Innovacion en educación
Traducciones no oficiales de Daniel Sojuel
Definiendo innovación
Chandra et al. (2020) en una revisión de literatura exhaustiva se enmarcan en la definición de Baregheh et al. (2009) que sostiene que la innovación es un proceso de múltiples etapas mediante el cual las ideas se transforman en productos, servicios o procesos nuevos y mejorados.
Chandra et al. (2020) también explica que aunque el concepto de innovación ha existido durante mucho tiempo, el campo de la educación para la innovación apenas está surgiendo. La disciplina de los estudios de innovación comparte de cerca sus fronteras con el campo de los estudios de emprendimiento. Como resultado, los términos “innovación” y “emprendimiento” se han utilizado indistintamente.
En un intento por distinguir claramente las dos disciplinas, Maritz & Donovan (2015) describen la educación empresarial como un programa destinado a desarrollar actitudes emprendedoras, mientras que posicionan la educación innovadora como un programa destinado a desarrollar capacidades de innovación. Los autores intentan delimitar estas disciplinas en siete frentes; contextualización, definición, tipología, orden de mérito, fundamentación teórica, mediciones y pedagogía. Sin embargo, los autores coinciden en que estas dos disciplinas tienen muchas sinergias, lo que lleva a una superposición de contenido. Por lo tanto Sołek-Borowska (2018) insta a que se preste más atención a vincular los programas de emprendimiento e innovación, ya que estos dos temas pueden verse como requisitos previos entre sí, también menciona que para ser emprendedor se necesita ser innovador.
Maritz et al. (2014) afirma que los objetivos de un programa de educación para la innovación se pueden agrupar en tres categorías: pedagógicos, sociales y económicos. Los programas de educación en innovación pedagógica ayudan a los estudiantes a aprender sobre innovación y gestión de la innovación. Los programas de educación para la innovación con objetivos sociales ayudan a mejorar las innovaciones sociales, mientras que aquellos con un objetivo económico ayudan a mejorar las capacidades para el crecimiento sostenible, la actividad económica y la riqueza de las naciones.
Chandra et al. (2020) en su revisión encontraron que existe poca investigación activa sobre programas que enseñan innovación social. Las innovaciones sociales implican un enfoque sostenible para mejorar la sociedad mediante la adopción de medidas positivas para abordar los problemas sociales.
Por otro lado, Vincent-Lancrin et al. (2019) resaltan la definición de la OCDE, señalando que la innovación es “un producto o proceso nuevo o mejorado (o una combinación de ambos) que difiere significativamente de los productos o procesos anteriores y que se ha puesto a disposición de los usuarios potenciales (producto) o puesto en uso (proceso)” (OECD & Eurostat, 2018, p. 20).
Vincent-Lancrin et al. (2019) también resume dos tipos principales de innovación: innovación de “producto” e innovación de “proceso”. La innovación de productos se refiere a la innovación en bienes y servicios, dos categorías que a veces se entrelazan, especialmente en el contexto de la digitalización. La innovación de procesos se refiere a la innovación en los procesos o actividades de producción, es decir, “todas las actividades bajo el control de una unidad institucional que utiliza insumos de mano de obra, capital, bienes y servicios para producir productos de bienes y servicios” (OECD & Eurostat, 2018, pp. 60, p.53). En resumen, la innovación de procesos se refiere principalmente a la innovación en los procesos organizacionales, aunque los procesos pueden ser más amplios: “los procesos incluyen políticas que brindan una estrategia general que impulsa las actividades de una unidad institucional, actividades que transforman los insumos en productos y procedimientos que rigen los pasos detallados para actividades para transformar insumos en productos” (OECD & Eurostat, 2018, p. 60).
En el documento de Vincent-Lancrin et al. (2019) se explica que las instituciones educativas, como escuelas, universidades y editoriales educativas, impulsan la innovación tanto en productos como en procesos. En términos de productos, esto implica la introducción de elementos nuevos o significativamente diferentes, como planes de estudio, recursos educativos o enfoques pedagógicos. En cuanto a los procesos, se refiere a cambios importantes en la manera en que estas organizaciones operan para brindar sus servicios educativos, como colaboraciones, métodos de marketing y formas de interacción con alumnos y padres.
Es importante señalar que la innovación puede ser difícil de definir y medir, ya que lo que se considera “nuevo” o “significativamente diferente” puede variar. La innovación busca mejorar la provisión educativa, pero no garantiza resultados positivos para todas las partes. Algunas innovaciones pueden ser beneficiosas, mientras que otras pueden tener impactos negativos en la sociedad. En general, determinar si una innovación es una mejora requiere tiempo y análisis.
Además de lo anterior, OECD (2016) señala es importante distinguir la innovación de la reforma y el cambio, ya que la innovación se define comúnmente como la implementación de nuevas ideas y prácticas, así como la mejora de las existentes. A diferencia de la reforma o el cambio, la innovación implica la introducción de novedades o mejoras, en contraste con simplemente aplicar ideas existentes.
Melchor (2008) la reforma representa una manera de generar modificaciones, involucrando un enfoque específico para abordar problemas. En algunas ocasiones, los cambios en las organizaciones son elementos esenciales de una reforma, pero otras reformas pueden tener un impacto limitado o nulo. El cambio puede ser intencionado o no intencionado, mientras que la reforma es un proceso deliberado y estructurado para introducir cambios, sin importar su alcance. Las reformas pueden manifestarse en los ámbitos político, económico, social y administrativo, y engloban ideas sobre problemas y soluciones. Usualmente, se entienden como iniciativas impulsadas desde la cúpula de un sistema u organización.
Si bien, la cuarta edición del manual de OSLO presenta dos tipos principales de innovación, la tercera edición presentó anteriormente dos tipos complementarios que aún se mantienen en la cuarta edición, pero con menor énfasis, estas son las innovaciones de marketing y las organizacionales, pues en ambos casos estas podrían ser de productos o de procesos.
Así se definen las innovaciones en la tercera edición del manual (OECD, 2005):
- Innovación de producto: la introducción de un bien o servicio que es nuevo o significativamente mejorado con respecto a sus características o usos previstos. Esto incluye mejoras significativas en especificaciones técnicas, componentes y materiales, software incorporado, facilidad de uso u otras características funcionales.
- Innovación de procesos: la implementación de un método de producción o entrega nuevo o significativamente mejorado. Esto incluye cambios significativos en técnicas, equipos y/o software.
- Innovación de marketing: la implementación de un nuevo método de marketing que implica cambios significativos en el diseño o el empaque del producto, la ubicación del producto, la promoción del producto o el precio.
- Innovación organizativa u organizacional: “una innovación organizacional es la implementación de un nuevo método organizacional en una isntitución, la organización del lugar de trabajo o las relaciones externas. Las innovaciones organizacionales pueden estar destinadas a aumentar el desempeño de una empresa al reducir los costos administrativos o los costos de transacción, mejorar la satisfacción en el lugar de trabajo (y, por lo tanto, la productividad laboral), obtener acceso a activos no comerciables (como el conocimiento externo no codificado) o reducir los costos de los suministros” (OECD, 2005, p. 51).
Estas definición se han aplicadoal sector privado y también se puede aplicar a la educación con pequeñas modificaciones. Las organizaciones educativas como escuelas, universidades, centros de formación o editoriales educativas podrían introducir:
- nuevos productos y servicios, como un nuevo plan de estudios, libros de texto o recursos educativos;
- nuevos procesos para la prestación de sus servicios, como el uso de las TIC en los servicios de aprendizaje electrónico;
- nuevas formas de organizar sus actividades, como las TIC para comunicarse con estudiantes y padres; o
- nuevas técnicas de marketing, p. precios diferenciales de los cursos de posgrado. Estas nuevas prácticas están destinadas a mejorar la provisión de educación de una forma u otra y, por lo tanto, deben considerarse como mejoras.
La noción de “mejora” en servicios públicos, incluida la educación, puede ser ambigua y su definición ha sido cuestionada. La percepción de mejora varía según los stakeholders (consumidores, ciudadanos, contribuyentes) que tienen diferentes roles. La evaluación de empresas privadas se basa en beneficios y crecimiento, mientras que en las organizaciones públicas, las metas pueden ser múltiples y a menudo confluyen (calidad, equidad, cobertura). La percepción de mejoras en la educación difiere según los objetivos y perspectivas. Los valores culturales y políticos influyen en las prioridades, que también cambian con el tiempo. Esto afecta la validez y limitaciones de los indicadores. Los indicadores de innovación educativa deben estar vinculados a objetivos sociales y educativos específicos, como resultados de aprendizaje, equidad y satisfacción. La innovación debe medirse en varios niveles y considerar perspectivas de partes interesadas cuando la medición objetiva no es posible.
La importancia de la innovación en la educación del siglo XXI
Este apartado es una traducción de un apartado del artículo “Realization of a Desired Future: Innovation in Education” de Fındıkoğlu & İlhan (2016).
En el siglo XXI, el rápido avance de la tecnología ha revolucionado todos los aspectos de nuestras vidas, incluyendo la forma en que enseñamos y aprendemos. La educación ha sido testigo de una transformación significativa, y la innovación se ha convertido en una pieza clave para el éxito de los sistemas educativos modernos. A medida que nos adentramos en una era cada vez más impulsada por la información y el conocimiento, es crucial reconocer que la innovación en la educación va más allá de la mera adopción de tecnología. Se trata de un enfoque holístico que busca no solo preparar a los estudiantes para el futuro, sino también fomentar el pensamiento crítico, la creatividad y las habilidades sociales necesarias para enfrentar los desafíos venideros.
La innovación educativa no se limita a la implementación de dispositivos y herramientas tecnológicas en las aulas. Si bien la tecnología desempeña un papel importante, su verdadero valor radica en cómo se utiliza para mejorar la experiencia de aprendizaje. La adopción de tecnología debe ser acompañada de un enfoque curricular que promueva la interacción activa del estudiante, el aprendizaje basado en proyectos y el acceso a una amplia gama de recursos de información. Es fundamental que los educadores comprendan que la innovación no solo se trata de seguir las últimas tendencias tecnológicas, sino de diseñar estrategias pedagógicas que motiven y capaciten a los estudiantes para ser aprendices de por vida.
En esta era de conocimiento y globalización, las habilidades requeridas para el éxito en la fuerza laboral han evolucionado considerablemente. Los empleadores buscan individuos con habilidades técnicas sólidas, pero también valoran el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad. La educación debe adaptarse a estas demandas cambiantes y garantizar que los estudiantes desarrollen habilidades relevantes para el futuro. Es necesario fomentar un enfoque educativo centrado en el estudiante, donde se cultiven habilidades de colaboración, adaptabilidad e iniciativa. La capacidad de innovar y emprender se ha convertido en una ventaja competitiva en la economía actual, y la educación debe convertirse en el catalizador que desarrolle estas habilidades en los jóvenes.
Sin embargo, es importante reconocer que la implementación de la innovación educativa presenta desafíos significativos. No se trata simplemente de adoptar nuevas tecnologías y métodos, sino de transformar la cultura educativa y romper con las prácticas tradicionales arraigadas en el sistema. Los educadores y las instituciones educativas deben estar dispuestos a asumir riesgos y abrazar el cambio para cosechar los beneficios de una educación innovadora y orientada hacia el futuro. La formación docente, el diseño de currículos y la evaluación del aprendizaje deben alinearse con una visión más amplia de la educación, que ponga énfasis en el desarrollo integral del estudiante.
En conclusión, la innovación en la educación es un imperativo en el siglo XXI. No se trata solo de adoptar tecnologías de vanguardia, sino de abrazar un enfoque holístico que promueva el pensamiento crítico, la creatividad y las habilidades sociales en los estudiantes. La educación debe ser una fuerza impulsora del cambio y la transformación, preparando a las generaciones futuras para enfrentar los desafíos y oportunidades de un mundo cada vez más complejo e interconectado. Solo a través de la innovación educativa podemos forjar individuos capacitados, emprendedores y capaces de prosperar en la economía y sociedad del mañana.
La innovación en educación se refiere a la búsqueda de formas alternativas de lograr un cambio en el comportamiento de los individuos cuando los métodos actuales de enseñanza o aprendizaje no son efectivos. En lugar de enfocarse únicamente en la tecnología, la innovación educativa implica cambios en los enfoques pedagógicos, el currículo y el entorno educativo. Los maestros desempeñan un papel fundamental en impulsar la innovación en las aulas, y su capacitación y actitudes son clave para el éxito de las prácticas innovadoras. Además, la creatividad y la investigación en educación son fundamentales para encontrar soluciones innovadoras a los desafíos existentes. Aunque la tecnología puede facilitar el proceso de enseñanza y aprendizaje, la verdadera innovación educativa va más allá del simple uso de dispositivos tecnológicos y busca cambios significativos en la forma en que los estudiantes aprenden y los maestros enseñan.
¿Por qué es importante la innovación en la educación?
OECD (2016) menciona, primero que las innovaciones educativas pueden mejorar los resultados del aprendizaje y la calidad de la oferta educativa. Por ejemplo, los cambios en el sistema educativo o en los métodos de enseñanza pueden ayudar a personalizar el proceso educativo. Las nuevas tendencias en el aprendizaje personalizado dependen en gran medida de las nuevas formas de organizar las escuelas y el uso de las TIC.
Segundo, la educación se percibe en la mayoría de los países como un medio para mejorar la equidad y la igualdad. Las innovaciones podrían ayudar a mejorar la equidad en el acceso y uso de la educación, así como la igualdad en los resultados del aprendizaje.
Tercero, las organizaciones públicas a menudo se encuentran bajo tanta presión como las empresas para mejorar la eficiencia, minimizar los costos y maximizar la rentabilidad.
Se ha observado una tendencia en la que los costos de los servicios públicos, incluida la educación, aumentan más rápido que en otros sectores de la economía. Esto podría deberse a la “enfermedad de los costos” de Baumol, que implica costos laborales crecientes sin mejoras notables en la productividad. Sin embargo, también se plantea la posibilidad de que la falta de innovación sea un factor en este aumento de costos. La introducción de innovación podría potencialmente mejorar la eficiencia en la provisión de estos servicios.
La educación debe mantener su relevancia en el contexto de los cambios rápidos en la sociedad y la economía del país. Por lo tanto, es esencial que el sector educativo implemente cambios necesarios para adaptarse a las demandas de la sociedad. Esto implica la adopción de prácticas de enseñanza, aprendizaje y organizativas que han demostrado ser efectivas para promover las “habilidades para la innovación”. Los resultados de evaluaciones internacionales como PISA, TIMSS, PIRLS y la Encuesta de Habilidades de Adultos de la OCDE resaltan la importancia de la innovación para mejorar los resultados en áreas como alfabetización, matemáticas y competencia científica en numerosos países.
Otras tipologías de innovación
OECD (2009) también hace otras clasificaciónes relevantes de innovación que se traducen y resumen en este apartado.
Innovación según el nivel de cambio asociado a una innovación
- Innovación incremental: está asociada con cambios menores a los servicios o procesos existentes.
- Innovación radical: está asociada con la introducción de nuevos servicios o formas de “hacer las cosas” en relación con el proceso o la prestación de servicios.
- Innovación sistémica: está asociada con nuevas estructuras de fuerza laboral, tipos organizacionales y relaciones entre organizaciones, con el objetivo de mejorar el desempeño general de un sistema.
Innovación según el impacto producido
- Innovaciones sostenibles: estas introducen un rendimiento mejorado a los servicios, sistemas o productos existentes a lo largo de una trayectoria establecida
- Innovaciones disruptivas: estas definen una nueva trayectoria de desempeño mediante la introducción de nuevas dimensiones de desempeño, ya sea creando nuevos mercados u ofreciendo más conveniencia o precios más bajos a los clientes en el extremo inferior de un mercado existente.
Innovación según el área en tendencia en donde se aplica la innovación
- Acceso: reconocimiento de aprendizajes previos, aumento de oportunidades para el aprendizaje de adultos a través de una oferta flexible, etc.
- Enseñanza y aprendizaje: diseño de unidades para potenciar el aprendizaje activo (ghail, 1992), uso de nuevas tecnologías para el aprendizaje en el aula y fuera del aula , aumentar el uso de enfoques constructivistas y enfoques centrados en el estudiante, centrarse en los resultados del aprendizaje, etc.
- Evaluación: myor uso de la evaluación por pares, centrarse en las competencias en lugar de solo en el conocimiento, etc.
- Organizacional: fusiones, aumento de las asociaciones internacionales, incluido el plan de estudios desarrollo y certificación: especialización, creación de determinados tipos de instituciones en un contexto en el que no existían (p. ej., Fachhochschulen en austria en la década de 1990; instituto europeo de tecnología), organización del sistema de cualificaciones mediante la introducción de marcos nacionales de cualificaciones, etc.
- Financiación: programas de ahorro de tasas exentos de impuestos o con impuestos diferidos, programas de prepago de matrícula, programas de becas de mérito de base amplia, cuentas individuales de aprendizaje, financiación por rendimiento, mayor diversificación de las fuentes de ingresos, etc.
- Gestión: devolución de facultades a las instituciones educativas; mayor responsabilidad)
- Servicios: a menudo a través de su uso para inscripción, evaluación, cambios de biblioteca, servicios personalizados, etc.
Modelo sistémico de innovación en educación
OECD (2009) presenta la siguiente figura presenta un modelo de innovación en educación desde una perspectiva sistémica:
Este modelo ve la innovación como un proceso cíclico e iterativo, en lugar de lineal. A lo largo del proceso puede ser necesario volver a etapas anteriores. Por ejemplo, si el proceso de implementación involucra un pilotaje y los resultados de la evaluación preliminar son negativos, puede ser necesario volver a la etapa de “desarrollo de la innovación”. Algunas etapas del modelo representan procesos (por ejemplo, el desarrollo de la innovación), mientras que otras podrían calificarse más como “productos” (por ejemplo, el resultado del proceso de innovación). Los elementos de proceso del modelo están en cajas cuadradas, mientras que los elementos que no son de proceso están en cajas hexagonales. esta distinción es importante para crear una visión clara del proceso de innovación general. El “resultado” del proceso de innovación es siempre innovador: es un producto, proceso, método de marketing o método de organización nuevo o significativamente mejorado. Sin embargo, si bien los elementos del proceso pueden ser innovadores en sí mismos (por ejemplo, una forma innovadora de identificar necesidades), no lo son necesariamente. Lo que se requiere es que sean pasos necesarios para producir un resultado innovador.
El papel central del conocimiento
La base de conocimiento se encuentra en el corazón del proceso de innovación, con cada etapa alimentando la base de conocimiento y la base de conocimiento brindando información en cada etapa. Por ejemplo, la evaluación utiliza el conocimiento existente mientras que sus conclusiones amplían la base de conocimiento existente. Se puede trazar una distinción básica entre conocimiento explícito y tácito. El conocimiento explícito puede articularse de manera precisa y formal. Por lo tanto, aunque más abstracto que el conocimiento tácito, el conocimiento explícito se puede codificar, documentar, transferir o compartir más fácilmente. El conocimiento explícito que nutre la innovación en el conocimiento típicamente científico que resulta de la investigación, en su mayoría es llevado a cabo por universidades u otras instituciones de investigación. Sin embargo, el conocimiento explícito no se limita al conocimiento científico, también incluye conocimientos técnicos explícitos y codificados.
Hacia la innovación basada en la investigación
Bereiter & Scardamalia (2008) desarrolla sobre la innovación basada en la investigación. Explica que en el ámbito educativo, se destacan tres tipos de investigación relevantes. La investigación básica busca comprender fenómenos o problemas de interés, la investigación orientada a la toma de decisiones busca identificar “mejores prácticas” y orientar decisiones de política, y la innovación basada en la investigación impulsa el progreso en campos aplicados. Mientras que los dos primeros tipos de investigación han sido ampliamente reconocidos en la educación, la tercera categoría está empezando a recibir atención.
La innovación basada en la investigación se enfoca en crear innovaciones. A diferencia de la investigación básica que valora su poder explicativo o la investigación orientada a la decisión que considera las consecuencias de una idea, en la innovación basada en la investigación se evalúa su potencial y valía para el desarrollo. Esto se aleja de las prácticas centradas en “evidencia” o “mejores prácticas”. Por ejemplo, si se hubiera aplicado la demanda actual de métodos “basados en evidencia” en el pasado, podría haberse abandonado el desarrollo de automóviles en favor de tecnologías más probadas, lo que habría limitado el progreso.
La innovación basada en la investigación, ya sea en el ámbito educativo, el tratamiento del VIH u otros campos, depende de comprender profundamente la naturaleza del problema. Las teorías populares de educación y aprendizaje abordan problemas desde perspectivas diferentes. La teoría popular de la educación se centra en las diferencias individuales y tiende a considerar la mejora como elevar a los menos exitosos al nivel de los más exitosos. Esto puede descuidar áreas donde el fracaso es común en diversas sociedades. Además, al preguntar “¿Por qué algunos estudiantes tienen dificultades para aprender?” se pasa por alto la pregunta clave: “¿Por qué ciertos conceptos son difíciles de aprender?”, que es central en las ciencias del aprendizaje y que las teorías educativas pasadas no lograban abordar.
La innovación basada en la investigación en las ciencias del aprendizaje ha dado lugar a enfoques prometedores como el fomento de comunidades de estudiantes, el aprendizaje basado en problemas, el aprendizaje de la ciencia por diseño, el construccionismo, la construcción de conocimientos, entornos científicos de investigación basados en la web, tutores cognitivos, Estructuras Conceptuales Centrales y versiones refinadas del Aprendizaje Basado en Proyectos.