La Internet se convirtió en una herramienta imprescindible en la Sociedad del Conocimiento; asimismo, sus aplicaciones tienen cabida en diferentes sectores, además que sus usos no quedan limitados a un uso especifico. En este sentido, el objetivo de este artículo es mostrar la evolución que tuvo la Internet, mismo que trajo consigo un incremento gradual de personas usuarias alrededor del mundo.
Desde su concepción en la década de 1960, Internet experimentó un acercamiento entre personas y organizaciones del cual no existían precedentes, lo que revolucionó la forma en que la sociedad interactúa, comparte información, aunado a la posibilidad de realizar transacciones de diversa indoles sin importar la distancia geográfica, esto mientras exista la infraestructura necesaria.
Con el fin de la Segunda Guerra Mundial seguida por una rivalidad multidimensional en la cual se incluyó la técnica-tecnológica entre Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), las cuestiones relacionadas con la transmisión de mensajes adquirieron un papel estratégico para ambos bandos, esto relacionado con la información “sensible” que se compartía.
En este sentido, el gobierno estadounidense al entender la necesidad de una comunicación que fuera más rápida, confiable y con un grado de seguridad mayor a los medios de difusión existentes, en 1969 se crea la Advanced Research Projects Agency Network (ARPANET) la cual nació como: la primera red sin nodos centrales, de la que formaron parte cuatro universidades estadounidenses: “Universidad de California Los Ángeles (UCLA), Universidad de California Santa Barbara (UCSB), Universidad de Utah y Stanford Research Institute (SRI)” (Trigo, 2004, p. 2).
Derivado de ello, la ARPANET mejoró la comunicación entre las sedes, además consiguió tener una mayor seguridad sobre los medios convencionales, a la vez que la comunicación se hizo multicanal lo que conllevó a que en la década de 1980, la infraestructura que dio paso a Internet encontrase limitantes relacionadas a su conectividad, así como aplicación al concentrar sus funciones en rubros académicos, científicos y profesionales técnicos.
No obstante, en 1981 se estableció el protocolo de control de transmisión/protocolo de Internet (TCP/IP), lo que sentó las bases para la expansión de Internet. Así, en la década de los noventa, se popularizó un protocolo que hasta el 2023 sigue en uso que es el World Wide Web (WWW), mismo que permitió la apertura de esta tecnología a múltiples usuarios, ya no solo quedaron circunscritos los intereses militares, de investigación y educación, sino que las cuestiones de conectividad permitieron el ingreso de las organizaciones con o sin fines de lucro.
En este orden de ideas, Tim Berners-Lee, quién creó el protocolo WWW, hizo que Internet fuera más accesible y fácil de usar para el público en general. A partir de este hito el primer navegador web, Mosaic, fue lanzado en 1993, lo que generó una navegación más atractiva. Además, el correo electrónico se popularizó y se crearon los primeros motores de búsqueda. Para 2000 estuvieron conectados a la red más de 360 millones de usuarios en todo el mundo (Internet World Stats, 2005).
Por otra parte, la década de los dos mil trajo consigo una explosión en el uso de Internet. La accesibilidad mejorada, los precios más bajos, aunado a la proliferación de dispositivos móviles fueron los impulsores clave de este crecimiento. Derivado de esto, la banda ancha se volvió más común y accesible para los hogares, las empresas, los servicios en línea, como las redes sociales y el comercio electrónico, se volvieron omnipresentes. Además, se introdujo el concepto de Web 2.0, que permitió una mayor interactividad y participación de los usuarios concatenado a una infraestructura que elevó el grado de intercomunicación más allá de solo la banda ancha, lo que dio paso también a la conexión a través de redes móviles que mantuvo su evolución si se compara a la mitad de la década y a los finales (ver figuras 1 y 2).
Relacionado a lo anterior, el acceso a Internet se volvió aún más ubicuo derivado a la proliferación de los teléfonos inteligentes y el aumento de la conectividad móvil para el periodo comprendido de 2010-2020. Los avances en las redes 3G y 4G permitieron a las personas acceder a Internet desde cualquier lugar y en cualquier momento. Además, los países en desarrollo también aumentaron de manera exponencial su conectividad, impulsando el crecimiento global de usuarios.
A modo de ejemplo, México de acuerdo con Riquelme (2022) en su nota del periódico El Economista y con base en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), los usuarios en el país se incrementaron, esto permite contrastar los números tomando como referencia a países como Estados Unidos y Corea del Sur, países con amplia infraestructura de telecomunicaciones, además de tasas de transferencia de datos mayores a las de México (ver figura 3); no obstante, si bien el país supera en número de usuarios (debido a la población) al país asiatico, se encuentra por detrás del vecino del norte, el cual tiene una mayoría de usuarios de internet que marca una brecha entre los países, aunado a ser, junto con Corea del Sur, uno de los países con mayor conexión e interconexión en diferentes redes (Altamirano et al. 2021, p. 18).
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Para profundizar lo referente al país asiatico, Corea del Sur realizó una serie de acciones que encaminaron al país hacía una digitalización extensiva de su sociedad, lo que se refleja en los datos del Banco Mundial (2023) donde pasaron en 1995 de tener al 0.82% de la población conectada a 97% para 2020.
Al mismo tiempo, las capacidades de infraestructura le permiten al país asiático alcanzar velocidades de hasta 1 Gigabit/minuto, lo que sustenta la posición de ser el país con mayor desarrollo tecnológico en cuestiones de Internet, teniendo en consideración que 96.8 % de los teléfonos móviles cuentan con internet con altas tasas de transferencia de datos (Ahonen y O´Reilly, 2007; McDonald, 2011).
Aunado a esto, la aparición de las redes sociales y las aplicaciones móviles transformaron la forma en que el mundo se comunica, así como se comparte la información. Derivado de ello, el número de usuarios globales de Internet para 2020 llegó al 59.6% de la población mundial (ver figura 4) acorde a los datos del Banco Mundial (2023).
La historia de los usuarios globales de Internet desde 1980 hasta 2020 es una prueba clara del crecimiento exponencial de la conectividad y su impacto en la cotidianidad de la sociedad. Desde sus comienzos con una comunidad académica y técnica limitada, Internet se convirtió en una herramienta omnipresente en la sociedad moderna, con miles de millones de personas conectadas en todo el mundo.
Así, la conectividad global seguirá siendo un motor clave para el progreso, el desarrollo y la transformación social, así como económica. No obstante, es importante tener en cuenta las brechas digitales que aún persisten, ya que hay regiones y comunidades que no tienen acceso equitativo a Internet. Superar estas disparidades será fundamental para garantizar que todas las sociedades tengan acceso al aprovechamiento de los beneficios de la era digital.