Estudie al gobierno mexicano y a los corporativos mexicanos
desde el punto de vista de su endeudamiento:
a) Utilice datos del SIE/Valores en Circulación y de SIE/Finanzas públicas del Banco de México para describir la evolución a lo largo del tiempo de la composición de la deuda del gobierno mexicano por tipo de instrumento, madurez y moneda. Señale la implicación de lo que encuentre para el riesgo de impago.
En México, el Gobierno Federal emite cuatro instrumentos en el
mercado de deuda: cetes, bonos, bondes y udibonos. A continuación se
detallan algunas características de estos:
En el pasado el gobierno federal ha emitido otros instrumentos de
deuda. Entre estos se encuentran:
A continuación se muestra la evaluación de la deuda
mexicana a partir de los tipos de instrumento utilizados:
Como puede observarse en la gráfica superior, en los últimos
diez años ha disminuido notablemente el uso de instrumentos con una tasa
variable o fijada en dólares (como los pagafes y los ajustabonos) en
favor de instrumentos con un rendimiento menor expresados en
denominación nacional. Pese a la crisis del COVID, actualmente la mayor
parte de la deuda pública está conformada por CETES y UDIBONOS. Ambos
instrumentos tienen cuatro características notables: 1. Protegen al
tenedor frente a cambios inesperados en la tasa de inflación. 2. Sus
tasas de interés usualmente son bajas, aunque en Octubre del 2022 los
UDIBONOS alcanzaron su máximo histórico con una tasa de interés real de
4.72%. 3. Se encuentran denominados en moneda nacional. 4. Son
instrumentos a corto y mediano plazo. Mientras que los CETES tienen una
tasa de vencimiento máximo de 728 días, los UDIBONOS tienen una vigencia
máxima de tres años. A causa de los cuatro factores señalados
anteriormente, el riesgo de impago de la deuda del gobierno nacional ha
decrecido notablemente a lo largo de las últimas dos décadas.
Como muestra la gráfica 2, a lo largo de las dos últimas dos décadas ha aumentado de forma sostenida la deuda a largo plazo del gobierno mexicano; simultáneamente el monto de la deuda a corto plazo ha crecido de una forma más moderada. La deuda a corto plazo ha pasado de 474 miles de millones de pesos en Junio de 2009 a 1,355 miles de millones en Marzo del 2023. En contraposición la deuda a largo plazo ha pasado de 2,201 miles de millones a 9,235 miles de millones en el mismo periodo. Aunque este panorama dificulta considerar un incumplimiento de las obligaciones gubernamentales a corto plazo, es un indicador preocupante en un horizonte más amplio.Con una tasa de crecimiento del PIB inferior al 3% desde 2016 y una tasa de recaudación inferior a los seis mil millones de pesos mexicanos es difícil no cuestionar si el endeudamiento gubernamental actual es sostenible a largo plazo.
Como muestran las figuras 3 y 4 aunque la deuda interna mexicana no
ha dejado de crecer desde 2009, la deuda externa se ha estabilizado.
Pese a que alcanzó su máximo en Octubre del 2020 (sobrepasando los 339
millones de dólares), ha decrecido lentamente desde entonces. En Octubre
del 2022 se estimaba en 318 millones de dólares, un decrecimiento del 6%
desde su máximo reciente. Debido a los elementos señalados previamente,
se puede concluir que el riesgo de impago de la deuda gubernamental
mexicana ha decrecido a lo largo de las últimas dos décadas.
(b) Utilice datos del SIE/Valores en Circulación o para
describir la composición a lo largo del tiempo de la deuda del del
sector privado no financiero mexicano por madurez y moneda. Señale la
implicación de lo que encuentre para el riesgo de impago.
La deuda privada no financiera es un concepto que hace referencia a
los préstamos que solicitan las empresas y hogares mexicanos. Mientras
que a corto plazo esta comprende aquellas obligaciones financieras con
vencimientos menores a un año, la deuda a largo plazo no tiene un límite
especificado. En el país del ajolote la deuda privada a corto plazo ha
experimentado un crecimiento moderado, que no ha sido irrumpido por la
crisis financiera del 2008 o del Coronavirus entre 2020 y 2023. En
contraposición, la deuda a largo plazo experimentó un crecimiento
elevado entre Enero de 2009 y Octubre de 2009, aumentando un 113%
durante ese periodo. La tasa de crecimiento desaceleró entre Octubre de
2009 y Abril de 2021. Desde entonces la deuda privada no financiera de
largo plazo ha disminuido, alcanzando los 89.5 miles de millones de
pesos en Octubre del 2022, lo cual representa una reducción del 20%
desde su máximo de 112.18 miles de millones de pesos en Octubre del
2020.
Las figuras 5, 6 y 7 muestran la evolución de la deuda privada no
financiera en México entre los años 2009 y 2022. Mientras que el
endeudamiento a corto plazo ha aumentado a una tasa moderada, a largo
plazo el incremento ha sido notable. Este factor, junto con el escaso
crecimiento económico del país a lo largo de los últimos años
comprometen la capacidad del sector privado de pagar sus deudas a
mediano plazo. Por otra parte, la deuda privada interna y externa ha
crecido a un ritmo notable entre 2009 y 2021. En el caso de la deuda
privada externa esta ha disminuido un 15% desde su máximo Abril del 2021
a Octubre del 2022. En contraposición la deuda interna ha aumentado
14.68% entre Marzo del 2022 y 2023, alcanzando los 638 miles de millones
de pesos en la primavera de este año. Debido a lo elevado de la deuda
privada no financiera interna y externa, así como los efectos nocivos de
la pandemia de Coronavirus, es posible que aumente la probabilidad de
impago de esta en los siguientes años.
(c) Describa la
evolución de las cifras anteriores durante la pandemia de Covid-19, es
decir entre principios de 2020 y hasta la fecha
Ya
que las gráficas 1-7 son interactivas, es posible hacer un acercamiento
en cada una de ellas para entender los cambios experimentados por las
variables macroeconómicas que se discuten en este texto entre 2020 y
2022. La gráfica 1 muestra que pese a que la compra de CETES se contrajo
en 2022, esta comenzó a recuperarse a comienzos del 2023. En contraste,
la adquisición de UDIBONOS no disminuyó pese a los disruptivos efectos
de la pandemia sobre el crecimiento económico mundial y el comercio
internacional. Por otra parte, la deuda pública a largo plazo aumentó un
39.88% entre Marzo del 2020 y 2023, mientras que la deuda a corto plazo
desaceleró su tasa de crecimiento entre Enero del 2020 y el verano del
2021; comenzó a disminuir a partir de Septiembre de 2021. Respecto a la
deuda externa del gobierno mexicano, esta se ha distinguido por su
volatilidad durante la crisis del coronavirus. Disminuyó cerca de un 8%
entre Octubre de 2019 y Enero de 2020, incrementando nuevamente un
10.47% entre Enero y Octubre del mismo año. Posteriormente, ha
disminuido de forma sostenida entre el otoño de 2020 y Julio de 2022. En
oposición, la deuda interna del gobierno mexicano aumentó un 37% entre
enero de 2020 y marzo del 2023. En contraposición con el comportamiento
del sector público, la deuda no financiera privada de México de corto
plazo aumentó moderadamente durante la pandemia, mientras que a largo
plazo acrecentó un 10.77% entre Enero de 2020 y Octubre de 2022. Vale la
pena señalar que pese a la pandemia, el endeudamiento externo aumentó
hasta abril de 2021, mientras que el endeudamiento interno no dejó de
crecer entre 2020 y 2023 pese a los efectos de la crisis sanitaria.