\ndesesperadamente por regresar a su memoria No era nada que hubiera aprendido durante\nel tiempo que vivió en Akbar sino una historia antigua que parecía dar sentido a todo lo que\nestaba sucediendo\n\n\nDurante aquella noche un hombre entró en la tienda de Jacob y luchó con él hasta el\namanecer Viendo que no podía vencerlo le dijo Déjame ir\n\n\nRespondió Jacob No te dejaré ir si no me bendices\n\n\nEntonces el hombre le dijo Como príncipe luchaste contra Dios cómo te llamas\n\n\nJacob dijo su nombre y el hombre respondió De ahora en adelante te llamarás Israel\n\n\nELÍAS SE LEVANTÓ de un salto y miró el firmamento Era ésta la historia que faltaba\n\n\nMucho tiempo atrás el patriarca Jacob había acampado durante la noche Alguien entró en\nsu tienda y luchó con él hasta el nacimiento del sol Jacob aceptó el combate aun sabiendo\nque su adversario era el Señor Al amanecer aún no había sido vencido y sólo detuvo el\ncombate cuando Dios aceptó bendecirlo\n\n\nEsa historia había sido transmitida de generación en generación para que nadie jamás\nolvidara que a veces era necesario luchar contra Dios Todo ser humano en algún momento\nveía una tragedia cruzar por su vida podía ser la destrucción de una ciudad la muerte de un\nhijo una acusación sin pruebas una enfermedad que los dejaba inválidos para siempre En\nese momento Dios lo desafiaba a enfrentarlo y a responder a Su pregunta Por qué te\n\n\n \n aferras tanto a una existencia tan corta y tan llena de sufrimiento Cuál es el sentido de tu\nlucha\n\n\nEntonces el hombre que no sabía responder a esta pregunta se conformaba Mientras que el\notro que buscaba un sentido para la existencia consideraba que Dios había sido injusto y\ndecidía desafiar su propio destino Era en este momento que otro fuego de los cielos\ndescendía no aquel que mata sino el que destruye las antiguas murallas y da a cada ser\nhumano sus verdaderas posibilidades Los cobardes nunca dejan que su corazón sea\nincendiado por ese fuego todo lo que desean es que la nueva situación vuelva rápidamente\na ser lo que era antes para poder continuar viviendo y pensando de la manera a la que\nestaban habituados Los valientes en cambio prenden fuego a lo que era viejo y aunque a\ncosta de un gran sufrimiento interior abandonan todo y siguen adelante\n\n\n Los valientes siempre son obstinados\n\n\nDesde el cielo el Señor sonríe de contento porque era esto lo que Él quería que cada uno\ntuviese en sus manos la responsabilidad de su propia vida Al fin y al cabo había dado a sus\nhijos el mayor de todos los dones la capacidad de escoger y decidir sus actos\n\n\nSólo los hombres y mujeres con la sagrada llama en el corazón tenía el valor de enfrentarlo\nY sólo éstos conocían el camino de vuelta hasta Su amor pues entendían finalmente que la\ntragedia no era un castigo sino un desafío\n\n\nElías revivió cada uno de sus pasos\n\n\nDesde que dejó la carpintería había aceptado su misión sin discutir Aunque ésta fuera\nverdadera y él consideraba que lo era jamás tuvo oportunidad de ver lo que sucedía en los\ncaminos que se había negado a recorrer porque tenía miedo a perder su fe su dedicación\nsu voluntad Consideraba que era muy arriesgado probar el camino de las personas\ncomunes podía terminar acostumbrándose y hasta gustándole No entendía que también él\nera una persona igual a todas las otras aunque escuchase ángeles y recibiese de vez en\n\n \n cuando órdenes de Dios Estaba tan convencido de saber lo que quería que se había\ncomportado igual que aquellos que nunca habían tomado una decisión importante en su vida\n\n\nHabía huido de la duda De la derrota De los momentos de indecisión Pero el Señor era\ngeneroso y lo había conducido hasta el abismo de lo inevitable para mostrarle que el hombre\nprecisa escoger y no aceptar su destino\n\n\nHace muchos muchísimos años una noche igual que ésta Jacob no dejó que Dios partiese\nsin bendecirlo Fue cuando el Señor le preguntó Cómo te llamas\n\n\nÉsta era la cuestión tener un nombre Cuando Jacob respondió Dios lo bautizó con el\nnombre de Israel Cada uno tiene un nombre de cuna pero tiene que aprender a bautizar su\nvida con la palabra que eligió para darle un sentido\n\n\nElla había dicho Yo soy Akbar\n\n\nHabía sido necesaria la destrucción de la ciudad y la pérdida de la mujer amada para que\nElías entendiese que necesitaba un nombre Y en aquel mismo instante decidió llamar a su\nvida Liberación\n\n\nSe levantó y contempló la plaza frente a él\nla humareda subía aún desde las cenizas de los que perdieron sus vidas Al prender fuego a\naquellos cuerpos había desafiado una costumbre muy antigua de su país que exigía que las\npersonas fueran enterradas según los ritos Había luchado contra Dios y la tradición al\ndecidirse por la incineración pero sentía que no existía pecado cuando era preciso una nueva\nsolución para un problema nuevo Dios era infinito en su misericordia e implacable en su rigor\ncon aquellos que no tienen el valor de atreverse\n\n\nVolvió a mirar la plaza algunos de los supervivientes aún no habían dormido y mantenían los\nojos fijos en las llamas como si aquel fuego estuviera también consumiendo sus recuerdos\n\n\n \n su pasado los doscientos años de paz e inercia de Akbar El tiempo del miedo y de la espera\nhabía terminado ahora quedaba apenas la reconstrucción o la derrota\n\n\nComo Elías ellos también podían escoger un nombre para si mismos Reconciliar\nSabiduría Amante Peregrino eran tantas las posibilidades como el número de estrellas en\nel cielo pero cada uno tenía que dar un nombre a su vida\n\n\nElías se levantó y rezó\n\n\nLuché contra Ti Señor y no me avergüenzo Y por eso descubrí que estoy en mi camino\nporque así lo deseo y no porque me fuera impuesto por mis padres por las tradiciones de mi\ntierra o por Ti mismo\n\n\nA Ti Señor me gustaría retornar en este instante Quiero alabarte con la fuerza de mi\nvoluntad y no con la cobardía de quien no sabe escoger un camino diferente Mientras tanto\npara que me confíes Tu importante misión tengo que continuar esta batalla contra Ti hasta\nque me bendigas\n\n\nReconstruir Akbar Lo que Elías juzgaba ser un desafío a Dios era en verdad su\nreencuentro con Él\n\n\nLA MUJER QUE HABÍA PREGUNTADO sobre la comida volvió a aparecer a la mañana\nsiguiente Venía acompañada de otras mujeres\n\n\nDescubrimos varios depósitos dijo Como mucha gente murió y muchos huyeron con\nel gobernador tenemos alimentos para vivir durante un año\n\n\nBusca personas más viejas para supervisar la distribución de alimentos dijo él Ellas\ntienen experiencia de organización\n\n\nLos viejos no tienen ganas de vivir\n\n \n Pídeles que vengan de cualquier manera\n\n\nLa mujer se preparaba para irse cuando Elías la interrumpió\n\n\nSabes escribir usando letras\n\n\nNo\n\n\nYo aprendí y puedo enseñarte Lo necesitarás para ayudarme a administrar la ciudad\nPero los asirios volverán\n\n\nCuando lleguen necesitarán nuestra ayuda para administrar la ciudad\n\n\nPor qué hacer esto por el enemigo\n\n\nHago esto para que cada uno pueda dar un nombre a su vida El enemigo es apenas un\npretexto para probar nuestra fuerza\n\n\nLos viejos acudieron tal como él había previsto\n\n\nAkbar necesita vuestra ayuda les dijo Elías Y ante eso no os podéis dar el lujo de\nser viejos necesitamos la juventud que perdisteis\n\n\nNo sabemos dónde encontrarla respondió uno de ellos Desapareció detrás de\nnuestras arrugas y nuestras desilusiones\n\n\nNo es verdad Vosotros nunca tuvisteis ilusiones y esto fue lo que hizo que vuestra\njuventud se escondiese Ahora es el momento de buscarla ya que tenemos un sueño en\ncomún reconstruir Akbar\n\n\n \n Cómo podemos hacer algo imposible\n\n\nCon entusiasmo\n\n\nLos ojos escondidos por la tristeza y el desánimo querían brillar de nuevo Ya no eran más\nlos inútiles habitantes que iban a asistir a los juicios en busca de un tema para conversar al\nfinal de la tarde ahora tenían una importante misión por delante eran necesarios\n\n\nLos más resistentes separaron el material aún aprovechable de las casas que habían sido\nmuy damnificadas y lo utilizaron para recuperar las que aún continuaban en pie Los más\nancianos ayudaron a esparcir por los campos la ceniza de los cuerpos que habían sido\nincinerados para que los muertos de la ciudad pudieran ser recordados en la próxima\ncosecha otros se ocuparon de clasificar los granos almacenados desordenadamente por\ntoda la ciudad hacer el pan y sacar agua del pozo\n\n\nDOS NOCHES DESPUÉS Elías reunió a todos los habitantes en la plaza ahora ya limpia de\nla mayor parte de los destrozos Se encendieron algunas antorchas y él comenzó a hablar\n\n\nNo tenemos elección dijo Podemos dejar que el extranjero haga este trabajo pero\nesto significa también que renunciamos a la única oportunidad que una tragedia nos ofrece\nla de reconstruir nuestra vida\n\n\nLas cenizas de los muertos que incineramos algunos días atrás se transformarán en plantas\nque volverán a nacer en la primavera El hijo que se perdió la noche de la invasión se ha\ntransformado en los numerosos chiquillos que corren libres por las calles destruidas y se\ndivierten invadiendo lugares prohibidos y casas que nunca conocieron Hasta ahora sólo los\nniños han sido capaces de superar lo sucedido porque no tienen un pasado todo lo que\ncuenta para ellos es el momento presente Procuraremos entonces actuar como ellos\nPuede un hombre borrar del corazón el dolor de una pérdida preguntó una mujer\n\n\nNo Pero puede alegrarse con una ganancia\n\n \n Elías se dio vuelta y señaló la cima de la Quinta Montaña siempre cubierta de nubes La\ndestrucción de las murallas había hecho que se tornase visible desde el centro de la plaza\n\n\nYo creo en un Señor único pero vosotros pensáis que los dioses habitan en aquellas\nnubes en lo alto de la Quinta Montaña No quiero ahora discutir si mi Dios es más fuerte o\nmás poderoso no quiero hablar de nuestras diferencias sino de nuestras semejanzas La\ntragedia nos llevó a un sentimiento común la desesperación Por qué sucedió eso Porque\ncreíamos que todo ya estaba respondido y resuelto en nuestras almas y no podíamos\naceptar ningún cambio\n\n\nTanto vosotros como yo pertenecemos a naciones comerciantes pero también sabemos\ncomportarnos como guerreros continuó él Y un guerrero es siempre consciente de\naquello por lo que vale la pena luchar No entra en combates que no le interesan y nunca\npierde su tiempo en provocaciones\n\n\nUn guerrero acepta la derrota No la trata como algo indiferente ni intenta transformarla en\nvictoria Se amarga con el dolor de la pérdida sufre con la indiferencia y se desespera con la\nsoledad Pero después de que pasa todo eso lame sus heridas y recomienza todo otra vez\nUn guerrero sabe que una guerra está compuesta por muchas batallas Y sigue adelante\n\n\nLas tragedias ocurren Podemos descubrir la razón culpar a los otros o imaginar qué\ndiferentes habrían sido nuestras vidas sin ellas Pero nada de eso tiene importancia ya\npasaron y listo A partir de ahí tenemos que olvidar el miedo que nos provocan e iniciar la\nreconstrucción\n\n\nCada uno de vosotros os pondréis un nuevo nombre a partir de ahora Éste será el nombre\nsagrado que sintetice en una palabra todo aquello por lo que soñasteis luchar Para mí\nescogí el nombre de Liberación\n\n\n\n\n \n La plaza permaneció en silencio por algún tiempo Entonces la mujer que había sido la\nprimera en ayudar a Elías se levantó y dijo\n\n\nMi nombre es Reencuentro\n\n\nMi nombre es Sabiduría dijo un viejo\n\n\nEl hijo de la viuda que Elías tanto había amado gritó\n\n\nMi nombre es Alfabeto\n\n\nLas personas que estaban en la plaza estallaron en risas El chico avergonzado se volvió a\nsentar\n\n\nCómo puede alguien llamarse Alfabeto preguntó otro niño\n\n\nElías podía haber intervenido pero convenía que el chico aprendiera a defenderse solo\n\n\nPorque era esto lo que mi madre hacía dijo el muchacho Siempre que vea las letras\ndibujadas me acordaré de ella\n\n\nEsta vez nadie se rió Uno a uno los huérfanos viudas y ancianos de Akbar fueron diciendo\nsus nombres y sus nuevas identidades Cuando la ceremonia terminó Elías pidió que todos\nse fueran a dormir temprano porque tenían que reanudar el trabajo a la mañana siguiente\nTomó al niño de la mano y los dos fueron hasta el lugar de la plaza donde habían extendido\nalgunas telas en forma de tienda\n\n\nA partir de aquella noche comenzó a enseñarle la escritura de Biblos\n\n\n\n\n \n LOS DÍAS SE TRANSFORMARON en semanas y Akbar iba cambiando su aspecto El chico\naprendió rápidamente a dibujar las letras y ya conseguía crear palabras con sentido Elías le\nencargó que escribiera en tablillas de barro la historia de la reconstrucción de la ciudad\n\n\nLas placas de barro eran cocidas en un horno improvisado transformadas en cerámica y\narchivadas cuidadosamente por una pareja de ancianos En las reuniones al final de cada\ntarde les pedía a los viejos que contasen lo que habían visto en su infancia y registraba el\nmáximo de historias\n\n\nGuardaremos la memoria de Akbar en un material que el fuego no puede destruir \nexplicaba Algún día nuestros hijos y nietos sabrán que la derrota no fue aceptada y que lo\ninevitable fue superado Esto les podrá servir de ejemplo\n\n\nTodas las noches después de las clases que le impartía al muchacho Elías caminaba por la\nciudad desierta iba hasta el comienzo del ancho camino que conducía hasta Jerusalén\npensaba en partir y desistía\n\n\nEl trabajo pesado lo obligaba a concentrarse en el momento presente Sabía que los\nhabitantes de Akbar contaban con él para la reconstrucción ya los había decepcionado una\nvez cuando había sido incapaz de impedir la muerte del espía y evitar la guerra Pero Dios\nsiempre da una segunda oportunidad a sus hijos y necesitaba aprovecharla Además cada\ndía sentía más afecto por el niño y procuraba enseñarle no sólo los caracteres de Biblos sino\nla fe en el Señor y la sabiduría de sus antepasados\n\n\nAun así no olvidaba que en su tierra reinaban una princesa y un dios extranjeros Ya no\nhabía ángeles con espadas de fuego y era libre para partir cuando quisiera y hacer lo que le\npareciese\n\n\nTodas las noches pensaba en irse Y todas las noches elevaba sus manos al cielo y rezaba\n\n\n\n\n \n Jacob luchó durante toda la madrugada y fue bendecido al amanecer Yo he luchado\ncontra Ti durante días y durante meses y Te niegas a escucharme Si miras a Tu alrededor\nno obstante sabrás que estoy venciendo Akbar surge de sus ruinas y vuelvo a reconstruir lo\nque Tú usando las espadas de los asirios transformaste en cenizas y polvo\n\n\nLucharé contigo hasta que me bendigas y bendigas los frutos de mi trabajo Un día tendrás\nque responderme\nMujeres y niños cargaban el agua para llevarla al campo y luchaban contra la sequía que\nparecía que no iba a acabar nunca Un día cuando el sol inclemente brillaba con toda su\nfuerza Elías oyó a alguien comentar\n\n\nTrabajamos sin descanso ya no nos acordamos de los sufrimientos de aquella noche y\nolvidamos incluso que los asirios volverán después de saquear Tiro Sidón Biblos y el resto\nde Fenicia Y esto nos ha hecho bien\n\n\nEntretanto porque estamos muy concentrados en la reconstrucción de la ciudad parece\nque todo continúa igual no vemos el resultado de nuestro esfuerzo\n\n\nElías reflexionó algún tiempo sobre el comentario Y decidió exigir que cada tarde al finalizar\nla jornada de trabajo todos se reuniesen al pie de la Quinta Montaña para contemplar juntos\nla puesta de sol\n\n\nGeneralmente estaban tan cansados que casi no intercambiaban palabra pero descubrieron\nlo importante que era dejar vagar el pensamiento sin rumbo como las nubes del cielo De\nesta forma la ansiedad desaparecía del corazón de todos y conseguían recuperar la\ninspiración y la fuerza para el día siguiente\n\n\nELÍAS SE DESPERTÓ diciendo que no iba a trabajar\n\n\nHoy en mi tierra conmemoran el Día del Perdón\n\n\n \n No hay pecado en tu alma comentó una mujer Tú has hecho todo lo mejor posible\n\n\nPero hay que mantener la tradición Y yo la cumpliré\n\n\nLas mujeres partieron llevando agua para los campos los viejos volvieron a su tarea de\nlevantar las paredes y trabajar la madera de las puertas y ventanas Los niños ayudaban a\nmoldear los pequeños ladrillos de barro que más tarde serían cocidos en el fuego Elías los\ncontempló con una inmensa alegría en el corazón Después dejó Akbar y se dirigió al valle\n\n\nCaminó sin rumbo recitando las oraciones que aprendió en su infancia El sol aún no se\nhabía levantado completamente y desde la posición en que estaba veía la gigantesca\nsombra de la Quinta Montaña cubriendo parte del valle Tuvo un presentimiento horrible\naquella lucha entre el Dios de Israel y el dios de los fenicios aún se prolongaría durante\nmuchas generaciones y muchos milenios\n\n\nRecordó que cierta noche él había subido hasta la cumbre de la montaña y había conversado\ncon un ángel pero desde la destrucción de Akbar nunca más había vuelto a escuchar las\nvoces procedentes del cielo\n\n\nSeñor hoy es el Día del Perdón y tengo una larga lista de pecados contigo dijo\nvolviéndose en dirección a Jerusalén Fui débil porque olvidé mi propia fuerza Fui\ncompasivo cuando debía haber sido duro No escogí por miedo a tomar decisiones\nequivocadas Desistí antes de tiempo y blasfemé cuando debía agradecer\n\n\nSin embargo Señor tengo también una larga lista de Tus pecados para conmigo Me\nhiciste sufrir más de la cuenta llevándote de este mundo a alguien a quien amaba Destruiste\nla ciudad que me acogió confundiste mi búsqueda Tu dureza casi me hizo olvidar el amor\nque siento por Ti Durante todo este tiempo he luchado contigo y no aceptas la dignidad de\nmi combate\n\n\n\n\n \n Si comparamos la lista de mis pecados con la lista de Tus pecados verás que me estás\ndebiendo Pero como hoy es el día del Perdón Tú me perdonas y yo Te perdono para que\npodamos seguir caminando juntos\n\n\nEn ese momento el viento sopló y él sintió que su ángel le hablaba\nHiciste bien Elías Dios aceptó tu combate\n\n\nLas lágrimas rodaron por sus mejillas Se arrodilló y besó el suelo árido del valle\n\n\nGracias por haber venido porque continúo con una duda no es pecado hacer esto\n\n\nDijo el ángel\n\n\nCuando un guerrero lucha con su instructor acaso lo está ofendiendo\n\n\nNo Es la única manera de aprender la técnica precisa\n\n\nEntonces continúa hasta que el Señor te llame de vuelta a Israel dijo el ángel\nLevántate y continúa probando que tu lucha tiene un sentido porque supiste cruzar la\ncorriente de lo inevitable Muchos navegan por ella y naufragan otros son arrastrados hasta\nlugares que no les estaban destinados Pero tú enfrentas la travesía con dignidad supiste\ncontrolar el rumbo de tu barco e intentas transformar el dolor en acción\n\n\nEs una lástima que seas ciego dijo Elías Si no verías cómo los huérfanos viudas y\nviejos fueron capaces de reconstruir una ciudad En breve todo volverá a ser como antes\n\n\nEspero que no dijo el ángel Al fin y al cabo pagaron un precio muy alto para que\nsus vidas cambiaran\n\n\nElías sonrió El ángel tenía razón\n\n\n \n Espero que te comportes como los hombres que están ante una segunda oportunidad no\ncometas el mismo error dos veces Nunca te olvides de la razón de tu vida\n\n\nNo me olvidaré respondió él contento porque el ángel había vuelto\n\n\nLAS CARAVANAS YA NO PASABAN por el valle los asirios debían de haber destruido los\ncaminos y cambiado las rutas comerciales Todos los días algunos niños subían a la única\ntorre de la muralla que había escapado a la destrucción estaban encargados de vigilar el\nhorizonte y avisar de la vuelta de los guerreros enemigos Elías pensaba recibirlos con\ndignidad y entregarles el mando\n\n\nEntonces podría partir\n\n\nPero cada día que pasaba sentía más que Akbar formaba parte de su vida Quizás su misión\nno fuese expulsar a Jezabel del trono sino estar allí con aquella gente el resto de su vida\ncumpliendo el humilde papel de siervo del conquistador asirio Ayudaría a restablecer las\nrutas comerciales aprendería la lengua del enemigo y en su tiempo de descanso podría\ncuidar la biblioteca que estaba cada vez más completa\n\n\nLo que una noche cualquiera perdida ya en el tiempo había parecido el fin de una ciudad\nsignificaba ahora la posibilidad de hacerla más bella Los trabajos de reconstrucción incluían\nla ampliación de las calles la colocación de techos más resistentes y un ingenioso sistema\nde llevar el agua del pozo hasta los lugares más distantes También su alma se estaba\nrenovando cada día aprendía algo nuevo con los ancianos los niños y las mujeres Aquel\ngrupo que no había abandonado Akbar por la absoluta imposibilidad de hacerlo constituía\nahora un equipo disciplinado y competente\n\n\nSi el gobernador hubiese sabido que eran tan capaces de ayudar habría creado otro tipo de\ndefensa y Akbar no habría sido destruida\n\n\n\n\n \n Elías pensó un poco y vio que estaba equivocado La destrucción de Akbar era necesaria\npara que las fuerzas que dormían dentro de todos ellos pudieran despertar\n\n\nPASARON LOS MESES y los asirios no daban señales de vida Akbar ahora estaba casi\nreconstruida y Elías podía pensar en el futuro las mujeres ahora recuperaban los pedazos\nde tejidos y hacían nuevas ropas con ellos Los ancianos reorganizaban las viviendas y\ncuidaban la higiene de la ciudad Los niños ayudaban cuando se les pedía pero\ngeneralmente pasaban el día jugando pues ésta es la principal obligación de la infancia\n\n\nÉl vivía con el muchacho en una pequeña casa de piedra reconstruida en el terreno de lo\nque otrora fuera un depósito de mercancías Todas las noches los habitantes de Akbar se\nsentaban en torno a una hoguera en la plaza principal y contaban historias que habían\nescuchado a lo largo de su vida junto con el niño él anotaba todo en las tablillas que cocían\nal día siguiente Así la biblioteca crecía visiblemente\n\n\nLa mujer que había perdido a su hijo también aprendía los caracteres de Biblos Cuando vio\nque ya sabía crear palabras y frases se encargó de enseñar el alfabeto al resto de la\npoblación De esta forma cuando los asirios volviesen ellos podrían ser utilizados como\nintérpretes o profesores\n\n\nEra justamente esto lo que el sacerdote quería evitar dijo cierta tarde un viejo que se\nhabía llamado a sí mismo Océano pues deseaba tener una alma grande como el mar que\nla escritura de Biblos sobreviviese y amenazase a los dioses de la Quinta Montaña\n\n\nQuién puede evitar lo inevitable respondió él\n\n\nLas personas trabajaban de día asistían a la puesta de sol juntas y contaban historias por la\nnoche\n\n\nElías estaba orgulloso de su obra y se apasionaba cada día más por ella\nUno de los chiquillos encargados de la vigilancia bajó corriendo\n \n Vi polvareda en el horizonte dijo excitado El enemigo vuelve\n\n\nElías subió a la torre y confirmó la información Calculó que debían de llegar a las puertas de\nAkbar al día siguiente\n\n\nAquella tarde avisó a los habitantes que no deberían asistir a la puesta de sol sino reunirse\nen la plaza Cuando el trabajo del día terminó él encontró al grupo reunido y notó que tenían\nmiedo\n\n\nHoy no contaremos historias sobre el pasado ni hablaremos de los planes futuros de Akbar\ndijo él Vamos a conversar sobre nosotros mismos\n\n\nNadie dijo una palabra\n\n\nHace ya algún tiempo una luna llena brilló en el cielo Ese día sucedió lo que todos\nestábamos presintiendo pero no queríamos aceptar Akbar fue destruida Cuando el ejército\nasirio partió nuestros mejores hombres estaban muertos Los que habían escapado vieron\nque no valía la pena quedarse aquí y decidieron marcharse Sólo quedaron los viejos las\nviudas y los huérfanos o sea los inútiles\n\n\nMirad en torno vuestro la plaza está más bella que nunca los edificios son más sólidos el\nalimento es compartido y todos estáis aprendiendo la escritura inventada en Biblos En algún\nlugar de esta ciudad se halla una colección de tablillas donde escribimos nuestra historia y\nlas generaciones futuras recordarán lo que hicimos\n\n\nHoy nosotros sabemos que también los ancianos los huérfanos y las viudas partieron\nDejaron en su lugar una banda de jóvenes de todas las edades llenos de entusiasmo que\ndieron nombre y sentido a sus vidas\n\n\n\n\n \n En todo momento del proceso de reconstrucción sabíamos que los asirios volverían\nSabíamos que un día les tendríamos que entregar nuestra ciudad y junto con ella nuestros\nesfuerzos nuestro sudor y nuestra alegría de verla más bella que antes\n\n\nLa luz de la hoguera iluminó algunas lágrimas que resbalaban por el rostro de algunas\npersonas Hasta los niños que solían seguir jugando durante los encuentros nocturnos\nestaban escuchando atentamente lo que él decía Elías continuó\nEso no importa Cumplimos nuestro deber con el Señor porque aceptamos Su desafío y el\nhonor de Su lucha Antes de aquella noche Él insistía con nosotros diciéndonos camina\nPero no lo escuchábamos Por qué\n\n\nPorque cada uno de nosotros ya tenía decidido su propio futuro yo pensaba expulsar a\nJezabel del trono la mujer que ahora se llama Reencuentro quería que su hijo fuera\nnavegante el hombre que hoy lleva el nombre de Sabiduría deseaba simplemente pasar el\nresto de sus días tomando vino en la plaza Estábamos habituados al misterio sagrado de la\nvida y no le dábamos importancia\n\n\nEntonces el Señor pensó para sí mismo No quieren caminar Pues entonces\npermanecerán parados mucho tiempo\n\n\nY sólo entonces entendimos su mensaje El acero de la espada asiria se llevó a nuestros\njóvenes y la cobardía se llevó a nuestros adultos Estén donde estén en este momento aún\ncontinúan parados porque aceptaron la maldición de Dios\n\n\nNosotros en cambio luchamos contra el Señor así como también luchamos con las\nmujeres y hombres que amamos durante la vida porque es éste un combate que nos\nbendice que nos hace crecer Nosotros aprovechamos la oportunidad de la tragedia y\ncumplimos con nuestro deber hacia Él probando que éramos capaces de obedecer la orden\nde caminar Aun en las peores circunstancias seguimos adelante\n\n\n\n\n \n Hay momentos en los que Dios exige obediencia Pero hay momentos en los que desea\nprobar nuestra voluntad y nos desafía a entender Su amor\nNosotros entendimos esa voluntad cuando las murallas de Akbar cayeron por tierra ellas\nabrieron nuestro propio horizonte y dejaron que cada uno de nosotros viese de lo que era\ncapaz Dejamos de pensar en la vida y resolvimos vivirla\n\n\nY el resultado fue bueno\n\n\nElías notó que los ojos de las personas volvían a brillar Habían comprendido\n\n\nMañana entregaré Akbar sin lucha estoy libre para partir cuando quiera porque cumplí lo\nque el Señor esperaba de mí No obstante mi sangre mi sudor y mi único amor están en el\nsuelo de esta ciudad y he resuelto quedarme aquí el resto de mis días para evitar que sea\nnuevamente destruida Que cada uno adopte la decisión que quiera pero nunca os olvidéis\nde una cosa todos vosotros sois mucho mejores de lo que pensabais aprovechasteis la\noportunidad que la tragedia os brindó y no cualquiera es capaz de hacerlo\n\n\nElías se levantó y dio la reunión por terminada Avisó al niño que volvería tarde y le ordenó\nque se fuese a dormir sin esperarlo\n\n\nFue hasta el templo el único lugar que había escapado de la destrucción y que no\nnecesitaron reconstruir aun cuando los asirios se llevaron las estatuas de los dioses Con\ntodo respeto tocó la piedra que marcaba el lugar donde según la tradición un antecesor\nhabía clavado una vara en el suelo y después no había podido retirarla\n\n\nPensó que en su país lugares como aquél estaban siendo erigidos por Jezabel y parte de\nsu pueblo se postraba para adorar a Baal y sus divinidades De nuevo el mismo\npresentimiento cruzó su alma la guerra entre el Señor de Israel y el dios de los fenicios\nduraría mucho tiempo más allá de lo que su imaginación pudiera alcanzar Como en una\nalucinación vio estrellas que cruzaban el sol esparciendo en ambos países la destrucción y\nla muerte\n\n \n Hombres que hablaban lenguas extrañas cabalgaban sobre animales de acero y combatían\nentre sí en medio de las nubes\n\n\nNo es esto lo que debes ver ahora porque el tiempo aún no llegó oyó decir a su ángel\nMira a través de la ventana\n\n\nElías hizo lo que le ordenaba Afuera la luna llena iluminaba las casas y calles de Akbar y\naunque era tarde se podían oír las conversaciones y risas de sus habitantes Incluso ante el\nregreso de los asirios aquel pueblo no perdía sus ganas de vivir y se hallaba preparado para\nenfrentar una nueva etapa en su vida\n\n\nEntonces vio un bulto y supo inmediatamente que era la mujer que tanto había amado que\nahora volvía a caminar orgullosa por su ciudad Él sonrió y sintió que ella le tocaba el rostro\n\n\nEstoy orgullosa parecía decir Akbar realmente continúa hermosa\n\n\nSintió ganas de llorar pero se acordó del niño que jamás había derramado una lágrima por\nsu madre Contuvo el llanto y recordó las partes más bellas de la historia que habían vivido\njuntos desde el encuentro a las puertas de la ciudad hasta el instante en que ella escribió la\npalabra amor en una tablilla de barro Volvió a ver su vestido sus cabellos los rasgos\nfinos de su nariz\n\n\nTú me dijiste que eras Akbar Por eso te he cuidado curé tus heridas y ahora te devuelvo a\nla vida Que seas feliz junto a tus nuevos compañeros\n\n\nY quería decirte una cosa yo también era Akbar y no lo sabía \n\n\nSabía que ella estaba sonriendo\n\n\n\n\n \n Ya hace mucho tiempo que el viento del desierto apagó nuestros pasos sobre la arena\nPero en cada segundo de mi existencia recuerdo lo que sucedió y tú continúas caminando\nen mis sueños y en mi realidad Gracias por haberte cruzado en mi camino \n\n\nDurmió allí mismo en el templo sintiendo que u la mujer le acariciaba los cabellos\n\n\nEL JEFE DE LOS MERCADERES Vio un grupo de personas harapientas en mitad del\ncamino Pensó que eran ladrones y ordenó a los de su caravana que tomasen las armas\n\n\nQuiénes sois vosotros preguntó\n\n\nSomos el pueblo de Akbar respondió un hombre barbudo de ojos brillantes\n\n\nEl jefe de la caravana notó que hablaba con acento extranjero\n\n\nAkbar fue destruida Estamos encargados por los gobiernos de Tiro y Sidón de localizar su\npozo para que las caravanas puedan volver a pasar por este valle Las comunicaciones con\nel resto de la tierra no pueden quedar interrumpidas para siempre\n\n\nAkbar aún existe continuó el hombre Dónde están los asirios\n\n\nTodo el mundo lo sabe rió el jefe de la caravana Tornando el suelo de nuestro país\nmás fértil Y alimentando a nuestros pájaros y animales salvajes desde hace mucho tiempo\nPero eran un ejército muy poderoso\n\n\nNingún ejército es poderoso si se sabe cuándo van a atacar Akbar mandó avisar que ellos\nse acercaban y Tiro y Sidón prepararon una emboscada al final del valle Quien no murió\ndurante la lucha fue vendido como esclavo para nuestros navegantes\n\n\nLas personas andrajosas daban vivas y se abrazaban unas a otras llorando y riendo al\nmismo tiempo\n\n \n Quiénes sois vosotros insistió el mercader Quién eres tú preguntó\nseñalando al líder\n\n\nSomos los jóvenes guerreros de Akbar fue la respuesta\n\n\nHABÍA COMENZADO LA TERCERA COSECHA y Elías era el gobernador de Akbar Hubo\nmucha resistencia al principio pues el antiguo gobernador quería volver y ocupar su puesto\nporque así lo mandaba la tradición Los habitantes de la ciudad no obstante se negaron a\nrecibirlo y durante días amenazaron con envenenar el agua del pozo La autoridad fenicia\nfinalmente cedió a sus demandas al fin y al cabo Akbar no tenía tanta importancia aparte\ndel agua que suministraba a los viajeros y el gobierno de Israel estaba en manos de una\nprincesa de Tiro Concediendo el puesto de gobernador a un israelita los gobernantes\nfenicios podían comenzar a consolidar una alianza comercial más sólida\n\n\nLa noticia corrió por toda la región llevada por las caravanas de mercaderes que habían\nvuelto a circular Una minoría en Israel consideraba a Elías el peor de los traidores pero en\nsu debido momento Jezabel se encargaría de eliminar esta resistencia y la paz volvería a la\nregión La princesa estaba contenta porque uno de sus peores enemigos se había\nconvertido finalmente en su mejor aliado\n\n\nVolvieron a circular rumores de una nueva invasión asiria por lo que las murallas de Akbar\nfueron reconstruidas Se desarrolló un nuevo sistema de defensa con centinelas y\nguarniciones espaciados regularmente entre Tiro y Akbar Así en caso de que se hubiera\ncercado una de las ciudades la otra podía desplazar sus ejércitos por tierra y asegurar la\nentrada de alimentos por el mar\n\n\nLa región prosperaba ostensiblemente El nuevo gobernador israelita había desarrollado un\nriguroso sistema de controles de tasas y de mercaderías basado en la escritura Los\nancianos de Akbar se hacían cargo de todo utilizaban nuevas técnicas de fiscalización y\nresolvían pacientemente los problemas que surgían\n\n \n Las mujeres dividían su tiempo entre la labranza de los campos y el tejido en los telares\nDurante el período de aislamiento para recuperar el poco tejido que había quedado se\nhabían visto obligadas a crear nuevos padrones de bordados Cuando los primeros\nmercaderes llegaron a la ciudad quedaron encantados con los diseños e hicieron varios\nencargos\n\n\nLos niños habían aprendido la escritura de Biblos pues Elías estaba seguro de que les\npodría ser de utilidad en el futuro\n\n\nComo siempre acostumbraba hacer antes de la cosecha él paseaba por el campo aquella\ntarde agradeciendo al Señor las innumerables bendiciones que había recibido durante estos\naños Vio a los hombres y mujeres pasar con los cestos cargados de granos los niños\njugando a su alrededor Los saludó con la mano y fue retribuido\n\n\nCon una sonrisa en el rostro se dirigió hacia la piedra donde tanto tiempo atrás había\nrecibido una tablilla de barro con la palabra amor Solía visitar todos los días aquel lugar\npara presenciar la puesta de sol y recordar cada instante que habían pasado juntos\n\n\nY vino la palabra del Señor a Elías el tercer año diciendo\n\n\nVe preséntate ante Ajab marido de Jezabel porque daré lluvia a la tierra\n\n\n\n\nEN LA PIEDRA DONDE ESTABA SENTADO Elías vio al mundo sacudirse en torno de él El\ncielo se volvió negro por un instante pero en seguida el sol volvió a brillar\n\n\nVio la luz Un ángel del Señor estaba frente a él\n\n\nQué ha pasado preguntó Elías asustado Dios ha perdonado a Israel\n\n\n \n No respondió el ángel Él quiere que tú vuelvas para liberar a tu pueblo Tu lucha con\nÉl está terminada y en este momento Él te ha bendecido Te ha dado permiso para\ncontinuar Su trabajo en esta tierra\n\n\nElías estaba aturdido\n\n\nPero ahora justamente cuando mi corazón había vuelto a encontrar la paz\n\n\nRecuerda la lección que ya te fue enseñada una vez dijo el ángel Y recuerda las\npalabras que el Señor dirigió a Moisés\nRecuerda el camino por el cual el Señor te guió para humillarte para probarte para saber\nlo que había en tu corazón\n\n\nPara que no suceda que después de haber comido y estar harto después de haber\nedificado buenas casas y habitado en ellas después de haberse multiplicado tu ganado y tu\nrebaño eleves tu corazón y te olvides del Señor tu Dios\n\n\nElías se dirigió al ángel\n\n\nY Akbar preguntó\n\n\nPuede vivir sin ti porque dejaste un heredero Sobrevivirá por mucho tiempo\n\n\nY el ángel del Señor desapareció\n\n\nELÍAS Y EL NIÑO llegaron al pie de la Quinta Montaña La vegetación había crecido entre\nlas piedras de los altares desde la muerte del sacerdote nadie aparecía por allí\n\n\nVamos a subir dijo\n\n\nEstá prohibido\n\n \n Sí está prohibido Pero eso no quiere decir que sea peligroso\n\n\nLo tomó de la mano y empezaron a caminar en dirección a la cumbre De vez en cuando se\ndetenían y contemplaban el valle allí abajo la ausencia de lluvia había dejado marcas en\ntodo el paisaje y con excepción de los campos cultivados en torno de Akbar el resto parecía\nun desierto tan duro como los de las tierras de Egipto\n\n\nEscuché a mis amigos decir que los asirios volverán dijo el chico\n\n\nEs posible pero valió la pena lo que hicimos fue la manera que Dios escogió para\nenseñarnos\n\n\nNo sé si Él se preocupa mucho por nosotros dijo el chico No necesitaba haber sido\ntan duro Debe de haber intentado otras maneras hasta descubrir que no lo\nescuchábamos Estábamos demasiado acostumbrados a nuestras vidas y ya no leíamos\nSus palabras\n\n\nDónde están escritas\n\n\nEn el mundo que te rodea Basta prestar atención a lo que sucede en tu vida y descubrirás\nen cualquier momento del día dónde esconde Él Sus palabras y Su voluntad Procura\ncumplir lo que te pide ésta es la única razón de tu estancia en este mundo\n\n\nSi lo descubro lo escribiré en las tablillas de barro\n\n\nHazlo si quieres Pero más importante es que las escribas en tu corazón allí ellas no\npodrán ser quemadas ni destruidas y tú las llevarás dondequiera que vayas\n\n\nContinuaron caminando hasta que las nubes estuvieron muy próximas\n\n\n \n No quiero entrar allí dijo el niño señalándolas\n\n\nNo te harán daño Son sólo nubes Ven conmigo\n\n\nLo tomó de la mano y subieron Poco a poco fueron entrando en la neblina el niño se abrazó\na él y aunque de vez en cuando Elías procuraba conversar no decía una palabra\nCaminaron por las rocas desnudas de la cumbre\n\n\nVolvamos pidió el chico\n\n\nElías resolvió no insistir aquel muchacho ya había atravesado muchas dificultades y miedos\nen su corta existencia Hizo lo que le pedía salieron de la neblina y volvieron a ver el valle\nallá abajo\n\n\nUn día busca en la biblioteca de Akbar lo que yo dejé escrito para ti Se llama El Manual\ndel Guerrero de la Luz\n\n\nSoy un guerrero de la Luz respondió el niño\n\n\nRecuerdas mí nombre preguntó Elías\n\n\nLiberación\n\n\nSiéntate aquí a mí lado dijo Elías señalando una roca No puedo olvidar mi nombre\nTengo que continuar mi tarea aunque en este momento todo lo que deseo es estar a tu lado\nFue por esto que Akbar fue reconstruida para enseñarnos que es necesario seguir adelante\nno importa lo difícil que pueda parecernos\n\n\nTe vas\n\n\nCómo lo sabes preguntó sorprendido\n\n \n Lo escribí en una tablilla anoche Algo me lo dijo puede haber sido mamá o un ángel\nPero yo lo sentía en mi corazón\n\n\nElías le acarició la cabeza\n\n\nHas sabido leer la voluntad de Dios dijo contento Entonces no necesito explicarte\nnada\n\n\nLo que leí fue la tristeza de tus ojos No fue difícil Otros amigos míos también la\npercibieron\n\n\nEsta tristeza que leísteis en mis ojos es parte de mi historia pero una parte pequeña que\ndurará sólo algunos días Mañana cuando parta en dirección a Jerusalén ya no tendrá tanta\nfuerza como antes y poco a poco acabará desapareciendo Las tristezas no se quedan para\nsiempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos\nSiempre es preciso partir\n\n\nSiempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida Si insistes en\npermanecer en ella más allá del tiempo necesario pierdes la alegría y el sentido del resto Y\nte arriesgas a ser reprendido por Dios\n\n\nEl Señor es duro\n\n\nSólo con los elegidos\n\n\nElías contempló Akbar allá abajo Sí Dios a veces podía ser muy duro pero nunca más allá\nde la capacidad de cada uno el niño no sabía que allí donde estaban sentados él había\nrecibido la visita de un ángel del Señor que le había enseñado cómo traerlo de regreso de\nentre los muertos\n\n\n \n Sentirás mi ausencia preguntó\n\n\nMe has dicho que la tristeza desaparece si seguimos adelante respondió el niño Aún\nfalta mucho para dejar a Akbar tan bella como mi madre merece Ella pasea por sus calles\n\n\nVuelve a este lugar cuando me necesites Y mira en dirección a Jerusalén Yo estaré allí\nprocurando dar un sentido a mi nombre Liberación Nuestros corazones están unidos para\nsiempre\n\n\nFue por eso que me trajiste hasta lo alto de la Quinta Montaña Para que pudiese ver\nIsrael\n\n\nPara que pudieses ver el valle la ciudad las otras montañas las rocas y las nubes El\nSeñor acostumbraba mandar a sus profetas subir las montañas para conversar con Él Yo\nsiempre me pregunté por qué lo hacía y ahora entiendo la respuesta cuando estamos en lo\nalto somos capaces de ver todo pequeño\n\n\nNuestras glorias y nuestras tristezas dejan de ser importantes Aquello que conquistamos o\nperdemos queda abajo Desde lo alto de la montaña tú ves cómo el mundo es grande y los\nhorizontes anchos\n\n\nEl niño miró a su alrededor Desde lo alto de la Quinta Montaña él sentía el olor del mar que\nbañaba las playas de Tiro Y escuchaba el viento del desierto que soplaba desde Egipto\n\n\nVoy a gobernar Akbar algún día le dijo a Elías Conozco lo que es grande pero\ntambién conozco cada rincón de la ciudad Sé lo que es preciso cambiar\n\n\nEntonces cámbialo No dejes que las cosas se queden paradas\n\n\nDios no podía haber elegido una manera mejor de mostrarnos todo esto Hubo un\nmomento en que pensé que Él era malo\n\n \n Elías guardó silencio Se acordaba de una conversación mantenida hacía muchos años con\nun profeta levita mientras esperaban que los soldados de Jezabel llegasen para matarlos\n\n\nDios puede ser malo insistió el niño\n\n\nDios es Todopoderoso respondió Elías Él todo lo puede nada le está prohibido\nporque si no existiría alguien más poderoso y más grande que Él para no dejarle hacer\nciertas cosas En este caso yo preferiría adorar y reverenciar a este alguien más poderoso\n\n\nAguardó algunos instantes para que el chico comprendiese bien el sentido de sus palabras\nDespués continuó\n\n\nSin embargo por causa de su infinito poder Él escogió hacer solamente el Bien Si\nllegamos hasta el final de nuestra historia veremos que muchas veces el Bien está\ndisfrazado de Mal pero continúa siendo el Bien y forma parte del plan que Él creó para la\nhumanidad\n\n\nLo tomó de la mano y retornaron en silencio\n\n\nAquella noche el niño durmió abrazado a él Cuándo el día comenzó a amanecer Elías lo\nseparó con mucho cuidado para no despertarlo\n\n\nEn seguida se vistió con la única ropa que tenía y salió Por el camino recogió un trozo de\nmadera que estaba en el suelo y lo usó como cayado Pensaba no separarse nunca más de\nél era el recuerdo de su lucha con Dios de la destrucción y reconstrucción de Akbar\n\n\nSin mirar hacia atrás siguió en dirección a Israel\n\n\n\n\n \n CINCO AÑOS DESPUÉS Asiria volvió a invadir el país esta vez con un ejército más\nprofesional y generales más competentes Toda Fenicia cayó bajo el dominio del\nconquistador extranjero salvo Tiro y Sarepta que sus habitantes conocían como Akbar\n\n\nEl niño se hizo hombre gobernó la ciudad y fue considerado un sabio por sus\ncontemporáneos Murió viejo rodeado de sus seres queridos y siempre diciendo que era\npreciso mantener la ciudad bella y fuerte porque su madre acostumbraba pasear por aquellas\ncalles A causa del sistema de defensa establecido en conjunto Tiro y Sarepta sólo fueron\nocupadas por el rey asirio Senaquerib en el año a JC casi ciento sesenta años\ndespués de los hechos relatados en este libro\n\n\nA partir de ahí sin embargo las ciudades fenicias nunca más recuperaron su importancia y\npasaron a sufrir una serie de invasiones los neobabilonios los persas los macedonios los\nseléucidas y finalmente Roma Aun así continuaron existiendo hasta nuestros días porque\nsegún las antiguas tradiciones el Señor nunca escogía por azar los lugares que deseaba ver\nhabitados Tiro Sidón y Biblos aún forman parte del Líbano que aún continúa siendo un\ncampo de batalla\n\n\nELÍAS RETORNÓ A ISRAEL y reunió a los profetas en el monte Carmelo Allí les pidió que\nse dividiesen en dos grupos aquellos que adoraban a Baal y los que creían en el Señor\nSiguiendo las instrucciones del ángel ofreció un novillo al primer grupo y pidió que\ninvocasen al cielo de manera que su dios pudiese recibirlo\n\n\nCuenta la Biblia\n\n\nAl mediodía Elías se burlaba de ellos diciendo\nClamad en altas voces porque él es dios puede ser que esté meditando o viajando o\ndurmiendo\n\n\nY ellos clamaban en altas voces y se herían con cuchillos y lancetas pero no hubo voz ni\nrespuesta ni atención alguna\n \n Elías entonces cogió a su animal y lo ofreció según las instrucciones del ángel del Señor\nEn este momento el fuego del cielo descendió y Consumió el holocausto la leña las\npiedras Minutos después una fina lluvia abundante cayó acabando con cuatro años de\nsequía\nA partir de entonces estalló una guerra civil Elías mandó ejecutar a los profetas que habían\ntraicionado al Señor y Jezabel lo buscaba por todas partes para matarlo Él no obstante se\nrefugió en la parte oeste de la Quinta Montaña que daba a Israel\n\n\nLos sirios invadieron el país y mataron al rey Ajab marido de la princesa de Tiro con una\nflecha disparada por casualidad que entró por un pliegue de su armadura Jezabel se refugió\nen su palacio y después de algunas revueltas populares con ascenso y caída de varios\ngobernantes terminó siendo capturada Prefirió tirarse por la ventana antes de entregarse a\nlos hombres enviados para apresarla\n\n\nElías se quedó en la montaña hasta el fin de sus días Cuenta la Biblia que cierta tarde\ncuando conversaba con Eliseo el profeta que había nombrado como su sucesor un carro\nde fuego con caballos de fuego los separó a uno de otro y Elías subió a los cielos en un\nremolino\n\n\nCASI OCHOCIENTOS AÑOS DESPUÉS Jesús invita a Pedro Santiago y Juan a subir a un\nmonte Cuenta el evangelista Mateo que Jesús fue transfigurado delante de ellos su\nrostro resplandecía como el sol y sus ropas se tornaron blancas como la luz Y he aquí que\naparecieron Moisés y Elías hablando con él\n\n\nJesús pide a los apóstoles que no cuenten esta visión hasta que el Hijo del hombre resucite\nde los muertos pero ellos dicen que esto sólo sucederá cuando Elías retorne\n\n\nMateo cuenta el resto de la historia\n\n\n\n\n \n Los discípulos lo interrogaron Por qué dicen pues los escribas que es necesario que\nElías venga primero\n\n\nJesús entonces respondió En verdad Elías vendrá y restaurará todas las cosas Yo os\ndeclaro no obstante que Elías ya vino y no lo reconocieron Antes bien hicieron con él todo\ncuanto quisieron\n\n\nY entonces los discípulos entendieron que hablaba de Juan Bautista\n\n\n\n\n FIN\n\n\n \n\n\n\n\n \n"
##PALABRAS TOP 10